El juicio en la era de Trump. Por Pedro Pablo Gómez

 

A través de la historia de la aplicación de la justicia en los Estados Unidos de América han ocurrido disímiles ejemplos de errores que han marcado a este país como poseedor de un record de injusticias a nivel mundial. Ahora en el actual gobierno de Donald Trump todo indica que aparte de sus bufonescas y estereotipadas declaraciones y decisiones, sus intereses y compromisos particulares juegan un papel primordial en como se aplica la ‘’justicia’’ actualmente.

En días recientes se desarrolló el dilatado juicio contra el senador de origen cubano, Bob Menéndez, conocido por sus extremas posiciones contra el gobierno revolucionario de Cuba, el cual enfrentaba nada menos que doce causas federales de la fiscalía estadounidense por el haber recibido ‘’aportes’’ económicos para sus campañas políticas, regalos costosos y vacaciones pagadas por su amigo y empresario Salomón Melgen, procesado por fraudes, violación del fisco y prácticas corruptoras.

No por pura casualidad la noticia del resultado del juicio fue casi silenciado por la gran prensa norteamericana y colgada dentro del tandem  de informaciones de una cadena informativa. Así se conoció que el juez William Walls declaró nulo el juicio al no haber un fallo unánime del jurado seleccionado para dictaminar si era culpable o inocente el senador de marras, según la información 10 de los jurados lo exoneraban totalmente de los cargos presentados y sólo dos de ellos mantuvieron la decisión de condenarlo por sus probados actos ilegales, de ahí la justificación de juez para su veredicto, sin haberse recurrido en apelación por parte de la fiscalía hasta el momento actual, por tanto el señor Menéndez quedó libre de pecado.

El hecho en sí mismo podría quedar en el olvido dentro de un caso más de la ‘’justicia americana’’, si no se conociera la trama existente entre el actual presidente de los EEUU, y los representantes de conocido lobby anticubano en el Congreso conformado por los agresivos contrarrevolucionarios  Marco Rubio, Mario Díaz Balart, Ileana Ross y otros de menor tallaje, asociados a Menéndez en su accionar por tratar de eliminar  a la Revolución Cubana a costa de sus posiciones complacientes a favor de Trump, para lograr el endurecimiento de las medidas que este toma contra la isla, en contra  de los intereses que abogan por mantener una relación estable y de respeto mutuo.

La sombra de la manipulación política en el resultado del juicio al senador Menéndez no sería nada extraño en el mundo de Trump plagado de desmanes y errores políticos y mentiras en el poco tiempo en que ha ejercido la presidencia del país mas poderoso del hemisferio occidental. En realidad para mi queda claro que ‘’verde con puntas es guanábana’’.

 

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3 Responses to El juicio en la era de Trump. Por Pedro Pablo Gómez

  1. Liborio Guaso says:

    Lo que se esperaba. Es algo totalmente normal.
    Por lo que vemos y vivimos, ni la corrupcion por amor al dinero ( mucho menos si es dinero publico) o utilizar el dinero sucio para gozar del vacilon con hembras buenas mozas, nada de eso tiene alguna implicacion etica o moral.
    Por el momento la actual lista de los casos de denuncias por perversion sexual entre lo mas selecto de la sociedad crece y crece. Se dice que representan solo un 0.01 por ciento de los casos de mujeres ofendidas que se atreven a enfrentar un escandalo que puede destruir el resto de sus vidas.
    Por supuesto las que prefirieron el estrellato a la decencia callan.

     
  2. Pingback: El juicio en la era de Trump. Por Pedro Pablo Gómez | argencuba

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