Mi generación. Por Víctor Angel Fernández

 

Tengo que reconocerlo, mi generación y los de sus alrededores cercanos, fuimos muy “malcriados”.

¿Usted se preguntará por qué?

Hay que reconocerlo. Pasamos mucho trabajo y también muchas incomprensiones. Fuimos los protagonistas de muchos experimentos, donde existieron victorias y derrotas. Fuimos los primeros en una escuela al campo y después llevamos las libretas para Camagüey, con clases y exámenes incluidos. Por último nos tocó fundar las Escuelas en el Campo.

En La Habana, fuimos del Cepero Bonilla, una institución en aquella época para promover talentos, Después fuimos de la Escuela de monitores de Vento y por último de La Lenin.

Los de un poquito antes de nosotros, estuvieron en la alfabetización, en Girón y en la limpia del Escambray. También con nosotros se llenaron la Columna Juvenil del Centenario y luego el Ejército Juvenil del Trabajo.

Así empezaron en Argelia las misiones médicas

Con los de antes y con nosotros y con los de después, sumamos 300 mil internacionalistas en misión militar.

El “problema” estaba en que para convocarnos a todas esas tareas, estaba el ejemplo del que dijo que en 1956 seríamos libres o mártires. El que saltó primero del Granma lidereando 80 hombres sin dejar a nadie en el camino, aunque se pusiera en peligro la misión. Aquel “loco” que predijo ganar la guerra al tener una decena de fusiles y que siempre tuvo la costumbre de “malcriarnos” con su ejemplo.

También nos educó de esa forma, viéndolo dirigir la batalla de Girón, no desde la distancia, sino desde el mismo centro de la candela y allí estaba en la orilla de la playa, junto a los que pidió mojar sus pies en las aguas de Playa Girón antes de 72 horas.

Nos malcriaba al cortar caña con nosotros, al jugar baloncesto con nosotros, al dejar de fumar su sempiterno tabaco, pues no podía combatir algo, sin dar el ejemplo.

Estaba el primero en la escalerilla del avión recibiendo a los trabajadores que venían de Granada. Recibiendo a los deportistas que cumplieron al venir con el escudo o sobre el escudo.

Lo vimos en el Flora subido en un carro anfibio. Lo vimos en un túnel del frente de liberación en Viet Nam del Sur, en plena guerra contra los EEUU. Lo vimos siendo el objetivo más buscado por todos los poderes del imperio, como también lo vimos el 5 de agosto de 1994 en el mismo medio de San Lázaro y Galiano, cuando las piedras y los palos recorrían el aire.

Aprendimos a sacrificarnos, porque siempre supimos que era muy fácil encontrarlo. Sólo había que levantar la vista y mirar al frente. Allí, el primero de la primera fila era él.

Como siempre digo. A nuestra generación no ha sido necesario tocarle dos veces a la puerta, para, al decir del poeta, seguir dándole a la vida sueños.

Felicidades, Comandante. Gracias por habernos criado de esa forma con tu ejemplo.

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4 Responses to Mi generación. Por Víctor Angel Fernández

  1. juan carlos corcho vergara says:

    Victor muchas gracias por el trabajo, mas que un merecido homenaje al comandante, también lo veo como un reconocimiento a esa generación y los de sus alrededores, ´´ malcriados´´ que nacieron, crecieron y se formaron palpando el ejemplo vivo de Fidel, Fidel no pedía ni exigía nada que el no había hecho antes , durante y siempre que fuera necesario hacer ,a esa generación de malcriados no había que explicarle mucho cuando se trataba de un encargo de Fidel, a esa generación no preguntaba mucho porque Fidel lo explicaba todo con un alto vuelo pedagógico, esa generación eran de los que decían las ordenes se cumplen ,y si venían de Fidel, no se discuten,no hacia falta . Esa generación de ayer´´ malcriados´´ por Fidel , son los revolucionarios incómodos de hoy, y los que aun creen que a pesar de los pesares , valió la pena, y que sigue valiendo la pena estar vivo, aunque sea solo para honrar ,preservar y defender la gloria que se ha vivido.

     
  2. juan carlos corcho vergara says:

    Que contraste el ejemplo de la obra y la vida de Fidel con los que,´´ por incultura y vanidad creen que el “sacrificio” de dirigir te hace merecedor de privilegios. Por la incultura entra el afán desmedido de lucro, de poseer bienes materiales como fin primero de la actividad humana.´´

     
  3. Pablo Cossa Michanga says:

    Esas cosas solo se entienden cuando se viven, admiran cuando se cuentan y disgustan cuando descubren al egoismo, la mentira, la desidia y la SIMULACIÓN, muy de moda en estos tiempos cuando aparecen cincuenta y tantas posiciones entre la izquierda y la derecha.

     
  4. Carlos de Freitas says:

    Lo escrito por Víctor solo lo entende bien, quienes los han vivido. Y los han vivido la solidariedad, el ejemplo de todo un pueblo porque tenia alguién que daba el ejemplo, que era el primero delante de todo, y delante de todas las adversidades. He tenido la suerte y el honor de vivir en Cuba de Julio de 1970 hasta noviemnbre de 1979 como exilado político, y soy testimonio y he vivido todo esto. Gracias a todo y por tudo mi Segunda Patria. Carlos A de Freitas, desde Brasil.

     

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