La efeméride desconocida: Cuando Cuba humilló tecnológicamente a Estados Unidos (II). Por Omar Pérez Salomón

 

Casi dos meses antes de que se pusiera en el éter la señal de TV Martí, ya estaban creadas las condiciones técnicas para enfrentar esta agresión. La respuesta cubana fue contundente, gracias a la pericia de ingenieros y técnicos cubanos que diseñaron, desarrollaron, construyeron y pusieron a punto los equipos, para lograr una interferencia efectiva, y así, propinarle una sonada derrota en el orden tecnológico al imperialismo yanqui, que en esos momentos festejaba el inminente desmerengamiento de la Unión Soviética y el Campo Socialista de Europa del Este.

Sobre este importante tema, estaremos hablando con Miguel Gutiérrez Rodríguez, Director General de Informática del Ministerio de Comunicaciones de Cuba.

-       ¿Cuándo la parte cubana comenzó a tomar medidas para defenderse de la tele agresión?

-       Recordemos que los representantes estadounidenses Daniel Mica, Dante  Fascell, Bill Nelson, Claude Pepper y Lawrence Smith, presentaron  en 1987 una resolución  concurrente ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara, con el objetivo  de obtener 100 000 dólares para realizar estudios dirigidos a la tele agresión, la que fue aprobada poco después por el subcomité de Apropiaciones  del Senado. Desde entonces, corrían rumores de estos preparativos.

Por nuestra parte, a principio de 1988 comenzó el monitoreo y observación de las señales de televisión del Sur de la Florida las 24 horas del día, y la búsqueda de información sobre compras de estaciones de televisión en nuestra área geográfica. Esto se mantuvo durante varios meses,  tiempo  que se aprovechó para adquirir más tecnología y  personal  para cubrir los turnos de trabajo. Había canales como el 23, el 41 y uno con programación religiosa que eran los de mejor recepción.

En paralelo, se creó un grupo técnico con expertos de la universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE), del Ministerio de Comunicaciones, el Instituto Cubano de Radio y Televisión y de los Órganos de la Defensa.

-       ¿Qué objetivos se trazó el grupo técnico?

-       Al principio no había ninguna información sobre las variantes que utilizarían, la posible frecuencia por donde transmitirían, nivel de señal, emplazamiento que usarían. Entonces, el grupo técnico tenía la misión de realizar  análisis de las posibilidades del enemigo, de nuestras posibilidades de respuesta y estudios de propagación.

Nuestros especialistas, experimentados en producir señales de radiodifusión, tenían ante sí la paradójica tarea de diseñar o prácticamente inventar, un dispositivo para anular una televisión cuyas características desde el punto de vista técnico, eran por demás desconocidas. A estas complejidades se sumaba el hecho de que todo esto había que hacerlo con el mínimo de recursos, de manera que resultara en esos términos racional y no significara una contradicción con las limitaciones y los esfuerzos que se realizaban para mantener en el aire nuestra propia televisión.

-       ¿Cómo fue posible que nuestros cálculos se acercaran, hasta casi coincidir, con la variante elegida por los estadounidenses?

Fue necesario considerar todas las opciones y variantes técnicas que podían imponernos, debido al alto nivel de secreto mantenido por los norteamericanos, sobre los elementos básicos del proyecto.

Ingenieros y expertos  en diferentes momentos de un trabajo que se caracterizó por su alto rigor científico, fueron ponentes de distintas variantes que ayudaron a frustrar la agresión y preservar la soberanía de la Patria.

No hubo una sola variante que no fuera explorada y cualquier idea, por insólita que pudiera parecer fue examinada. El país fue obligado a prepararse para diversas alternativas,  responder en cualquier canal y en cualquiera de las bandas. Esta circunstancia, naturalmente lo hizo todo más complicado, los norteamericanos aprovecharon todas las ventajas de que dispone el agresor, eligieron el canal, el día y la hora, las variables técnicas, todo con absoluta discreción.

Profesor Francisco Marante Rizo, quien perteneció al Grupo técnico que realizó los estudios para defender el espectro radioeléctrico cubano.

Los técnicos cubanos fueron dilucidando las intenciones del enemigo, y los cálculos se aproximaron hasta casi coincidir con los realizados por los ingenieros norteamericanos. Jamás nuestro país había enfrentado un reto semejante, talento contra talento, los ingenieros cubanos salieron vencedores.

Se hizo una prueba con un transmisor instalado en un lugar alto de La Habana, se ponía una película 15 minutos, y se estudiaba la cobertura en todos los municipios de la capital. Participaron alrededor de 60 personas. También se hicieron estudios en todas las zonas desde Pinar del Río hasta Matanzas, para definir dónde instalar los equipos de interferencia y sus características técnicas.

En el momento en que estaban identificadas las cuatro opciones posibles, se llegó a la conclusión, a través de rigurosos estudios y análisis científicos, que la variante más probable era el globo aerostático, pues era la alternativa que podía poner mayor nivel de señal en Cuba.

Se investigó todo sobre el funcionamiento de estos artefactos y así descubrieron una señal que al batirse con la señal original en un punto determinado del espectro, producía un efecto que rompía el sincronismo, destruía la información, y la imagen no se veía.

Posteriormente, se diseñaron y fabricaron los equipos de interferencia, se realizaron los trabajos de instalación y montaje en los puntos definidos con la cooperación de varias empresas del Ministerio de Comunicaciones.

Los ingenieros Julio Ortega, Elio Borges y Sócrates Rojas  (de derecha a izquierda), participaron directamente en el enfrentamiento a la tele agresión.

El día en que salió por primera vez la señal enemiga,  fue detectada en el centro de monitoreo y exploración, y desde el puesto de mando se dio la señal para conectar los equipos de interferencia,  todo esto se realizaba  por voz vía radio en forma cifrada. Por cierto, comenzaron transmitiendo de 3:30 a 6:00 am, porque era el horario en que los transmisores cubanos estaban apagados.

Día tras día,  durante las 24 horas,  se mantenía un hombre en cada punto o instalación  esperando por la señal emitida desde el puesto de mando  para conectar los equipos de interferencia.

Los técnicos del Ministerio de Comunicaciones desarrollaron entonces  un equipo al que llamaron  de forma muy jocosa “Libertador”  por aquello de liberar a los compañeros que se encontraban en los puntos y se bautizó  con el nombre de Bolívar.  De esta forma se logró que de forma automática vía radio se conectaran los equipos de los puntos.

En materia de inversiones, se han calculado los costos en una relación aproximada de uno a mil. Es decir, por cada millón gastado por los norteamericanos en la teleagresión, Cuba invirtió mil dólares. Muchos trabajos se realizaron recuperando equipos, otros fueron diseñados multipropósito y los gastos de proyectos y salarios fueron mínimos.

En los primeros momentos, como ya expliqué,  la gestión de interferencia se realizó en condiciones de campaña. Después, cuando se conoció todos los parámetros de funcionamiento de la señal enemiga, la interferencia se hacía en régimen automático, disminuyendo significativamente los costos de mantenimiento, energía y operación.

El 20 de noviembre de 1997 surge una nueva escalada del enemigo al comenzar sus transmisiones en la banda de UHF y nuevamente  se dio una respuesta contundente al evitar en pocos minutos la penetración de la señal enemiga,  en esta oportunidad también con una nueva técnica desarrollada por el Ministerio de Comunicaciones. Cambiaron en varias oportunidades de canal con el objetivo de sorprendernos,  siendo en vano dicho propósito.

El  20 de mayo de 2002  el enemigo intentó de nuevo sorprendernos y cambió el horario de transmisión para uno de mayor teleaudiencia,  de 03.30 – 06.00   a  18.00 –  22.30; pero se quedaron en el intento, los especialistas y técnicos siempre atentos en la primera línea de combate, no permitieron que se recibiera ni un minuto la señal.

-       ¿Y desde el punto de vista mediático qué medidas se adoptaron?

-       Se hizo una gran campaña internacional y nacional, casi al nivel del bloqueo. Se realizaron debates en los centros laborales y estudiantiles; con extranjeros que visitaban el país.

Funcionarios cubanos visitaron Estados Unidos y se reunieron con directivos y periodistas de medios de prensa de ese país, les explicaron las consecuencias que provocaría las transmisiones de televisión contra Cuba.

En ocasión de la visita de Mijail Gorbachov a Cuba en abril de 1989, varias televisoras estadounidenses que cubrieron este acontecimiento, recibieron información sobre el proyecto de televisión anticubano sus implicaciones para la soberanía nacional  y el espectro radioeléctrico de Cuba. Participaron los periodistas Dan Rather de CBS, Tom Brokan de NBC y Peter Jennins de ABC, entre otros.

En los Juegos Panamericanos celebrados en La Habana en agosto de 1991, también se les explicó a las cadenas de televisión de EE.UU. que vinieron a cubrir el evento.

Se hicieron grupos de trabajo para recorrer con la prensa extranjera las provincias desde Pinar del Río hasta Matanzas, con el objetivo de demostrarles que TV Martí no se veía y demostrar que Cuba había ganado el enfrentamiento.

La juventud cubana debe conocer que el proyecto de TV Martí puso muy tensas las relaciones con EE.UU, hubo amenazas de bombardear los punto de interferencia y se llevaron a cabo actos de guerra, cuando en agosto de 2004 comenzaron a transmitir desde una aeronave militar del tipo EC-130, perteneciente al Comando Solo de una Unidad de Guerra Psicológica de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, señal que por demás, también fue interferida.

Editorial del 29 de marzo de 1990 en el periódico Granma: “Talento contra talento nuestros profesionales enfrentaron con decoro el desafío y por esta vez sus antagonistas de la General Electric, la NASA y el ejército de Estados Unidos, comprometidos en esta aventura, mordieron el polvo. Son hechos, y ellos revelan que la CUJAE puede emular ventajosamente con Harvard o Massachussets”.

 

 

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4 Responses to La efeméride desconocida: Cuando Cuba humilló tecnológicamente a Estados Unidos (II). Por Omar Pérez Salomón

  1. el contribuyente norteamericano será conciente del mal uso que hace el gobierno de EEUU del dinero de los impuestos; dinero que podría ser usado en mejorar el sistema de atención médica en ese país.

     
  2. sergioCanal. says:

    se esta exagerando el grado de “enfrentamiento tecnologico”, la senal a interferir era bien conocida (senal de video en la banda VHF, canales 2 – 13), debido a que los receptores cubanos eran de la norma NTSC americana que ya existia antes de 1959 por lo tanto los americanos tendrian que trabajar en esa norma. Es bien sabido que esa senal es muy debil a las interferencias de sincronismo ya sea horizontal o vertical haciendo que al receptor le es imposible mostrar una senal coherente con lo enviado por el transmisor. los ingenieros cubanos no fueron para nada creativos, existian desde hace mucho tiempo las maneras de interferir senales de television, los alemanes comunistas lo hacian consttantemente con las senales enviadas desde la republica federal alemana, interferir a television marti fue una tarea sencilla, mas bien la meta era lograr que no se viese en ningun lugar del territorio nacional, pero eso es un estudio de cobertura dada las caracteristicas del transmisor a comprar. el problema era mas bien sencillo, no lo complejo que quieren presentar aqui.
    lo extrano es como aparecieron recursos a gastar en el momento en que cuba entraba en una profunda crisis economica y eera el deseo expreso del gobierno cubano no permitirle al pueblo ver informacion de otros proveedores como ha hecho desde 1959 donde toda informacion no controlada por el gobierno le es prohibida al pueblo.

     
  3. Omar Pérez Salomón says:

    Sergio, usted ha minimizado a tal grado la labor de los ingenieros y técnicos cubanos que participaron en el tape de la TV Martí, que me hizo recordar el cuento del huevo de Cristóbal Colón.
    En 30 años de existencia de esta operación anticubana, jamás conocí un comentario u opinión de especialista alguno que afirmara que fue fácil interferir la TV Martí. Para ser exacto, solo una persona – Hubert Matos (hijo) – que para buscar financiamiento para un proyecto de emitir televisión hacia Cuba desde un barco, dijo lo mismo.
    Ni los profesionales y especialistas estadounidenses lo hicieron, al contrario siempre quedaron sorprendidos. No solo se interfirió la señal en VHF, sino que cuando comenzaron a transmitir en UHF en 1997 también se interfirió, y los yanquis nunca entendieron cómo los cubanos eran capaces de lograrlo. Cambiaron de canal en UHF y transmitieron desde un avión y el resultado fue el mismo. No sabían que se había diseñado un equipo con telecomando que permitía interferir hasta 6 canales automáticamente.
    Para construir los equipos de interferencia hubo que fabricar componentes electrónicos que hoy algunas compañías no los venden; pero en aquella época no.
    La norma NTSC tiene implícita que un desplazamiento de la señal de + (-)10, 20 ó 30 khz reduce la interferencia aún cuando los equipos estén en la misma frecuencia.
    Respeto sus opiniones, teniendo en cuenta que de seguro es un profesional conocedor de esta materia, pero después de 30 años es muy fácil llegar a la conclusión que estamos exagerando el grado de enfrentamiento tecnológico con los vecinos del norte. Le aseguro que en aquellos momentos no fue tan sencillo.
    Saludos.

     
  4. Antonio Nelliug Otein says:

    Hay que ser muy ingenuo o tener otra pretención para intentar minimizar el reto tecnológico que vencieron los ingenieros cubanos.

    ¿A caso los yankis pondrían en marcha tal mega proyecto si realmente hubiera sido conocido y tan facil interferir la señal?

    Supongamos, tan solo por un instante, que los yankis no se habían percatado de tal posibilidad. En tal caso, serían tan incapaces como para continuar intentándolo por tantos años?

    No lo creo! Tantos años de insistencia prueban que estaban seguros de que había una manera de que la mal llamada “TV Martí” se viera en la isla.

    Sin dudas fue un verdadero reto y los años de insistencia, que seguramente dedicaron a poner en práctica disímiles variantes, la prueba de que confiaban en que sería posible.

     

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