Sara Rosenberg
Termina el verano europeo, tan bien aprovechado para múltiples masacres, genocidios, mentiras y bombardeos selectivos o indiscriminados. Salgo a la calle a conversar con mis vecinos que han pasado estos meses al lado del mar o en la sierra, aunque de verdad la mayoría lo ha pasado en los parques cercanos o trabajando por menos de seiscientos euros al mes o por lo que sea, para que el gobierno de Rajoy y sus mafias después digan que el paro decrece en España. Y para que las estadísticas muestren que el cadáver está todavía vivo, en terapia intensiva, pero respirando mientras le siguen extirpando todos los órganos esenciales, el derecho a un trabajo digno, a la justicia, a la salud y a la educación pagadas con creces por los trabajadores. Porque no son recortes, es saqueo.
No cesan de crecer los casos de corrupción y de robo a las arcas del estado, el último el del ex presidente de la comunidad catalana, Jordi Pujol, que ha escondido durante más de treinta años en paraísos fiscales como Andorra, una fortuna inmensa saqueada de las arcas públicas a través de los clásicos entramados mafiosos del poder político. Hay muchos políticos imputados, y muy pocos en prisión. Algunos casos sonados, como el de Bárcenas, o el del gobernador de Baleares. Pero todavía falta que devuelvan el dinero robado a sus legítimos dueños, los trabajadores super-explotados y sin derechos laborales mínimos.
Mientras las familias sin trabajo, -los cinco millones de desempleados-, en estos días deben hacer frente a la mafia de la educación, que en este país es supuestamente pública. Sin embargo la mafia ha puesto los libros de texto en manos de monopolios editoriales. Esos libros que exigen en los colegios “públicos” cuestan casi trescientos euros y además esos libros no puedan ser reutilizados, porque cada año le cambian un dibujito o una frase. Ingeniería mafiosa con “tecnología punta”, como les gusta decir.
Trescientos euros es la mitad de un sueldo mínimo en este país. Entonces ¿cómo se puede decir que la educación es pública? La mafia opera en todos los espacios de la vida social. Y la corrupción alcanza también a los libros de texto escolares, que son un derecho básico de la infancia.
Pero sin duda la temporada también se inicia con las habituales críticas y las mentiras constantes sobre Cuba, a pesar de que hasta el Banco mundial ha tenido que reconocer:
“Cuba es internacionalmente reconocida por sus éxitos en los campos de la educación y la salud, con un servicio social que supera el de la mayor parte de los países en vías de desarrollo y en ciertos sectores se compara al de los países desarrollados. Desde la Revolución Cubana en 1959 y el subsecuente establecimiento de un Gobierno comunista con partido único, el país ha creado un sistema de servicios sociales que garantiza el acceso universal a la educación y a la salud, proporcionado por el Estado.
“Este modelo ha permitido a Cuba alcanzar la alfabetización universal, erradicar ciertas enfermedades, acceso general al agua potable y salubridad pública de base, una de las tasas de mortalidad infantil más bajas de la región y una de las más largas esperanzas de vida. Una revisión de los indicadores sociales de Cuba revela un mejoramiento casi continuo de 1960 hasta 1980.
“Varios indicadores principales, como la esperanza de vida y la tasa de mortalidad infantil, siguieron mejorando durante la crisis económica del país en los años 90 […]. En la actualidad la prestación social de Cuba es una de las mejores del mundo en vías de desarrollo, como documentan numerosas fuentes internacionales, incluidas la Organización Mundial de la Salud, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y otras agencias de la ONU, y el Banco Mundial. […]
“Cuba supera ampliamente a la vez a América Latina y el Caribe y a otros países con ingreso intermedio en los indicadores principales: educación, salud y salubridad pública”.
Mientras tanto, hoy mismo, el presidente español se reúne en Gales con todos los señores de la guerra, la OTAN, para apoyar los acuerdos para nuevas guerras, en las que España intervendrá como siempre, como base y aeropuerto de los criminales yankis, y por eso el presidente declara que España mandará dos buques a la zona del este, para seguir destruyendo el planeta, para causar más muertes injustas, para acumular más dinero sangriento en pocas manos y seguir robando a su pueblo.
Este es el paraíso democrático: mientras se gastan enormes sumas de dinero en la industria armamentística, mientras la clase burguesa sigue haciendo grandes negocios corruptos –los bancos han tenido unas ganancias enormes este año en el que tanto se habló de crisis- y no hay ninguna posibilidad de creación de trabajo, los niños que no tengan dinero serán nuevamente marginados. Pero la mafia dará un poco de dinero a ongs caritativas para evadir más impuestos si cabe y hacer publicidad a sus podridas almas mafiosas.
Es tan vergonzoso el asunto, que han sacado una ley para que las drogas y la prostitución también se consideren trabajos que cotizan al producto bruto interno. Todo un modelo perverso, trabajo marginal y en negro, pero parte del producto bruto interno. Y que no voy a analizar ahora los temas de droga, inmensos en este país que es la puerta de Europa al narcotráfico y la prostitución, que forma parte de la esclavitud más atroz y del gran negocio del tráfico de seres humanos.
Esas son las prioridades de la democracia española: la guerra y la banca, es decir la ganancia para los bancos y para las empresas y corporaciones militares o implicadas en las guerras de la OTAN, mientras saquean sin cesar los fondos públicos y los derechos ciudadanos.
La corrupción es imprescindible al sistema, sin la mafia que es su corazón y que lo abarca de punta a punta, este sistema que ya es un enfermo en terapia intensiva, hubiera saltado por los aires.
Y saltará, porque están tocando fondo. Por más apoyos al crimen organizado internacional – la OTAN-, por más silencio cómplice con las masacres, por más lastimeras limosnas del imperio, este sistema ya huele a cadáver insepulto.
2.
Este ha sido un verano desesperado y desesperante porque estuvo bombardeado por Israel durante cincuenta y un días, un genocidio en Gaza que termina con una tregua y con la posibilidad de que Israel vuelva a quedar impune.
Pero no pueden quedar impunes nuestros más de dos mil muertos y nuestros quinientos niños asesinados, no debe quedar impune la destrucción y el bloqueo constante a las que está sometida la población de Palestina. Israel vuelve a quedar impune cuando ha cometido crímenes de lesa humanidad y además gracias a esta impunidad, continúa anexando y colonizando zonas de Cisjordania. Sin embargo, aquí pocos quieren escuchar cómo muy cerca nos matan, nos bombardean, nos masacran y al final terminamos agradeciendo que en este país no nos maten con bombas sino con injusticia social constante, como si matar fuera lo natural. Este es el núcleo del pensamiento donde la barbarie se ha impuesto.
Hubo algunas marchas, conferencias, movilizaciones en contra de la nueva y reiterada agresión de Israel a Gaza, pero la verdad es que fueron pequeñas en relación a lo que estaba sucediendo. El sistema mediático consiguió imponer el concepto de que había una guerra, cuando lo que realmente estaba sucediendo era un ataque brutal del sionismo y el imperialismo contra un pueblo desarmado, bloqueado y largamente castigado. La solidaridad con Palestina vino de América Latina, de todos los gobiernos y los pueblos del Alba, se concretó en el envío de un avión con ayuda humanitaria ala franja y con muchas movilizaciones y gestos de apoyo al pueblo palestino.
Ahora es importante exigir que Israel sea juzgado. Que semejante crimen contra la humanidad no quede impune.
Y la OTAN, en la que España participa activamente, tiene una responsabilidad directa en estas masacres que se extienden y son financiadas por los gobiernos que representan a la gran empresa guerrera. Mucho se ha informado sobre quién y cómo se ha creado el monstruo llamado Isis, o Estado islámico del Levante, o Al Qaeda, o Al nusra, o Boko Haram, donde militan mercenarios de toda Europa. España sigue complicándose en las políticas guerreristas de Estados Unidos para recoger las migajas del banquete. En este momento la UE y Estados Unidos piden más sanciones para Rusia, pretenden desplegar más fuerzas militares de la Otan en el este de Europa, y apoyan abiertamente con armas y dinero al gobierno fascista de Poroshenko, que abre las puertas del este para una guerra con Rusia.
Hoy la Otan está reunida para fabricar nuevos enemigos que justifiquen la guerra, nuevos fantasmas que garanticen la venta de las empresas armamentísticas y la destrucción de la vida en el planeta.
La sociedad de consumo lo alimenta, es el cultivo hidropónico o terrestre de esta barbarie que se viste con marcas y con luces para ocultarse a si misma que come de los restos del crimen organizado. Carroña. Mientras el asesino sigue impune, rearmándose y preparando la próxima masacre. Ahora reagrupándose para seguir atacando a Siria. Inventando siglas –Isis o Daesh- financiados por los propios mafiosos del crimen organizado , ávidos de seguir vendiendo armas y productos letales que son los más caros en la gama del alto consumo para salir de una crisis que ha apostado a la muerte del planeta en función de la máxima ganancia y la concentración del capital.
Asesinando a la población en Libia, destrozando Ucrania, preparando nuevas barbaridades en Venezuela, desestabilizando Argentina con la ingeniería de la mafia financiera, financiando a las mafias guarimberas-para militares en América Latina, etc. etc.
Este es el núcleo de la política del terrorismo de estado: es tan brutal e inhumano que sólo parece posible pedir que no nos maten. Y los autores del terrorismo de estado –Israel, Usa y la UE- conocen bien las pautas y mecanismos: el terror se expande, alecciona, detiene, impide y mata dos veces porque pretende con esto matar la resistencia. Para eso se ejercita el terrorismo, un arma que pretende inmovilizar y anular la respuesta del que sufre el terror. Un instrumento para inmovilizar, doblegar y silenciar. Y por eso es tan importante reflexionar sobre la experiencia del pueblo argentino y las consignas decisivas de su lucha : ni olvido ni perdón, exigencia de juicio y castigo a los genocidas. Y lo hemos conseguido. Una gran victoria.
Es verdad que hubo en el verano buenas noticias. Recuperamos a dos nietos más. A Guido Carlotto y a Ana Libertad. Bienvenidos a la libertad, a la lucha y a la memoria histórica de nuestro pueblo.
Es verdad también que entre las buenas noticias del verano está la formación de un amplio frente antifacista en Europa que empieza a dar sus frutos con las primeras brigadas internacionalistas y comunistas que parten apoyar a los antifascistas de Donbas y en Lugansk. Y el envío de ayuda humanitaria desde Rusia (250 camiones con toneladas de alimentos, medicamentos y equipos médicos), que la Otan pretendió detener acusando a la ayuda humanitaria rusa de violar la soberanía de Ucrania.
De qué están hablando, los alimentos, los medicamentos, los generadores y los elementos de máxima necesidad se consideran como peligrosos apoyos, mientras desde todos los rincones de los gobiernos de Europa se envían millones de euros y de armas al crimen organizado para ampliar las fronteras de la guerra contra la humanidad.
No pueden quedar impunes, es urgente y necesario juzgar a estos criminales, que han hecho de la guerra su negocio y de nosotros sus víctimas necesarias. Sólo una respuesta internacional contundente, el juicio y el castigo a los genocidas, podrá impedir el avance de los señores de la muerte.
Ya están descubiertos: hay pruebas contundentes de que el objetivo es usar al monstruo del terrorismo que ellos alimentan muy bien contra todos aquellos pueblos y gobiernos que no se someten a los dictados del FMI y la OTAN. A nosotros nos toca poner en el banquillo de los acusados a Obama, Rasmusen, Lagarde, Netanyahu, Cameron, y sus socios locales que son los padrinos de la mafia criminal decidida a acabar con los pueblos del planeta con el único fin de acumular más dinero sangriento.
Los genocidas serán juzgados. Nuestra memoria es terca y decimos otra vez, memoria, verdad, justicia. Por la paz y el juicio a los crímenes de la OTAN y sus aliados. No a la guerra.
3.
Las vacaciones han de ser sagradas. Ese es el mandato: nos explotan todo el año y nos dan quince o veinte días de olvido. En medio del olvido y aprovechando ese olvido nos intoxican con guerras que nos desinforman e intoxican diciendo que no tienen nada que ver con nosotros. Esa es la reflexión del trabajador medio europeo. No somos culpables, somos un montón de ahogados agarrados firmemente a un balsa que se hunde, pero no nos damos cuenta ni queremos darnos cuenta del anciano naufragio.
Que si pro-rusos, que si islamistas, que si fanáticos, que si sionistas, que si muchos muertos niños, a mi que no me cuenten esas películas que ahora tengo que volver al trabajo y pagar mis deudas.
Una sociedad enferma se mira a si misma fuera de todo lo que sucede. Esa es la enfermedad más contagiosa y viral, y no sólo el siniestro negocio del Ébola.
Ni siquiera las carnes que consume tienen sentido. Han olvidado quienes cultivan la tierra, quienes conducen los camiones, quienes les sirven la comida basura en los supermercados, quienes recogen la basura, quienes construyen sus moradas, quienes les dan el gas, la luz, los alimentos.
Una sociedad ciega y embrutecida que es capaz de negar el conocimiento y más que el conocimiento la relación entre lo que sucede que es esencial para no caer en la barbarie.
Una sociedad bárbara es incapaz de relacionar un hecho con otro. Esto es pensar. Una sociedad pasiva incapaz de relacionar un hecho con otro es la barbarie que se consensúa a si misma en estado de gueto permanente. Y el gueto es un producto del colonialismo. América, África, Alemania, Palestina…
Entonces, sociedades bárbaras que viven en guetos aislados y que perpetúan las costumbres segregacionistas y son incapaces de relacionar el alimento que comen con el productor de ese alimento, con el que trabaja y le da forma, son el resultado de esta cultura atroz del consumo desorbitado. Y esa es la célula cancerígena de esta inmensa metástasis capitalista.
Brillante radiografía de Rosa Rosenberg. Y pensar que este es el modelo que quieren exportar a Cuba. Por suerte, América Latina está despertando. Las riquezas naturales pertenecen a los pueblos soberanos y deben servir para cubrir sus necesidades civiles y proporcionar felicidad.
La mal llamada sociedad del bienestar ha sido apenas un paréntesis y una variante en el proceso de acumulación que nos ha conducido a la sobreproducción, al agotamiento de los recursos, al deterioro medioambiental, al endeudamiento crítico y a la obsolescencia programada. Como ya no es negocio suficiente para garantizar una curva de acumulación creciente, el establishment ha optado por el saqueo de la renta de la clase trabajadora a través de la ingeniería financiera, del fraude y regresividad fiscal, de la reforma laboral y la deslocalización industrial, de la privatización de servicios públicos, del deterioro de las pensiones. Tal parece que la renta lograda por la clase trabajadora en el primer mundo era un dinero prestado para construir la sociedad de consumo y, puesto que ha entrado en crisis y los productos chinos son más baratos, hay mucho margen para el robo y la estafa. ¿Volveremos a los tiempos en que se trabajaba 12 horas por un sueldo de hambre, incluido niños, en las naciones que pasan por ser las más desarrolladas y civilizadas?
También en el mundo empresarial existe una enconada competividad de la mano de la austeridad y con la colaboración de los grandes bancos (que han cerrado el grifo del crédito) para que caigan las pequeñas y medianas empresas. Sin necesidad de pegar un solo tiro, naciones con vocación imperialista (como Alemania) y las empresas del Ibex-35 españolas se están comiendo por los pies al resto del tejido industrial español, donde se crea más del 80% del empleo (que está desapareciendo a ritmo acelerado). Así, mientras las pequeñas empresas de producción y venta en el sector de la confección cierran sus establecimientos por culpa del austericidio, Inditex, Mango y El Corte Inglés se frotan las manos conscientes de que el futuro les pertenece.
Sin embargo, hay dos sectores a los que no parece afectarles la crisis sino todo lo contrario: el sanitario y el militar. Cuando de saquear el bolsillo de los ciudadanos o de otros pueblos se trata, estos dos sectores son los más beneficiados. Nadie dejará de atender la enfermedad, aunque ello le lleve a la ruina o al endeudamiento con el banco, y el gasto militar seguirá manteniendo su tendencia creciente mientras se sepa inculcar el miedo a la población y existan recursos que saquear en manos ajenas al establishment dominante. Un mundo espeluznante pero que conoce a la perfección las recetas de Goebbels.
El asunto es como se dice en ingles ” hastening the armagedon”
en una enfermiza obsesion por el fin del mundoAsi de esta gente
no se puede esperar nada bueno.
De acuerdo con las dos respuestas anteriores