Cuba Posible: ¿Habemus Partido? Por Carlos Luque Zayas Bazán

 

A los que nos piden que nos fragmentemos en mil pedazos, les decimos: ¡No!

A los que nos piden que tengamos 25 partidos, les decimos: ¡No!

A los que nos piden que tengamos dos partidos les decimos: ¡No, porque con este es suficiente; este basta y es el que garantiza la unión, el futuro, la independencia de nuestro país!

Fidel Castro. Informe Central al Primer Congreso del PCC, 17 de diciembre de 1975

En un reciente manifiesto, el director de CP ratifica lo que se veía venir. Que no es comunista no resulta una confirmación demasiado inesperada. La noticia, – y tampoco sorpresiva, porque está sugerida tibiamente desde sus inicios-, es la voluntad de, cuando sea necesario y posible, formar un partido. Dicho así: “cuando sea pertinente y posible, será indispensable proponerse, además, la constitución de una agrupación política programática, sin la cual no serían factibles tales propósitos”. ¿Y un partido que se supone sería “autónomo”, no socialista y desideologizado?

Y se supone que autónomo porque para el director de CP son muchos los cubanos, digamos, los trabajadores que  discuten y proponen ideas o conceptos cuando examinan las políticas gubernamentales, o cuando acuden a las elecciones y seleccionan en el barrio a sus representantes, los que no somos ciudadanos autónomos. Quizás es que considera autónomo al no comunista, como ahora con claridad se autodefine, que pudiera formar un partido, – como ahora se anuncia -, y proponer sus candidatos, hacer campañas de promesas, y disputar el poder político.

Pero es que si como “laboratorio de ideas” CP nació con una muy discutible autonomía, visto que sus eventos, publicaciones, viajes y estancias en el extranjero son financiados por gobiernos europeos o el padrinaje de la Open Society del megamillonario y especulador Soros, entre otros, la pregunta sería cómo piensan presentarse con esa añorada independencia, ya como partido político, y ante un pueblo como el cubano. Ese es un tema que en su manifiesto de ahora continúa evadiendo el director de CP, ni menciona siquiera, y sobre el que un forista justamente le pregunta en su sitio digital. Pero no esperemos en vano: el asunto tal parece que no será tratado porque la suerte está echada, y la pretensión de formar un partido político era uno de los capítulos futuros de una crónica anunciada (pero muy disimulada al principio) desde la misma rápida aparición del “laboratorio”, cuando, con los restos sobrantes y todavía tibios de su labor en Espacio Laical, celebraron, casi al día siguiente, ya  listo el nacimiento de la nueva entidad que ahora podría devenir en un partido político, dicho con una cuidadosa perífrasis.

Resulta cuando menos asombroso que se intente demeritar a los que no estamos de acuerdo con que se discutan nuestros asuntos en sillones de Washington, acusándonos de pretender ser dueños de la verdad. No ha sido el caso, sino cuando existe una verdad evidente: que no es con la compañía de que se rodea CP con quienes aceptamos construir Patria, ni Revolución, ni mucho menos el Socialismo, pero muchísimo menos aceptar en nuestro suelo un partido que dispute el poder político con más respaldo fuera que dentro del país.  Y aun cuando ya no existiera un auspicio extranjero, (algo quimérico en estos tiempos de revoluciones y primaveras de variopintos y engañosos arcoíris), no es con un partido no comunista con quien la inmensa mayoría de los cubanos hemos defendido y avalado seguir nuestro destino.

El socialismo, – y el comunismo cuando pueda ser -, no es un accidente prescindible en la formación de la nación cubana. Es algo que nos rebasa, que va más allá de los límites insulares: es una necesidad perentoria y cada vez más urgente de la humanidad doliente toda. Quien se levanta hoy en Cuba contra ella, no se levanta sólo contra Cuba. Cuba, la Casa Socialista, se edifica, y cuando ha sido apoyada con cubanos y no cubanos que residan o no en Cuba, ha preferido las magras monedillas de los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso, no los auspicios de embajadas extranjeras, no los dineros interesados de los millonarios que como Roma, siempre secretamente desprecian a los que logran comprar. Con millonarios, es preciso hacer “negocios” hoy, porque así está injusta y criminalmente regido el mundo económico actual, ese que el socialismo lucha por cambiar. Pero con ellos, y mucho menos los del tipo Soros, no se hace Patria. Cuba ya definió la argamasa socialista de los cimientos de su Casa, y sólo no aceptaría la gestión política ni la “pluralidad” de los que sean incorregiblemente contrarrevolucionarios, porque hoy una política contrarrevolucionaria no socialista atentaría contra la Patria misma. Si los que han apoyado y financiado a Cuba Posible, nunca aceptan – y aplastan – de manera unánime toda pluralidad que consideran los  amenaza, toda democracia que no sea la que conciben, y lo hacen tanto en su seno como allende sus mares, ¿por qué hemos de aceptar nosotros una pluralidad donde regalemos la oportunidad de anidar y medrar sus intereses mediante todos los mecanismos de injerencia cultural e ideológica que hoy harto conocemos?

Y es tristemente paradójico, porque quienes acusan de inquisidores y doctrinarios, y de extremistas dueños de verdades a otros, demarcan los mojones y los hitos de un territorio de ideas  donde sólo entronizan su verdad, por más que hablen de consensos y diálogos: resulta que “los cambios necesarios para desarrollar el país y hacer evolucionar el bienestar de la sociedad cubana” son sólo alcanzables mediante sus propuestas, es decir, aquellas que surgieran de “un desarrollo inclusivo de la pluralidad ideo-política del país”. ¿De cuál verdad revelada creen ser los dueños? ¿Es la pluralidad ideo-política consensuada con entes extraños al país, y no socialistas, la que nos proponen?

Y como ya eso se les hace evidente, ahora se sugiere la futura formación de un partido político programático. No quiero ser conspiranoico,  pero en los últimos meses varios miembros o colaboradores de CP vienen haciendo profesión de fe, declarando sus afinidades electivas.  Cuando uno sugiere más activismo político aquí, el otro desde allá alerta que eso no es bueno, no es aconsejable, que no deben inmiscuirse con el perfil y las funciones de un partido político en los asuntos cubanos, sino sólo con las aparentemente asépticas propuestas académicas para  “fortalecer a la sociedad civil”, levantando el fantasma de un estado enemigo, siguiendo una moda intelectual tan preciada por los enemigos del socialismo y el marxismo. Y sin embargo, se mueve. Hay quien no oye, en su impaciencia, aquellos “prudentes” consejos.

En Venezuela, los que acusan a la Revolución Bolivariana de la causa y el origen de todos los males, se asocian a los verdaderos enemigos de Nuestra América, de la humanidad, y hasta piden sanciones e intervenciones. Cuando, y cuanto menos piden, aspiran a que los recursos venezolanos vuelvan a las manos de las oligarquías nacionales e internacionales, porque seguramente así, entregándose a la “normalidad” del mundo y el mercado capitalista,  “harían evolucionar nuevamente el bienestar del país”. Existen evidentes diferencias y distancias entre aquellos y estos. No quisiera ser gratuita ni innecesariamente injusto. Pero cuando leo que alguien afirma que “la incapacidad de generar desarrollo” se puede poner en la cuenta de las revoluciones, ni mucho menos de la cubana, descubro una subterránea correspondencia entre aquellas actitudes y las de aquellos que, teniendo ante sus ojos la historia toda de la humanidad, y los sucesos diarios de los tiempos que corren, son capaces de tener una mirada de tan mísera dimensión, que culpen a las revoluciones, o al socialismo y al comunismo, de las dificultades, sin mencionar siquiera los formidables y criminales obstáculos que levantan los asedios oligárquicos a todo intento de liberación humana. Y ni aun se refieren a esas causas, poniéndose así francamente al servicio de los enemigos de las más caras aspiraciones simplemente humanas, si queremos, y resultara posible, hablar sin ideologías. Pero se comprende muy bien que le suceda a quien no sea capaz de captar y aceptar la profunda justeza y la necesidad  del comunismo y, en cambio, y además, se asocie, reciba sus auspicios y se haga acompañar por los aparentes amigos de la democracia, sus verdaderos enemigos.

Quizás la base de la endeblez de la propuesta directora de CP para Cuba esté en lo que admite con respecto a su personal no ideología: quien afirma que no tiene ninguna, puede y debe ser respetado en su derecho a una imposible ilusión, una ardua y quizás angustiosa aspiración a intentar despojarse de lo inevitable. Pero si le niega la legitimidad a la Revolución Cubana, no se puede esperar que admitamos lo que a las alturas de este siglo es incuestionable, a saber, que siempre los hombres tenemos un corpus ideológico que guía nuestras opciones y nuestras acciones. Hace rato que la suerte está echada y estamos bien advertidos sobre las poderosas fuerzas externas e internas que se han de vencer en el arduo camino de las revoluciones.

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9 Responses to Cuba Posible: ¿Habemus Partido? Por Carlos Luque Zayas Bazán

  1. Ni siquiera el procedimiento de trump (con miníscula) sigue Cuba Posible. De milagro no se pronuncian en su contra para “tapar la jugada” como se dice en buen cubano. Seguirán tratando de “meter cabeza” como hacen las Damas de Blanco. Ya desprestigiados y desenmascarados ¿qué quieren ahora, que los vistan y los pinten y los presenten como payazos del viejo titiritero? Ya eso está viejo… Las personas debían saber cuándo es el momento de retirarse de la estupidez y no seguir apostando a la insalubridad del mundo. Claro, los entendemos, si no se sabe trabajar en otra cosa, de algún lugar hay que sacar el dinero para vivir.

     
  2. yunier says:

    Excelente artículo, Cuba no necesita más partidos políticos, para desarrollarse, nuestro PARTIDO COMUNISTA DE CUBA, ha trazado la estrategia de desarrollo. La cual dewfendemos la mayoría de los cubanos, porque por encima de todos es inclusiva, nos tiene en cuenta a todos, vela y se preocupa por la prósperidad y el bienestar de todos los cubanos, no de una clase, partido político o grupo oligarquico. El partido que podría nacer (podrido) de Cuba Posible, financiada por organizaciones extranjeras, con ideas y propustas fracasadas en uno de otro lugar de nuestro planeta, donde la divición en múltiples partidos, permite a una minoría rica y dominante, mantener explotado y sin esperanza a miles de mmillones en todo el mundo.
    Más partidos políticos¿?
    No, gracias ya lo resolveremos, los cubanos, con nuetro PARTIDO COMUNISTA al frente, que nunca nos ha vendido, nunca nos ha fallado.
    No está fácil la tarea y el enemigo se empeña en hacerla más dificil, pero como siempre saldremos victoriosos, tenemos el legado de nuestros mártires, el ejemplo de nuestro invicto comandante Fidel Castro.

     
  3. Orlando says:

    He aquí la declaración o manifiesto -23 de agosto de 2017- que cierra un círculo de diagnósticos, propuestas y posibles soluciones. Hasta de un debate, que debemos proseguir con respeto y ética, pero sabiendo que los señores de ‘Cuba Posible’ sehan definido aún más, considero definitoriamente.

    El centrismo se fue por el tragante, no queda nada de él. Ya no existe columpismo político ni canchumbambé ideológico, sino pura conversión, travestismo ideopolítico, una marcha atrás civilizatoria y cultural, sin probabilidad de emancipación humana. Aunque sigan hablando y escribiendo de igualdad, equidad, fraternidad, libertad, solidaridad. Como posmodernistas de último momento se han quedado anclados en un pasado que no puede repetirse a pesar de la falta de contextualidad, el esfuerzo seudotéorico y “político”, las lecturas manipuladas,etc.

    Los directivos de ‘Cuba Posible’, en la pluma de Roberto veiga, no son comunistas -ya existía una declaración abigarrada de sus pertenencias desde la época de “Espacio Laical”, que demostraba que eran pura entelequia, y que conste, eso no es diversidad social ni política-, tampoco socialistas, y me imagino que no abracen la socialdemocracia en su lado más noble (al contrario). Estos son liberales de la peor especie, muy rancio.

    La plataforma de prensa, toda una plataforma política de oposición -¡vaya por eso la declararon leal, legal, etc.!- a nuestro sistema sociopolítico y socioeconómico en transición socialista, rumbo al comunismo. Es lucha de clases, ni conciliación, ni reformismo, ni deliberación. Nos quieren arrastrar al fraccionalismo, la escisión y la división.

    La pluralidad se convirtió en pluripartidismo, que significa segmentación, atomización interna. Es el ataque a la historia de la nación cubana -a lo mejor de sus tradiciones históricas, polìticas y culturales- al legado del proceso revolucionario y a las ideas de José Martí y Fidel Castro.

    Simplemente, se jodió Cuba Posible.

     
  4. Liborio Guaso says:

    Para forjar una nación no es necesario tener dos partidos para fajarse como perros y gatos cuando lo que se persigue es el bienestar social y no los intereses personales. Con la pelea gato-perro lo que resulta es convertir el servicio publico en un botín personal que podrá ser fácilmente incrementado o sustituido vendiendo los intereses de la sociedad. Es el camino de convertir el gobernar en un negocio muy conveniente para anidar una corrupción casi legal.
    En ocasiones los casos que se toman como buenos ejemplos en realidad son solo una muestra de todo lo malo que encierra la competencia dirigida al beneficio propio o de un grupo, que convierte el escenario civico en un casino donde las decisiones dependen mas del margen del riesgos-ganancias para los jugadores que de una verdadera intención de beneficio publico.
    En realidad el sacrificio del servicio publico lo haría indeseable sin la posibilidad de enriquecerse mediante el robo de los fondos públicos o maniobrando en forma complaciente hacia donde corre dinero. Hoy la política es una carrera provechosa porque con ella se puede hacer mucho dinero y como muestra los escándalos se suceden uno tras otro.
    Siempre se pone de ejemplo la democracia partidaria estadounidense, olvidando que ha dado origen a las celebres frases “ los politicos nunca cumplen lo que prometen “ y “ los politicos siempre se roban todo lo que pueden “. Eso demuestra la esencia del sistema. No nos dejemos engañar, con esas bases bien se pudiera cobijar un grupo de bribones, pero nunca se podria edificar una nación.

     
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  6. Luis Sánchez leirs says:

    Cuando la clase media Norteamericana,se percate de que su bienestar está en consonancia con el robo,la opresión y el genocidio,que sus gobiernos ejercen sobre los pueblos del mundo; que sus dólares están manchados de sangre; se habrá dado un paso enorme,para la implantación del socialismo

     
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  8. Juan Carlos Corcho Vergara says:

    El mejor antídoto, contra toda manifestación pro capitalista, entreguista, anexionista o pro imperialista, es el fortalecimiento, ideológico, moral, real , objetivo y palpable, contra todo intento o coqueteo con el imperio, más socialismo ,mas ética, mas cultura, más control, más regulación, más eficiencia, cero dobles discursos, látigo a la socarronería política, mas intercambio con las bases , mayor fortalecimiento ético de las instituciones, mayor rigor de las leyes socialista, mayor castigo a los burócratas simuladores y corruptos. Cuba es y debe seguir siendo el modelo alternativo a la barbarie, pero no debemos ni podemos permitir que nazcan y mucho menos se desarrollen bolsones o manifestaciones capitalistas de cualquier índole,ya sea en lo ético, en lo moral , o en lo económico, es la manera más eficiente de dejar sin argumentos y sin sentidos a quienes ingenua o conscientemente sueñan o intentan cambiarle el rumbo a nuestro proyecto socialista.

     

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