El juego de la pelota. Por Pedro Pablo Gómez

 

Todo el mundo conoce la pasión y conocimiento que se despliega en Cuba acerca del béisbol. Viejos, maduros y jóvenes de una u otra forma han tirado su pelotita, además de las féminas, las cuales también se han adentrado en la práctica de las bolas y los strikes. Este juego al igual que en la política posee una estrategia y una táctica, la estrategia tiene el fin de ganar el juego, la táctica desarrolla numerosas formas para llegar a ese fin.

En el desafío hay dos equipos, por ejemplo el rojo y el azul, siempre uno de los dos estará a la ofensiva, mientras el otro paralelamente hará la defensa de su territorio, nadie duda que el más importante de los jugadores es el lanzador y del contrario la figura del bateador será la más destacada. De la velocidad y variedad de los lanzamientos vendría el resultado de la efectividad que se logre ante los que batean, estos últimos tratarán de golpear con fuerza y en la dirección adecuada y así anotar las carreras que decidirán el vencedor de esta pugna.

También en el campo político se asemejan las situaciones a lo que acontece en un estadio de jugar béisbol, un equipo o gobierno trata de vencer en sus intereses, mientras el otro team pretende defender su territorio. Los lanzamientos de tareas y reformas conforman la variedad de envíos para enfrentar a sus oponentes, mientras estos tratan de batear y no confundirse con las ofertas recibidas; a veces una bola que parece floja es la que te poncha y una dura te sirve para llevarte la cerca.

Resulta de vital importancia la capacidad estratégica y táctica que posea y despliegue  quien dirige el equipo, muchos factores coinciden para poder tener un buen director, experiencia,  comunicación con su jugadores, respaldo del público que lo sigue y lo mas importante el nivel de decisión en el momento oportuno. Hay directores que a la hora de decidir no poseen el respaldo de sus accionistas y por tanto para decidir tienen que contar con la opinión de quienes realmente son los dueños del equipo.

Desde luego, en el camino del juego siempre surgirán nuevas formas de intentar cambiar el ritmo del juego, se puede tocar la bola, salir al robo de una base no precisamente la ubicada en la provincia de Guantánamo, o confundir al bateador con lanzamientos ilegales. De todas estas cosas se pueden dar tanto en el deporte como en el campo político.

Por mi parte, tengo la mas absoluta confianza en la decisión y experiencia del director del equipo que defiende los colores de mi bandera, habrá que ver qué piensan los que secundan a quien dirige el equipo contrario. Ya lo dijo uno de nuestros directores más victoriosos en historia actual, cerca de cumplir su 90 años, lo que hoy ha pasado del yo al nosotros “la historia nos absolverá’’.

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3 Responses to El juego de la pelota. Por Pedro Pablo Gómez

  1. Rodolfo Garva says:

    Excelente analogía

     
  2. domingo f. acevedo says:

    La bola ensalivada, es parte de este juego.

     
  3. Pingback: El juego de la pelota. Por Pedro Pablo Gómez | Juventud Matancera

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