La Fundación Rosa Luxemburgo y la sección local de Cuba sí en Greifswald convocaron en un antiguo y bello local de llamado Sancti Spiritus a nuestro primer encuentro en el Norte de Alemania. Agradable lleno antes de comenzar, con más de 80 personas en el público.
El trovador Eduardo Sosa abre con “La bayamesa”, de Castillo, Céspedes y Fornaris y sigue con su son “A mi me gusta compay”. Luego hora y media en que llueven las preguntas sobre lasrelaciones Cuba- Estados Unidos y también con la Unión Europea y Rusia. Miriam, de la directiva de Cuba sí, nos hace la traducción y logra transmitir matices e ironías.
Termina el encuentro pero siguen las preguntas ya fuera del local, llega la noche del día en que en Washington vuelve a ondear la bandera de la Isla que sin ser potencia económica, militar ni demográfica sigue despertando el interés y la admiración del mundo, como acabamos de comprobar en Greifswald, a miles de kilómetros de La Habana.