Para su prologuista, el poeta y ensayista Juan Nicolás Padrón, se trata de «una historia diferente de la codiciada Cuba que se debatía entre el medieval imperio español, el ímpetu y apetito de poder de la “diabólica Francia” y las ambiciones racionales y capitalistas de Gran Bretaña, en cuyo contexto surgen y se consolidan las relaciones entre la Isla y las trece colonias británicas de Norteamérica; cinco capítulos con treinta y dos temas como acápites, en que uno lleva al otro sin rupturas ni caídas, con una continuidad de relato y algunos referentes poco conocidos a partir de variadísimas fuentes y puntos de vista diversos, para construir una historia que se puede leer como una novela de aventuras».
El crítico Fernando Padilla González destaca que «el desenlace de la obra discurre con el hecho histórico del sitio y toma de La Habana por los ingleses. Sin embargo, el enfoque no resulta tradicional y manido pues el autor prefirió ir en búsqueda de las condicionantes que propiciaron la invasión británica en 1762. Ambos bandos contendientes son puestos en tela de juicio, ingleses y españoles, y no pocos errores tácticos y políticos emergen del análisis […]. Los últimos pliegos del libro están dedicados a la recuperación de la colonia de Cuba y la reforma». Añade que quizás lo más atrayente de este acápite estribe en sus párrafos finales, que develan un fragmento de carta escrita por Benjamin Franklin a su hijo, en la que comenta su interés de fundar un asentamiento en Illinois, para utilizarlo como centro de aseguramiento a una invasión posterior contra Cuba, lo que motiva una reflexión del autor:
La isla que tanto ambicionaron las tres potencias imperiales más importantes de Europa: España, Francia y Gran Bretaña, concluiría el siglo xviii anhelada también por los representantes de la pujante burguesía de la nueva nación que emergió de las trece colonias inglesas continentales. Los pragmáticos vecinos no se referirían a Cuba con términos tan poéticos como «perla», «llave» o «antemural», pero sus apetencias por adueñarse de ella —para «con esa fuerza más» posicionarse en el resto del continente— marcaron, desde entonces hasta hoy, las relaciones entre el poderoso Goliat norteño y el muchas veces rebelde e incómodo David insular que renació de las cenizas del cacique Hatuey.
Ernesto Limia Díaz, Licenciado en Derecho y Especialista en Análisis de Información, con dos diplomados en Economía y uno en Migraciones Internacionales. Ha publicado artículos en diarios y medios digitales cubanos, así como ensayos en medios especializados sobre economía y temas históricos asociados a la Seguridad Nacional. Es miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba.
Editorial: Ediciones Boloña
Autor: Ernesto Limia Díaz
Editora: Silvana Garriga
Diseño: Joyce Hidalgo-Gato
Fecha: Sábado 16 de febrero, 10:00 a.m.
Lugar: Calle de Madera (Tacón entre Obispo y O’Reilly), Plaza de Armas, La Habana Vieja.
Presentador: Raúl Rodríguez la O
Convenzan al autor de que le de a ECURED o Rebelion licencia para ponerlo como libro libre
digital.
Me sumo al pedido de Antonio Urquiza. Vivo en Argentina y los libros cubanos no llegan ni por milagro. Y cuando llega muchos “oportunistas” lo ponen en precios inaccesibles.
Saludos!
Me sumo al pedido de Antonio Urquiza, aquí en Cuba también, a veces, los buenos libros tienen precios inaccesibles para la mayoría.