Edmundo García (www.latardesemueve.com)
El pasado viernes 14 de junio dediqué unos minutos del programa La Tarde se Mueve (Miami, 1450 am) a comentar el distorsionador artículo “Las remesas son el motor de la economía cubana” publicado el día antes por Juan Carlos Chávez en el libelo miamense El Nuevo Herald. Quiero volver sobre él porque además de mentir, ahora quieren que la gente se crea esas mentiras en nombre la ciencia. Y como no hay Universidad ni Instituto de alto nivel académico que haga una investigación que le convenga a la derecha cubanoamericana, entonces se la inventan. Inventan el globo y de paso la institución que lo infla ¿Qué hace Juan Carlos Chávez en su articulito? Pues basándose en un llamado “estudio”, repite contra Cuba las mentiras de siempre. “Estudio” que no sale de Harvard, ni de la London School of Economics, ni de la Universidad Nacional Autónoma de México, ni de la Universidad de La Habana: sale de un engendro llamado Havana Consulting Group creado en Miami. ¿Dónde si no?
Dice El Nuevo Herald que el “estudio” titulado “Remesas a Cuba: el motor más potente de la economía cubana” descubrió que en el año 2012 el envío de remesas a Cuba superó a “los principales rubros” de la economía de la isla. De ahí Juan Carlos Chávez copia un número favorable a las remesas y sitúa por debajo de él al total de la industria azucarera, el turismo, la exportación de níquel y parte de la industria biotecnológica. ¿De dónde saca estos datos Havana Consulting Group? Pues según el propio periodista de “expertos familiarizados con el tema”, que por supuesto no identifica. Hasta aquí los hechos y hasta aquí la ciencia; después de unos párrafos todo se deshace en frases inexactas; por ejemplo, que tal sumatoria es “descomunal”, o que el incremento de un indicador demográfico “se dibuja en el horizonte”, o que un pronóstico se va a cumplir “gústele a quien le guste y pésele a quien le pese”. Aquí se ve que el lenguaje del llamado Havana Consulting Group degrada a algo inexacto y metafórico que tiene muy poco de ciencia. ¿Cómo hizo Juan Carlos Chávez para documentar su artículo? ¿Acaso leyó el tal “estudio”? Él mismo lo deja saber al final: llamó por teléfono al flamante director del grupo, un tal Emilio Morales, y este le comentó lo que le vino en gana. Así de simple. Porque de una cosa pueden estar seguros: Juan Carlos Chávez no entendió (si lo leyó) el cacareado estudio del Havana Consulting Group, que es una descarga graficada en par de páginas recogida en la web del grupo.
La intención del Havana Consulting Group y de El Nuevo Herald no es científica sino propagandística. Por eso yo no me voy a fajar con sus cifras; aunque debo decir que después de pensarlas muy bien no me parecen realistas. Como dije en La Tarde se Mueve del viernes pasado (http://latardesemueve.com/grabaciones) el objetivo de toda esta alharaca está resumido en el título del artículo de Juan Carlos Chávez; quien al decir que las remesas son “el motor de la economía cubana” está sugiriendo que Cuba no funcionaría como país y que somos nosotros, la emigración cubana, los que merecemos el título de salvadores y sostenedores de la nación. Y eso es falso. Es una mentira, aunque debo decir que me gustaría que las remesas a Cuba sean el doble o el triple de lo que dicen esos “expertos”.
¿Qué es en fin de cuentas el Havana Consulting Group? Pues puede decirse que es el blog de su director Emilio Morales, uno de los tantos funcionarios cubanos que cuando vienen a menos se resienten y se radican en Miami. Como Morales hay decenas y decenas de ex burócratas que se venden como poseedores de los últimos secretos de la política y la economía cubana y al final resulta que no tienen nada en la bola. Emilio Morales ha publicado un libro con una de las muchísimas editoriales que hay en Internet, libro que el autor tiene que pagarse porque un editor o agente no se arriesga con un mamotreto así. La promoción de ese panfleto titulado “CUBA: ¿Tránsito silencioso al capitalismo?” dice: “Uno de los libros más notables que conozco sobre la realidad económica cubana. Leyéndolo uno descubre que en la Isla existen todos los elementos para dar el salto a la prosperidad y el desarrollo tras la desaparición de la dictadura”. ¿No identifican quién es el autor de ese lugar común? Claro que lo saben: El adivino de Carlos Alberto Montaner. Pero les tengo otro dato: ¿Saben quién es miembro y jefe de noticias del flamante Havana Consulting Group? Pues Wilfredo Cancio Isla, productor del Canal 41 y sucesor de Armando Pérez Roura en Miami. Cancio Isla fue empleado de El Nuevo Herald y en esa época se ufanaba diciendo que Juan Carlos Chávez era una persona muy cómoda para trabajar el tema cubano porque como no sabía nada de Cuba hacía todo lo que le ordenaran. ¿Sigue Juan Carlos Chávez a las órdenes de Cancio Isla, a las órdenes de Juan Tamayo o a las órdenes de quien le da órdenes a estos dos?
La manipulación por El Nuevo Herald del llamado “estudio” del Havana Consulting Group pudo haber tenido en un inicio solamente el objetivo de difamar a Cuba, pero con la entrada de Wilfredo Cancio Isla en el equipo de ese grupo pudiera haber una intención más grave. Cancio Isla es una persona relacionada con acciones concretas contra Cuba que no tienen que ver con el periodismo. Todo el mundo sabe, y se demostró en el caso de la presión sobre la visita del trovador Vicente Feliú a Washington DC (http://latardesemueve.com/archives/740), que Cancio Isla tiene relaciones fluidas con la oficina de la Congresista Ileana Ros-Lehtinen y que antes las tuvo con la de Lincoln Díaz-Balart hasta el punto de aparecer en su nómina de pagos. Tampoco debe olvidarse que fue uno de los periodistas pagados por el gobierno de Estados Unidos para crear animadversión contra Los Cinco durante su juicio en Miami. El peligro de este tipo de propaganda contra Cuba está en que si se convence a la Congresista Ros-Lehtinen y a otros legisladores de que las remesas son el “motor” de toda su economía, le están poniendo en bandeja de plata algo que siempre han querido: la eliminación o reducción de dichas remesas familiares. Todo con el fin de provocar que el llamado “motor” se pare y traiga hambre, desesperación y miseria para hacer implosionar al país. Ileana Ros-Lehtinen ya no tiene el poder que tenía, ni en Washington DC ni en Miami, pero su pérdida de sentido de la realidad puede inducirle sueños y conspiraciones macabras.
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