Tengo una empresa española y un máster a punto de terminar para recoger mi título en Comercio Internacional y Aduana. Solo me falta entregar un trabajo de fin de Máster que lo haré sobre mi me propia empresa.
En España a mi empresa le dan crédito para cualquier negocio siempre que el cliente final no esté en Cuba, Panamá, Corea del Norte, Irán u otro pequeño grupo. Ahora también Rusia. Con Cuba es por las leyes del bloqueo.
Pero si con mi dinero, no del banco, con mi capital, hago un negocio con Cuba, con el estado o un particular, y al querer pagarme hay en medio de la cadena inmensa de intermediarios que hay en el comercio internacional, algún nombre de persona o entidad en los listados de sancionados, mi banco no puede aceptar ese dinero. Porque sería también sancionado. Es decir que aunque tengan el dinero no lo puedo cobrar en España, ni luego lo puedo entrar a la cuenta de mi empresa porque no tengo como justificarlo ante Hacienda, es decir, el fisco, por lo que se convierte en dinero negro, sucio por el que me pueden sancionar.
En esa cadena puede estar un funcionario o un barco, o alguna empresa cubana no sancionada, o con productos de al menos con el 10 porciento producido por empresa o con participación de ese mismo porciento como mínimo de EEUU.
Por otra parte, aunque aquí hay navieras y otros factores del sistema del comercio exterior como transitarias, etc, que hacen los trabajos y ejecutan el proceso. Todo está fiscalizado por el estado a través de los agentes de aduana que tienen la última palabra en cada operación respecto a los permisos . Y luego, el Comercio Exterior se basa en cientos de normas y leyes que firman los países por lo que son los máximos responsables de su cumplimiento.
Ni información, ni personalidad jurídica, ni credibilidad internacional. Ni un contexto económico estable (Todos los países del mundo saben que Cuba está bajo un bloqueo) Por eso votan desde hace casi 30 años en la ONU contra este mal que impone injusta y abusadoramente EE.UU. contra el pueblo de Cuba y contra el libre comercio que este propugna como paradigma de la democracia.
(Comentario en Facebook al artículo de Antonio Rodríguez Salvador “Sobre el monopolio del comercio exterior en Cuba “)
Pingback: ¿Cómo funciona el Comercio Exterior con #Cuba? Un testimonio.
Por eso mismo me gusta decir siempre que Cuba tiene que / está obligada a tener la ley de inversión extranjera más atractiva del mundo, de modo que los inversionistas digan: «Al diablo con el bloqueo, con una ley así, me la voy a jugar».
Por otro lado, eso habla mucho a favor de renunciar al monopolio estatal sobre el comercio exterior. Eso no significa dejar de controlarlo. Significa controlarlo, así, a secas, no hacerlo al 100%.