Del blog Segunda cita, de Silvio Rodríguez, he tomado su texto sobre Fernando Ravsberg y los comentarios que se refieren al tema hasta las 10:50 am de este 20 de abril en el foro ejemplar que es ese espacio.
Aprovecho para agradecer el comentario de este hermano mayor en un post anterior:
“Más de uno me quiere echar a pelear con Iroel. Qué bobos son. “
Mi sincera opinión
¿Cómo podemos quejarnos, como tantos han hecho, de la falta de un periodismo más crítico y autocrítico, y ahora caerle en pandilla a Fernando Ravsberg que, con su visión personal y comprometida de décadas viviendo en Cuba, desbarata constantemente la distorsión que comete buena parte de la prensa mundial con nuestra realidad? Considero un error enorme enfilarle los cañones a Ravsberg, por contar lo que ve desde su percepción personal.
Si la Revolución ha sido capaz de reconocer sus fallas, si revolucionarios de la talla de Fidel y el Che nos dieron innumerables veces la lección de volverse contra nuestros errores ¿qué significa el linchamiento de un periodista crítico?
Señores, volvamos a leer, asimilemos los discursos de nuestro Presidente, Raúl Castro.
Con perdón de los abnegados compañeros que puedan justificar los gritos de ¡a por él!; quitándome el sombrero ante los insignes académicos que a lo mejor sin darse cuenta inflan la guillotina; respetando muchísimo a intelectuales de grandes méritos y similares responsabilidades, me parece que este ataque simultáneo contra Ravsberg puede parecer campaña, reminiscencias de quinquenios grises y parametraciones, acto de repudio innecesario y contraproducente, además de injusto.
¿Realmente se hizo una divulgación correcta de las actividades colaterales de la Cumbre de Panamá? ¿Todos los aspectos de lo sucedido fueron bien mostrados y debidamente analizados? Yo estuve allí y sinceramente no me creo con toda la información. Ese bendito elegido que la tiene, que la organice y la publique, por favor.
Más allá de las imprecisiones que pueda haber en el escrito sobre la confrontación de la sociedad civil enviada por La Habana y la fletada por Miami, el compañero Ravsberg ha dicho lo que muchos piensan. No caigamos en la simpleza de creer que todo lo que se dice desde afuera es falso, automáticamente. Lo falso, lo artero es la razón que mueve a algunos a decir, los matices que a veces se subrayan, pero alguna que otra vez se pueden escuchar cosas que nos pican, sobre todo si están basadas en evidencias.
En tales circunstancias, demasiado a menudo aparecen injurias y chirridos, cuando lo que más falta hace es serenidad, lucidez para no caer en actitudes que son trampas a la inteligencia, y que los fabricantes de obtusos saben convertir en banderolas a imitar, incluso en otros ámbitos, para complicarlo todo más.
Otra cosa que quiero señalar es que demasiado a menudo, para ponerle correctivos a Ravsberg, clara o veladamente se señala su nacionalidad, como si tal cosa fuera una impedimenta. Ojo con el nacionalismo a ultranza. Espero que nunca olvidemos que Nuestra América no es una frase retórica, sino sangre de un mismo cuerpo que corre por nuestro continente, por nuestra Historia, con la hermandad como fundamento y destino.
Algunos comentarios seleccionados del blog Segunda cita, de Silvio Rodríguez:
Quizás sea solo una tonta e ingenua periodista sin mucho talento… pero soy de esos cubanos que sintieron verguenza por lo que transmitieron los medios (los cubanos)… y no encuentro otra palabra que chachullo…para describir lo que la tv cubana me retrató. No me gustaron muchas cosas de la Cumbre… y otras me gustaron mucho (entre ellas el concierto de Silvio y la superbandera cubana que ondeó en ese concierto en Panamá) Creo que la delegación cubana cayó en la trampa de las provocaciones burdas de los mal llamados disidentes cubanos (que son en realidad anexionistas, proyanquis, proimperialistas)… Y bueno, todos vimos las declaraciones, algunas desafortunadas… Creo que los cubanos tenemos poca o muy mala cultura mediática… dada por la uniformidad y falta de colorido de nuestra prensa… y hay quienes reaccionan muy mal cuando se vierten opiniones diversas o contrarias al discurso oficial… Yo creo en el triunnfo de la razón… creo que en el combate de ideas ganan los más dignos… Creo que Cuba tiene luces y manchas y no hay que sentir verguenza de mostrarlas… creo que SÍ, hay una verdadera sociedad civil cubana, pero nadie la dicta, es la que existe fuera e independientemente del mandato de nadie, y es diversa… Creo que en el socialismo Sociedad Civil somos todos… ¿o no? Con Rasverg coincido a veces y otras no… pero enb este caso, creo que no es para tanto… Pero bueno, qué importa, tal vez yo soy solo una ingenua y tonta cubana que no entiende nada, que no ve lo que otros elegidos sí…
Yirmara, ya somos dos los ingenuos y tontos, pero qué remedio.
Humberto Herrera Carles dijo…Tenemos que acabar de entender que los actos de repudios, son muestras no solo de falta de educación, sino lo que es peor, falta de ideas, de no saber contraponer plan contra plan , como pedía Jose Martí.
Y es verdad, en ocasiones nos imponen la violencia y en muchas otras caemos en las provocaciones que nos tienden una y otra vez, nuestros enemigos. Hay que tener mucho aguante para permanecer incólume ante el asesino del Che, pero no olvidemos los que decía otra vez Marti “De pensamiento es la guerra que se nos hace, ganémosla a pensamiento “. Necesitamos para ganar con pensamientos, mucha pluralidad y debate de ideas.
Silvio, recuerdo que conoci a/de Ravsberg por ti, por Segunda Cita y recuerdo que en aquella primera ocasion exprese mas menos que podiamos otorgarle el titulo de tercer o 4to descubridor de Cuba (segun fuera el correspondiente de acuerdo a la historia) por el dominio que tenia de nuestra realidad, por eso me parecio hipocrita que casi comenzara su articulo afirmando que por no ser cubanao podia no estar entendiendo. A partir de esa declaracion, que ya no me gusto, seguramente continue leyendo hipercriticamente.
Se que esta Sincera Opinion tuya, nada tiene que ver con la mia, pero igual reafirmo que no lo suscribo, porque no estoy 100% de acuerdo con lo que expone.
Y dejo claro que procuro sus opiniones, lo leo, lo comparto y lo respeto. Espero que continue junto a nosotros dando la batalla por una Cuba mejor, que un mundo mejor es posible !
Abrazos a todos,
Victor J
Silvio dijo…Victor J, gracias por tu sinceridad. No creo que exista algo con lo que yo esté 100% de acuerdo, incluyendo lo que a veces suscribo. Pero como dice una amiga mía “¿es que se ha perdido la capacidad de preguntar lo que se desee?, ¿es que antes de preguntar hay que preguntar si se puede preguntar?…” Yo siempre he estado porque circule el pensamiento y la verdad es que estoy un poco viejo para cambiar en eso. Gracias por soportarme.
kinka piro dijo…lei el articulo de Rasvberg y me surge la tension entre el llamado a la mesura y el centrismo…
Yo creo que si es valedera la analogía con giron y no creo que sean “equivalentes extremismos” los de la sociedad civil.
La estrategia de Giròn no era tomar el poder sino establecer una cabecera de playa que demarcara un gobierno paralelo y un supuesto escenario de guerra civil. Todo esto para luego legitimar una intervencion de los EEUU.
Bien , establecer esta pseudo sociedad civil Miamiense y mercenaria, y equipararla en igualdad de derechos para con la sociedad civil de la isla, es mas o menos la misma cosa.
Mostrar una “cuba dividida, en crisis cìvica” que precisa una ayuda exterior para resolver sus problemas…
LA analogia pierde alcance al sopesar los resultados. LA victoria de giron no es equiparable a las imagenes que vimos por TV. Quizàs porque faltò un mejor estratega entre las filas de los Cubanos de la isla.
Eligieron un terreno de batalla escabroso, dejaron el asiento vacìo en los espacios de debate y prefirieron la denuncia de la insercion mercenaria.
¿Habrà sido ese un error?
¿Habrìa que haber debatido con asesinos y mercenarios? ¿Quizas denunciar en ese debate que eso son?
No lo sè, pero para mi es claro, que no son equiparables extremos unos y otros.
Guillermo Rodríguez Rivera dijo…
Silvio:
Me alegra que mi reencuentro contigo sea para comunicarte mi acuerdo por lo que dices en torno a Ravsberg. Sus opiniones las he buscado siempre, sin conocerlo personalmente, porque me parece que es un hombre que dice cosas muy bien dichas y con bastante objetividad, si es que tal cosa existe. No me parece raro que BBC Mundo, que no es exactamente nuestra amiga, lo relevara en su puesto de corresponsal habanero. Ha hecho algunos reportajes que los periodistas cubanos debieron emprender, como la ejemplar indagación en torno a los enfermos abandonados y muertos de Mazorra, que le costó el puesto al propio director del hospital. A uno no tiene que gustarle todo lo que escribe, pero es el tipo de periodista que me gustaría que abundara entre nosotros. Cuando no nos guste lo que escribe, debatámoslo respetuosa e inteligentemente, y no nos desfoguemos en ataques personales. Además, saldremos perdiendo: no tenemos tantos buenos periodistas como para desacreditar a uno de los mejores. Y digo tenemos, porque Ravsberg es un uruguayo de izquierda, casado con una cubana y con hijos cubanos. Para mí, tan de Cuba como el que más.
Comentario 1: Buenas Silvio, puede que después de tantos comentarios te sea un poco difícil llegar al mío; no importa, dejo mi opinión al respecto. Lo hago por el inmenso respeto que le tengo a tu obra y a esa contribución imperecedera que quedará en el corazón de nuestros pueblos cuando pasen los siglos.
No he tenido nunca la suerte de conocerte personalmente (Ojalá algún día tenga esa suerte de darte un apretón de manos, y si se puede un abrazo) y creo que en tu blog nunca he realizado comentarios, aunque lo leo regularmente. Siempre hay una lección que se puede alcanzar.
No se puede ignorar lo trascendental del encuentro entre Raúl Castro con Barack Obama, en paralelo a la Cumbre; así como el poner en la práctica las enseñanzas de Ernesto Che Guevara y Fidel Castro_ quienes, además, siempre dejaron claro que con el imperialismo, ni un tantico así (¿Cómo, entonces, hacerlo con sus secuaces?). Estoy plenamente de acuerdo que es de gran necesidad revolucionaria asimilar las palabras de nuestro Presidente en el cónclave; quien, por cierto, no se arrodilló a la frase de Obama: “No vivamos del pasado” (muy común por quienes defienden un sistema muy manchado en sangre) y puso sobre la mesa del debate toda una mesurada y resumida lección de historia… sin “injurias y chirridos”, con esa “serenidad” que hace falta, con inigualable “lucidez” para “no caer en actitudes que son trampas a la inteligencia”.
Esto me lleva a la conclusión que por muy divergente que sea la opinión de una persona, sin faltar el respeto (como ha sido el caso de quienes desacuerdan con Ravsberg) hagan llegar su oportuna crítica a la falta de seriedad, al simplismo. No hay linchamiento a Fernando Ravsberg ni a todo su trabajo; de las críticas que he leído, hasta ahora, todos se han pronunciado con gran valoración a su obra y experiencia en la profesión. La crítica ha estado dirigida al desmontaje de su artículo sobre el encuentro, desafortunado, de quienes fueron representando a nuestro país con aquellos que fueron bajo el paraguas imperialista, con el deseo de ocasionar nuevamente daño, de ofender y agredir, de manipular y mentir… otra vez más a nuestro país, nuestro pueblo, nuestra historia.
“Más allá de las imprecisiones que pueda haber en el escrito sobre la confrontación de la sociedad civil enviada por La Habana y la fletada por Miami”, Ravsberg ha dicho, por lo que aseguras, lo que “muchos piensan”; como de igual manera muchos otros, como yo, pensamos diferente, lo vivimos diferente, lo vemos diferente y por eso criticamos su artículo en consecuencia… sin “injurias y chirridos”, con esa “serenidad” que hace falta, con inigualable “lucidez” para “no caer en actitudes que son trampas a la inteligencia”.
Comentario 2: Ernesto Che Guevara y Fidel Castro nos han mostrado siempre el camino de la autocrítica, cuando hay razón para ello, por respeto a todos los que nos rodean (incluso al enemigo); pero también nos mostraron que las “imprecisiones” frente a quienes intentan señalar un resultado sin ajustarse al pasado y a la realidad de los hechos, de pasar por alto (con pura negligencia) una simple “imprecisión” de quien en reiteradas ocasiones ha incurrido en ello como un mero coqueteo, merecen sujetarse a la crítica.
Esa actitud hipercrítica hacia la realidad cubana, en muchas ocasiones timorata con quienes nos han dado de golpes en el transcurso de nuestra historia, es parte de los que esos “fabricantes de obtusos saben convertir en banderolas a imitar, incluso en otros ámbitos, para complicarlo todo más”… y eso ofende, agrede, insulta, nos encrespa y merece rotunda respuesta.
Comprendo que podamos sostener preocupaciones e insatisfacciones con nuestra prensa, siempre imperfecta; pero quienes señalaron las “imprecisiones” a Ravsberg no sobrevaloraron a la prensa cubana ni la citaron en sus críticas… no es decir que Ravsberg es malo y la prensa cubana buena… es tramposo ligar cosas.
Confirmo que a quienes he leído, extendiendo su sincera crítica al artículo de Ravsberg, no han hecho mención de su nacionalidad; pero sí de la experiencia del mismo en la profesión. A mi opinión personal, el mencionar un hecho con si fuese un problema general, es como encerrar a todos, sin respeto alguno, en el mismo saco a los buenos y a los malos; lo cual también encuentro tramposo… dígase buenos, quienes ha sido respetuosos con su crítica y malos quienes se han ceñido incluso a una crítica discriminatoria por la nacionalidad de Fernando Ravsberg.
Por lo demás, suscribo, una vez más, tus propias palabras: “Nuestra América no es una frase retórica, sino sangre de un mismo cuerpo que corre por nuestro continente, por nuestra Historia, con la hermandad como fundamento y destino.”
Un abrazo fortísimo.
Algunos cubanos a veces pecamos de ingenuos y le hacemos la cama a quien nos quiere ver de rodillas pidiendo perdón. Es cierto que todos tenemos derecho a expresar nuestra opinión lo cual valida el hecho de que ya sea Fernando Ravsberg, Silvio o cualquiera que emita su criterio a las masas, estas también tienen el derecho de dar sus opiniones a favor o en contra, siempre desde el respeto (y esto no significa caerle en pandilla). Será que yo comparto la sangre caliente que percibe como un insulto grave que los mercenarios (cómplices de terroristas) utilicen el monumento de nuestro héroe nacional José Martí frente a la embajada cubana para comenzar a gritar las barbaridades que quisieran y que las demás personas que estaban alrededor (ya fueran cubanos o no) no estaban en su derecho de gritarles también lo que pensaban (no tergiversar utilizando la palabra acto de repudio, estaban ejecutando su derecho). Y que luego cuando los mercenarios se sintieron en minoría (o habían logrado su objetivo de llamar la atención) lanzaron ellos los primeros golpes, ¿había que dejarse agredir y luego demandarlos por agresión física?, solo un escuálido cobarde no respondería al agresor con la fuerza de su puño. Que me perdonen los pacifistas a ultranza, no estoy a favor de la violencia pero hay ocasiones en que son el único medio de defender nuestra dignidad.
Doris dijo…
Buenos días, Silvio y queridos hermanos
Ando a las voladas, pero suscribo 100% tu declaración, y el comentario del Profe Guillermo. Varias veces he dicho aquí, y en cualquier lugar que me quieran escuchar, que respeto y aprecio a Fernando Ravsberg como profesional, y que aunque no esté de acuerdo con la totalidad de sus artículos, le concedo el derecho de hacerlo por llevar más de 25 años en Cuba, por haber formado una familia cubana, y porque sus escritos, aún los más cáusticos, nos dicen más de una verdad, a la que no estamos acostumbrados por llevar muchos años con la raya de tiza en el suelo, igualito que el gallo.
!!!Besotes!!!!!
Gustavo de la Torre Morales
No estoy de acuerdo con algunas de tus interpretaciones y conclusiones (incluso respecto a mi), pero publico tu criterio como espero que nuestra Cuba martiana sepa hacer con diferentes puntos de vista. Y con esto no defiendo los argumentos de los pagados por el imperio, o de los anexionistas agazapados (como dijo ayer una periodista), aunque en una Cuba fuerte y sólida poco importará que cuatro gatos se reúnan y maúllen.
Defiendo a Ravsberg no por capricho sino porque he vivido lo suficiente para percibir que este embullito colectivo contra él puede traer males mayores. Por supuesto que puedo estar equivocado en mi “percepción”, pero cuando veo a cuatro o cinco pateando a uno, por instinto tiendo a defender al uno, aunque después deba pedir disculpas (y regañar, porque una cosa es ser revolucionario y otra pandillero).
No es la primera vez que hablo donde muchos callan y espero que no sea la última.
MEMORIA NECESARIA:
Silvio dijo…
Me gustaría que pudieran ver lo que yo veo desde esta habitación. La costa baja y arenosa del Pacífico reflejando rascacielos fantasmas. Y digo fantasmas porque no se ve ni una sola persona mirando desde los miles de balcones, ni una persiana abierta como alivio al fuego de la tarde, ni siquiera una humilde matica colgando, haciendo fotosíntesis de la luz tropical.
Mucho concreto proyectado al cielo.
Acaso como premonición de una vastísima enredadera de familias que ascenderá desde los barrios a dar vida a la piedra inanimada, o que bajará de las montañas como avalancha viva, inundando el asfalto en su corriente de esperanza.
8 de abril de 2015, 17:24
Silvio dijo…
Repudio las malas maneras, vengan de donde vengan, aunque confieso que me costaría sentarme plácidamente con quienes piden a los autores del bloqueo que lo continúen, a costa del dolor de su propio pueblo. Si así representan a su país, “que venga Dios y lo mire”, como dice el dicho. La chusmería representa el atraso, sé muy bien que para ser popular no hay que ser grosero, mucho menos en el ámbito político. Pero ante personajes que se abrazan con terroristas que vuelan aviones civiles, o ante uno de los asesinos confesos de un ser humano como Ernesto Guevara, reconozco que se pudieran alterar los ánimos
9 de abril de 2015, 16:43
Silvio dijo…
El responsable principal de los problemas actuales de los cubanos es el voluntarismo de Washigton, que no podía admitir que unos jóvenes patriotas gobernaran su propio país, después de arrebatárselo a los criminales que se lo pusieron en las manos; país donde hasta el día anterior ellos campeaban por su respeto, país en el que la mafia invertía millones para llenar de hoteles el este de la Habana hasta Matanzas. Está en cientos de entrevistas y declaraciones, y hasta en El Padrino lo dicen. ¿Por qué los batisteros y la mafia se volvieron a juntar para matar a Kennedy? Hay innumerables documentos desde que Washington decide hacerle la guerra al gobierno cubano, donde trazan planes de desestabilización y de atentados, donde diseñan un bloqueo para asfixiar el país y crear un hondo malestar en la población. Esa es la política que llevaron a la práctica durante medio siglo, que le ha costado la vida a miles de cubanos y que torció la historia para siempre, llevándola al momento en que estamos en nuestros días. Y vamos a dejarlo porque en un rato tengo que hacer un concierto de parte de la Cuba que yo creo que vale más la pena, sin desdorar a algunos de los presentes.
9 de abril de 2015, 17:58
Silvio dijo…
El gobierno de Cuba difícilmente le dará lugar a una oposición pagada por quienes desde hace dos siglos están diciendo que Cuba tarde o temprano va a caer como fruta madura en su regazo. El hecho de que la hayan querido madurar a la cañona con algunas invasiones, asesinatos y derribos de avioncitos, es hojarasca sin importancia…
9 de abril de 2015, 18:10
Reblogueó esto en Golpeando el Yunque.
La impresión q me da Silvio es una defensa a un amigo, no veo fundamentos. Lei la critica a Ravsver aparecida en el Cubanito en cuba y me parecio muy completa y amplia en argumentos y hechos, no hay que crucificar a la periodista pero se le puede criticar me imagino y esta vez concuerdo con algunos en que no fue bueno su escrito. Respecto a una forista q dice que no tenemos cultura mediática “libre dios al pueblo cubano” de la mierda mediática en que se gastan tantos millones en el mundo. La lucha ideológica es más compleja y debemos modernizarnos pero no copiar la farandulería y politiquería que vemos en otros lados para estar “a tono”