José Manzaneda*
Continuamos publicando opiniones de intelectuales españoles acerca de los resultados y consecuencias de las elecciones realizadas en ese país el 20 de noviembre.
La victoria con mayoría absoluta de la derecha española que se presenta como centro (Partido Popular) sobre la derecha que se presenta como izquierda (PSOE) solo puede calificarse como suceso catastrófico. Las políticas de desmantelamiento de conquistas laborales y derechos sociales, y el recorte presupuestario en materias que han servido, durante décadas, de colchón social para sectores vulnerables, serán a partir de ahora más duras, más rápidas y más implacables que en la legislatura anterior. Que nadie tenga duda de esto.
Pero en este páramo político, que pone en escena una suerte de bipartidismo asimétrico, son de resaltar dos pequeñas luces: una es el ascenso de Izquierda Unida, que multiplica su representación; otra, la irrupción de Amaiur, una coalición de cuatro formaciones de Euskal Herria (País Vasco), con amplia mayoría interna de la llamada izquierda “abertzale” (“patriótica”, según traducción literal del idioma vasco o euskara, o bien “nacionalista-independentista”, según una acepción más popular).
En esta formación, no todas las fuerzas tienen un perfil netamente de izquierda, algo que también puede aplicarse a sectores de Izquierda Unida pero, en cualquier caso, se espera que tanto Amaiur como IU cumplan un papel a la altura de las difíciles y complejas circunstancias históricas: ser voz institucional de los sectores sociales que más intensamente sufren la crisis del capitalismo europeo; defender los intereses de la clase trabajadora en su conjunto; poner sobre el tapete político alternativas anticapitalistas a la crisis; y servir de contrapeso simbólico frente a la más que previsible alineación del nuevo gobierno con las posiciones más reaccionarias e imperialistas de Estados Unidos y la Unión Europea.
Eso esperamos de Amaiur y Izquierda Unida. Para eso les votaron miles trabajadores y trabajadoras.
(El autor desea expresar que este texto refleja su opinión personal, que no debe ser considerada representativa del medio de comunicación o la asociación en la que participa).
La ofensiva de la derecha por continuar aplicando la política neoliberal con más recortes a las conquistas de los trabajadores es tan fuerte que no bastará que la izquierda sea solo “…voz institucional de los sectores sociales que más intensamente sufren la crisis…” como propone Manzaneda.
“…defender los intereses de la clase trabajadora en su conjunto…” implicará volcarse a la calle, a los centros de trabajo, movilizar a todos los sectores afectados por la crisis que en estos momentos somos la inmensa mayoría de los españoles (y europeos).
Hay antecedentes, con gobiernos anteriores, de que es posible parar planes retrógrados.
También en el parlamento habrá que buscar la unidad, con el PSOE, y otros partidos minoritarios, contra las medidas de recortes que el gobierno tratará de aplicar el próximo año.
No es poca ni pequeña la tarea que tienen por delante los sectores de la izquierda, esperemos que sepan como hacerla.
Saludos
Miguel A.
Pues me dá que IU va a tener que ponerse a trabajar por ganar representatividad real en la movilización, más que ponerse a trabajar por ser “la voz” institucional. Dudo mucho del optimismo de Miguel en cuanto a que se pueda “frenar” el ajustazo que ya empezó con el Psoe, pero no dudo de las movilizaciones que ya está produciendo y crecerán. Para ser “la voz” realmente, hay que estar tal vez no tanto en las institucionalidades, y más en la gris tarea diaria en la que poco se los ve, o se los ve cuando intentan ser “la voz” institucional. Si algo tiene para hacer IU, es cambiar su método de trabajo, que la gente abajo también les grita “no nos representan” en el lugar que de verdad cuenta: la movilización popular. Ser “voz” no se gana por imperio ideológico -que habría para hablar un rato- sino por presencia activa, y muchas veces, humilde. IU puede crecer mas aún “institucionalmente”, pero allí abajo… Hay que bajarse del caballo, y buena falta le hace al movimiento popular que IU lo haga.
Chau