Tracey Eaton
Un acaudalado médico de La Florida que enfrenta acusaciones pendientes de que auspició fiestas senatoriales sexuales en República Dominicana pidió a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) que bloquearan los vuelos de su avión de la vista del público en los sistemas que rastrean el tráfico aéreo.
La FAA. accedió a la petición a principios del mes en curso, lo cual le permitió al Dr. Salomón Melgen mantener sus vuelos en secreto.
El avión de Melgen es un Canadair CL-600 Challenger de 1981, con 13 asientos y una cabina espaciosa de ocho pies de ancho. Entre sus más ilustres pasajeros ha estado su viejo amigo Bob Menéndez, un abogado cubano-estadounidense que saltó de la Junta de Educación de Union City al Senado de los EE.UU.
Menéndez, de 59 años, ganó la reelección en noviembre y fue nombrado presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, que lo coloca en una posición clave para influir en la política de EE.UU. hacia Cuba.
Pero su reñido ascenso en la política se ha empañado por acusaciones de que en repetidas ocasiones viajó con Melgen a República Dominicana para refocilarse con prostitutas, uno de sus principales donantes de campaña. Menéndez negó en un comunicado que él patrocinara prostitutas, al llamar “falsas” a esas acusaciones y decir que están “motivada políticamente”.
El FBI está investigando las acusaciones, siguiendo las pistas de un informante escurridizo que se hace llamar “Peter Williams”.
En enero, Menéndez hizo firmó un cheque por US$58,000 a nombre de Melgen para reembolsarle por dos vuelos que realizó con el médico a República Dominicana en 2010.
Menéndez debió informar esos gastos al Comité Selecto del Senado sobre Ética dentro de los 60 días posteriores al viaje. Su oficina dijo la falla en haberlos reportado antes se debió a un “descuido”. Menéndez reportó (al Senado) debidamente un tercer viaje.
Algunos periodistas en la República Dominicana sospechan que puede que él esté reportando menos viajes de los que ha hecho a la isla.
Fausto Rosario Adames, director de Acento.com.do, un periódico de Internet que sigue los temas de transparencia del Gobierno, dijo:
“La versión generalizada de la historia en la República Dominicana es que el senador Menéndez ha estado en el país con frecuencia, y vino aquí de incógnito en vuelos privados, y jugó golf y se divirtió. Incluso, participó en algunas fiestas de cumpleaños de los amigos y familiares de Salomón Melgen”.
“Muchas personas de la alta sociedad hablan, en privado, sobre las muchas actividades sociales de Menéndez en Casa de Campo”.
Melgen, un oftalmólogo, posee una villa en Casa de Campo, un lujoso centro de descanso de 7,000 hectáreas de playa en la ciudad de La Romana, en la costa sureste de la isla. Las imágenes de satélite muestran la casa y la piscina situada junto a un campo de golf junto a la calle el proyecto Ingenio.
El primo de Melgen, Vinicio Castillo Semán, dijo al Miami Herald que las acusaciones sobre prostitución son falsas. Dijo: “Estas historias sobre prostitutas han sido completamente fabricadas y es un escándalo para mí que estas denuncias se puedan difundir anónimamente. Este escándalo ha sido creado de la nada”.
En cualquier caso, los esfuerzos Melgen por esconder sus registros de vuelo muestran una mayor preocupación por la privacidad que por la transparencia.
La cuestión de si los propietarios de aviones privados deberían estar obligados a revelar la actividad de vuelos es controvertida. Muchos estadounidenses se indignaron en noviembre de 2008 cuando ejecutivos de Ford, Chrysler y General Motors viajaron a Washington en privado para reunirse con los legisladores y abogar por un rescate de 25 mil millones dólares federales.
La empresa que alquiló el avión que llevó a los ejecutivos de General Motors rápidamente presentó una solicitud para bloquear sus datos de vuelo de la vista pública.
Eso generó que ProPublica, una organización independiente de noticias en Nueva York, presentara una solicitud basada en la Ley de Libertad de Información para obtener una lista de todas las empresas que habían solicitado que se bloqueara su actividad de vuelo a partir del 1 de enero de 2000. (Véase el argumento de ProPublica para que se la liberara la información).
La Administración Federal de Aviación estuvo de acuerdo en que dicha información debería ser pública y planificó para publicar la lista el 16 de junio de 2009. Pero el día antes de la liberación, un grupo comercial que representa a los propietarios de aviones privados demandó a la FAA para que mantuviera la información en secreto.
La National Business Aviation Association, o NBAA, argumentó que hacer pública la actividad de vuelo podría poner en peligro “la información privada y la privacidad y seguridad de sus pasajeros”.
Robert Lamond Jr., director del grupo de servicios de tránsito aéreo e Infraestructura, escribió: “Muchos miembros de la NBAA me han expresado sus serias preocupaciones de que los competidores puedan rastrear las actividades de su empresa mediante el control de las idas y venidas de los aviones de los miembros y sus empleados”.
Algunos miembros del Congreso estuvieron de acuerdo con ese sentimiento y obligaron a la FAA a cambiar las reglas que hacen que sea más difícil para las empresas mantener su actividad de vuelo lejos de la vista pública.
Antes de que la polémica se desatara, las empresas que querían bloquear su actividad de vuelo sólo tenían que solicitar una petición de bloqueo de determinada aeronave. Ellos no tienen que dar una razón para que su información de vuelo se mantenga en secreto. Y enviaron su solicitud directamente a la NBAA, que dirigíó el programa BARR (las siglas de Blocked Aircraft Registration Request).
Después del alboroto de 2009 durante los viajes de los fabricantes de automóviles a Washington DC, la FAA decidió que las empresas deben presentar lo que se conoce como un “Problema de Seguridad Certificado” para justificar su inclusión en la lista de aeronaves bloquedas.
Sin embargo, los partidarios del NBAA en el Congreso lograron echar por tierra ese requisito en 2011 y la FAA tuvo que escribir nuevas reglas para el programa BARR. Las directrices propuestas se encuentran ahora en la fase de debate público.
Las bases de datos del Gobierno federal contienen información de vuelo incluyen Aircraft Situation Display to Industry, o ASDI, un flujo de datos que incluye datos tales como la ubicación, número de cola de la velocidad aérea, altitud, destino, hora de llegada y aviones. La FAA utiliza la información para el seguimiento de los aviones en tiempo real. La agencia también comercia la información con los vendedores como Flightwise y FlightAware, que mantienen sitios web que ofrecen seguimiento de vuelos al público.
Según las reglas de la FAA, los sitios de Internet no están autorizados a revelar siquiera los vuelos anteriores una vez que una empresa solicite a la agencia bloquear sus vuelos. Así que el público ya no puede obtener los históricos registros de vuelo del avión de Melgen.
En enero, antes de que la actividad de vuelo fuera bloqueada, AP informó que el avión de Melgen había realizado más de 100 viajes a República Dominicana y que cerca de una docena de vuelos incluyó paradas breves en el área de Washington.
La agencia de noticias no publicó los registros en la Red. Sin embargo, los lectores pueden encontrar registros de algunos de vuelos de Melgen en una base de datos del Wall Street Journal de más de 6,8 millones de vuelos realizados desde entre 2007 y 2010.
Los registros detallan 286 vuelos, incluidos 53 a República Dominicana, y muestran a la compañía Melgen como Vítreo-Retinal Consultants de The Palm Beach (Ver los vuelos en la base de datos WSJ aquí o descargue los PDF de los vuelos). Registros de la FAA listan también al dueño del avión como otra empresa de Melgen, DRM Med Assist LLC.
La empresa compró el avión de 32 años a Jet Fortune Group Inc. el 16 de julio de 2009. Melgen solicitó una inscripción acelerada debido a los planes de viajar a República Dominicana el día siguiente.
El número de la cola del avión a chorro de 68 pies de largo es N900LG. La búsqueda de información de vuelo del avión en FlightAware muestra un mensaje que dice: “Este avión (N900LG) no está disponible para el seguimiento público por solicitud del propietario / operador”. De modo que los registros de vuelo del avión de Melgen están bloqueados para el público.”
Un juez de distrito dictaminó en febrero de 2010, que los números de cola de los aviones bloqueados ‒aunque no la información de vuelo‒ podrían liberarse, en virtud de la FOIA (Ley de Acceso Libre a la Información). La NBAA criticó la decisión del juez, la cual calificó de “imprudente”.
Incluso, la información de seguimiento de vuelos que se han producido solo unas horas antes puede afectar a una empresa si se hace pública, dijo el grupo en un documento de la corte:
“Cuando esto ocurre, se causa daño irreparable por el conocimiento público de adónde han viajado recientemente los aviones y empleados de una compañía: esto puede conducir al conocimiento de negociaciones delicadas, transacciones de negocios o posibles movimientos futuros del alto liderazgo de la empresa, posiblemente poniendo en peligro su seguridad, así como información comercial confidencial.
“No sólo esta revelación pone la seguridad personal de un empleado individual en riesgo, sino también puede influir indebidamente en el valor de una empresa pública, así como tener efectos competitivos adversos”.
ProPublica revisó la lista de mil aviones bloqueados que la FAA liberó en 2010 y encontró que “en algunos casos, el programa también sirvió como un refugio para los propietarios de aviones que habían tenido mala publicidad” (Ver lista)
Chcuk Collins, quien ha estudiado los negocios de aviones privados, le dijo a ProPublica que la población debería poder monitorea los vuelcos porque los pasajeros comerciales y los contribuyentes subsidian grandemente el negocio de la aviación. Se le atribuye lo siguiente: “Nos pertenece a todos. No es algo privado. No es un club campestre”. (Tomado de Along the Malecón, traducción de Acento.com.do)
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Se me ocurre reproducir aquello de: “Las “buenas” yuntas / dios las cría y solas se juntan”. Nada nuevo en ese y otros temas parecidos: Para los usa América del Sur y del Centro continuan siendo, en su particular forma de ver, “su felpudo”.