“…sólo una crisis —real o percibida—
da lugar a un cambio verdadero.
Cuando esa crisis tiene lugar,
las acciones que se llevan a cabo
dependen de las ideas que flotan en el ambiente.
Creo que ésa ha de ser nuestra función básica:
desarrollar alternativas a las políticas
existentes, para mantenerlas vivas
y activas hasta que lo políticamente
imposible se vuelve políticamente inevitable.”.
Milton Friedman
En La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, Naomi Klein cuenta cuál fue el último acto, casi testamentario, de Milton Friedman, un año antes de su muerte. El “gran gurú del movimiento en favor del capitalismo de libre mercado”,“el responsable de crear la hoja de ruta de la economía global, contemporánea e hipermóvil en la que hoy vivimos”, como le describe la autora canadiense, pese a su avanzada edad y delicado estado de salud, aprovechó las catastróficas inundaciones ocurridas en Nueva Orleans cuando la furia del huracán Katrina venció la resistencia de los diques, y entre muchas muertes y destrucciones, dejó prácticamente sin escuelas a la ciudad. El autor de Capitalismo y libertad, esa biblia de la privatización, la desregulación y recorte del gasto social, consideró que la ocasión era digna para solucionar de una vez el “problema” de la educación pública en aquella ciudad. Cita Naomi Klein de ese artículo de Friedman publicado en The Wall Street Journal apenas “tres meses después de que los diques se rompieran”: Continue reading