Los correligionarios políticos de Estados Unidos han promovido la inclusión de un punto de debate acusatorio contra Cuba en la sesión plenaria del Parlamento Europeo el 16 de septiembre. ¿No debería el Parlamento Europeo discutir cómo la Ley Helms Burton, contraria al Derecho Internacional, afecta a la población civil inocente en Cuba?
Con la Ley Helms Burton, Estados Unidos trata de derrocar un gobierno hundiendo a todo un pueblo en la desolación y la ruina.
El bloqueo de Estados Unidos intercepta, imposibilita, sanciona, penaliza y paraliza prácticamente todas las transacciones de Cuba en el extranjero. Es una actividad imperial enfermizamente acuciosa, encarnizada y vengativa, contra la población civil de un pequeño país. A los buques que atraquen en los puertos cubanos se les prohibe tocar puertos estadounidenses durante 6 meses. Cuba es una Isla de escasos recursos. Esto crea dificultades insalvables para adquirir artículos de primera necesidad. Tanto individuos, como empresas que inviertan en Cuba, son perseguidos y sancionados en los tribunales de Estados Unidos.
El profesor Harry E. Vanden, profesor de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales, University of South Florida, ha escrito que el gobierno estadounidense “ha impuesto deliberadamente unas condiciones de vida específicamente calculadas para la eliminación física de una parte de la población cubana” (Salud y nutrición en Cuba: efectos del embargo norteamericano, Centro Internacional Olof Palme, 1999). En el mismo libro, The American Association for World Health informa sobre cómo el bloqueo impide que los cubanos que padecen de leucemia o necesitan diálisis renal, reciban los tratamientos imprescindibles para prolongar la vida ya que la adquisición por parte de Cuba de estos medicamentos está sancionada por el bloqueo. Hoy la situación es aún peor, después de que la administración de Donald Trump lanzara más de 200 medidas punitivas nuevas contra Cuba, en medio de las dificultades letales de la pandemia. Biden continúa aplicando la misma política de “guerra sin soldados ni bombas contra Cuba”, pero con el mismo efecto destructor.
¿Entonces el Parlamento Europeo va a aislar aún más a los niños, las mujeres, los hombres y los ancianos inocentes de Cuba? Esto socava la moral de todos los implicados en el Parlamento Europeo; es además un escarnio a la Comunidad Internacional y una violación de los Derechos Humanos. ¿De parte de quién está entonces el Parlamento Europeo, de parte de la población civil inocente de Cuba o acaso apoya la guerra económica genocida extraterritorial de Estados Unidos?
Reblogueó esto en finca la coruja.
Esta vez sus señorías cuentan con demoledores cargos contra Cuba. En primer lugar por disponer de 5 candidatos vacunales, 3 de ellos aplicados con excelentes resultados. Quien le dijo a las autoridades cubanas que la prevención del coronavirus era un derecho soberano del pueblo, y mucho menos soberana 1, soberana 2 y soberana plus? Hasta cuándo vamos a consentir que una pequeña isla interfiera en asuntos tan serios como la gestión de una pandemia planetaria, llámese coronavirus o ébola, donde todo está planificado y pautado de acuerdo con elevadísimos y estratégicos intereses? Acaso Francia, Alemania, Italia, España o cualesquiera otras de las naciones de la UE se movilizaron en nombre del derecho a la salud de sus ciudadanos adoptando medidas excepcionales en la economía para que las mascarillas, vacunas y otros insumos o para que las medidas de prevención epidemiológica afloraran desde el minuto uno? Se debe reconocer que una pandemia es algo muy serio donde no cabe la improvisación y mucho menos llevar el paso cambiado. La indisciplinada y rebelde Cuba merece por ello un duro correctivo.
No menos graves son los cargos contra Cuba como país patrocinador del terrorismo. Lo hemos visto en Afganistán, Siria, Iraq o Libia y sobre todo en las naciones donde cumplen operaciones especiales de rapiña y sabotaje sus ejércitos de batas blancas.
Y qué me dicen de San Isidro labrador, pájaro de mal agüero? Este sí que es un filón que no esperaban sus señorías, tan cándidos y filántropos. Les ha caído del cielo como lluvia fina, sin esperarlo. Después de más de 60 años colaborando con su socio americano al desarrollo y prosperidad de la isla, resulta que las autoridades cubanas les han traicionado reprimiendo caprichosamente a un pueblo descontento porque Cuba no tiene un rey corrupto ni partidos oligárquicos haciendo políticas neoliberales al servicio de unos pocos privilegiados. No me negarán que algo así merece un castigo, al margen de que Cuba hiciera una revolución emancipatoria, nacionalizara la economía y optara por postulados marxistas, por lo que jamás se la juzgaría, ya que forma parte de su incuestionable derecho a la autodeterminación.
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Lo dije, lo digo y lo volveré a decir: la vieja Europa ha quedado de palanganera del régimen imperialista Usa.
Todo Parlamento se debe respeto a sí mismo para infundir respeto hacia sí en el universo de sus representados y más allá, en éste caso es el Parlamento donde ha tenido lugar el desarrollo de una vasta filosofía que debía servir para la cultura de hacer política y no para sumarse a crímenes de lesa humanidad. Es no menos que cruel no ver el daño que una política de persecución y cerco a Cuba por parte de una potencia mundial como lo es los Estados Unidos de América, una injerencia abierta en sus asuntos internos con financiamiento directo e indirecto para los eternos traidores que tienen todas las causas justas, un poder comunicacional probadamente enfilado contra la Revolución Cubana en una guerra no convencional y el rigor de los efectos de una pandemia mundial. Empequeñece moralmente pasar por alto una situación tan tensa y desafiante que vive el pueblo cubano y sumarse a los agresores desde el papel de caja de resonancia.