La historia más auténtica

 
Ana Carla Jiménez Hernández
vanegas

Irma Vanegas en la puerta de su casa en el barrio de Tepito.

Pasar unos días en la cosmopolita ciudad de México resultaba una tentadora oferta de mis padres que impacientes me esperaban en el aeropuerto Benito Juárez del DF. El monumento a la Revolución Mexicana, el sitio donde asesinaron a Mella, la Casa Azul de Frida, los prismas basálticos en el estado de Hidalgo,  los canales de Xochimilco y la casa de María Antonia donde se conocieron el Che y Fidel, todos estaban incluidos dentro del mapa a recorrer durante la visita a la ciudad. Pero nunca conté con que nos invitarían una mañana de jueves a conocer a una familia que alojó y entrenó a los expedicionarios del yate Granma.

Salimos temprano. Mientras atravesábamos el barrio de Tepito (conocido por los peligros de las leyendas urbanas y las anécdotas periodísticas de los diarios nacionales) imaginé que nos recibiría una numerosa familia en una casa convertida en museo o al menos organizada como tal. Tocamos a la puerta de Penitenciaría 27. Como Irma, sobreviviente, la menor de los tres hermanos Vanegas nos recibió llena de cuentos mezclados entre destreza de juventudes y recuerdos firmes de aquellos jóvenes alocados y decididos que durmieron sobre las tablas que cubrían el suelo de su casa.

De manera inesperada el hijo de Irma, Raúl Cedeño Vanegas (quien debe su nombre al de su padrino de bautizo Raúl Castro) sacó de su propio armario una camisa que perteneció a Fidel, una capa de torero comprada por Raúl, la bombilla para el mate donde el Che bebía sus infusiones y también la mochila de guerrillero utilizada por éste. Sorprendida por tener todo aquello en mis manos, el flash inundó los rincones de la casa.

“María Antonia fue la que presentó a Fidel ante mi hermano. Ellos se iban con Arsacio en las tardes y noches a entrenar al gimnasio. Allí aprendieron técnicas de lucha y defensa personal”, nos relata Irma haciendo un esfuerzo por delimitar el tiempo: aquel aun es su presente. Mientras escuchábamos, Raúl Cedeño nos mostró una carta de pésame que el Comandante en Jefe le envió a las hermanas Vanegas cuando el mayor de la familia murió en el año 2001.

Al fondo del lugar un espacio pequeño y oscuro alberga las máquinas de la antigua imprenta de los Vanegas Arroyo, donde los periódicos daban a luz las famosas catrinas de José Guadalupe Posada hacia la segunda década del siglo pasado. Una herramienta útil en 1956 para imprimir folletos del Movimiento 26-7 y apoyar así la lucha revolucionaria del pueblo cubano impulsada por Fidel y los futuros expedicionarios del yate Granma.

La imprenta de los Vanegas, utilizada para imprimir materiales del 26 de julio

La imprenta de los Vanegas, utilizada para imprimir materiales del Movimiento 26 de Julio

Luego de compartir una taza de café con nuestros anfitriones, quedé pensando “cómo es posible que en este humilde lugar quepa tanta historia custodiada por una familia tan sencilla” pero así es la historia más auténtica: la hacen y conservan  los de abajo.

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4 Responses to La historia más auténtica

  1. Como buen amante de la Historia y “casi” historiador (estudio Licenciatura en Historia), comparto la última frase: “…la Historia más auténtica: la hacen y conservan los de abajo”. La Historia que quieren escamotearla los académicos para quitarle toda vivencia de los pueblos. No sólo los líderes y las grandes batallas son las herramientas que cuenta un historiador como lo hacían los del siglo XIX e incluso algunos actuales. La Historia es parida por la violencia del poder dominante y por la resistencia popular. Nada es pacífico ni “de orden natural” en la Historia. Parafraseando a Carlos Marx, la Historia es la historia de la lucha de clases.
    Y este artículo confirma, una vez más, esta idea de la ciencia histórica que debe estar al servicio de los pueblos, de las mayorías. Lugares como esta casa llena de historias hay por millones.
    Saludos desde Argentina.

     
  2. Juan says:

    Ya no caben excusas ante tanto deterioro social-economico, el nuevo recorte de los Presupuestos generales del Estado por siglas (PGE) y el repago de una Sanidad que pagamos las clases trabajadoras, con nuestra cotización y nuestros impuestos, permitimos que el dinero en circulación pase a la banca y mantener una casta económica, que tienen el privilegio de tener un poder economico desmesurado, que supone menos del 1% de la población mundial y el 0,09% de la población española.

    Por tanto desde mi humilde rincón llamo a la movilización general, a una huelga indefinida y a tomar el poder el pueblo, en vista que los sindicatos mayoritarios están chupando del Estado sirviendo de filtro para la movilización general, ya no caben pretexto, pues lo que pretende el gobierno fascista del PP, es destruir toda España.

    Si llamo a la movilización y a la huelga indefinida que pretenda paralizar toda España es por que para mi se hace insoportable vivir en este sistema de mierda, en vista de la poca reacción social propongo estas medidas como último recurso para parar esta barbarie criminal, no quiero protagonismo, solo busco la justicia, la libertad y derecho que nos han quitado.

    Por lo expuesto y ante la gravedad de la situación propongo que nos organicemos con un objetivo común.

    Para cualquier información mi correo es: rex1948@gmail.com

     
  3. abuela2012 says:

    MUY BONITA HISTORIA Y MUY AUTENTICA COMO BIEN DICE SU AUTORA,
    GRACIAS POR HACERNOSLA SABER

     
  4. Rocío García says:

    Por fin puedo leer esta crónica de la cual escuché muchas referencias, todas positivas. Es realmente conmovedora y auténtica, espero que este sea el inicio del camino para desempolvar tanta historia cubana que no se conoce. Continúa escribiendo para todos. Un beso de tu amiga Arelys.

     

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