Félix Massud-Piloto
Mensaje de Félix Masud-Piloto al Coloquio Internacional “Identidades culturales y presencia latina en los Estados Unidos”, donde denuncia las absurdas razones que han provocado su ausencia del evento organizado por la Casa de las Américas.
Queridos amigos y colegas:
Le he pedido a mi amigo Antonio Aja que les lea esta breve nota para explicar mi ausencia en este importante evento. Quiero comenzar agradeciendo a Aja, a Roberto Fernández Retamar, a Jorge Fornet, y a toda la gran familia de Casa de las Américas, por crear el Programa de Estudios sobre Latinos en los Estados Unidos, organizar este coloquio y publicar el libro que se presentará el jueves 14 de julio. Gracias por invitarme al evento y por hacerme sentir siempre bienvenido en la Casa.
Como todos ustedes saben, viajar de Estados Unidos a Cuba nunca ha sido fácil, ni sin riesgos. En varias ocasiones el F.B.I. ha solicitado hablar conmigo sobre mis actividades en Cuba y siempre me he negado, incluso cuando dos agentes se presentaron en mi oficina para invitarme a “conversar sobre Cuba y mis frecuentes viajes a la isla”.
Mi posición es clara y pública: siempre he estado en contra de todas las trabas para viajar a Cuba y en más de cuarenta viajes, desde julio del 1979 hasta abril del presente, nunca he pedido licencia especial al Gobierno de Estados Unidos para viajar. Viajo siempre con pasaporte cubano, con Permiso de Residencia en el Exterior (PRE), y por invitación de instituciones cubanas.
Aunque parezca mentira, hoy, a pesar de la promesa de campaña del presidente Obama de establecer una “nueva relación con América Latina”, las represivas medidas anti-cubanas de la Administración Bush siguen vigentes y la Administración Obama las sigue cumpliendo al pie de la letra. Me refiero a las prohibiciones del Gobierno de Estados Unidos, ejecutadas por el Departamento del Tesoro (OFAC), particularmente la obligación de solicitar una licencia especial para poder participar en conferencias académicas y profesionales en Cuba organizadas por instituciones cubanas.
Como si las prohibiciones y regulaciones del Departamento del Tesoro no fueran suficiente, en el 2009 DePaul University decidió, unilateralmente, crear sus propias regulaciones para los miembros de su profesorado que viajan a Cuba.
Increíblemente, las regulaciones de DePaul son más engorrosas y denigrantes que las del Departamento del Tesoro. Para viajar a Cuba se nos exige:
1) Ser interrogado por los abogados de la Universidad antes y después del viaje. En el interrogatorio se nos advierte que en Cuba tenemos que dedicar 100% de nuestro tiempo a la investigación académica / científica; cero visita a la familia y amigos.
2) Entregarle a los abogados, antes de viajar, un detallado plan de trabajo.
3) Explicar por escrito el proyecto de investigación y planes para la publicación de los resultados.
4) Entregarle a los abogados notas de nuestra investigación.
5) Entregar recibos de todos los gastos incurridos en Cuba para ser revisados y aprobados por los abogados.
6) Firmar una declaración para certificar que todo lo dicho y entregado es cierto.
Bajo protesta, dos veces me he sometido a estas denigrantes regulaciones y decidí que no podía seguir en este juego sucio que discrimina contra los que por variadas razones estudiamos Cuba. Personalmente y como cubano, me siento profundamente discriminado y agredido por la violación a mis derechos de libre expresión y congregación que estas regulaciones implican. Contra eso me encuentro luchando y he llevado mi protesta y denuncia en alta voz a los más altos funcionarios de la Universidad. Como resultado de mi protesta, el Rector de la universidad se encuentra reevaluando las injustas y discriminatorias medidas.
Obama ha resultado ser una gran decepción para los que llevamos décadas abogando y trabajando, siempre a contra-corriente, a favor de la normalización de las relaciones Cuba-EE.UU. El presidente no solo se burló de América Latina con su gran promesa, sino que en el caso de Cuba no ha cambiado ni un ápice del criminal bloqueo, burlándose así de los reclamos de casi todos los países del mundo y en el derecho internacional. Peor aun, Obama sigue alentando y financiando la propaganda y el terrorismo contra Cuba, guiado ciegamente por el añejo plan de “cambio de régimen”, caduco desde sus orígenes hace 52 años. Es lamentable que el presidente no haya aprendido nada de los fracasos de la política de EE.UU. hacia Cuba, y que sufra de la misma “obsesión cubana” que sus últimos diez predecesores. Estoy seguro que como ellos, terminará sufriendo una gran decepción.
Les deseo que tengan un buen coloquio, y que pronto llegue el día cuando reine la libre expresión y desaparezcan las restricciones de viaje, para podernos reunir en cualquier parte del mundo sin pedirle permiso a nadie.
Con un fuerte abrazo,
Félix Masud-Piloto
Chicago, 12 de julio del 2011 (Tomado de La Ventana)
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