"Pensar entre todos y compartir esos pensamientos"

 
Fernando Martínez Heredia

Fernando Martínez Heredia

El intelectual cubano Fernando Martínez Heredia se ha incorporado al debate conducido por Silvio Rodríguez en su blog Segunda cita a partir de un texto del propio Silvio -titulado “Materialmente pobres“- en el que el trovador proclama que “el derecho a lo honradamente trabajado, debiera ser nuestra mayor riqueza”. El análisis de Fernando se suma a los ya aportados, en la misma entrada, por  los intelectuales cubanos Víctor Casaus, Guillermo Rodríguez Rivera y Aurelio Alonso, alrededor de los desafíos que enfrentan los cambios en curso en Cuba y sus antecedentes. Reproduzco acá el mensaje de Fernando a Silvio y recomiendo a los pupilenses el debate completo -incluyendo los comentarios- en Segunda cita.  

Silvio:

Eres un provocador en el buen sentido de la palabra, porque te la pasas abriendo caminos. Déjame sumar unas pocas cosas a las tuyas y las de nuestros  amigos Víctor y Guillermo.

Es bueno recordar que la riqueza mayor de Cuba, con mucho el mayor recurso, es la gran proporción de gente instruida que tiene, y también la conciencia política de este pueblo, que puede que no tenga igual en el mundo de hoy. Los otros recursos que tiene la naturaleza pueden escasear o no en cada país, pero solo son válidos cuando se ponen en explotación. El capitalismo ha logrado sacar beneficio a esto siempre, téngalo o no en su territorio, porque se lo quita a otros de mil maneras. Marx decía hace siglo y medio que dos naciones pueden intercambiar entre sí según la ley de la ganancia, mientras una explota y roba constantemente a la otra.

Cuba logró salir de esa prisión hace medio siglo, pero le ha sido muy difícil – y a veces imposible– no seguir pagando el precio de la desigualdad engendrada por el colonialismo y reforzada por dos vías: formas abismales de subdesarrollo y la acción perenne de nuestro gran enemigo. Italia no podía comprarnos níquel, aunque quiso hacerlo, y el CAME fue la relación que tuvimos, no el camino del desarrollo. Ese es el marco de toda nuestra historia desde 1959. Pero no es la historia misma. Ser los dueños del país y lanzarnos a una concepción elevada del ser humano fue una maravilla, pero cambiaba los términos de entender y de solucionar casi todos los problemas importantes y nos ponía ante la obligación de ser muy creativos y ser diferentes, no solo opuestos al mundo del capitalismo.

Se acabó el enorme desempleo en solo cuatro años, y se acabó también la disciplina de los explotadores sobre el trabajo, pero no se logró triunfar en los intentos de establecer unas nuevas relaciones de trabajo eficaces entre gente liberada. El poder fue entonces el gran repartidor de justicia, bienes y oportunidades, y el garante de un nuevo y abarcador proyecto social. Nadie le regaló nada al pueblo, que había generado todas las riquezas, y que entregó todo el sudor y la sangre que fueron necesarios y apoyó con entusiasmo todas
las políticas de la Revolución. De esa base moral se ha sostenido la sociedad cubana. Pero hacían falta otras creaciones diferentes para sustentar cambios eficaces en las etapas que vinieron después, que profundizaran el socialismo y le cerraran el paso al predominio de las modernizaciones, que al final siempre se convertirá en la modernización de la dominación. Y no las hemos tenido.

Hace casi cincuenta años el Che pedía que no se sacrificara la exigencia de contenido real para el trabajo con tal de tener pleno empleo, que era preferible, decía, pagarle a unos para que estudiaran y conservar el prestigio del trabajo. A fines de los años 60 algunos discutían si no era mejor pagar mejores salarios en el campo y exigir, que ofrecer tanto a través del Estado y pagarle poco al trabajador rural. Y otros planteaban que era insuficiente la nacionalización de los medios de producción y había que ir creando formas de poder de los trabajadores.

Me detuve un poco en esa historia porque nos muestra muy claramente que fundar una sociedad y unas personas nuevas exige trabajos sistemáticos muy intencionados y organizados, que sean creadores al mismo tiempo de bienes, servicios, conciencia y nuevas relaciones humanas y sociales. Y por lo mismo exige controles reales y efectivos de las mayorías sobre los que ejercen funciones.

Hoy estamos viviendo grandes dilemas, lo que es igual a afirmar que la situación actual tiene más de una solución posible. Opino que este país todavía es muy superior a sus circunstancias. Y una de las acciones indispensables en este momento es pensar entre todos y compartir esos pensamientos. Cometeríamos suicidio si no pensamos y discutimos, que el debate le es tan necesario a esta sociedad como la respiración a los individuos. Por eso me entusiasmó la explicación que le diste a lo que te motivó a encontrar tiempo: ¿quién para el pensamiento?

fernando

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15 Responses to "Pensar entre todos y compartir esos pensamientos"

  1. alejandro rodriguez dominguez says:

    estamos viviendo momentos de profundas transformaciones, aunque siempre en el marco del proyecto social que defendemos, recurrir incesantemente al caudal humano formado es una condición indispensable para no perder nuetra visión

     
  2. César Rodríguez says:

    Iroel: Podrían explicarme ¿quienes son “todos” y quienes no lo son? Como se de antemano la respuesta, en base a ella puedo además preguntar ¿a qué grupo del “todos” pertenezco si?:
    -No he recibido jamás un dollar de los EU o entidad alguna asociada de alguna manera a ese país que no conozco, ni me preocupa.
    -Ni lo recibiría jamás de parte de nadie que pretenda hacerlo por mis criterios que son producto de una educación maceista de parte de mi abuelo y de un revolucionario de verdad como fue mi padre.
    -Si naci en Cuba hace 61 años y con gusto lucharía contra cualquier intervención de cualquier país.
    -Si pienso en Cuba a diario y su bienestar es para mi una quimera.
    – Creo que la revolución se convirtió en dictadura casi inmediatamente después de su triunfo y que existen miles de argumentos que lo demuestran. De los aciertos que son ciertos se ha hablado demasiado.
    -Creo que Fidel cometió un montón de errores mucho mas dañinos que el bloqueo y si decirlo es como algo terrible y punible, entonces Fidel es un dictador.
    -Creo que echarle la culpa a los yankees y el bloqueo de todo es sólo un lamento que no sirve de nada, aunque sea cierto.
    -Creo que 54 años es tiempo suficiente para estar convencidos de que el modelo económico no funcionará tampoco en los próximos 54. Como no funcionó en ningún país del mundo que lo implantó alguna vez.
    -Creo que agredir a quienes tenemos críticas que hacer es mostrar el lado mas débil de su ideología, porque demuestra su falta de argumentos, por fuertes que sean las críticas.
    -Creo que acusar y ofender de gusanos, escorias, apátridas, mercenarios, lacayos del imperio a cubanos, sus compatriotas,buenos o malos, algunas veces compañeros de trabajo, vecinos, amigos y hasta a familiares que tengan una opinión diferente a la oficial hace de la ideología revolucionaria una ideología baja, de solar, descalificadora del prójimo, abusadora, discriminadora y fanática y del revolucionario un pusilánime que ofende escondido tras el apoyo de la fuerza policial y militar, injustamente legalizadas por el sistema al que apoya, mas por fuerte que por justo.
    -Creo que la revolución para salvar a Cuba debe comenzar ahora y que los que están disintiendo hoy son mas revolucionarios y tienen mas corage que los que quieren perpetuar la anarquía, la ineficiencia y la corrupción que no tiene nada que ver con el país del norte sino con el conservadurismo interno.
    -¨¿A qué parte de “todos” los cubanos pertenezco?

     
    • César:
      ESto no es un oráculo ni un centro de ubicación de tendencias políticas. Pero hay cosas que dices con las que discrepo:
      Dictadura es lo que había en Cuba antes de 1959, sostenida por EU. Enséñame la lista de torturados, desaparecidos y demuéstrame que la Reolución se hubiera podido sostener frente a las agresiones que de EU en contra de la mayoría del pueblo.
      Fidel no es infalible pero le dio a los cubanos lo que jamás habían tenido: dignidad y sentido de la justicia como pueblo, independencia. Si no fuera así no hubiera sobrevivido a todas las conspiraciones y los recursos desde EU para aniquilarlo física y moralmente.
      El modelo económico se está modificando.
      El ofendido es el mpueblo cubano por esa descripción qe haces de él. Sintoniza una emisora de Miami o lee cualquier comentario en un blog o en Twitter para que compruebes de qué lado está el fanatismo.
      La anarquí y la corrupción están en Iraq, Libia y Afganistán llevadas por los que le pagan a los “disidentes” cubanos como también están en las favelas donde viven buena parte de los latinoamericanos. Supongo no quieras eso para Cuba.

       
    • Tu comentario pretende ser profundo pero muestra desconocimiento y superficialidad.
      Si conoces a Maceo sabrás que fue antimperialista
      http://www.siporcuba.cl/antonio_maceo_grajales.htm
      Decir que existen miles de argumentos no dice nada y no es cierto. Podríamos discutirlos uno por uno. No creo que los errores cometidos por la Revolución cubana puedan justificar que la llames dictadura, no obstante repito podemos discutir uno a uno para llegar a la verdad (que ya conozco porque la vivo día a día).
      Precisamente la Revolución nos enseñó a combatir la mentira en cualquier momento, somos intransigentes contra ella y lo seguiremos siendo. A los traidores (y solo a esos) los llamamos gusanos, porque viven en la podredumbre y son mercenarios y lacayos del imperio los que reciben dinero para agredir a mi patria, el país donde naciste y que por lo visto ya no conoces. Conozco cubanos que se fueron a otros países (incluso a EEUU) con los que tengo buenas relaciones porque no son traidores, solo emigraron por razones económicas como cualquier ciudadano del mundo. Utilizas palabras ofensivas contra un sistema que ha brindado al pueblo cubano grandes avances sociales a pesar de estar impedido de desarrollarse por un bloqueo genocida desde el principio, algo que no ha sufrido ningún país en este mundo, solo el país en el que naciste y que criticas sin saber (espero que así sea , sino serias demasiado bajo para siquiera contestarte). Nuestra Revolución es grande a pesar de los errores y creo que esos errores debemos corregirlos los cubanos. Ya estamos en el proceso de rectificarlos a partir de la discusión con todos los ciudadanos, algo que no se hace en una dictadura.
      La Revolución que salva a la patria cubana se hace todos los días, desde la disposición de darlo todo por ella y por el resto de los cubanos, estén donde estén, desde las universidades cubanas la hacen los jóvenes, que son ya no el futuro, sino el presente y que empujan como nunca esta sociedad; desde las fábricas y las empresas la hacen los trabajadores que con muy pocos recursos echan pa’lante, desde los campos la hacen los campesinos que producen también con muchísimas limitaciones, pero se las arreglan y también sale pa’lante; desde los teatros, los set de cine, la radio, la televisión la hacen nuestros artistas que llevan cultura a su pueblo con las mismas dificultades que el resto de los cubanos; la hacen los deportistas con su entrega al deporte, logrando que Cuba esté entre los primeros países en el desarrollo deportivo a pesar de que se nos niega la tecnología; la hacen nuestros médicos que brindan sus servicios gratuitamente donde otros ni siquiera van. Existen aquí miles de argumentos reales y conocidos que engrandecen a esta Revolución.
      Debes saber (y esto es muy reciente) que el Sr. Wilfried Lemke, representante de la ONU aseguró en el evento Cubamotricidad 2012 refiriéndose a Cuba que “Este es un ejemplo perfecto de lo que queremos lograr”. ¿Querrá lograr una dictadura mundial?
      http://www.granma.cubasi.cu/2012/11/08/deportes/artic06.html
      Te responderé dándote el beneficio de la duda, eres de los que tienen mucho que aprender.

       
    • cubano 1959 says:

      Señor Cesar Yo solo pregunto a los sabios como usted pues quiero aprender, cual es el gran modelo que debiera seguir un país digno como Cuba y cuales serian los argumentos fuertes, también pregunto como deberíamos llamar a un amigo cuando deja de ser amigo y vende su alma a otro pais traicionando la confianza depositada en el, como deberíamos llamar a esos hombres “Cubanos” que ponen bombas en un avión repleto de deportistas y tirotean lugares turísticos o bombardean ciudades repletas de civiles, como deberíamos llamar a los que desembarcaron en Bahía de Cochinos

      “El 17 de marzo de 1960, Eisenhower ordenó a la CIA la organización de una unidad paramilitar compuesta por exiliados cubanos, con el propósito de derrocar al lider Fidel Castro”

      El armamento militar que el gobierno estadounidense suministró a la Brigada se componía de pistolas Colt M1911A1, fusiles Garand, carabinas M1 y M2, subfusiles M3, subfusiles Thompson, fusiles automáticos Browning BAR, ametralladoras M1919, ametralladoras M2 y granadas Mk 2.

      El armamento pesado consistía en morteros de 60 mm, 81 mm y 4,2 pulgadas, así como cañones sin retroceso de 57 mm y 75 mm. También fueron equipados con explosivo C-3 y C-4 para las demoliciones. Sus equipos de radio eran los PR-6 y PR-10.

      En cuanto a medios de transporte se les entregó: 8 aviones de transporte C-46. 6 aviones de transporte C-54.16 bombarderos B-26. 5 tanques M41 además de jeeps, cañones, morteros y camiones. 8 barcos y 7 lanchas para desembarco sin contar los quimicos que usaron los aviones invasores

      Por favor señor Cesar usted puede decir como podemos llamar a todos esos Cubanos, solo para yo poder estar claro, gracias señor Cesar

      Erik Fundora Salina desde cincinnati ohio imperio cruel.

       
      • renato says:

        El único modelo a seguir por un pais digno como Cuba es la autentica democracia.A un amigo que no piense como tú va a seguir siendo tu amigo, pero no tienes por que rechazarlo, por el simple hecho de que no coincide con tu ideología

         
        • Cuál es la auténtica democracia? Aquella donde los millonarios deciden?

           
        • cubano 1959 says:

          No tener las mismas ideologías políticas no son un problema serio ni tampoco el pensar diferente, el problema comienza cuando actuamos diferentes como seres humanos, no podemos pensar iguales todos puesto que eso solo sucede dentro del partido imperial “EE.UU” y yo no tengo amigos imperialistas ni nunca los tendré, el sentimiento humano no distingue ni se aparta de los partidos políticos razonables, pero cuando la toltilla es revuelta todo se jode, amigos mios todos, enemigos mios los imperialistas y todo aquel que los apoye. gracias

          Erik Fundora Salina desde Cincinnati Ohio Imperio Cruel

           
  3. carlos e. bischoff says:

    Compañero Fernando: su comentario me ha emocionado.

     
    • a quien pueda interesar... says:

      Para una mejor comprensión del texto de Fernando Martinez, he aquí la transcripción de lo que expuesto con anterioridad en este intercambio provocado por Silvio Rodriguez.

      “En la entrada anterior recibimos muchas muestras de solidaridad por el daño que nos hizo el huracán Sandy. Incluso apareció la idea de hacer una colecta para los damnificados, aprovechando los próximos conciertos que haremos por el cono sur americano. Yo respondí pidiendo un poco de paciencia, seguro de que nuestra respuesta al desastre iba a ser inmediata y enérgica, como es costumbre en nuestro país cuando ocurre este tipo de cosas. Por esos días algunos segundaciter@s se hicieron preguntas en voz alta que inevitablemente me llevaron a reflexiones. No era el mejor momento para ponerme a pensar en estas cosas, porque me encuentro ensayando intensamente para la gira, y cuando llego a casa continúo elaborando ideas musicales. Pero ¿quién para el pensamiento? Así que una mañana, muy tempranito, antes de irme a ensayar, esbocé una idea y se la mandé a Guillermo Rodríguez Rivera y a Víctor Casaus, para que me dijeran lo que pensaban. Esta entrada consiste en eso: en lo que tecleé esa mañana y le mandé a mis amigos, y en lo que ellos me respondieron. En cuanto les leí, me di cuenta de que lo dicho por ellos completaba y ampliaba mi planteo inicial. Por eso les propuse que lo publicáramos. En definitiva se trata de asuntos que a todos nos interesan. Víctor, por estar también en un berenjenal de trabajo, fue más parco y “amenazó” con seguir participando aquí en el blog, cuando tuviera un chance.
      He aquí lo que yo expuse:
      Materialmente pobres (escrito pot Silvio Rodriguez)
      La verdad es que somos materialmente pobres. No tenemos grandes yacimientos, excepto de níquel, cuyo valor ha bajado en el mercado mundial en los últimos años. También parece que tenemos algo de petróleo, lo que se está explorando todavía. Estamos rodeados de agua salada pero tenemos poca dulce: no tenemos ríos caudalosos de los que pudiera extraerse fuerza para turbinas generadoras de electricidad.
      Nuestro más valioso yacimiento es el humano, porque gran parte del pueblo está instruido, gracias a una política correcta que se instauró desde hace medio siglo. Eso y la tierra, aunque es difícil que un pueblo educado decida dedicarse a la agricultura. Los estudios relacionados con el campo trataron de estimularse, pero la mayoría quería ser médico, ingeniero, arquitecto, o sencillamente vivir en las ciudades. Uno de los dramas anteriores a la Revolución era que las tierras pertenecían a grandes latifundios, generalmente de empresas foráneas; los que la trabajaban no eran propietarios sino peones. La Revolución hizo dos reformas agrarias y repartió tierras a quienes las querían trabajar, pero por una política agraria sin luz larga los hijos de los propietarios de tierras se fueron de los campos, y hoy resulta que hay que importar la mayoría de los alimentos que consumimos, a pesar de que podríamos producirlos.
      No me ofende que alguien nos diga pobres, porque somos dignos. Fuimos capaces de lanzarnos a una concepción elevada del ser humano. Quizá pecamos de idealistas, pero teníamos dos mundos que comparar: el injusto que habíamos vivido y el solidario que soñábamos construir. Los desganos actuales no son por falta de memoria: es que los que comienzan a decidir no tienen edad de recordar lo que fuimos. Y ¿qué convence a las nuevas generaciones de que respondan por las vidas de sus abuelos, más que por la propias? El mundo parece funcionar por reglas ancestrales, por lo básico que se suele entender: si trabajas, tienes; si tienes, te das el gusto de hacer lo que desees.
      La actualidad parece estar violentando nuestro espíritu al volvernos realistas, lo que en cierto sentido podría parecer que nos empobrece, porque nos hace sacar más cuentas, no sólo de lo que tenemos y aspiramos sino de lo que estamos dispuestos a dar. Muy al principio de la Revolución, Fidel dijo una vez: “Nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella. Por eso nos parece que se hunde el mundo cuando escuchamos la verdad. Como si no valiera la pena que el mundo se hundiera, antes que vivir en la mentira.” (*) Aunque parezca contradictorio, lo cierto es que la forma de ser que teníamos, la más elevada, la más altruista, además de bien, también nos hizo daño: creó demasiada seguridad. Fabricamos un mundo en el que, incluso sin trabajar, algunos podían sobrevivir. Y lo cierto es que somos un país sin mejores recursos que nosotros mismos, los que lo habitamos.
      Si pensamos que es justo que todos tengamos derechos, no debemos olvidar que también es muy justo que todos aportemos. Porque no se trata de que por haber nacido nos toquen todas las bondades, y nos las den, y después nos las sigan dando, como si la vida fuera un interminable biberón; se trata de que, porque nacimos y somos ayudados a sobrevivir, tengamos la oportunidad de ganarnos el bien que seamos capaces de realizar. Ese principio, el derecho a lo honradamente trabajado, debiera ser nuestra mayor riqueza.
      (*) citado de memoria.
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      Respuesta de Víctor (Casaus):

      silviano:
      te comento rápido. y después te mando dos msjitos más rápidos entodavía sobre otros temas.
      el texto me parece bueno para el blog porque abrirá conversaciones y debates sobre varios temas muy importantes: los sueños soñados y la cruda realidad actual; el énfasis en que la mayor riqueza es el llamado capital humano, fruto de aquellos sueños implementados a través de la educación…
      uno de los problemas más graves para la agricultura fue que la luz larga que se aplicó no fue acertada: intentó el desarrollo a partir de las grandes grandes empresas agrícolas estatales que no fueron eficientes: una especie de tercera reforma agraria se está realizando desde hace pocos años eliminando esas grandes empresas y entregando la tierra a campesinos y cooperativistas.
      el fracaso de la producción de alimentos también tuvo que ver con la pertenencia de cuba al came, donde nos tocaba aportar azúcar, niquel y otros productos y las frutas y vegetales llegaban desde bulgaria, la urss, etc. (hay un poema satírico excelente de guillermo sobre eso).
      en el aspecto interno otra acción devastadora fue la del cordón de la habana que eliminó las plantaciones históricas de frutales para sustituirlos por café caturra, que no fructificó, como sabemos (está lo contado por raúl sobre el café: enseñamos a los vietnamitas a cultivarlo y ahora es el segundo productor de café del mundo. ah, qué chinitos esos!
      en el final creo que habría que mencionar los deberes de los que trabajan y de los que dirigen y organizan, que también deben hacerlo bien, y rendir cuentas por ello. la metáfora de los pichones (el pueblo, los trbajadores) con los picos abiertos esperando que les echen cosas en el buchecito, que apareció en granma hace pocos años no menciona la responsabilidad de los que les ponían las lombricitas y además animaron la política de piquitos abiertos.
      esas y otras cosas podrían salir de los comentarios, y será bueno. la entrada hace énfasis en la ética, además de la necesaria racionalidad, y eso es muy importante en estos momentos, creo.
      abra-son con tecleo relámpago,

      victoriano

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      Respuesta de Guillermo (Rodriguez Rivera):

      Silvio:
      Tu reflexión me parece éticamente irreprochable.
      El derecho a lo honradamente trabajado es lo que debe tener un ser humano y conste que ahí operan las circunstancias que rodean ese trabajo y que pueden magnificarlo y hacerlo mucho más valioso, o degradarlo y hacer que finalmente no se evalúe en lo que es.
      El hombre está en las redes de esas circunstancias que, muchas veces, no dependen de su bondad ni de su talento.
      Cuando tú hablas de las dos reformas agrarias que hemos hecho, no puedo dejar de decirte que si la primera fue una maravilla, la segunda fue el inicio de una cadena de desaciertos que nos llevó a una suerte de neoliberalismo al revés.
      Si los neoliberales quieren deificar el mercado y minimizar el estado, nosotros hicimos exactamente lo contrario: casi desaparecer el mercado y construir un superestado que lo manejara todo.
      La segunda reforma agraria, con fincas de hasta 5 caballerías – en lugar de las 30 de la primera – desvastó nuestra ganadería. El estado tenía sus grandes extensiones de tierra, pero su ganado iba a ser semiholstein, los F1, que precisaban de alimento especial y no de la humilde pangola que comía el cebú, que dicen que le vendimos a Brasil, porque aquí criaríamos un ganado superior. Pero esa crianza precisaba de los recursos que se fueron cuando se fue la URSS. Confiamos en lo que no era confiable. Después de la 2da RA, vino la Ofensiva Revolucionaria urbana, para completar.
      Colectivizamos la tierra (no a la fuerza, como lo hizo Stalin) sino prometiéndole a los campesinos lo que no se podía cumplir. Los que no creyeron en los planes de la Revolución y no entregaron la tierra, hoy son los ricos de nuestros campos. Los abuelos de mi mujer — paisanos tuyos, del sur de La Habana — fueron de los que creyeron y se empobrecieron.
      Como dices, le facilitamos a la juventud campesina el abandonar el campo. Se becaron e hicieron profesionales, pero resultó que tampoco tenían posibilidades, y entonces dejaron Cuba. Nos desangramos día a día por toda la gente joven inteligente que se nos va. Nos roban cerebros, es verdad, pero hay centenares de jóvenes que van encantados a vender los suyos. Ese es el dilema.
      Los lineamientos no alcanzan. Seguimos presos en los tabúes de siempre. Los profesionales no pueden trabajar, los profesores no pueden dar clases particulares a pesar de los desastres de la educación, los peloteros no pueden jugar fuera en ligas profesionales. Se les va la juventud, que es la edad del deporte. ¿No podrían jugar fuera en el verano y en invierno en Cuba, como hicieron Miñoso, Amorós y Marrero? Si como dices, y es verdad, es el “yacimiento humano” nuestra riqueza, ¿por qué maltratarlo?
      El poder que jamás se pierde, haga uno lo que haga, puede ser también un “interminable biberón” que no nos deja poner los pies en la tierra. Jorge Luis Borges, que no era revolucionario, pero era brillante, se refirió al “antiguo alimento de los héroes: la falsía, la derrota, la humillación”. Hay que ser derrotado, que me humille esa derrota, salir del poder y poder pensar de veras qué hice mal, cómo me levanto” y que acaso venga otro, aunque sea peor, a intentar hacer lo que yo no pude. Es lo que creo, hermano, y yo me voy a morir aquí porque, a pesar de los pesares, esta es la experiencia más hermosa que nos ha tocado vivir.
      ________________________

      Aporte de Aurelio Alonso, hoy viernes 2 de noviembre de 2012
      Silvio:
      Más tarde me sumo a ustedes con algunas apreciaciones en la misma dirección. Aunque adelanto algo, porque me cuesta contenerme: La experiencia – la personal en todas las escalas y la del sistema – me ha llevado a la idea de que la revolución, la que toca a nuestro tiempo y a nuestra geografía, se conforma desde especificidades y se articula a través de muchas revoluciones. Los cubanos logramos desarrollar una formidable revolución cultural, que iniciaron, principalmente, la igualdad social en las políticas de Estado y el efecto masivo de asimilación que la alfabetización abría desde 1961, y que avanzó, con contratiempos que todos conocemos, pero avanzó, escalón tras escalón, hasta hacer de Cuba hoy un país distinto del que vivió la victoria. Distintos por su potencial humano. Pero fracasamos en hacer una revolución agraria, porque hicimos la apuesta a que esta se derivara de una industrialización que imaginamos estaría a nuestro alcance rápidamente. La segunda reforma agraria fue distinta de la primera. Aquella distribuyó tierras a los campesinos; esta redujo las tierras que les habían sido distribuidas, no en beneficio del incremento de la población rural sino en beneficio del Estado. Después vivimos muchos ensayos de cambios en el sector agropecuario, pero, como afirma con razón Guillermo, no se podía subsanar el despoblamiento del campo generado precisamente por el modo de implementar los principios de justicia social y equidad, columna vertebral del proyecto social cubano. Se hubiera requerido un balance que rehusamos buscar. Hoy más del 80% de la población cubana clasifica como urbana. Ante la desintegración del sistema soviético en 1991, se habló del “programa alimentario” como prioridad (y así se titula el soneto histórico del gordo), antes de que se decidiera la cooperativización de la mayor parte de las tierras. El concepto de “programa alimentario” se desvaneció al no aparecer los alimentos. La creación de las UBPC en 1963 se supone que sacaba del dominio del Estado la mayor parte de las tierras agrícolas, pero el Estado mantuvo tanto control – en la puerta de entrada del proceso como en la de salida – que no logró traducirse en lo que se esperaba. Esta insolvencia parece que hoy se ha comprendido y cobra constancia la secuencia de medidas llamadas a incentivar la recreación de un sector agropecuario ruralmente enclavado y con la independencia necesaria del dictado estatal para hacerse efectivo. ¿Se logrará? Por lo pronto seguimos ante la situación de que el porciento de las importaciones en alimento frente a la producción nacional supera la desproporción que existía antes del triunfo de la revolución y que criticábamos implacablemente como deformación debida a la lógica del capital. Claro que el discurso crítico que podemos desarrollar hoy, que tenemos los saldos de logros y fracasos, no lo podíamos tener entonces. Pero yo no recuerdo de mis lecturas que ningún modo de producción halla generado avances sostenidos porque los líderes exhorten ante las pantallas de TV y en las visitas personales a producir más, a ser más eficientes, a ahorrar insumos, etc.: tienen que existir mecanismos que hagan innecesarias (o suplementarias al menos) las exhortaciones. Y las estructuras tienen que responder a esos mecanismos. El hecho es que la economía no se ha destrabado aun y no sabemos cuanto tome destrabarla (sin entregarla al torbellino incontrolado del mercado capitalista, quiero decir). El hecho es que la dirección política ha decidido la profundidad de cambio que debió decidir hacia principios de los 90…, con veinte años de retraso. El hecho es que todavía no parece prevalecer el consenso de la intensidad de lo que tiene que ser distinto. Recuerda que a principios de los setenta, cuando se decidió la incorporación al CAME, se comenzó por diseñar un Sistema de Planificación y Dirección de la Economía (SPDE) que se puso (hasta cierto punto) en manos de los diseñadores del sistema. Ahora, que se trata de reinventar el socialismo y no simplemente de acoplarlo a las reglas del “gran hermano”, paradógicamente, estamos trabajando simplemente con un racimo de lineamientos a partir estrictamente de revisiones y debates. ¿No haría falta pensar en cuanto de la economía va a retenerse por el Estado, cuanto irá a otras formas de propiedad socializada, cuanto se dejará en manos de la iniciativa privada, y cómo se va a articular todo eso en otro SDPE, distinto de aquel? Bueno, hermano, freno ahora, pero podemos seguir más tarde si quieren ustedes. Un abrazo,
      Aurelio

       
  4. César Rodríguez says:

    Srs: De este blog, mientras su manera de pensar esté centrada en comparar a Cuba con los EU, lamentarse por sus felonías (¡que no niego!) sacar las cosas buenas que se hicieron bien en Cuba (¡que acepto!) para tapar las miles que no funcionan (¡que son demasiadas y son culpa del estado solamente!), a manera de consuelo, se pongan en la posición de blanco y negro excluyendo a todos los que estamos seguros que hay que hacer un cambio (es demasiado evidente) se pongan románticos a rememorar las victorias pasadas, mientras llevan cosas mal habidas en el mercado negro interno en una java para paliar el desabastecimiento en sus casas, mientras le echan la culpa al imperialismo, para aliviar sus conciencias de absolutamente todos los males (que no es así) mientras se pongan unánimes y obedientes, mientras nadie se atreva a decirle a Raul o al que sea que son tan cubanos como él y preguntarle (para poner un ejemplo insignificante) ¿donde está el vaso de leche prometido.?o ¿por qué hay mas tierras con hierba que sembradas? o ¿por qué me pagan con una moneda que es igual a las fichas que le daban en los ingenios a los trabajadores para comprar SÓLO en el batey? Mientras me lean como a un gusano(jamás le he aceptado semejante ofensa a nadie) y estén buscando por donde “me paso en mi crítica” para estigmatizarme, en lugar de encontrarme razón,(que la tengo porque no miento) en lugar de aplaudir y levantar la mano aunque no estén de acuerdo. Mientras anden con banderitas recordando glorias pasadas en lugar de gritarle ¡General, tenemos que hablar! Cuba va a seguir siendo un país pobre, sufrido, sin libertades que se conforma con todo lo que dicta el estado, mientras observa como sus hijos y nietos se van a otros países para poder vivir mejor la única vida que tenemos y después aceptar a regañadientes los miserables regalos que mandan de afuera.
    Los Castro no son Dioses, son servidores del pueblo de Cuba, sus hazañas no son para vitoriarlas,(ya ese tiempo pasó), son para tener méritos que den confianza al pueblo de entregarles la mas grande de las responsabilidades, nuestras vidas y nuestro bienestar.

     
    • César
      Hablas de otro blog y de otra Cuba. Actualízate, por favor.
      Dices lo mismo que la contrarrevolución pagada por EU pero no eres contrarrevolucionario.
      Descalificas a los que no están de acuerdo contigo pero los acusas de estigmatizarte.
      Haces comparaciones traídas por los pelos y así hasta el infinito.
      Tú tampoco eres Dios para aceptarte todo eso, no insultes la inteligencia de los demás.

       
    • cubano 1959 says:

      Señor César Rodríguez ya estoy aprendiendo con usted y mucho, pero no entiendo muy bien la mayoría de las cosas,usted dice lo siguiente ( sacar las cosas buenas que se hicieron bien en Cuba (¡que acepto!) para tapar las miles que no funcionan (¡que son demasiadas y son culpa del estado solamente!)

      Por lo que puedo leer usted es un analista graduado en territorio imperial, o no,

      Lo que no entiendo muy bien es lo que usted escribe sobre los Castro (-Los Castro no son Dioses, son servidores del pueblo de Cuba, sus hazañas no son para vitoriarlas,(ya ese tiempo pasó), son para tener méritos que den confianza al pueblo de entregarles la mas grande de las responsabilidades, nuestras vidas y nuestro bienestar-)

      El mundo sabe que los Castros como usted los nombra no son Dioses, si fuesen Dioses ya los hubiesen convertidos en un monopolio Papal Imperialista,

      Los Castro son en mi opinión lo mas cercano que conozco al Bien, pero bueno usted es un experto graduado y yo no, pero da la pura casualidad que la mayoría de las personas y países piensan como yo, claro podemos estar equivocados, todo depende de como las personas distingan el bien y el mal,

      Si pretender que un país este libre de imperialismo es malo, entonces los Castro son lo peor, si hacer que la igualdad prevalezca frente a las injusticias es ser malo, los castro son muy malos, sin no permitir que fuerzas criminales aplasten a un país libre y soberano es ser malo, los Castro son muy malos, si dar y desear lo mejor para el mundo es malo, los Castro son mas que malos,

      Usted esta bien claro, hay muchas cosas en contra de los Castro pero como yo no soy tan estudioso como usted por el momento y los próximo 1000 años yo seguiré apoyando los, prefiero quedarme bruto por los proximos 1000 años pues sus estudios son muy avanzados y no creo poder pasar las pruebas imperiales, son muy duras aun con todos los adelantos, yo prefiero vivir a la antigua, gracias por sus lecciones tan inhumanas y repletas de odio, usted si que sabe por donde le entra el agua al coco lo felicito, gracias señor Cesar

      Erik Fundora Salina desde Cincinnati Ohio Imperio Cruel.

       
  5. carlos e. bischoff says:

    MIRANDO DESDE LEJOS
    Soy de izquierda y admirador de la revolución cubana desde hace más o menos medio siglo, lo cual ya para el César debe ser un índice de parcialidad de arranque. Sin embargo, quiero tratar de entenderlo, porque creo que en un momento histórico en que la izquierda -no en Cuba, claro, sino en el mundo- no aparece como una alternativa real para la debacle de un sistema imposible, hay que prestar atención. Encima de ser de izquierda y admirador, miro desde lejos, así que puedo pasar por menos imparcial todavía.
    Pero los años enseñan, y lo primero es a mirar a donde se dirige una crítica. Y es lo que quiero tratar de determinar. Si César -en un pensamiento evidentemente madurado a lo largo de los años-, piensa en la necesidad de cambios gruesos, y piensa también que lo conquistado esta bien pero dormir en los laureles es pésimo. Si piensa que lo ya ganado esta bien pero que no es suficiente, y se molesta con quienes se dan por satisfechos y actúan “totalitariamente” para que todos se sientan satisfechos sin disputa posible. Si piensa que el imperialismo actúa pésimo pero que las políticas para impedir su acción deberían ser otras porque estas “engañan” al pueblo para perpetuar a “los Castro”. En fin, si todo esto fuera así…, en fin…, creo que cuando aparecen comentarios tal vez justificadores de porque debió actuarse como se actuó, pero que hay necesidad de ideas para corregir lo que se haya hecho mal…, no sé…, quizá habría que ponerse contento… ¿No, Cesar?. Porque ya sería algo que la gente discuta si hay que corregir o nó, y como y en que y cuando y con quienes. Ya sería algo, no?
    Créame, César, que trato de seguir su pensamiento para ver a donde se dirige su crítica. Y da la impresión, César, que a ud. le da bronca. Le da bronca que se quieran corregir cosas si se las ha hecho mal, que se las quiera aún discutir, conversar, hablar. Y eso, César, me suena como que su comentario no es sincero, me da como que a usted más le gustaría dividir que ayudar a corregir. Que no le safisface la posibilidad de criticar, la posibilidad de que surjan ideas y propuestas para corregir y mejorar, aún tirando al tacho de basura muchas cosas -ud. señala mucho-. Y me queda entonces la sensación de que su crítica no va hacia la construcción, sino a lo contrario. Y como de esos hay muchos en todos lados, y usan muchas máscaras.
    Vea, César. Admirador y todo, de izquierda y desde lejos, y súmele ud. lo que quiera, puede creerme si le digo que estoy casi seguro que no todo lo hecho debe haber estado bien hecho. Mire, me corto el útil que casi seguro es así. Más arriba escribí que el comentario de Fernando me había emocionado. Y es verdad. Me alegra enormemente que tras tantos años de apalizamiento por parte de yanquilandia -a quienes dice no apreciar-, de tantos “errores” como los que señala, de tanta “dictadura” y corrupción, etc., etc., etc., que haya quienes reclamen que hay que corregir lo que se haya hecho mal, no me suena a pequeña cosa. Me alegra y me emociona. Pero Ud. César, parece enojado con eso, y ese enojo me hace sospechar. Pero mire, apelando a esa sinceridad que dice que tiene… ¿no le parece que un soplo de aire fresco es para ponerse contento cuando uno está cocinado por el calor? Y ud. nó, César. Ud. se enoja. Y…, que quiere que le diga…, me hace dudar de su sinceridad. Me hace dudar mucho.
    Chau

     

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