José Luis Fariñas
La verdadera espina
Para Leo Brouwer
La melodía perfecta nace del polvo…
Leo Brower
No escuches a Circe ni a Scholem.
El caos es un preciso artilugio
forjado de espirales errantes.
Aquí termina el mundo,
en el tóxico filo del sueño
de unos árboles giratorios
sobre un campo de vitrales desemplomados,
mínimas cosas sin contorno,
comienzos sin fin
que el Talmud nunca predijo.
Magnífico poema, acompañado de una imagen muy sugerente.
Felicitaciones al maestro Fariñas.
Gracias Iroel por compartírnoslo.
Abrazos,
José Valle
Jorge Luis Borges
Alguien
Un hombre trabajado por el tiempo,
un hombre que ni siquiera espera la muerte
(las pruebas de la muerte son estadísticas
y nadie hay que no corra el albur
de ser el primer inmortal),
un hombre que ha aprendido a agradecer
las modestas limosnas de los días:
el sueño, la rutina, el sabor del agua,
una no sospechada etimología,
un verso latino o sajón,
la memoria de una mujer que lo ha abandonado
hace ya tantos años
que hoy puede recordarla sin amargura,
un hombre que no ignora que el presente
ya es el porvenir y el olvido,
un hombre que ha sido desleal
y con el que fueron desleales,
puede sentir de pronto, al cruzar la calle,
una misteriosa felicidad
que no viene del lado de la esperanza
sino de una antigua inocencia,
de su propia raíz o de un dios disperso.
Sabe que no debe mirarla de cerca,
porque hay razones más terribles que tigres
que le demostrarán su obligación
de ser un desdichado,
pero humildemente recibe
esa felicidad, esa ráfaga.
Quizá en la muerte para siempre seremos,
cuando el polvo sea polvo,
esa indescifrable raíz,
de la cual para siempre crecerá,
ecuánime o atroz,
nuestro solitario cielo o infierno
Tengo que estar en ti
(Silvio Rodríguez)
Tengo que estar en ti
para hacerte en miradas,
para hacerte en abrazos
y dibujarte en cosas transparentes,
en flor incandescente,
en vida con mis labios.
Tengo que estar en ti
para escribir mi joven
testamento de niño,
sin cueva donde echarme
en una lluvia.
Tu cabellera rubia
cubierta de mis brazos.
Yo pude enloquecer
de no encontrarte al fin
de tanta soledad,
de tanta oscuridad.
Tengo que estar en ti
para poder hablar,
para poder vivir,
para poder soñar,
reír,
cantar,
dormir,
besar
y estar en ti.
(1966)