José Luis Fariñas
Esta acuarela y este poema del maestro José Luis Fariñas, que recibimos tambien “como pequeños símbolos de la demasiado poca sabiduría que puede ser conquistada” en recuerdo del cineasta y escritor cubano José Massip.
Dinner out
No tomes cada una de estas piezas como tales.
Acéptalas como pequeños símbolos de la demasiado
poca sabiduría que puede ser conquistada.
Jose Massip Ysalgué
Escrito en el interior de una caja de ajedrez para viajeros.
A veces creo escuchar tu nombre
pero no puedo estar seguro
porque no poseo el recuerdo,
solo un raspadero que se anima
entre la médula y la turba,
con un esplendor retráctil y olvidado.
Ignoro la medida del sonido de tus letras,
pero algo me orienta sin orden
hacia tu campo de moscas de oro
como premio sordo prefaraónico
al infalible ataque a mitad de la vendimia.
Con toda exactitud me ha enviado tu padre
para que resista la ignorancia
de este susurro con su ráfaga;
tu difícil nombre me llama
y desbroza los violados reinos
y agita mis barquitos de papel
en la misma tina verde
donde seguiremos naufragando
aunque se le salga toda el agua por el fondo.
“Un Poema de Amor”
No sé. Lo ignoro.
Desconozco todo el tiempo que anduve
sin encontrarla nuevamente.
¿Tal vez un siglo? Acaso.
Acaso un poco menos: noventa y nueve años.
¿O un mes? Pudiera ser. En cualquier forma
un tiempo enorme, enorme, enorme.
Al fin, como una rosa súbita,
repentina campánula temblando,
la noticia.
Saber de pronto
que iba a verla otra vez, que la tendría
cerca, tangible, real, como en los sueños.
¡Qué explosión contenida!
¡Qué trueno sordo
rodándome en las venas,
estallando allá arriba
bajo mi sangre, en una
nocturna tempestad!
¿Y el hallazgo, en seguida? ¿Y la manera
de saludarnos, de manera
que nadie comprendiera
que ésa es nuestra propia manera?
Un roce apenas, un contacto eléctrico,
un apretón conspirativo, una mirada,
un palpitar del corazón
gritando, aullando con silenciosa voz.
Después
(ya lo sabéis desde los quince años)
ese aletear de las palabras presas,
palabras de ojos bajos,
penitenciales,
entre testigos enemigos.
Todavía
un amor de “lo amo”,
de “usted”, de “bien quisiera,
pero es imposible”… De “no podemos,
no, piénselo usted mejor”…
Es un amor así,
es un amor de abismo en primavera,
cortés, cordial, feliz, fatal.
La despedida, luego,
genérica,
en el turbión de los amigos.
Verla partir y amarla como nunca;
seguirla con los ojos,
y ya sin ojos seguir viéndola lejos,
allá lejos, y aun seguirla
más lejos todavía,
hecha de noche,
de morderdura, beso, insomnio,
veneno, éxtasis, convulsión,
suspiro, sangre, muerte…
Hecha
de esa sustancia conocida
con que amasamos una estrella.
Nicolás Guillén
Estupendo poema y sugerente acuarela, nos regala Fariñas.
Felicitaciones al maestro.
Muchas gracias, por compartírnosla.
Afecto,
José Valle