El objetivo de la cultura hegemónica es convertir cada hecho y cada espacio mínimo en mercancía. Todo puede comprarse, pregonan. El concepto se ha naturalizado y es ya “sentido común”. Sus productos estrella se especializan en denigrar la voluntad y cualquier posibilidad de transformación humana. Cada producto es una bomba contra la historia, contra el derecho mismo a reflexionar, relacionar e imaginar. Y sobre todo es un producto cultural que siempre alimenta el YO y niega el NOSOTROS.
El Yo solitario y desesperado es un cliente perfecto. Cómo no recordar a Mersault, el alienado hasta de si mismo, pero que al final antes de morir dice que sólo desearía volver a vivir. El personaje de Camus es un retrato del sujeto que el fascismo necesita, un retrato que advierte de la falta de empatía y de las carencias del Yo. El Yo, esa costra vital ya obesa, que deforma el sentido de la vida hasta anularlo.
Cada clase social produce a sus intelectuales, decía Gramsci (1). ¿Pero qué clase de intelectual necesita la gran corporación supra nacional y el capital financiero-militar para controlar el alma -o el espíritu o el pensamiento- de sus esclavos? Creo que la clase burguesa actual produce un tipo de intelectual especializado en el discurso de la pérdida, de la degradación humana, de la supuesta denuncia moral, de la queja, pero que sobre todo produce un discurso que ha de reforzar siempre la idea de que cualquier lucha carece de sentido y que la voluntad humana es un mito. La pauta está fijada de una manera férrea, totalitaria: ahogar toda comprensión histórica y política en fragmentos que jamás permitan acceder a la raíz del problema.
Luchar, dicen, fue un asunto del pasado, no está de moda, no vende. El intelectual de la era del imperialismo en crisis terminal debe producir un discurso donde la especie humana sea tratada como una bazofia. Nada que hacer, sólo constatar que la maldad es inherente a esta especie. Los temas del YO se repiten: el desencanto, la desilusión, la falta de objetivos, las huidas a mundos paralelos, la melancolía, el horror, la irracionalidad, el todo vale, la aparente neutralidad, la falsa simetría, la violencia individual, el amor defraudado, el fraude. Si algún deseo sobrevive o brinda alguna salida es el dinero. Lo inmediato. El consumo. Los modelos actuales desde las series a las novelas o el cine de masas cumplen esa norma. El YO es la única medida. Y el sin salida su espacio de actuación. El gusto contemporáneo por el olor de las cloacas del sistema –sujetos-victimas vulnerados e incapaces de luchar- dispara las ventas y tranquiliza la supuesta conciencia social que en algún lugar duerme.
Analizar, iluminar la raíz de los problemas permitiría saber de qué manera y por donde se pueden solucionar, y la búsqueda de una solución –o cambio- implicaría tomar partido y por lo tanto no sólo denunciar las consecuencias inconexas sino tener un proyecto, ver una luz al fondo del túnel. Iluminar ese túnel.
Una glosa: (Hay un texto espléndido de Pasolini, escrito poco antes de que lo asesinaran que se llama “La desaparición de las luciérnagas”, donde analiza el fascismo y termina diciendo que daría su vida por la existencia de una sola luciérnaga. Lo pongo a pie de página porque vale la pena leerlo con atención.) (2)
Pero el discurso de los llamados intelectuales de este sistema debe mantener el túnel en la oscuridad, profundizar la oscuridad y conservar el espíritu del sin salida y la degradación de cualquier gesto colectivo, de cualquier palabra que nombre la sociedad humana capaz de construirse por si misma. Hay que degradar a todos aquellos que dieron su vida para cambiar el mundo, hay que confundirlos y equipararlos con los boys del dinero fácil y el cinismo amplio, hay que atornillar bien la imposibilidad de cualquier cambio porque el sistema capitalista se cae a pedazos y esa fragilidad necesita discursos apocalípticos –a-históricos- de alta gama. Y si hay que mentir se miente sin ninguna vergüenza, para eso usaremos el relativismo y el sentimentalismo, metástasis del canceroso YO.
Productos que tengan la velocidad de la sociedad post industrial, altamente fungibles y donde cada novedad ha de repetir el principio de que nada se puede cambiar, en todos los colores y formas, tal como las latas de los supermercados. Un mismo producto en miles de embalajes diferentes. Para eso se les paga, para eso tienen grandes espacios en todos los medios, con un guión aparentemente amplio que resalta siempre la “libertad individual” y la “democracia occidental” como si existiera o fuera posible tal cosa.
Pero me dejo llevar al túnel oscuro, entro al supermercado y hoy voy a ser libre. Individua libre. Seré libre como mujer porque me ofrecen diversas latas de feminismo, predomina el morado en varias tonalidades que van desde la contradicción sobre-determinada que pregonaba Althusser hasta la emulación del grupo fascista Femen creado no casualmente en Ucrania. Puedo elegir en la medida que ninguna lata compromete mi elección con la raíz del problema succionado ya de la violencia social de un sistema depredador, del capitalismo de la desposesión. Pero me dejo llevar, y estoy a punto de comprar la lata de la violencia de género, que me ofrece circunscribir el tema al interior del hogar y también me ofrece una fácil condena al macho de la especie mientras diluye el tema de qué valores colectivos han sido extirpados para seguir vendiendo teta-culo a toda hora y en todas sus variantes.
En el supermercado y como no, me encuentro con la lata –de un morado desvaído- con textos de “escritoras” cubanas que se dedican a hablarme de la braga (blúmer, aclara la escritora ) de su mamá y de la falta de juguetes de los niños y de cómo las mujeres en Cuba no están a la misma altura que los hombres. Es una lata demasiado olorosa, diría que un producto bruto, aunque las escritoras se han especializado en hablar siempre de su sexo como reclamo publicitario y demostración del alto nivel de su liberación femenina. No arriesgan mucho, pero han de competir con cientos de bestsellers para mujeres “liberadas” que leen las sombras de grey y cosas parecidas. Y todo vale. Ellas le dan el toque tropical y están situadas en el escaparate. Siguen el guión perfectamente y cumplen con el enunciado fundamental: degradar a la revolución cubana gracias a la cual al menos deberían haber aprendido a escribir y a pensar, pero parece que les ha faltado tiempo para comprender cómo el peso colonial las empujó de rodillas a las mismas puertas del éxito y el dinero que Prisa les ofrece, publicidad y columnas en El País para que puedan difamar cada semana. A moler y moler el chisme y la sensiblería, que con la Yoani no es suficiente y las de blanco ya están ahumadas. Es la ley del mercado, la única que conocen y adoran y están en su derecho. Primero hubo una de la que ya poco se habla, ahora hay otra todavía más liberada y posa desnuda para que leamos mejor sus libros y mañana aparecerá otra… ¿De que hablarán cuando sean un producto viejo, o por fin callarán y lamerán los premios recibidos en esos rincones vetustos en los que han colocado a las mujeres cubanas que se inventaron? Ni Haydée, ni Vilma, ni Celia, ni tantas mujeres revolucionarias cubanas están en ese escaparate y de verdad es mejor así para que ese rincón vetusto y lleno de polillas se olvide más rápido.
Inspirada por ellas, -humana al fin y ávida de éxito y de dinero como debería ser en el guión dominante- imagino que podría escribir sobre las bragas de la mujer argentina y el tango, o sobre las penurias de las trabajadoras de las fábricas que usan bragas especiales porque no las dejan ir al baño a mear durante ocho horas, pero aquí me desvío y podrían acusarme de estar haciendo un panfleto social o sea que retorno mejor a temas más literarios y podría contar que mi madre no usaba bragas, (bombacha en argentino), porque ya en su tiempo era muy libre y no consentía que nada la sujetara. Pero mi madre no vivió en Cuba, no me sirve para narrar el desencanto ni la melancolía necesaria al guión establecido para un buen producto y caería otra vez en el panfleto social porque en honor a la verdad debería decir que trabajó sin pensar en otra cosa ni en nadie, que fue un producto social del mezquino espíritu burgués empresarial, una yupi consecuente, a la que poco le importaba el destino del Nosotros. Una mujer libre, si, si a eso pudiera yo llamarle libertad.
Y si me detengo en estos comentarios es solamente porque a veces siento ganas de vomitar cuando el chisme y la inmoralidad destruyen hasta la palabra misma. Porque si tuviéramos los mismos derechos en esta libérrima sociedad occidental el debate sería posible. Pero, no, estimada “intelectual” cubana pagada por Prisa, usted puede insultar al Che Guevara y llenar de lodo la memoria de todos nuestros seres queridos, mezclar las churras con las merinas, el agua y el aceite y seguir ocupando el espacio mercenario, utilizando a la mujer, al niño, a escritoras que sí lo fueron, a su madre, a sus maridos, al arte, a mis muertos y lo que tenga usted ganas de usar porque usted es útil a sus amos, que jamás le permitirán decir una verdad, como por ejemplo: sí, el camino de todas las revoluciones y las transformaciones sociales es complicado, hay que seguir transformando muchas cosas y criticar muchas otras, pero vale la pena intentarlo, porque en el camino hay luz al final del túnel. Y esa luz se llama socialismo -y para susto de los que le pagan- se llama comunismo, el deseado, el que no conocemos todavía, por el que seguimos luchando y apostando, por el Hombre nuevo del que habló y por el que dio la vida Guevara. Nuestro Che. Qué suerte tuvo de poder saludarlo en el colegio, mientras nosotros en América Latina éramos asesinados por leer su diario que solíamos llevar escondido y que pasaba de mano en mano como una chispa y que nos ayudó a crecer y a sobrevivir a la crueldad atroz de aquellos años de plomo. Si. Las revoluciones no son fáciles, pero no hay otro camino: o socialismo o barbarie, y el fascismo camina hoy por estas calles con una “libertad” -esa que ustedes pregonan tanto- inusitada.
Y para hacer la Mujer nueva hay que acabar de una buena vez con el chisme y la teta culo y la mercancía confundida con lo que jamás podrá ser literatura. La gran literatura respira amor por nuestros semejantes, humanidad en marcha. No es un producto de supermercado.
Yo también daría mi vida por encontrar una luciérnaga, y como dice el tango una “luciérnaga furiosa”.
Después de este paseo por el lúgubre supermercado de la derrota humana, me encuentro con miles de luciérnagas que brillan, son luciérnagas furiosas que celebran hoy en todas las plazas de mi país del sur NUESTRA LUZ.
Hoy esa luz fuerte ilumina el túnel y ha conseguido después de cuatro años de juicio y de testimonios terribles, la condena a cadena perpetua de los genocidas del campo de concentración más grande de Córdoba, el campo de “La perla”, donde asesinaron a tantos y tantos compañeros…
Los genocidas siguen y seguirán siendo juzgados y seguiremos exigiendo que no se les permita ninguna prisión domiciliaria.
Las luciérnagas vuelan e iluminan esta noche oscura, son las Madres y las Abuelas, somos todos Nosotros -mujeres y hombres- que decimos otra vez MEMORIA-VERDAD- JUSTICIA porque las palabras verdaderas emiten luz, una luz furiosa y capaz de transformar el mundo.
(Continuará…)
(1)- “…Los intelectuales son los “empleados” del grupo dominante para el ejercicio de las funciones subalternas de la hegemonía social y de gobierno político, a saber: 1) del “consenso” espontáneo que las grandes masas de la población dan a la dirección impuesta a la vida social por el grupo social dominante, consenso que históricamente nace del prestigio (y por tanto de la confianza) detentada por el grupo dominante, de su posición y de su función en el mundo de la producción; 2) del aparato de coerción estatal que asegura “legalmente” la disciplina de aquellos grupos que no “consienten” ni activa ni pasivamente, pero que está preparado por toda la sociedad en previsión de los momentos de crisis en el comando y en la dirección, casos en que el consenso espontáneo viene a menos…” (Antonio Gramsci. “Los intelectuales y la organización de la cultura”. Juan Pablos Editor. México 1975)
(2) el texto de Pasolini.
Reblogueó esto en O LADO ESCURO DA LUA.
Reblogueó esto en Trincheira Muda Mais.
capitalismo es salvaje y de animales , todo se dice en una sola frase : Consumismo y ese mismo matara al mundo , al planeta tierra , no por la bomba atomica ni el clima si no por la misma pregunta que yo muchas veces me hago ? donde meten tantas basuras ?
? saben utds acaso que la basura de productos quimicos , nucleares , y otros se echan en barriles de 55 galones y se llevan en silencio al mar del pacifico y otras latitudes y se echan al mar?
en fin : este mundo no se hacia donde marcha, con tanta indiferencia, egoismo , odio , ira , muerte , sangre , nada importad , no hay dolor que pueda tener compasion y unicamente hay una verdad en esta carpa del circon donde reina el capitalismo ” sin dinero no hay nada ni nadie eres ”
motive de que todos corren , viven corriendo para todos porque la emfermedad de vivir en el capitalism salvaje y animal es este mismo defecto el STREET , la ansiedad y junto a la comidad chatarra todo a base de quimicos y productos para su congelamientos y frigorificos porque nada es natural como esas mismas comidad criollas de mi patria cubana ” no lo olviden los cubanos de pie , hasta un boniato , una yucca , un platano , ya aqui en el capitalism jamas volverian a comer de la tierra porque es perdidas y no es rentable en el consumismo del capitalism,en fin , debo de parar este escrito porque necesitaria millones de kilometros de luz en papel para decir que es el capitalism salvaje y animal es major decir ,esclavitud y consumismo. Siglo xxi
Rosa Rosenberg argentina de nacimiento, escritora, a nadie deja indiferente leerla, ni tampoco a sus recalcitrantes enemigos, esos cínicos, porque eso sí, son muy cínicos.
Le tocó conocer esa época de plomo, como ella dice, donde se torturaba, se desaparecía, se asesinaba, aquellos aprendices de genocidas, animales que estudiaron en “la escuela de las Américas” aquella academia militar creada por los padres genocidas USA que son los mismos que crearon posteriormente el “softpower”, con sus “revoluciones” y primaveras y de colores de todo tipo, rosa, naranja, el más perseguido y querido, el nuestro, el verde olivo, no lo han conseguido, y tratan desesperadamente de cambiar los métodos por medio de esos laboratorios de guerra psicológicos, de manipulación, mentir, mentir y mentir para confundir las mentes, para tratar de infiltrarse en cualquier grieta, cualquier debilidad, apatía y finalmente la entrega.
Disponen de enormes cantidades de ese dinero que ellos fabrican con esa maquina llamada FED para moldear nuevos mercenarios, esta vez con las nuevas tecnologías, criptomercenarios.. Me dejo llevar por el escrito de Rosa Rosenberg, paseo acompañado de sus palabras, reflexiono, relaciono e imagino, es un deleite leerte Rosa, “Montaña de rosas” como quiere decir tu apellido de origen alemán; los rebeldes, los inconformes, los insaciables buscadores de belleza, los desvariados alucinados, los raros y otras especies alumbradas por la poesía y la literatura, tienen su sitio en “Las Letras Salvajes” y tu Rosa perteneces a la letras salvajes.
Nos quieren hacer creer que un mundo posible no es mejor, por eso no podemos ser revolucionarios hoy, en este mundo globalizado, si no somos anticapitalistas, si no somos antiimperialistas !!! y si aceptamos los consensos que otros construyen, y no construimos los nuestros… contra todo eso, más revolución!!!.
Amigo Tocororo, es Sara, Sara Rosenberg
Saludos
Disculpa amigo Iroel, tienes razón, creo ha sido un error de teclado y quizás la emoción de leerla y quizás haber tenido un cruce con el significado de su apellido, glupss, Sara, si Sara Rosenberg. Un saludo muy afectuoso.
“Los intelectuales son los empleados del grupo dominante…”
Tá güeno eso…
Buenísimo, Mike, porque con la globalización la lucha ideológica se internacionaliza cada vez más a través de los medios de comunicación y las industrias culturales, ambas en manos de un grupo que ejerce su dominación a escala global con sus intelectuales orgánicos. Tienes a Vargas Llosa, o los columnistas cubanos de El País como pequeño ejemplo.
Caramba, estimado Iroel, Vargas Llosa no es un buen ejemplo de empleado de grupo dominante; el tío es una macana como escritor. Vaya, como fijarse uno de momento en que que Lecuona era marica…
Es un extraordinario escritor pero como columnista de el diario El País es un empleado de la maquinaria que impone la ideología neoliberal.
Pues sí Palomino, con el fracasado aspirante a la presidencia peruana en su día, Vargas Llosa, muchos se deleitan por su buena obra literaria, pero otros que lo lean o no, lamentan que sea un desalmado promotor y apologista de golpes de estado neoliberales – fascistas, por ejemplo, si eso no es ser empleado de grupo dominante….
En mi opinión Mike L Palomino, lo que te ha hecho apretar un poco la mandíbula es cuando cita a esa “intelectual” cubana pagada por Prisa?, pregunto, es solo una pregunta. De todos modos Sara Rosenberg se refiere, en mi opinión, a esa “intelectualidad cobarde” que sí existe y que actúa con el grupo dominante…
Toco , ¿cuándo tendremos la dicha de conocer tu nombre real?
Ná, que te estás metíendo en líos existenciales y pujas filosóficas con gente plenamente identificada y uno no sabe como hablar con un fantasma bien jodedor.
Pues no, la Yoani no me resulta simpática, aunque quisiera la tal Sara por un día de fiesta tener el poder de síntesis y el estilo de Yoani escribiendo. He sudado leyendo esas parrafadas de Sara, cada párrafo una gota de aceite, gordo y caliente.
Ahora, fíjate bien: hay alguna babería peor que nuestros intelectuales alabando al partido comunista?
Mike, por favor no me defraudes comparando a YS con Sara. En cuanto a Tocororo aquí hay otros nicks y tú no les pides se identifiquen.
Saludos
Otros nicks con los que no he tenido que interactuar.
Palo, el nickname Tocororo tiene significado personal, por razones que no vienen al caso, no solo por su simbología cubana, no es algo que tenga que ver con la “ornitología”, además este “nickname” no lo uso para insultar, ni agredir a nadie desde el anonimato algo que sí sería reprochable, así que no te preocupes que tengo los pies en “esta tierra”, no soy un fantasma, ni me meto en pujas filosóficas, soy de carne y hueso, sin problemas para presentarme a cualquiera, solo quiero dar un poco de “color” como todos los demás que participais, así que ya sabes mi referencia Palomino, la tuya al parecer es Manzanillo, conozco ese especial lugar y algunas de sus gentes.
En cuanto al punto, es claro que te gusta el estilo sintético de la “laureada” y asalariada Y, esa síntesis, que yo le llamo simplemente mentir, mentir y mentir, que es una característica de un cierto “estilo” en boga últimamente, cuando se trata de vaciar contenidos, y en cambio se convierte en una gota de aceite de ricino, leer, reflexionar, imaginar, soñar, con Sara Rosenberg, o con quien sea, por ejemplo, a eso tú le llamas babería intelectual…
Los Intelectuales son del Pueblo , Claro que en una sociedad como la de Cuba ,socialista y revolucionaria ellos como seres humanos tambien , como ciudadanos de cuba tambien , como de carne y huesos tambien estarian siempre a favor del mismo pueblo y de ese mismo gobierno de cuba en que les asegura a ellos el porvenir para sus hijos , los estudios para sus hijos , sin costarle un solo centavo,recreandose ellos en el bienestar de su cultura para entregarle al pueblo las mismas ideas , respeto y amor hacia quienes le dieron a cuba la libertad y el camino a la honra.
ahora la otra cara de la Moneda …” Los intelectuales del capitalismo , trabajando por hacer dinero y mas dinero , casi todos esclavos del mismo trabajo y de la droga, de la fama porque ser famosos es estar emfermos despues de todo , no tienen privacidad para vivir ni para estar dentro de sus casas , reparten lo mismo que aprendieron a mirar en la television y en sus vidas, aquellos adictos lo mismo al sexo que a la burocracia de la fama, sexo duro , pensando en publicar aquellos , los otros bailar encima del teatro ,los del cine , como los escritores en no perder sus trabajos ni sus casas productoras , en no perder sus directores y en pensar quedar bien para poder tener trabajo al otro dia, ”
Viven con miedo a perderlo todo,los intelectuales cubanos tienen asegurados sus vidas , claro que defenderan lo suyo, su Pais , su pueblo y gobierno ,
Sin dudas que soy un lector, y también emisor, de argumentos en contra del capitalismo, el imperialismo y de eso que para millones de personas es la única forma de vivir con normalidad: el idolatrado consumo de la propia vida, la vergüenza común y la diversión alienada entre nosotros mismos. Claramente soy un defensor de la Revolución Cubana y de todas las ideas y prácticas que han emanado de tantas luchas por el cambio del mundo y del ser humano. Pienso, igualmente, que aún son posibles la exposición y el razonamiento de nuevos argumentos. Pero sé que ya tenemos muchos que más que a seguir exponiéndolos y razonándolos, nos invitan a su fértil estacionamiento en la cotidianidad de la vida, siempre difícil, pero que es donde único cantarán con mayor felicidad.
Ya el capitalismo ha creado con bastante fuerza sus vitrinas para la libertad individual. Muchísimos ya están dentro de ellas. Y muchísimos también ya funcionan como sus intelectuales para que no decaiga la entrada al supermercado del consumo de las vanidades. No está mal que, de vez en cuando, nos recordemos el barullo de esas vitrinas mediante la condena más explícita de sus contenidos y de sus pregoneros, pero resulta mucho más potente y efectivo que, uniéndonos mucho más todos los que defendemos la llegada de un mundo distinto, acerquemos nuestras imaginaciones hasta poder ir produciendo un río de sabiduría y de luz en el día a día que todos vivimos en cualquier parte del mundo. El caudal que seamos capaces de crear dará más satisfacciones a todos que cualquier argumento. Cada cierto tiempo debemos recordarnos que son las aguas la máxima fuente de la vida.
Abordar el camino de las transformaciones que podamos realizar siempre será el mejor argumento. Dedicarnos en demasía a seguir exponiendo y razonando los horrores del capitalismo, como a la condena de las posiciones que riegan sus agentes y sus simpatizantes, es entregarle, tanto al sistema como a sus portadores, una parte del río en que estamos trabajando.
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Bajo el capitalismo, todo responde a la lógica de la acumulación creciente por parte de la clase burguesa, no sólo el consumismo y la guerra, también el hambre y la exclusión social. Hasta la revolución neolítica, los humanos nos limitábamos a vivir con arreglo al principio carpe diem. Por entonces, era más que probable que no existiese una clase dominante y que, cualquier intento de cometer abusos en el proceso de distribución de la riqueza en las sociedades igualitarias, acabase (como cuenta Richard B. Lee de los bosquimanos) con duras sanciones e incluso la ejecución de los responsables de tan intolerable abuso.
Fue a partir del cultivo de alimentos no perecederos que se podían acumular mucho tiempo (el maiz en América; el trigo, centeno y cebada en el próximo y medio Oriente y el arroz en Asia) y la domesticación de animales que en la economía aparece el excedente y, con él, las mayores luces y sombras de nuestro proceso evolutivo. Entre lo negativo, la existencia de una clase dominante que ha hecho del proceso de acumulación el más caprichoso, irracional y perverso modelo de juego patológico, a cuyo servicio se ha sacrificado y se sigue sacrificando la existencia de las clases inferiores. No sólo se obligó a los oprimidos a trabajar como esclavos y prestar servicio de armas como carne de cañón sino que, además, se modificaron las leyes de la reproducción, pasando a ser la procreación y sus cuidados una obligación indeclinable.
Deberíamos preguntarnos más a menudo quienes intentamos combatir dialécticamente al capitalismo si disponemos de suficientes recursos cognitivos e independencia emocional como para analizar el proceso histórico de la lucha de clases como un modelo de juego adictivo y patológico, en que la acumulación creciente ha sido la fuente de alimentación del culto al ego por parte de los privilegiados, hasta llegar al capitalismo como modelo extremo en que la acumulación pasa de ser un medio a convertirse en un fin en si mismo, debiendo tener siempre una tendencia creciente para que el modelo no incurra en contradicciones y sin que importen las consecuencias que ello provoque (consumismo o inanición de mayorías excluidas, guerras de conquista y rapiña o economía global basada en el intercambio económico).
¿Hasta qué punto somos consecuentes quienes luchamos contra un modelo tan irracional, depredador y caótico como el capitalismo de que vivimos en un planeta finito y que, por ello, finitos deben ser los nacimientos, mostrando una atención especial a los recursos críticos y teniendo presente la necesidad de un colchón o margen de seguridad frente a catástrofes imprevistas? ¿Cómo vamos a convencer a nuestros semejantes de que, con el nivel de desarrollo tecnológico actual asociado al factor trabajo, es posible garantizar una vida digna a un número finito de seres humanos, poniendo la economía al servicio del hombre y haciendo un uso sostenible de los recursos, si somos cómplices del modelo creacionista de corte religioso y el caótico modelo procreador asociado al productivismo capitalista, hasta llegar al extremo del modelo neoliberal, en que los ajustes demográficos se hacen manipulando la tasa de mortalidad a base de guerras, enfermedades, hambrunas?
En un reciente artículo, un comentarista tildaba de depresivo crónico a mi compatriota Willy Toldeo. ¿Cómo no vas a sufrir depresiones cuando tienes claro que el modelo caótico, esclavista y criminal en que vives se solucionaría fácilmente con la planificación garantista de los nacimientos de acuerdo con un uso sostenible de los recursos, la existencia de un colchón de seguridad en forma de reservas y el reconocimiento del derecho a ganarse dignamente la vida a través del trabajo útil y acorde con el desarrollo tecnológico? ¿Por qué los alternativos seguimos contribuyendo a la existencia de un modelo tan caótico y criminal siendo cómplices del creacionismo, del productivismo y de la crecimiento demográfico en un planeta donde hay recursos hipercríticos, como la producción sostenible de alimentos, donde ya no es posible cubrir la demanda global? Para la supervivencia del capitalismo, es vital convencer a las clases inferiores de que vivimos en un sistema caótico y darwiniano cuyas contradicciones y defectos sólo se pueden superar con el crecimiento exponencial de la riqueza, sin reparar en que ello pone plazo de caducidad a nuestra existencia como individuos y especie. A nosotros nos corresponde demostrar que existe un modo más simple y civilizado de existencia a partir del ajuste de los nacimientos a un uso sostenible de los recursos y la subordinación de la riqueza al bienestar de todos los individuos en un sistema planetario de clase única y en armonía con otras especies animales. Un saludo.
Me gusto el artículo, aunque ya iba predispuesto a que me gustara, ya que esta escritora ha escrito muy buenos libros sobre la dictadura argentina… Sobre las cosas que trata en este Antonio Gramsci es una lectura obligatoria en la facultad de Comunicación (cosa que comparto, ya que me aporto mucho a mi cultura política), así que ya sabe los pinos nuevos de la comunicación, vayan buscando sus escritos.
Saludos
Nunca quedo indiferente ante los articulos de Sara. Siempre me aportan al menos una arista diferente de ver los asuntos q trata. Me enriquecen.
Sr. Palomino, ruego me de un solo ejemplo de ese “poder de síntesis” y me explique con detalles cuál es el estilo de la tal YS. Creo le debe usted una disculpa a Sara por esa burda e inmerecida descalificación.
Aqui le dejo algo sobre Sara que espero no le resulte oscuro o confuso.
“Yo no sé quién manda sobre la apropiación del lenguaje”
Exiliada desde 1975, la autora señala que “no se puede escribir sin punto de vista político, social, humano, filosófico, artístico”, y que después del vacío de los ’90 la escritura puede servir también para recuperar la palabra política.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-14699-2009-07-27.html