Cuenta el combatiente de la Guerra Civil Española Juan Faustino Frutos Redondo que los parapetos estaban a la derecha de la carretera que pasaba por la ciudad de Buitrago del Lozoya, y se relevaban casi todos los días. Uno de ellos se encontraba en un montículo alto que se llamaba La Peña del Alemán*, y “en ese lugar echaba sus brillantes discursos el escritor y combatiente internacionalista cubano-portorriqueño Pablo de la Torriente Brau“.
Otros recuerdan a Pablo “alto, moreno, fuerte, sencillo, con su chunga de legítimo cubano y su entusiasmo de legítimo revolucionario. Una noche subió a la Peña del Alemán, donde la 3a de Acero cubría los puestos, y aquellos muchachos presenciaron la polémica más seria, más formidable de toda su vida; entre Pablo y un cura orador de los parapetos enemigos. El cura no se esperaba un contrincante de tal categoría, y acabó mordiendo el polvo de la derrota más vergonzosa.”(1)
Buitrago del Lozoya y la Peña del Alemán son visibles en La Habana desde el pasado jueves cuando se inauguró, como parte del XI Salón y coloquio de arte digital, organizado por el Centro Pablo de la Torriente Brau, la exposición “Pablo en Buitrago (La Habana-Nueva York)”. Mediante una técnica denominada refotografía que consiste en visitar con el lente fotográfico escenarios de instantáneas tomadas en el pasado y volverlos a retratar para luego superponer ambas imágenes, es posible asomarse a los escenarios de la vida del autor de Realengo 18 y Presidio Modelo.
El fotógrafo e historiador español Alfredo Moreno realizó el trabajo en Buitrago del Lozoya. A las instantáneas tomadas por Moreno en Buitrago se sumaron las aportadas desde La Habana por Enrique Smith y desde Nueva York por Yolanda del Amo, de Ramapo College, junto a tres de sus estudiantes. La exposición conllevó para los fotógrafos una rigurosa investigación histórica que en la ciudad norteamericana realizó la también profesora de Ramapo College Iraida López.
Es un impresionante trabajo del que reproducimos apenas una muy mínima muestra por deferencia del poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Pablo, pero que bien vale una visita a la galería de la Casa Carmen Montilla en La Habana Vieja, donde se exhibe este valioso y creativo viaje por la memoria de quien hizo decir al poeta Miguel Hernández: “este es de los muertos que crecen y se agrandan/ Aunque el tiempo devaste su gigante esqueleto”.
* Nos aclara Víctor Casaus que ha sabido por Victorina Rodrigo, la enfermera de 17 años que Pablo conoció en Buitrago, hija del alcalde, que el internacionalista alemán Max Solomon fue herido gravemente en ese cerro, lo evacuaron y pensaron que habia muerto. Le llamaron al lugar “La peña del Alemán”. Meses después Max regresó al frente, luego de curarse de sus heridas pero la peña siguió teniendo ese nombre.
1. Ambos testimonios pertenecen al libro Pablo 100 años, publicado en La Habana por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.
Video: Silvio Rodríguez canta la “Elegía segunda” de Miguel Hernández a Pablo de la Torriente Brau
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