José Luis Fariñas
Náufrago
Eres del que no se sabe nunca,
mago de otros espejismos
que solo detectan distantes fumarolas.
Das todo a favor del viento,
según dictaba la orden del caos,
por eso estás doble y sin estar,
engendro de conclusiones lógicas.
Eres del que no se sabe nada
ni aun de cerca y con banderas,
ni en el ofrecimiento de su alma
a esa llanura infecta de esperanza,
corral y escuela de los ángeles vivientes.
Que maravilla! Feliz con el regreso del lirismo al combate! Que eso somos, unos apasinados enamorados de la utopía, empeñados en hacer posible lo que parece imposible!!!
A propósito de poemas, combate y compromiso con “el tiempo que nos toca”, este poema de Roque Dalton, el extraordinario poeta salvadoreño asesinado por la derecha “libertaria”
“Por qué escribimos”
Uno hace versos y ama
la extraña risa de los niños,
el subsuelo del hombre
que en las ciudades ácidas disfraza su leyenda,
la instauración de la alegría
que profetiza el humo de las fábricas.
Uno tiene en las manos un pequeño país,
horribles fechas,
muertos como cuchillos exigentes,
obispos venenosos,
inmensos jóvenes de pie
sin más edad que la esperanza,
rebeldes panaderas con más poder que un lirio,
sastres como la vida,
páginas, novias,
esporádico pan, hijos enfermos,
abogados traidores
nietos de la sentencia y lo que fueron,
bodas desperdiciadas de impotente varón,
madre, pupilas, puentes,
rotas fotografías y programas.
Uno se va a morir,
mañana,
un año,
un mes sin pétalos dormidos;
disperso va a quedar bajo la tierra
y vendrán nuevos hombres
pidiendo panoramas.
Preguntarán qué fuimos,
quiénes con llamas puras les antecedieron,
a quiénes maldecir con el recuerdo.
Bien.
Eso hacemos:
custodiamos para ellos el tiempo que nos toca.
Roque Dalton