Bloqueo y flexibilización, más de lo mismo contra Cuba

 
Omar Pérez Salomón

En bancos de Estados Unidos se encuentran confiscados unos 200 millones de dólares pertenecientes a empresas de telecomunicaciones de Cuba. El gobierno norteamericano también ha tratado de evitar que la fibra óptica se extienda por el interior de la Isla, negando la exportación de cables a las empresas estadounidenses que los producen o amenazando con sanciones a las extranjeras.

Como en años anteriores el pasado 2 de septiembre de 2010, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emitió un memorando donde indica que con relación a Cuba se prorroga durante un año las medidas previstas en la Ley contra el Comercio con el Enemigo, que significa que continúa la política de inhumano bloqueo a la isla que habían mantenido sus predecesores.

Esta ley, aplicada en estos momentos solo a Cuba, prohíbe que las empresas estadounidenses puedan comerciar con países hostiles, y fue la que se empleó para comenzar el bloqueo contra la Isla en 1962.

En esta ocasión, llama la atención que el  anuncio coincide con los rumores de nuevas medidas de flexibilización del bloqueo – una de ellas permitiría algunas operaciones en materia de telecomunicaciones- y la noticia publicada en el periódico mexicano La Jornada y  agencias internacionales de prensa, acerca de que las empresas de telefonía Nokia Oyj, AT&T y Verizon Communications urgieron al gobierno estadunidense a relajar las normas del “embargo” económico impuesto a Cuba hace 47 años.

Según La Jornada, el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo, Nokia Oyj, pidió específicamente a Washington que atenúe las reglas del “embargo” económico para poder vender aparatos en la nación caribeña, mientras que las dos mayores operadoras de servicios telefónicos de Estados Unidos, AT&T y Verizon, reclamaron que las nuevas reglas faciliten la realización de conexiones telefónicas directas con Cuba.

La realidad es que desde 1962 Cuba tiene prohibido el acceso a equipos de telecomunicaciones de cualquier compañía o subsidiaria estadounidense y en el año 2000 las comunicaciones directas con Estados Unidos, que representa alrededor del 70 porciento del tráfico internacional de Cuba, se interrumpieron.

La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, como resultado de esa criminal práctica no puede negociar abiertamente con operadores norteamericanos y está obligada a conectarse por terceros países con significativas pérdidas y dificultades.

Algo similar le ocurren a las operadoras celulares del vecino del norte, que tienen prohibido establecer el servicio Roaming* con la empresa cubana CUBACEL.

El bloqueo evita que Cuba se conecte a Internet por medio de cables de fibra óptica que pasan cerca de la isla, obligando a utilizar las conexiones basadas en los satélites que no sólo son más costosas sino que son de banda menos ancha, haciendo las conexiones más lentas con escasos 209 mbps (megabytes por segundo) para la salida y 393 Mbps para la entrada.

Además de impedir que el país se conecte con las redes internacionales de fibra óptica, el gobierno norteamericano también ha tratado de evitar que esta importante vía de conexión se extienda por el interior del país, negando la exportación de cables a las empresas estadounidenses que los producen o amenazando con sanciones a las extranjeras.

En materia de telecomunicaciones varios asuntos requieren de un trato serio por la parte norteamericana. En bancos de Estados Unidos se encuentran confiscados unos 200 millones de dólares pertenecientes a empresas de telecomunicaciones de Cuba.

Además, el gobierno yanqui deberá revisar su actual marco reglamentario para poner en práctica las modificaciones indispensables que se requieran a fin de garantizar que las empresas de servicios estadounidenses no sean objeto de demandas de las partes que han solicitado activos de Cuba.

El hecho de que la Administración Obama, nuevamente este año, haya incluido a Cuba en el listado de países que según ellos patrocinan el terrorismo, propicia que amparada en ese enunciado, cualquier persona jurídica o natural en Estados Unidos pueda solicitar que se le indemnice, utilizando dinero cubano depositado en cuentas en ese país, y además que determinados jueces fallen a favor de utilizar los fondos cubanos.

En resumen, mucho ruido y pocas nueces. Contra Cuba continúa la misma política agresiva e injerencista de hace 51 años, con el empleo de un carril que pretende destruir a la Revolución Cubana mediante un bloqueo económico todavía más férreo si fuera posible, y un carril dos que hoy toma una mayor fuerza, que persigue el mismo objetivo utilizando métodos más sutiles.

*Servicio internacional que permite que el número del celular que la persona posea en su país de origen se pueda activar en cualquier país a partir de los convenios fijados por las empresas de telecomunicaciones, pagando el servicio en el país de origen.
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