El aporte de los cubanoamericanos al futuro de Cuba

 
Jesús Arboleya Cervera

Actualmente se discute bastante respecto al posible aporte de los cubanoamericanos al futuro de Cuba. Algunos han llegado a calificarlos como los “salvadores” de la nación y otros han descartado absolutamente su importancia, incluso su conveniencia para el país. Como casi seguro la evaluación más justa no está en estos extremos, vale la pena analizar el potencial real de estos aportes y los requisitos para su materialización.

Hasta ahora, en la comunidad cubanoamericana existen tres posiciones políticas al respecto:  la extrema derecha, que condiciona cualquier tipo de aporte al cambio de régimen cubano; los “moderados” que conciben estos aportes como una forma de promover una “transición gradual y pacífica” hacia el capitalismo en Cuba y, finalmente, aquellos que defienden el restablecimiento de vínculos sin condiciones, considerados de izquierda, aunque sus posiciones ideológicas son muy variadas.

Como la primera y tercera opciones están muy claras, vamos a concentrarnos en el análisis de las propuestas de los moderados, considerada una “novedad” propiciadora de un “diálogo” con la sociedad cubana, que hoy día está en el centro de los debates.

Para los moderados, la fuerza de su posición radica en lo indispensable que resulta para el futuro de Cuba el potencial económico de la comunidad cubanoamericana y el papel decisivo que en este sentido tendrían las inversiones de capitalistas cubanoamericanos en la economía del país. En mi opinión, tales presupuestos resultan exagerados y, más importante aún, desvían a los moderados de lo que en realidad sería su aporte fundamental a la nación y de las razones que justificarían su importancia para Cuba.

En términos concretos, el impacto económico de la comunidad cubanoamericana en Cuba se expresa en el envío de remesas y otras formas de contacto con el país. Hasta ahora, los estimados del volumen de estas aportaciones las ubican en un nivel que oscila entre 1 000 y 2 000 millones de dólares anuales y estudios realizados por la organización Diálogo Interamericano calculan que solo un 68 % proviene de Estados Unidos.

Aunque nada indica que las remesas llegarán alcanzar un nivel decisivo para la economía cubana, como ocurre en otros países latinoamericanos, constituyen un aporte apreciable a los ingresos del país y pudiera crecer si se eliminan normas norteamericanas que lo restringen. Algo interesante, es que una parte significativa de este dinero está destinado a inversiones en negocios privados de familiares y amigos en Cuba, lo que implica que los cubanoamericanos ya están invirtiendo en la Isla.

Más que un factor desestabilizador del sistema, tales inversiones han constituido un elemento dinamizador del trabajo por cuenta propia, el cual es alentado por las reformas en curso, partiendo del concepto que tal forma de gestión puede convivir con el modelo socialista cubano. Es de esperar entonces que este tipo de inversiones se amplíe e institucionalice en la medida en que avancen estas reformas, sobre todo si cambia la política norteamericana que legalmente las prohíbe en estos momentos, insertándose de manera natural en la economía nacional.

Sin embargo, este tipo de inversión no es el que promueven los moderados, la razón es que este dinero, resultante del verdadero contacto pueblo a pueblo, aunque no deja de tener un impacto en las condiciones concretas en que se desenvuelve la economía cubana y tiene connotaciones sociales e ideológicas que no pueden ser ignoradas, no llega acompañado de exigencias políticas antisistémicas, que condicionen su realización.

Lo mismo ocurre cuando se habla de la posibilidad de que capitalistas cubanoamericanos inviertan en empresas nacionales. La actual ley que regula las inversiones extranjeras en Cuba no excluye esta posibilidad, pero las propuestas hasta ahora presentadas por estos grupos plantean no atenerse a esta regla, sino que exigen ser considerados como “capital criollo” y funcionar bajo premisas que evidentemente se contraponen al sistema vigente.

Por otro lado, más allá de las consideraciones políticas envueltas, la verdad es que el potencial real de estas inversiones, por mucho que se pretenda magnificarlas, no tiene la importancia relativa que aducen los proponentes y resulta obvio que, incluso invirtiéndose en condiciones aceptables para la parte cubana, de ello no va a depender el desarrollo del país, simplemente porque su volumen no justifica tal pretensión.

La sacralización del mercado, cuando en el mundo entero se combate sus excesos, constituye uno de los desfases más relevantes de las propuestas de estos grupos respecto a Cuba. En realidad, para abrirse al mercado neoliberal y acceder al gran capital transnacional bajo estas condiciones, Cuba no necesita a los capitalistas cubanoamericanos.

La pregunta entonces es si estos capitalistas están en condiciones de invertir en Cuba bajo condiciones que no sean lesivas al patrimonio nacional, atenúen los conflictos sociales mediante una adecuada distribución de la riqueza y protejan el medio ambiente. Otra cosa es pedir a Cuba que marche a contracorriente de los procesos que están teniendo lugar a escala global, especialmente en América Latina, los cuales explican el avance de la integración latinoamericana y caribeña, donde Cuba juega un papel muy activo, dada la importancia estratégica que se le concede a tal proceso para el futuro cubano y el de toda la región.

Otro de los grandes déficits de las propuestas de los grupos que plantean la apertura del mercado cubano a los capitales cubanoamericanos, es que, en las actuales condiciones, ello no es posible debido al bloqueo de Estados Unidos. Sin embargo, más allá de algunas declaraciones moralistas, entre sus prioridades no se plantean transformar esta realidad, lo que significa que esperan concesiones a crédito de la parte cubana o, peor aún, que pretenden aprovechar el mantenimiento del status quo como mecanismo de presión contra Cuba, lo cual los equipararía en la práctica con la extrema derecha. Por cierto, esta pretensión también es infundada, porque si la cosa fuese ceder a las presiones norteamericanas, tampoco Cuba necesita a los cubanoamericanos.

No se trata de descartar de plano el papel que estos grupos pueden desempeñar en el mejoramiento de las relaciones de Cuba con la comunidad cubanoamericana. Sobre todo, porque se trata de expresiones primarias de un proceso que puede avanzar y adecuarse con la práctica del diálogo. En realidad, dado el predominio histórico de la extrema derecha en la comunidad cubanoamericana, la existencia de grupos ubicados en los sectores dominantes que, al menos por razones éticas, condenen el bloqueo económico de Estados Unidos y se distancien de los grupos más extremistas, tiene una significación que no puede ser ignorada por Cuba. Pero ello no es suficiente para avanzar más allá de los “gestos conciliatorios”, si tal posición no se traduce en acciones concretas en Estados Unidos, que demuestren la voluntad de promover cambios reales en la política de ese país, así como la capacidad para lograrlos.

Está claro que el gobierno cubano debe adecuar su política hacia la emigración para facilitar este proceso, pero lo determinante será que en el seno de la comunidad cubanoamericana se desarrollen fuerzas que representen el interés mayoritario por mantener una relación normal con su país, lo cual es imposible bajo las reglas impuestas por la actual política norteamericana.

Tal normalización beneficia a ambas partes y, por tanto, es legítimo que los cubanos nos preocupemos por la vida política cubanoamericana y viceversa, incluso que ambas partes traten de influir en el otro. Pero igual que el escenario político natural de los cubanos es Cuba, y se esgrime el derecho a ejercer este derecho sin interferencias externas, el de los cubanoamericanos es Estados Unidos, algo que la extrema derecha aprendió bien rápido y de ahí su preponderancia.

Tal comprensión de la realidad resulta indispensable para que los moderados acrecienten su importancia para Cuba y no queden fuera del juego político por venir. Ese, y no otro, puede ser su aporte fundamental al futuro de la nación cubana, al de ellos mismos y al de la comunidad que pretenden representar. (Publicado en Progreso semanal)

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10 Responses to El aporte de los cubanoamericanos al futuro de Cuba

  1. AzulBlancoRojo says:

    Muy acertado el análisis de este artículo, creo que llegará el momento en que los cubanoamericanos y nuestro país lleguen a establecer una comunicación que no perjudique intereses en ambas partes, claro que hay intereses e intereses, todo está en buscar la manera de no dañar la forma de pensar de cada cual. Debemos entender que si se trabaja unido se logrará el objetivo común, el bienestar de nuestro pueblo y el desarrollo de nuestra economía tanto particular como nacional.

     
  2. Los cubanoamericanos tienen actualmente un peso fundamental en la economía cubana, por el gran volumen de dinero que llega al país en forma de remesas. Además, voces solidarias con nuestro país que pertenecen a cubanoamericanos han hecho campañas por la libertad de nuestros cienco hermanos prisioneros injustamente, así como han criticado reiteradamente el bloqueo que sufre el país. Una de las voces más importantes es la del periodista Edmundo, que se ha enfrentado a los chacales de las televisoras y la radio de Miami, y con escritura sencilla y pulso firme ha desenmascarado muchas patrañas que se tejen contra Cuba. Los cubanoamericanos y el pueblo cubano deben unirse, pues al final, somos una única familia.

     
  3. domezzzz says:

    Martín Fierro

    “”los hermanos sean unidos,
    porque esa es la ley primera,
    tengan unión verdadera,
    en cualquier tiempo que sea,
    porque si entre ellos pelean,
    los devoran los de afuera”.

     
  4. Yerson says:

    Creo que en este artículo se profundiza sobre este tema que tantos beneficios puede dar a ambos países . Los cubanoamericanos creo que deben pensar más en cosas económicas que no interfieran en la forma de pensar del pueblo cubano y el gobierno que los representa. Ya son muchos los cubanoamericanos que de una forma u otra han ayudado al pueblo cubano en sus campañas en contra las injusticias cometidas contra los Cinco y contra la Isla. Creo que sería de gran importancia poder contar con la unión de los cubanoamericanos y el pueblo de Cuba por el bienestar de los dos.

     
  5. cubano1959 says:

    Entre riquezas y alambres
    se encuentra el mundo nuestro
    el imperio exigen impuestos
    ofreciendo guerras y hambre

    La maldad, siempre constante
    se refleja de forma clara
    cual si fuese una estocada
    profusa cobarde y degradante

    El reloj camina pa_lante
    avanza sin descansar
    la paz podremos lograr
    con amor firmeza y aguante

    Juntemos nuestras ideas
    limpiemos nuestra conciencia
    apartemos las cosas feas
    clonando nuestra experiencia

    El sabio tiene paciencia
    la astucia prudente es
    el acto que ayer no fue
    mañana tendrá su audiencia

    Descansen sobre la noche
    pensando como podrían
    brillar por siempre de noche
    brillar por siempre de día

    Las cosas que no sabían
    aquellos que tanto amamos
    reposan en nuestras manos
    con amor dignidad y sabiduría

    Reafirmo con valentía
    mi apoyo y convicción
    a nuestra revolución
    reafirmo con alegría

    Erik Fundora Salina desde Cincinnati Ohio
    Imperio Cruel 10 de Mayo 2012 10:37 AM.

     
  6. AJ says:

    Interesante articulo y muy convincente creo igual que en algun momento debemos de comunicarnos y dejar la egemonia de un lado y charlar de una forma que no se introduscan las diferente es formas de pensar de ambos lados. Creo que en vez de estar tanto tiempo criticando deberiamos juntar ideas y pensamientos en vistas ha mejorar y a integrarnos con un solo objetivo lo mejor para nuestra Cuba.

     
  7. Saludos compañeros y camaradas: Los llamados “cubanoamericanos” es un término que no van con ellos, ¿cuando estos elementos han hecho algo positivo por la revolución del pueblo de Cuba/ Por el contrario son los principlaes enemigos que tiene Cuba; en el momento que abandonan su PATRIA Ya no son cubanos. Usando el bueno gentilicio de “americano” sería norteamericanos”, si existe alguna acción postiva a favor de Cuba, por favor alguién que lo diga, porque NUNCA tienen hechos históricos a favor de Cuba. Se conocen por ser los enemigos más acérrimos de Cuba, seguirán siendo lo que son: gusanos, apátridas, mafiosos anticubanos y enemigos del socialismo y agentes del gobierno yanqui. Estoy a dispocisión de los compañeros para que me corrijan si los he juzgados mal.

    “El hombre que reniega de su Patria en ése mismo instante deja de ser un hombre creyente de su Libertad y de su Patria”

    Joaquín eL VASCO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

     
  8. cubano1959 says:

    Morir sin haber luchado
    es morir sin haber vivido
    vivir sin haber soñado
    es vivir y morir,sin haber amado

    Hablando con la muerte
    una cosa me explicó
    sobre algo que robó
    de lo cual no se arrepiente

    Ella cuenta que al valiente
    que sin miedo la enfrento
    ella nunca lo mato
    y que el vive sonriente

    Solamente le robó
    el derecho a la muerte
    moraleja digo yo
    el que lucha vive siempre

    Mi destino simplemente
    aquel día conocí
    cuando hablaba con la muerte
    muchas cosa comprendí

    El que calla siempre otorga
    solo vive por vivir
    el que lucha siempre logra
    a la muerte eludir

    Hablado con la muerte
    simplemente me contó
    que el que lucha vive siempre
    Y el que el mure, jamas lucho.

    Erik Fundora Salina Cincinnati Ohio Imperio Cruel
    10 de Mayo 2012 3:12 PM..

     
  9. fernando says:

    Fragmento del discurso pronunciado por José Martí en el Liceo Cubano en Tampa el 26 de noviembre de 1891. “Con todos y para el bien de todos” :

    ¨¡De todos los cubanos! Yo no sé qué misterio de ternura tiene esta dulcísima palabra, ni qué sabor tan puro sobre el de la palabra misma de hombre, que es ya tan bella, que si se le pronuncia como se debe, parece que es el aire como nimbo de oro, y es trono o cumbre de monte la naturaleza! Se dice cubano, y una dulzura como de suave hermandad se esparce por nuestras entrañas, y se abre sola la caja de nuestros ahorros, y nos apretamos para hacer un puesto más en la mesa, y echa las alas el corazón enamorado para amparar al que nació en la misma tierra que nosotros, aunque el pecado lo trastorne, o la ignorancia lo extravíe, o la ira lo enfurezca, o lo ensangriente el crimen! ¡Cómo que unos brazos divinos que no vemos nos aprietan a todos sobre un pecho en que todavía corre la sangre y se oye todavía, sollozar el corazón! (…)¨

     
  10. El Adan says:

    Haber creo que antes de emitir un criterio todos lo que debemos ponernos ha pensar es que la población cubanoamericana no son más que parte de nosotros en territorio estadounidense. Muchos son los amigos y familiares que personas que hoy viven en Estados Unidos tienen en Cuba por el simple hecho de que emigraron creyendo en mejoras y bueno decidieron quedarse así que antes de verlos como un estorbo o como algo malo para nuestra sociedad debemos pensar que si en cierto modo el turismo que existe en Cuba y la entrada del dolar esta mayormente dada por estas personas que vienen bien a ver a sus conocidos a recorrer los paisajes de Cuba con el fin de sentirse en casa o bien debido a las remesas familiares que envían. Por esto no debemos verlos como que no aportan en cierto punto han ayudado sin darse cuenta.

     

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