Julian Assange: “…los medios de comunicación en Occidente no son muy importantes”

 

Julian Assange con el director del diario El Faro. Foto: Juan Carrascal

El líder de Wikileaks, Julian Assange, ha concedido una extensa entrevista a Carlos Dada, director del diario salvadoreño El Faro que comenzará a publicar los cables de la embajada estadounidense en El Salvador. Reproducimos en La pupila insomne la parte de dicho diálogo referida al funcionamiento de los medios de comunicación y su papel social.

La población que describió en Túnez, jóvenes, educados y desempleados, y así es como van las cosas ahora mismo en África del Norte, ¿por qué cree usted que esto no está movilizando a las personas jóvenes educadas en el mundo desarrollado? No digo que contra sus gobiernos o algo así, digo sobre cualquier causa.
Es una pregunta muy interesante, pero rechazo parcialmente la premisa. En realidad hemos tenido más de 50 seguidores arrestados por el FBI y Scotland Yard sobre quienes se alegó haber estado involucrados en realizar ataques a Visa y MasterCard y otras compañías financieras de Estados Unidos, que realizaron un bloqueo financiero ilegal a nosotros a instancias del Departamento de Estado. Algo así no ha pasado por largo tiempo en los Estados Unidos. De manera similar, las protestas que han ocurrido en las calles o afuera de las embajadas de Estados Unidos en el Reino Unido no han pasado por un nuevo fenómeno a tal grado en un largo tiempo, pero de manera más general usted está en lo correcto, que el grado de descontento físico con el régimen en los Estados Unidos o el Reino Unido es mucho menor que lo que ha sido en el Medio Oriente. Mi opinión sobre esto es que las estructuras en el mundo occidental son tan fiscales que el poder es delegado y controlado a través de relaciones contractuales, a través de quién controla qué cuenta bancaria y así sucesivamente y como resultado si hay algún cambio en el estado de ánimo político y un cambio en la voluntad política no afecta a quién controla qué…

La estructura de poder…
Al final, quién controla qué, es lo mismo que la estructura de poder. De manera que esta fiscalización significa que un cambio en la política, un cambio en lo que las personas creen, es poco probable que cambie lo que las personas hacen y eso significa que los medios de comunicación en el occidente no son muy importantes, porque lo que hacen los medios de comunicación es cambiar lo que las personas piensan y otra forma de pensar acerca de esto es por qué en Estados Unidos hay tanta libertad de expresión históricamente y en todos los países occidentales. Si usted es ciudadano estadounidense, puede poner un blog y escribir lo que usted quiera, eso no significa que alguien lo leerá pero puede decir lo que quiera sobre cualquier presidente ejecutivo de una compañía grande sin tener mucha represalia. Yo digo que la razón por la cual puede hacer esto es porque no haría ninguna diferencia lo que usted diga, de manera similar en el occidente los pájaros y abejas son libres de volar y hacer lo que quieran porque no hacen una diferencia, no afectarían a quién posee qué, a quién controla qué.

¿No cree usted que un medio de comunicación como el New York Times es suficientemente influyente? Quiero decir que no estamos hablando de blogs aquí.
La forma en la que la prensa está controlando los Estados Unidos es como una sopa y tiene que preguntarse cuál es el sabor de la sopa. Y el sabor de la sopa depende de qué tanto de un ingrediente se le ponga contra qué tanto de otro ingrediente, de modo que puede tener personas independientes poniendo sus pequeños granos de pimienta en la sopa pero el sabor verdadero será controlado por si pone dos litros de leche en la sopa o si pone una calabaza entera en la sopa y eso es lo que vemos con las organizaciones como el New York Times o como Fox News o CNN, hay tanto dumping sobre un punto de vista político en particular, sobre una opinión en particular que ahoga y lava los hechos y opiniones de fuentes minoritarias, no es que no pueda decir cosas en particular, sino que serán ahogadas por estas grandes editoriales influyentes. Ahora el New York Times ha logrado proyectar una imagen de que es una editorial independiente sin miedo y eso simplemente no es verdad. Veamos el caso de los documentos del Pentágono y al New York Times le gusta decir que esto es un ejemplo de lo valiente que fue el New York Times al publicar este material. Bueno, en realidad, el New York Times no quería publicar los documentos del Pentágono, fue sólo porque oyeron que los documentos del Pentágono iban a ir al Washington Post que decidieron entonces publicar algunos de estos y cuando los publicaron los colocaron deliberadamente en la sección más pequeña de la portada y usaron la mayor parte de la página principal para un artículo sobre la boda de la hija de Nixon porque tenían miedo de destacarlo más de lo normal y cuando el gobierno de Obama obtuvo un mandato judicial para restringir más publicaciones, el New York Times acató la orden judicial, no decidieron “vamos a publicar de todas maneras, esta orden judicial es ilegal bajo la primer enmienda”.

Estoy seguro de que puede encontrar otros ejemplos, no estoy diciendo buenos o malos, estoy diciendo influyentes en lo que respecta a lo que los medios de comunicación pueden hacer en los Estados Unidos: tiene el caso de Nixon, de Watergate; tiene el caso de My Lai; de Abu Ghraib. Puede encontrar muchos de ellos y qué tan influyentes son pero mi punto es que…
Pero déjeme decirle sobre algunos de estos casos. La masacre de My Lai (Vietnam): cené con Sy Hersh (el autor del reportaje) hace dos años y me contó sobre la historia, sobre cómo trató de publicar la masacre de My Lai, la llevó al New York Times y no la publicaron, la llevó a numerosos medios de comunicación dominantes y no lo publicaron, tuvo que lograr que su hermano iniciara una compañía de noticias solamente para publicar el caso de My Lai y como parte de eso creó una estructura de indemnización de modo que si el periódico que publicara el caso de My Lai fuese demandado ellos no tuvieran que pagar nada, sino que iría de regreso así que tuvo que crear un hackeo político legal fantástico y muy interesante para poder publicar el caso de la masacre de My Lai. Para Abu Ghraib (Irak), Sy Hersh estaba trabajando en esto, pero CBS también lo tenía. Fue hasta que Sy Hersh estaba a punto de publicarlo en el New Yorker que otros procedieron a publicarlo. Cuando hicimos los Diarios de la guerra de Afganistán nuestro acuerdo inicial era que el New York Times publicaría primero y teníamos estructurado eso por dos razones importantes. Número uno: si se presumía que la fuente estaba con un empleado del gobierno de Estados Unidos esto maximizaría la protección cuando llegara un caso legal porque ellos alegarían que estaba claro que ellos habían estado filtrando este material a la prensa de Estados Unidos, no a organizaciones extranjeras. Queríamos dar al New York Times un incentivo extra para que invirtieran mucho trabajo de periodismo en el estudio del material y ser el primero en publicar. Una semana antes de la publicación el New York Times pidió que nosotros fuéramos primero, que Wikileaks fuera primero y esto fue increíble para mí porque va en contra de todos los instintos normales de un periódico de tomar la primera cucharada, más bien Bill Keller (el editor jefe) estaba tan asustado de la presión política y legal contra el New York Times que quiso convencer al New York Times de no publicar y simplemente reportar sobre lo que Wikileaks estaba haciendo y este es el periódico más poderoso e influyente en el mundo.

Pero usted siguió trabajando con ellos.
Tenemos una obligación con nuestras fuentes para lograr el máximo impacto posible, ahora bien, hubo numerosos otros casos como este, por ejemplo Task Force 373, esto fue un asesinato del gobierno de Estados Unidos que operaba en Afganistán, que trabajaba para perseguir a 2 mil personas que fueron asesinadas o capturadas… algo muy serio. Ese descubrimiento se volvió la portada de Der Spiegel, el semanario más influyente de Alemania, se volvió la historia de portada de The Guardian y fue escrito para el New York Times por el reportero de Seguridad Nacional Eric Schmitt y fue eliminado en un nivel editorial, así que después de varias de estas cosas dejamos de trabajar con el New York Times.

Usted dijo en esta conferencia en Berkeley que los medios de comunicación del mundo desarrollado vivían en una burbuja, que usted trabaja mucho mejor con los medios de comunicación del mundo en desarrollo. No entendí esas frases ese día y trato de entender ahora cuando dice que los medios de comunicación del mundo en desarrollo tienen una voz y presencia más importante en el dominio público.
En el mundo en desarrollo la estructura de poder básica de los países es todavía política. Así que eso significa que los medios de comunicación son más importantes y es más lo que está en juego para la prensa y mucha más energía es utilizada para las publicaciones y para el periodismo en el mundo en desarrollo. No me refiero a la cantidad total de dinero gastado, me refiero a la energía per cápita y al compromiso del periodista en particular, he notado por muchos años que es mucho más fuerte en el mundo en desarrollo e incluso la libertad práctica de la prensa es más fuerte en el mundo en desarrollo. ¿A qué me refiero con eso? ¿Me refiero a que no se ha asesinado o disparado a algún periodista en el mundo en desarrollo? Por supuesto que no, me refiero a que los periodistas, sabiendo que pueden recibir un disparo o pueden ser asesinados, publican de todas maneras. Mientras que en el mundo desarrollado, los periodistas, sabiendo que pueden ser demandados, despedidos, excluidos de ciertas fiestas de cóctel, excluidos de fuentes de gobierno, no publican de ninguna manera. Así que el nivel de coraje en el compromiso de los periodistas del mundo en desarrollo excede al nivel de coraje y compromiso de los periodistas del mundo desarrollado.

Déjeme expresar mi duda sobre esto, porque nosotros tuvimos una guerra civil realmente cruel en los 80 y fue reportada a fondo por medios de comunicación dominantes de Europa y Estados Unidos y muchos de estos periodistas fueron asesinados y aún así otros siguieron viniendo y cubriéndola, esto fue muy importante para nosotros en términos históricos, no solamente por la situación política y cómo el resto del mundo nos observó a través de sus ojos sino que también porque dejaron un legado periodístico.
Pero debe recordar que ellos estaban reportando eso en El Salvador , no estaban reportando en sus propios países. De manera que este tipo de exclusión política, exclusión financiera a la que me refería no los afecta si van y reportan en El Salvador. No estoy diciendo que no hay corresponsales valientes en el mundo, pero dejar el occidente e ir a terceros países no es necesariamente un problema del periodismo al nivel básco, de reporteo, sino más bien que el problema existe a un nivel más alto en el editorial y mientras más tiempo ha estado un periodista en un periódico más tienden a progresar en este nivel editorial y se vuelven más parte de las consideraciones de poder del periódico como una entidad de publicaciones en lugar de estar preocupado con una historia individual.

¿Cómo cree usted que está cambiando la dinámica de cómo los medios de comunicación trabajan?
Es muy pronto para decirlo, ciertamente muchas organizaciones editoriales están animadas a que… siempre hay un espectro para lo que es tolerable de publicar y lo que no, nosotros hemos movido este extremo del espectro de lo que no era tolerable de publicar significativamente más allá y eso le da licencia a todos de publicar aquí adentro. Las cosas que pensaron que sería muy arriesgado de publicar anteriormente ahora se ven relativamente habituales comparadas con lo que Wikileaks ha estado publicando. Obviamente por ejemplo, publicar cientos de cables diplomáticos ahora es visto incluso como no importante, mientras que anteriormente publicar incluso solo uno de estos cables diplomáticos clasificados era visto como un acto muy difícil, al menos para que la prensa occidental se involucrara. Y por ejemplo cuando Wikileaks publicó el primer cable diplomático, el cual era sobre Islandia, en enero de 2010, fui seguido fuera de Islandia por dos individuos cuyos registros mostraban que eran del Departamento de Estado. Y eso fue solamente por un cable diplomático y hubo una investigación en la embajada de Islandia sobre cómo fue liberado ese cable diplomático.

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One Response to Julian Assange: “…los medios de comunicación en Occidente no son muy importantes”

  1. Josu Goñi says:

    No nos dice nada nuevo, y sobre todo de quien son los medios de comunicación, porque responden exactamente a esos intereses, desde el momento que alguien decide lo que es “información” y lo que no, la manipulación esta servida, pero no solo es esto, además de manipular, mienten y crean opinión, ahora mismo los medios de “desinformación” son los principales encargados de frenar a la ciudadanía en su emancipación, además de ocultar permanentemente la realidad.

     

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