“…repiten un lugar común extendido en los medios hegemónicos que intenta proyectar esa imagen de buenos periodistas, objetivos y serios por un lado, y periodistas militantes por el otro. Los primeros son los que trabajan y repiten apoyando las “verdades” de los medios de la derecha; los otros, los que empiezan a ser proscriptos, son quienes no solo no repiten el discurso del mercado, sino que lo combaten. Los serios y objetivos son los que apoyan la crítica despiadada y permanente a los gobiernos progresistas en todo el mundo, los que viven admirando las políticas de los países centrales y propalan los postulados de la patria financiera y, a la vez, critican con saña cualquier demostración de soberanía.
“Los malos periodistas, los que no son objetivos, los que reivindican el papel del Estado y no creen en las bondades inherentes al mercado; por eso denuncian las políticas que pretenden desviar la riqueza hacia las manos de unos pocos.”
Tomado del libro Despidos, estafa mediática y entrega del país en la Argentina neoliberal de Mauricio Macri. Victor Hugo Morales en contrapunteo con Mateo Grille. Ediciones Colihue, Buenos Aires
En resumen unos trabajan por dinero y los otros tratan de llegar al fondo de los problemas que tiene los pueblos.
Se puede decir que es duro decir algo asi, pero no existe otra explicacion posible y “las cosas son como son y hay cosas que ni que ” como decia
la inmortal filosofa mexicana conocida como la Chimoltrufia,
en italiano http://www.cubainformazione.it/?p=17984
Es un tema difícil de comprimir no solo en un comentario sino en un artículo, se necesitaría dedicar en este blog una serie completa sobre la guerra mediática, desinformación, manipulación, etc., lo que podríamos llamar guerra de 4ª generación, no sé qué te parecería la idea Iroel. La guerra de 4ª generación privilegia el uso de los medios de comunicación y las Tecnologías de la Información y Comunicación para conseguir sus objetivos: el control social, político y militar, sin llegar a la invasión militar propiamente dicha, según sea la etapa de la confrontación social y política en el lugar en que se desarrolla. Se caracteriza por el empleo planificado de la propaganda y de las acciones psicológicas orientadas a direccionar conductas mediante expertos en comunicación y psicología de masas. Ahora mismo el reto que tiene la revolución cubana es contrarrestar esta nueva agresión planificada del régimen de Washington, agresión pérfida, bueno como todo lo que se ha tratado de inventar contra Cuba desde el primer minuto del triunfo de la revolución, algo de todo esto último ya se ha conocido y se ha desmontado en Cuba, como el proyecto génesis, el cual explica y conoce bien el compañero Raúl Capote, o el llamado twitter cubano, o Zunzuneo y otros, pero nuevos retos nos esperan, muy peligrosos y dañinos y para lo que hay que estar bien preparados. Los medios hegemónicos, esos que controlan absolutamente todo, por ejemplo el cártel HollyCIAwood o como recientemente ya se ha denunciado con pruebas el entramado de George Soros con su Open Society Foundation que tiene bajo su control medios de comunicación llamados “progresistas”, y que por ejemplo está dirigiendo la propaganda de guerra del periodismo mercenario contra Rusia, etc.. Ahora podemos ver el periodismo terrorista informativo sobre Siria en la forma más cruda, tergiversada, repugnante y sesgada de manipulación informativa que pueda encontrarse sobre el conflicto sirio. Esto supone encararse con sus múltiples mentiras, sus plumíferos-mercenarios y la censura o silencio mediático en torno a todos los que estén cuestionando la vergüenza criminal que Occidente está cometiendo en el país árabe. Aunque, bien es cierto, cada vez son menos los que se tragan el embuste que vienen practicando desde hace tiempo la práctica totalidad de medios hegemónicos sobre este, si verdadero holocausto sirio. Así que resumiendo, los medios hegemónicos los “buenos” están gestando el terror en las rotativas de los grandes emporios empresariales mediáticos, en sus medios audiovisuales y en los “sites” digitales de esos medios hegemónicos, a esto se le llama simplemente el negocio de mentir para servir a unos propósitos muy concretos: en primer lugar, para dar soporte narcotizador al rebaño señalándoles quiénes son los “buenos” y quiénes los “malos” y, en segundo lugar, como complemento de lo anterior, ejercer de puente desinformador que valide mediáticamente las agresiones militares de los Estados imperiales en todo el mundo. Se moldea un lenguaje que pretende demonizar a los “malos” que son los verdaderamente están arruinando los planes de los criminales y los de sus cómplices, En consecuencia el enemigo peligroso de los medios hegemónicos son los medios alternativos, los “malos” y en Cuba el enemigo de esos medios hegemónicos es el estado, el pueblo, el socialismo.