Carlos Noriega/ Desde Lima
A horas de las elecciones presidenciales en Perú. el líder del Frente Progresista destaca la importancia de los juicios por la violación de los derechos humanos, plantea el lugar que tendrían las políticas sociales en su gobierno y por qué la opción de Keiko Fujimori representaría una vuelta al pasado.
“Voy a ganar mañana”, dice Ollanta Humala. Se lo ve tranquilo, confiado. El candidato del frente progresista Gana Perú, que mañana define la presidencia con la derechista Keiko Fujimori, concedió una entrevista exclusiva al periódico argentino Página/12, haciendo un espacio en su agitada agenda. Humala venía de rechazar en conferencia de prensa la acusación que el jueves lanzó en su contra Roger Noriega, el subsecretario de Estado para América latina de la administración de George W. Bush, quien aseguró que Hugo Chávez financiaba a Humala. “Esa es una patraña, una calumnia. No hay ninguna prueba para esa afirmación”, dijo Humala. En el diálogo con ese diario, el candidato habló de sus principales propuestas, de lo que sería un eventual gobierno suyo sin mayoría parlamentaria propia, de derechos humanos, de su rival Keiko Fujimori y de el rol que jugaría la Unasur en su política internacional.
–Usted ha dicho que el presidente Alan García apoya la candidatura de Keiko Fujimori. ¿Confía en la limpieza del proceso electoral?
–Nosotros vamos a respetar la voluntad popular y la vamos a defender. Hay indicios que nos hacen ver con preocupación la transparencia del proceso electoral. Hay una clara intervención del presidente García a favor del proyecto autoritario de Keiko Fujimori. Está el hecho de que la Diroes (cuartel policial donde se encuentra detenido Alberto Fujimori) sea el principal local de campaña del fujimorismo, desde donde Alberto Fujimori, que está preso por corrupto y violaciones a los derechos humanos, decide la estrategia de su partido. Otro hecho preocupante es la denuncia que hoy (ayer) ha hecho el diario La República sobre las interceptaciones de mis conversaciones y las de mi entorno familiar y político. Nosotros reconocemos esas conversaciones y algunas de ellas han sido hechas en el local del partido y no por teléfono. La única institución con capacidad de hacer estas interceptaciones es el servicio de inteligencia y para que haga esas interceptaciones tiene que tener luz verde del presidente de la República. El gobierno debe explicar esto.
–Si usted gana la elección lo hará por un margen estrecho en un país polarizado y dividido en dos, y no tendrá mayoría en el Congreso.
–Como fuerza política responsable y con memoria hemos entendido el mensaje de la primera vuelta, en la que el pueblo nos dio la primera mayoría, pero no una mayoría absoluta, como un pedido para que ampliemos nuestra convocatoria, y eso implica un gobierno de concertación nacional, para lo cual hay que consensuar propuestas. En ese esfuerzo de concertación hemos logrado el apoyo de fuerzas sociales, laborales y políticas importantes, como el partido Perú Posible (partido del ex presidente Alejandro Toledo), con el cual podemos garantizar la estabilidad democrática en el Congreso, ya que con Perú Posible tendríamos mayoría parlamentaria, lo que no puede garantizar la congresista Fujimori, porque ella no tiene mayoría. En el grupo de ella hay gente que trabajó directamente con Alberto Fujimori y cuando no tuvieron mayoría cerraron el Congreso.
–Usted ha hablado de hacer concesiones para lograr esa concertación. ¿Hasta dónde va a hacer concesiones en sus propuestas? ¿Qué es lo no negociable?
–En lo que no vamos a retroceder es en hacer que el crecimiento económico vaya acompañado de inclusión social. Para que haya inclusión social tenemos que asegurar políticas sociales como el Programa Pensión 65, para los mayores de 65 años que no tienen una pensión; un programa de nutrición infantil en los colegios; un programa de guarderías infantiles; defender los derechos laborales; elevar el salario básico de 600 a 750 soles (unos 220 dólares) en el primer año de gobierno; un aumento salarial a los policías para mejorar la seguridad; invertir en infraestructura, como aeropuertos, puertos, carreteras, escuelas, hospitales, vías férreas, porque ahora el país tiene un déficit de 40 mil millones de dólares en infraestructura pública, a través de asociaciones públicas y privadas; consolidar el proceso de descentralización para mejorar la inversión pública; ampliar el programa Juntos (de entrega de unos 35 dólares mensuales a los sectores más pobres) de cerca de 500 mil beneficiarios a 900 mil; ampliar los presupuestos de los programas sociales de comedores populares y del vaso de leche; entregar becas a los mejores estudiantes de las escuelas públicas para que accedan a una carrera universitaria; trabajar una política para el retorno de los tres millones de peruanos que viven en el extranjero, la mayor parte de los cuales son ilegales. En esas políticas sociales no vamos a retroceder.
–Como ex militar, ¿cuál es su posición frente a los juicios a militares por violaciones a los derechos humanos?
–Para que haya reconciliación primero tiene que conocerse la verdad. Las autoridades deben dar todas las facilidades a la Justicia para que se aclaren las denuncias y se sepa la verdad. Los soldados que combatieron con honor quieren que se aclaren las denuncias, porque cuando se sospecha de uno se sospecha de todos. Los interesados en que no se conozca la verdad son aquellos que dieron las directivas, las órdenes para violar los derechos humanos. Nunca más debemos regresar a la dictadura fujimorista en la que se desaparecían estudiantes, se mataba, se esterilizaba contra su voluntad a las mujeres. Lo que se ha hecho en el país en materia de derechos humanos es una vergüenza. El Estado tiene una deuda con su población en derechos humanos. Nosotros defendemos los derechos humanos.
–En su opinión, ¿cómo sería un futuro gobierno de Keiko Fujimori?
–Ella lleva a las mismas personas que gobernaron con su padre. Con ella está el doctor Alejandro Aguinaga, que haciéndonos recordar las épocas de la Alemania nazi como ministro de Salud de Fujimori esterilizaba a las mujeres en contra de su voluntad. Más de 300 mil mujeres pobres fueron esterilizadas contra su voluntad. Su vocera en temas de derechos humanos (Milagros Maraví) coordinaba en el gobierno de Fujimori con Vladimiro Montesinos (brazo derecho de Fujimori y encargado de los trabajos sucios) cómo lavarle la cara al régimen por las violaciones a los derechos humanos. Ella misma reivindica a su padre como el mejor presidente del Perú. El deslinde que ella ha hecho con el gobierno de su padre recién se da en la campaña de esta segunda vuelta. Dígame usted: dice cuac, tiene pico, tiene cola… ¿es o no pato?
–Alberto Fujimori goza de una serie de privilegios en el cuartel policial donde está detenido. ¿Qué haría su gobierno frente a esta situación?
–Nadie debe tener privilegios. Cuando una persona es condenada debe ir a una cárcel y no a un cuartel policial.
–¿Cuáles serán las prioridades de su política internacional?
–Vamos a participar con entusiasmo en la consolidación de la unidad latinoamericana. El fortalecimiento de la Unasur será una prioridad de nuestra política exterior. Nosotros vemos con mucho interés la consolidación de la Unasur. Vamos a afianzar las relaciones políticas y económicas y de hermanamiento con los países de la región. No vamos a ideologizar las relaciones internacionales, sino que vamos a construir una agenda positiva con todos los países hermanos.
–Usted ha resaltado sus coincidencias con el ex presidente Lula. ¿Brasil es el modelo a seguir por su gobierno?
–El de Brasil es un modelo exitoso, pero el Perú es diferente al Brasil. Tenemos economías distintas, realidades diferentes. De Brasil hay que rescatar un manejo prudente, adecuado de la política económica, y un crecimiento económico que ha permitido la inclusión social y achicar la brecha de la desigualdad.
–El acuerdo del Arco del Pacífico (acuerdo de cooperación económica de Perú con Chile, Colombia y México) que ha firmado el presidente García pero no está ratificado, ¿usted lo va a continuar o lo va a revisar?
–Los acuerdos firmados por el Estado tienen que pasar por el Congreso y ahí tiene que entrar a un debate para ser ratificado. Este acuerdo tendrá que ser debatido en el Congreso.
–¿Cómo ve el gobierno de Cristina Kirchner?
–Es un gobierno democrático que viene resolviendo sus problemas. Nosotros queremos mejorar nuestras relaciones con Argentina, respetando la política interna del gobierno argentino. Parte de la buena vecindad es no meterse en los asuntos internos de otros países.
–¿Por qué que quiere ser presidente?
–Yo soy padre de familia. Tengo tres hijos, el menor de cinco meses, y me pongo en la posición de millones de peruanos que están iniciando una familia y que quieren que sus hijos tengan oportunidades a través de una educación de calidad y una buena salud, y que cuando salgamos a la calle con nuestras familias no nos asalten. Y si nos roban queremos encontrar justicia. No queremos un país corrupto. Quiero ser presidente porque quiero que el crecimiento económico que tenemos se convierta en calidad de vida. Quiero construir el futuro.
–¿Desde que era oficial del ejército pensaba en ser presidente?
–No, yo quería ser comandante general del ejército. La circunstancia que cambió mi vida fue el levantamiento que hice en Locumba contra la dictadura fujimorista. Fue un levantamiento dentro de un proceso de convulsión social en el que el pueblo peruano se había levantado contra la dictadura. Pero incluso después de eso quise recuperar mi carrera militar y estuve en el ejército hasta el año 2004 como militar en actividad y cuando me pasan a retiro decido replantear mi vida y es ahí cuando ingreso a la política. (Tomado de Página 12)
Hemos visto como la mafia de Miami y sus socios com Roger Noriega, salen a combatir a Ollanta. Pienso que en primer lugar apoyan a Keiko por su apego a la dictadura y a la politica violadora de los derchos humanos y autoritaria que su padre y ella impulsaron en Paru. Ella debia estar con su padre. Cuando ves a Lincoln haciendo campaña contra Keiko, ya sabes que representa a lo peor.
Noriega, como nos tiene acostumbrados los mercenarios de la politica, no tiene pruebas de sus denuncias, son “fuentes creibles” y ya.
Ni las fuentes ni la extrema derecha-mafiosa es crible.