Iroel Sánchez
Caigo sobre la rodilla al tropezar con unos hierros, me descuido, no voy a consulta y lo que era un hematoma se vuelve un quiste. El médico que finalmente me examina receta fisioterapia.
Acudo durante un mes a una de las más de cien salas de fisioterapia existententes en La Habana, una por cada policlínico. Llego a la hora indicada, entrego el documento con los tratamientos a recibir que incluyen laser, ultrasonido, magnetismo y ejercicios en un gimnasio especializado repleto de equipos para diferentes terapias. A mi lado también esperan; desde una madre con su niño de tres o cuatro años, hasta decenas de ancianos, gente visiblemente humilde, de todos los colores. A todos nos van llamando dentro de la hora que nos toca, con delicadeza nos atienden y cada cual recibe lo suyo, con un especialista dedicado a tiempo completo.
Por curiosidad, pregunto a una de las técnicas, la que aplica el magnetismo, cuántas personas trata. En un día ella atiende entre 60 y 70 pacientes, es licenciada, como todos los que hacen labor similar acá. Es muy joven, su salario 816 pesos, “no tengo hijos”, me dice, “vivo cerca y no gasto en transporte, más o menos alcanza aunque apretado”.
En un mes acudiendo de lunes a viernes no vi un maltrato, tampoco a nadie buscar privilegio con un regalo o un soborno, ni tampoco quejarse. Como llego en short y me cambio al terminar para seguir al trabajo uso el baño para vestirme, compruebo que está limpio y hasta los inodoros descargan, algo poco común entre nosotros que solemos combinar terapias de última tecnología con baños en mal estado, el uso de piedras como calzos en las puertas y cajas de carton para limpiarnos los zapatos antes de traspasar un umbral. Al menos aquí, “el sistema” parece funcionar.
Tenía un antecedente. Me lo dio alguien que gana cien veces lo que la fisioterapeuta por escribir muy duramente sobre nuestra sociedad y estuvo meses tratándose en una instalación similar por problemas en la columna vertebral. “Resolví gracias a lo buenos que son allí”, me dijo, “y a Miguel” -un amigo común, militante del Partido Comunista- “que siempre me llevó en su carro”.
Por supuesto, “el sistema” no tuvo nada que ver, aunque lleve décadas empujando la solidaridad y la ejemplaridad en personas como Miguel y pague a miles de fisioterapeutas en cientos de instalaciones por enderezarle gratuitamente a cientos de miles de cubanos un dedo, una pierna, o la columna vertebral, siempre que cumplan con un requisito: necesitarlo.
Poco antes de abandonar Cuba, el Secretario de Estado norteamericano John Kerry respondió a los señalamientos realizados por el canciller cubano Bruno Rodríguez acerca de la brutalidad policial en su país y afirmó que hay una “enorme distinción” entre las formas en que se han tratado “los derechos humanos del pueblo” cubano y “un agente de policía que de forma independiente, sin relación con la política del Gobierno, comete errores gigantes”.
En el país de Kerry un ciudadano tiene muchas más probabilidades de ser asesinado por la policía que en Cuba y muchas menos de solucionar un problema de salud como el de mi conocido, probabilidades que se multiplican si se es negro, hispano o pobre.
El sitio http://killedbypolice.net/ que recoge las personas asesinadas por policías en EE.UU., a partir de lo publicado por los medios de comunicación porque las entidades policiales no tienen la obligación de informar estadísticas, reporta que sólo en 2014 fueron 1 100, casi tres cada día. Tampoco es “el sistema” el que hace que esos muertos estén mayoritariamente entre negros y humildes y que estos sectores no puedan ni soñar con acudir a una sala de rehabilitación como la que acabo de conocer, mientras que un racista como Donald Trump, por el sólo hecho de ser multimillonario, se vuelva una estrella mediática y goce del aplauso de decenas de millones de estadounidenses, pero Noam Chomsky, una de las mentes más lúcidas de ese país, es un desconocido en su tierra. ¿Problemas del sistema, o de gente que actúa “de forma independiente, sin relación con la política del Gobierno”?
Tiene razón Kerry, hay una “enorme distinción”. (Publicado en CubAhora)
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Saludos, recomiendo una lectura que puede arrojar un poco de luz sobre la figura de Mr. Kerry; Vietnam: Bumeran a Kerry. Es un secreto a voces que los GI’S preferian autoinflingirse heridas para evitar enfrentarse al Viet-Cong. Inclusive no se medicaban para contraer Malaria y de esa manera ser retirados del campo de accion heridos por una picada de un mosquito perteneciente al Frente Nacional de Liberacion de Vietnam..
El caso es que muchas personas no toman nada en serio hasta que le llega la hora,
que sufre las consecuencias del sistema en si mismo o en su entorno.
En Cuba muchas personas sufren los males de la situacion que ha vivido el pais y
todo el mundo sabe no le dan mas por que no se puede y eso es muy diferente a
cuando sencillamente te dicen no te toca invocando la racionalizacion del dinero,
el dinero como libreta de derechos.
Los otros males, hacen daños pero son insignificantes porque siempre se ven como
una deformacion no las reglas. Y si Kerry tiene razon.
Iroel, en mi primera visita a Cuba,en 1984, mi mujer se agarró un catarro muy fuerte, que tuvimos que ir al médico que le recetó nebulizaciones. Las tenía que hacer todos los días en el dispensario que quedaba cerca del hotel donde estábamos alojados(uno pequeñíto, muy antiguo casi al comienzo del malecón, no recuerdo el nombre).
El dispensario era una casa antigua y en cada cuarto estaban los diferentes tratamientos, todo muy limpio y la atención de las enfermeras fue excelente los 5 días que fuimos, y no nos costó un peso.
Esa es mi experiencia con la sanidad cubana.
Saludos,
Miguel A.
La terapia de magnetismo es un cuento, milagro la usan en Cuba.
Gracias, doctora
Iroel yo creo que Kerry tiene razón también en otras cosas. El dijo que el bloqueo es de doble sentido… blablabla… Ojalá que todos los norteamericanos pudieran ver esa experiencia que narras y conocer a todos los Migueles que crecen en Cuba como buena hierba; pero que lastima, están bloqueados. Y ojalá que todos los cubanos pudieran conocer lo que cuesta un tratamiento de ese tipo en el país que más dinero tiene en el mundo. Empezando porque para recibir la consulta tienes que llenar como quince formularios y esperar a ver si el seguro médico te da el visto bueno y luego lo que tienes que pagar porque ningún seguro lo cubre todo; pero que pena, también los cubanos están bloqueados. Cuando ese brutal bloqueo desaparezca muchos se verán en aprietos para explicar ciertas cosas. Y ahí es donde una vez más se pondrán de manifiesto las fortalezas de un país y de un pueblo que según dice la leyenda tiene los c…… de Maceo y los ovarios de Mariana.
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Coño Iroel:
Si sólo pudieras ver este país desde otra óptica.
Yo amo a mi país y a mi aldea y no la cambio por nada; por ningún adelanto social o tecnológico.
Llegué a este país con 42 años y nunca he recibido ayuda del gobierno ni la quiero. Siempre he profesado y declarado mi cubanía. Pero nunca he estado sin seguro. De ningún tipo: casa, carro, médico, dental, visión, vida. Nunca he dejado de comer bien o vestir decorosamente. Siempre he trabajado para negocios privados. Llevo 15 años en la industria del turismo, preguntando cada día a americanos de todo tipo sobre su opinión acerca de Cuba, que ha sido mayormente favorable.
Estoy a punto de retirarme con un cheque mayor que muchos que viven de la caridad pública, pero lo único que quiero es pasar los últimos años del elefante en Manzanillo.
El ciudadano americano es una de las personas más nobles que existen sobre la faz de la tierra. Los hijueputas lo son de verdad, debo reconocer. Lo peor de este país es la existencia de tanta gente sin trabajar que viven de nuestro trabajo porque creen que se lo merecen.
Este país no es tan malo como crees.
Si estoy diciendo esto a una de las personas más inteligentes en la blogosferal cubana, ¿qué podría decirle a los mujahedines que pululan en Cuba?
Hola, Mike Palomino. Una suerte encontrarlo. Quería preguntarle que hay de cierto en lo que dijo un tal Duende, acerca de que Ud. hizo la campaña electoral de Trump, en Tampa.
No le critico eso. Simplemente, explicaría su visión tan generosa de los EEUU, porque a Ud. le fue muy bien, y su menosprecio acerca de lo que le hicieron “las personas más nobles del mundo” a sus compatriotas médicos, que soñaron con una vida como la que Ud. se consiguió.
Yo, en su lugar, buscaría un argumento mejor que el de la gente que vive sin trabajar, y parasita sobre su arduo trabajo. En la Argentina nos dejaron sordos repitiendo esa teoría y .., resulta que la economía está mejor al reconocerse ciertos derechos sociales, e implementarse políticas de inclusión (esto es discutible) de los que no tienen trabajo. Ayudó a mantener la demanda, y un nivel de actividad económica aceptable. Por supuesto, eso no lo logró, por sí misma, una política pública.
¡Vamos, don Mike! Para que los desempleados sean lo peor, entre las cosas que contribuyen a la catástrofe económica de los EEUU, cada uno de ellos debiera comer como una manada de elefantes, debieran vestirse en Dolce & Gabanna, vivir en mansiones y transportarse en limusinas. Los Bancos son el agujero negro que atrapa dólares masivamente.
Kerry se equivocó cuando dijo que Latinoamérica era el “patio trasero”. Ahora,, acertaría si admitiese que a los EEUU les iría mejor si aceptaran ser “el patio trasero” de Cuba.
Saludos, don Mike, para usted y para sus amigos … (Bueno .., no para todos)
Hola Gustavo:
Eso fue jodedera del Duende.
Quizás no debí decir lo peor, pero tanta gente sin trabajar hace daño económico y sicológico a cualquier sociedad: económico porque no producen bienes que puedan distribuírse y sicológico porque disminuye la autoestima. Muchísima gente no trabaja porque la ayuda de bienestar social es aproximadamente igual a lo que obtendrían trabajando. No es que a mí me haya ido especialmente bien o que no sea crítico de usa. Pero he preferido trabajar y así he vivido decorosamente pobre.
Si le brindara una lista de injusticias que he visto en usamérica más las que he sufrido se asombraría usted.
Pero si le ofreciera las que ví y sudrí en Cuba, se va a caer para atrás.
Vivir “decorosamente pobre”.
Eso no lo entienden algunos acá que prefieren vivir indecentemente enriquecidos, como burgueses de nueva laya, en espera de…? Y mientras tanto, los errores son de otros, y ellos medrando a nuestra costa.
“La miseria pasa, lo que no pasa es la deshonra que con pretexto de la pobreza echan algunos hombres sobre sí…”
Me imagino que la lista que dice este señor de injusticias sufridas en Cuba tendrá fecha de antes del 1ro de enero 1959, porque las injusticias de USA con su pueblo y con el mundo entero no hay records en el mundo entero que las supere.