Iroel Sánchez
Minutos antes de que 188 países condenaran en la ONU el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció ante la la Asamblea General de ese organismo que los “servicios oftalmológicos [cubanos] no pueden usar la Terapia Térmica Transpupilar para curar el cáncer de retina (retinoblastoma) y lograr que los niños conserven el ojo afectado. Desde esa fecha, 15 niños como Lianna Aguilera Feria, de un año de edad; María Sánchez Rosales y Rochely Mendoza Rabelo, de 2; Erika Rodríguez Villavicencio, Fidel Valdés Márquez, Giovanna Álvarez Torrens y Magdiel Leyva Suárez de 3 años, han sufrido esa pérdida porque el gobierno de los Estados Unidos impide que los equipos médicos necesarios sean comprados a la compañía norteamericana Iris Medical Instruments.”
Era de esperar que en su respuesta el gobierno norteamericano se interesara al menos por la situación de salud de esos niños cubanos. Pero no, la contestación de Washington ha sido ignorarlos, ratificar que mantendrá el bloqueo y respaldar las provocaciones realizadas – en vísperas de la votación en la ONU- por las personas a quienes paga en la Isla para justificar la política contra Cuba que la comunidad internacional acaba de condenar de manera aplastante.
Varias voces y un mismo financista
A través de la emisora gubernamental Radio Martí, a la que cada año EE.UU. destina treinta millones de dólares, un portavoz del gobierno norteamericano ha expresado su preocupación, no por los niños cubanos que han perdido la vista a causa del bloqueo sino por un adulto de nombre Antonio Rodiles con quien los diplomáticos estadounidenses en La Habana mantienen una fluida relación (ver “La CIA se organiza en La Habana (+ fotos)” y “Entre la alternatividad y el terrorismo”) y que, según esa emisora, se encuentra detenido en una dependencia policial cubana donde ha sido instruído de cargos. Las declaraciones del amo yanqui han hecho saltar de gozo a los espacios contrarrevolucionarios en la Red como Diario de Cuba, cofinanciado generosamente por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la National Endownment for Democracy (NED), identificada hasta por The New York Times como una pantalla de la CIA. Diario de Cuba se regocija, además, con una declaración sobre el mismo tema de una entidad llamada CADAL que en el cono Sur también recibe dinero de la NED y la no menos célebre USAID.
Como si se necesitaran más pruebas de quiénes están detrás de estos “luchadores”, desde España, la agencia EFE reporta declaraciones de un “Observatorio Cubano de Derechos Humanos” que ¡oh, sorpresa! en el año 2011 recibió la NED 67 434 dólares, obvia decir que ese Observatorio jamás se ha ocupado de los medicamentos que el bloqueo niega a los niños de la Isla. Excelente periodismo el de EFE: no ha podido darnos un sólo nombre entre los 155 detenidos que este miércoles han resultado de la Huelga General protagonizada por los trabajadores españoles contra el gobierno de Mariano Rajoy pero se ocupa con pelos y señales de un colaborador de los diplomáticos norteamericanos en Cuba, guiándose por lo que le cuenta una organización afincada en la península ibérica que opera con dinero estadounidense. EFE, que tampoco ha dado voz a ningún familiar de los detenidos ayer en España, ha tenido tiempo para entrevistar en La Habana a la novia de Rodiles, quien le ha informado que habló con el instructor penal del caso y que “la fiscalía ha pedido prisión provisional por el delito de resistencia, por el que pueden pedir una pena de 3 meses a un año de privación de libertad”.
Hace años, basado en un informe del Senado estadounidense, el periodista Walter Pincus, del Washington Post, aseguró que Efe recibía un subsidio de la CIA para sus operaciones en América Latina, y, gratis o pagado, el trabajo de la agencia de noticias española -por lo menos en lo que a Cuba se refiere- no ha dejado de tributar favores a los intereses subversivos de Estados Unidos. Si ya no reciben ese financiamiento serían los únicos en hablar de la detención de Rodiles que no son subsidiados por las arcas del gobierno norteamericano. Así se orquesta una campaña contra la Isla: distintas voces desde Europa y América, pero pagadas desde el mismo bolsillo, repiten lo que Washington quiere oír.
Ya una vez dijimos que los “opositores” cubanos gozan de la extraña facultad de convertirse ellos mismos en noticia. No se necesitan pruebas para que sus nombres viajen por las agencias de prensa y llenen la boca de políticos que nunca se conmueven con quienes sufren las cargas policiales que cada vez con mayor frecuencia ocurren en Europa -y que en España acaban de dejar un niño de trece años entre los heridos-, mucho menos con las víctimas cubanas de la política norteamericana que busca rendir por hambre y enfermedades a un pueblo entero. El dinero de Washington y el servilismo de algunos medios de comunicación son suficientes para convertir en mártires de la libertad de expresión a quienes no son son más que cómplices de los mayores censores y represores que el mundo conoce. Insólitamente, sus financistas torturan en Guantánamo, asesinan con drones en el Oriente Medio y encarcelan sin juicio durante años a Bradley Manning, pero se preocupan por un detenido en Cuba que recibe visitas familiares y es instruído de cargos en el período que establece la ley.
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