Suecia, Noruega y Dinamarca, han denunciado la existencia en sus países de un programa de control informático a su población. Los países nórdicos, si bien afirman que comprenden las razones de seguridad estadounidenses, han denunciado su secretismo.
“Tras ciertos contactos entre la embajada de EEUU y la Säpo (organismo sueco de seguridad), se ha confirmado que dicha embajada realizó el mismo control de seguridad que ya había sido descubierto en Noruega recientemente“, anunció la ministra sueca de Justica, Beatrice Ask.
Los medios de comunicación noruegos informaron la semana pasada de que la embajada estadounidense en Oslo había montado en el año 2000 un sistema de seguridad para vigilar los alrededores de su sede, en el cual quedaban registradas informaciones personales de ciertos ciudadanos en una serie de archivos informáticos. Porteriormente, los medios daneses denunciaron un caso similar en su país.
Un portavoz de la embajada estadounidense en Oslo, Tomás Moore, dijo el fin de semana a la agencia noruega NTB que “la unidad de supervisión de la embajada (SDU) no estaba dirigida contra el país de acogida o contra su pueblo” y que “su objetivo es descubrir cualquier actividad sospechosa alrededor de la embajada“.
Esta explicación no convenció a las autoridades de los mencionados países nórdicos, que acusan a sus homólogos estadounidenses de no haber informado sobre la creación de dicho programa.
Falta de información
Así, el sistema de vigilancia estadounidense “lleva funcionando desde el año 2000 y ni el Ministerio de Justicia, ni el Ministerio de Relaciones Exteriores, ni la Säpo, ni la policía de Estocolmo parecen haber sido informados”, afirmó la ministra Ask.
“Es importante para las relaciones que las autoridades nacionales tengan un conocimiento completo de lo que está sucediendo en su propio país y reciban toda la información que necesitan. En este caso, parece que no hemos tenido ninguna información, y esto no es bueno“, añadió.
El Ministerio sueco de Asuntos Exteriores se ha reunido con el embajador de EEUU en Estocolmo, Mateo Barzun, según la agencia de noticias sueca TT, aunque no ha trascendido el contenido de dicha reunión.
“Según nuestra información, este programa se refiere principalmente a la protección de la embajada”, dijo Ask, que reconoció que desconoce el alcance de los datos recogidos por los estadounidenses, excepto que se incluyen fotos y datos personales.
Existen normas
“Entendemos que los países que se enfrentan a un alto nivel de amenaza han de tomar medidas para reducir el riesgo de ataques, pero estas medidas deben formar parte de la legislación sueca y espero que todo el mundo informe a las autoridades suecas “agregó.
La legalidad de este programa de vigilancia puede estar en peligro si, al contrario de lo que EEUU asegura, no ha recibido la aprobación de las autoridades de estos países. “La Fiscalía ya está investigando si estas prácticas son conformes a la legislación sueca”, puntualizó Ask.
“Existen normas que regulan el tipo de información personal que se puede recoger, sobre cómo se almacenan y la duración de este almacenaje”, recordó el director noruego de protección de datos, Björn Erik Thon, quien asegura que estas normas han sido completamente ignoradas.
Por su parte, el ministro danés de Justicia, Lars Barfoed, aseguró no tener conocimiento de “actividad ilegal alguna” por parte de la embajada de EEUU en su país, pero añadió que si esas operaciones de seguimiento efectivamente se llevaron a cabo, fueron sin su conocimiento.
Barfoed ha sido convocado a una audiencia parlamentaria a puerta cerrada que se celebrará en las próximas dos semanas. (Con información de AFP)
La hipocrecía del gobierno sueco no tiene medidas. Denuncian a los Estados Unidos, al mismo tiempo este verano tropas de EE UU y suecas mantuvieron por primera vez entrenamientos conjuntos. Sin olvidar que, en el Norte sueco está la base de EE UU está situada la base de espionaje de EE UU. Zona a la cual no podemos acceder.
Por un lado denuncian, pero en realidad apoyan, colaboran y también bloquean hasta las compras de la Embajada cubana en material de oficina, si es que tiene un ‘punto’ yanki. Y que no decir del apoyo incondicional a el gobierno fascista, terrorista de Colombia. Y la vigilancia a ciudadanos colombianos de izquierda.
Luego de vivir 32 años en Suecia comprendo el dicho ‘no te hagas el sueco’. Lo demostraron muy bien durante la 2a Guerra Mundial, con su neutralidad; dejando pasar libremente a las tropas nazis hacia Noruega.
No se salva ni el partido de Izquierda, que votó contra Cuba. Hay mucho que hablar de esta sociedad.