"Centrismo" y "Tercera vía", ¿sólo etiquetas? Por Iroel Sánchez

 

Un artículo del historiador Elier Ramírez Cañedo titulado “Centrismo y tercera vía en Cuba” ha despertado variadas reacciones. Pero a veces ilustra, o complementa un poco, dar la palabra a los protagonistas, algunos de los cuales Raúl Antonio Capote ha señalado con nombres y apelidos en su artículo “Tercera opción en Cuba: El drama de los equilibristas”  y otros han recibido una descripción bastante elocuente: 

“un conocido profesor universitario, hoy devenido además en “reformador constitucional”, “propulsor” de cambios constitucionales, etc., incluso de una nueva Constitución”

https://www.facebook.com/razonesdecuba/videos/1456792097711312/

Hay quien arguye que “centrismo” es una etiqueta, una creación artificial. Sin embargo los delata el lenguaje equidistante de quienes citan a Gramsci pero niegan lo que este afirmaba cuando decía “vivir quiere decir tomar partido”, o peor, creen que no es evidente el partido que toman: 

“Otro aspecto que, según muchos, parece interponerse en el camino de las negociaciones es el de Alan Gross, el contratista norteamericano preso en Cuba por ejecutar acciones no permitidas por las leyes, y los tres cubanos que cumplen sanciones severas en Estados Unidos por trabajar para entidades de la seguridad cubana.” (“Cuba Posible: pensar el futuro de la Isla (II), en OnCuba Magazine, 11 de noviembre de 2014)

Para los centristas, Alan Gross era “el contratista norteamericano preso en Cuba por ejecutar acciones no permitidas por las leyes” -se puede interpretar que se llevó una luz roja o un cartel de “Pare” y no que trabajaba para las políticas subversivas de Estados Unidos  contra Cuba -, sin embargo nuestros héroes cumplían “sanciones severas” -nunca injustas- “por trabajar para entidades de la seguridad cubana”.

O este otro equidistante ejemplo, firmado por la persona que en 2011, a través de la influyente New America Foundation  (NAF) -la mayor beneficiaria de fondos de la USAID en sus programas de “promoción de la democracia en Cuba”- intentaba responder “¿De qué manera estas tendencias -se relacionan con los intereses estratégicos de la política norteamericana y su objetivo declarado de promover una transición pacífica a una Cuba democrática y orientada al mercado?”. Con “tendencias” se refiere, en sus palabras para la NAF, a “la liberalización política y el surgimiento de una Cuba más abierta hacia el mundo exterior”. Decía el colaborador de la NAF:    

“La política del embargo es una política imperial porque pretende imponer a través de la coerción el tipo de gobierno que a ellos les gustaría en Cuba, con las políticas que a ellos les gustarían desde Cuba. Es posible que esa política sea suplantada por una política de proyección hegemónica que lo que procura es persuadir al otro actor, a partir de dinámicas de información, dinámicas de incentivos, de que es mejor, para el actor más débil, adoptar cambios que lo hagan caber o entrar en un rompecabezas mayor donde predomina el liderazgo norteamericano.

“Esto es algo que Cuba no parece aceptar y eso ya es un conflicto de Cuba no solo con Estados Unidos sino con un sistema internacional donde la primacía norteamericana es una realidad. El actual sistema político cubano y la dirección cubana no se sienten cómodos con el mundo de esa manera y hacen todo lo posible por cambiarlo. ¿Es posible que Cuba modere esa manera de ser? Yo creo que sí. ¿Es posible que Estados Unidos asuma la búsqueda de sus mismos objetivos por un método más persuasivo y menos coercitivo?”. (Arturo López-Levy: “En la medida en que la reforma económica cubana abra los apetitos empresariales, el lobby pro embargo tiene que retroceder”, Progreso Semanal, 14 de Marzo, 2014)

Hay “un conflicto de Cuba no solo con Estados Unidos sino con un sistema internacional donde la primacía norteamericana es una realidad” y la causa es es que “el actual sistema político cubano y la dirección cubana no se sienten cómodos con el mundo de esa manera y hacen todo lo posible por cambiarlo”. Para el ideólogo de la NAF Cuba debe moderarse en su manera de ser pero EEUU no, Washington sólo debe perseguir los mismos objetivos de modo distinto, recomendación que Obama puso en marcha a partir de 2014. Para entender por qué, hay que leer la definición de la New América Foundation que dio Julian Assange a Ignacio Ramonet: 

La New America Foundation, por ejemplo, en Washington, ¿quién la financia? La respuesta es: Eric Schmidt personalmente, y Google como compañía, y el Departamento de Estado, y Radio Free Asia, y varias entidades más, pero las que he mencionado son las principales patrocinadoras. Y su directora general, Anne-Marie Slaughter, había trabajado anteriormente como asesora muy cercana a Hillary Clinton en el Departamento de Estado, y sigue siendo una asesora actual del Departamento de Estado. Y es profesora en Princeton, al mismo tiempo. Por lo tanto, aquí los tenemos a todos juntos: Eric Schmidt como individuo, Google como compañía, el Departamento de Estado como parte del Ejecutivo de EE.UU. Igual ocurre con Radio Free Asia, y con el mundo académico representado, en parte, por Anne-Marie Slaughter.” (Ramonet entrevista a Assange: “Google nos espía e informa a EEUU”,  Cubadebate, Noviembre de 2014)

Lo mismo sucede con el término “Tercera vía”, otra “etiqueta inventada”. Un llamado a Miami, publicado en El Nuevo Herald  el 21 de marzo con el títuloMiami, La Habana, Europa: hoja de ruta” desde la “socialista” Fundación Alternativas -vinculada al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y con el ex jefe del gobierno ibérico Felipe González y el ex Ministro de Cultura y luego Exteriores, además de ex Secretario General de la OTAN, y fundador de la revista Encuentro de la cultura cubana, Javier Solana, en su nómina– arroja algunas luces y explica cómo sincronizar la estrategia hacia La Habana entre Europa y EE.UU., buscando una “tercera vía” para influir en Cuba:

“En este proceso, tan malo sería ir muy deprisa como muy despacio; tan malo sería focalizar exclusivamente en los avances económicos, como exclusivamente en los políticos. No hay que saltarse ningún paso. Asimismo, es preciso sincronizar la sociedad de dentro, con la de fuera –la diáspora de Miami. Ello exige un cambio en la estrategia de aproximación. Las dos vías ensayadas hasta ahora por españoles y europeos no han funcionado. Una era la vía “oficialista” de contactos con el régimen, con limitaciones obvias. La otra vía era el contacto con unos disidentes que no han contado con un respaldo significativo en la isla, y que a menudo han maniobrado, o bien aisladamente, o bien torpemente, siempre bajo la sospecha de la financiación “subversiva” de Miami (las Damas de Blanco, por ejemplo).

“Precisamente la tercera vía que Europa y EEUU deberían poner encima de la mesa negociadora, el núcleo del deal, no son grandes exigencias a priori en libertades y pluralismo político por parte del régimen cubano –pues eso ha de llegar en el proceso negociador– sino tener pleno acceso a la incipiente sociedad civil, tanto la “opositora” como la “no opositora” y la aún “no posicionada”, fortaleciendo sus bases económicas y favoreciendo su movilidad interna y exterior, mientras se va cimentando progresivamente una clase media.”

(…)

“En Europa, países como la República Checa, Polonia, Suecia o Finlandia, van dejando atrás sus reticencias, mientras se confirma el giro de Francia o Alemania. España y Europa pueden resultar útiles también como escenarios de encuentros orientados a la reconciliación y al desarrollo, en un proceso transparente, y con el conocimiento de las autoridades cubanas. Por ejemplo, recientemente, grupos de opositores cubanos se reunían en Madrid en torno a la articulación de un consenso mínimo que incluye movimientos políticos, ley de asociaciones, ley electoral o Cuba 3.0. (Internet).”

Cualquier semejanza de ese “consenso mínimo” con el programa tercerista ratificado a propósito de los anuncios anticubanos de Donald Trump por quienes antes hacían equilibrios entre Alan Gross y Los Cinco, ¿es casualidad? 

Knut Fleckenstein, vocero internacional de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, ha dicho sobre la política de la socialdemocracia europea  hacia Cuba después de las declaraciones de Trump en el teatro Artime de Miami: 

“Nuestros esfuerzos por respaldar a los cubanos comienzan sabiendo que en Cuba no se respetan los derechos humanos. Y la única forma de que los cubanos logren lo que quieren es dialogar con su Gobierno y no dejar sola a la sociedad civil.

(…)

“Primero: que las ganancias del turismo no vayan a parar a los consorcios estatales, sino que sean utilizadas para apoyar a todos los pequeños empresarios que abren sus negocios y aportan a la formación de una economía. Segundo: el intercambio comercial debe ser atractivo para ambas partes. Tercero: sin reformas básicas hacia una democratización las relaciones no pueden funcionar a largo plazo.”

En el evento sobre “Cuba y sus desafíos actuales” realizado por Cuba Posible en  la sede neoyorkina de la Open Society Foundation del multimillonario,  el Señor Uwe Optenhogel, director de la Oficina de la Fundación Friedrich Ebert de la socialdemocracia alemana en Bruselas, coordinó un panel en que hizo las preguntas a los panelistas, otorgó la palabra y también opinó, destacando, y ofreciendo para Cuba, su “experiencia asistiendo a algunas sociedades en transición”  según su propia expresión. Aunque el Señor Optenhogel con esas palabras se refería explícitamente a la “asistencia” de su organización en las transiciones al capitalismo de los países de Europa del Este -que como ha documentado la académica británica Emily Morris no se pueden calificar de exitosas y mucho menos ejemplares para Cuba-, no mencionó el papel de la Fundación Friedrich Ebert en “algunas sociedades en transición” sobre el que el ex agente de la CIA Philip Agee declaró en marzo de 1987 en una entrevista a la revista Zona Cero, citada por Alfredo Grimaldos en la página 150 de su libro de 2006 La CIA en España y publicado en Cuba en 2007:

“Dentro del Programa Democracia, elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la Friedrich Ebert Stiftung, del Partido Socialdemócrata, y la Konrad Adenauer Stiftung, de los democristianos. Estas fundaciones habían sido establecidas por los partidos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de ‘construcción de la democracia’, tras la Segunda Guerra Mundial. Después, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a los partidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevos canales para el dinero de la CIA. Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total… Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación), del SPD, fascina a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después… En Portugal, por ejemplo, cuando el régimen de Salazar, que había durado cincuenta años, fue derrocado en 1974, el Partido Socialista completo apenas habría bastado para una partida de póker y se localizaba en París, sin seguidores en Portugal. Pero con más de 10 millones de dólares de la Ebert Stiftung, y algunas otras remesas de la CIA, el Partido Socialista Portugués creció rápidamente y en poco tiempo se convirtió en el partido gobernante.”

En la página 152 de su libro, Alfredo Grimaldos cita a Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Madrid y proveniente del sector histórico del PSOE, que “deja desalentado la militancia” en 1979 declarando a la revista Tricolor:

“el PSOE va donde diga la CIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag alemán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPD recibe dinero directamente de la CIA”

Un artículo de Agee publicado en el número de verano-otoño de 2003 de Socialism and Democracy titulado “Terrorism and Civil Society as Instruments of U.S. Policy in Cuba”, y traducido por el sitio La Haine dice:  

“Los éxitos de los movimientos revolucionarios de Etiopía, Angola, Namibia, Zimbabue, Grenada, Nicaragua y otros países reunieron a veteranos de la guerra fría del Partido Demócrata y a “internacionalistas” del Partido Republicano en la creación, en 1979, de la American Political Foundation (APF). La fundación tenía por función estudiar la viabilidad de establecer una fundación legal financiada por el gobierno para subvencionar las operaciones en las sociedades civiles de otros países por intermedio de organizaciones no gubernamentales estadounidenses.

“En el seno de la APF se crearon cuatro grupos especializados –task forces— para llevar a cabo el estudio: uno de los demócratas, uno de los republicanos, uno de la Cámara de Comercio de EE UU y uno de la gran confederación sindical estadounidense AFL-CIO. El trabajo conjunto recibió el nombre de Democacy Program. Estos grupos consultaron una amplia serie de organizaciones nacionales y extranjeras, y las que más les llamaron la atención fueron las fundaciones de los principales partidos políticos de Alemania Occidental, financiadas con fondos públicos: la Fundación Friedrich Ebert, del Partido Socialdemócrata (SPD); y la Fundación Konrad Adenauer, del Partido Cristianodemócrata (CDU/CSU). Cuando se crearon estas fundaciones, en la década de 1950, su tarea consistía en construir una (…) sociedad civil basada en el modelo parlamentario occidental, a la vez que utilizar su fuerza para reprimir los movimientos políticos comunista y otros de izquierda.

“Desde muy pronto, la CIA canalizó fondos a través de estas fundaciones para las organizaciones y grupos no gubernamentales de Alemania. Luego, a partir de 1960 estas fundaciones comenzaron a apoyar a los partidos políticos y otras organizaciones afines de otros países, a la vez que canalizaban dinero de la CIA con este fin. En la década de 1980, estas dos organizaciones tenían programas en funcionamiento en cerca de 60 países y gastaban alrededor de 150 millones de dólares al año. Y lo que es más interesante, operaban en un secretismo casi total.

“Una de las operaciones desarrolladas por la Fundación Friedrich Ebert demuestra el alto grado de efectividad que pueden alcanzar. En 1974, después de 50 años en el poder, el régimen fascista de Portugal (país miembro de la OTAN) fue derrocado, y un puñado de oficiales militares comunistas y de izquierda se hicieron cargo del gobierno. En ese momento, el número de socialdemócratas portugueses, encuadrados en el Partido Socialista, a duras penas daba para formar un equipo de fútbol, y vivían todos en París sin ningún tipo de seguidores en Portugal. Gracias a no menos de diez millones de dólares provenientes de la Fundación Friedrich Ebert, además de otros fondos de la CIA, los socialdemócratas regresaron a Portugal, crearon un partido de la noche a la mañana, lo hicieron crecer como los hongos y en pocos años el Partido Socialista fue el partido gobernante en Portugal. La izquierda, en plena confusión, se vio relegada a un segundo plano.”

Ver a los “centristas” cubanos aprovechando a Trump para relanzar su programa tercerista recuerda cómo en 1954, la misma CIA que organizó el derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala le orientaba a los integrantes de su Congreso por la Libertad de la Cultura (CLC) en América Latina hacer una declaración condenando el golpe de estado en el país centroamericano, como se explica en el libro de Olga Glondys El exilio republicano español y la guerra fría cultural. La CIA –dice Glondys- “vio una excelente oportunidad para intentar vencer la desconfianza de los intelectuales latinoamericanos, presentando una genuina cara izquierdista y prodemocrática del CLC”. Incluso el jefe del CLC –al igual que su miembro cubano Jorge Mañach- criticó el comunicado finalmente emitido porque tenía una mención al “totalitarismo soviético”, lo que era perjudicial para el organismo, dadas las acusaciones que se le hacían de estar pagado por el Departamento de Estado. (Ver página 92, de La CIA y el exilio republicano español, Olga Glondys, Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 2012.)

El representante del CLC para América Latina, Julián Gorkin, un “revolucionario prosestadounidense” según Glondys, pasó de disidente del Partido Comunista de España y fundador de un Partido Obrero de Unidad Marxista, para terminar en los años 70  del siglo XX  en la socialdemocracia del PSOE de González y Solana. 

Acerca del PSOE, González y Solana he escrito antes. Con la ayuda de EE.UU.  y la socialdemocracia alemana, desde una élite que era “poco más que una sigla”, surgieron allí y en Portugal, prácticamente de la nada, un “socialismo” y una “izquierda” listas para vender en el momento de la “transición”:

“En el libro La CIA en España, del investigador Alfredo Grimaldos, se documentan varios hechos de la trayectoria de quien fuera uno de los principales beneficiarios de la llamada “transición” española. Se relata su asistencia al congreso del PSOE de 1974 en Suresnes, Francia, con pasaporte confeccionado por el SECED (servicio de información  franquista) y escoltado por oficiales de esa institución. Es en ese evento, donde -según se testimonia en la investigación- había más oficiales franquitas que participantes, en el que el entonces joven abogado sevillano es electo Secretario General. Cuenta en el libro un capitán del CESED que después de volver González de Francia un comisario de Sevilla que lo detuvo “se llevó una bronca tremenda y tuvo que soltarle enseguida”. Otro ex oficial franquista relata: “la dictadura propició el resurgir del PSOE para ahogar al PCE” (Partido Comunista de España). El Congreso de Suresnes se había celebrado sólo seis meses después de estallar la “Revolución de los Claveles” en Portugal, con un marcado protagonismo del Partido Comunista, hecho que había disparado las alarmas de los norteamericanos, que no estaban dispuestos a permitir una situación similar en España.

“Afirma Grimaldos en su obra: “Los delegados que asisten al Congreso de Suresnes representan, oficialmente, a tres mil militantes del interior, pero, en realidad, esa cifra es menos de la mitad. Durante los últimos años del franquismo, el PSOE es poco más que una sigla. El mayor peso de la resistencia lo han llevado los comunistas. En definitiva, lo que ocurre en Suresnes es una refundación del partido creado por Pablo Iglesias, con el modelo portugués como telón de fondo. En el país vecino no existía ni un partido socialista histórico y hubo que inventar uno.”

“González, ya en la dirección del PSOE, con el apoyo de los norteamericanos y la socialdemocracia alemana logra aislar a los comunistas en las negociaciones de la “transición”. En el XXVII congreso de 1979, impone que se elimine el término “marxismo” de los estatutos del partido. En 1983 -luego de ser electo en 1982 jefe del gobierno- apoya la estrategia de despliegue de misiles en Europa impulsada por Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y en 1986 promueve la adhesión española a la OTAN. Esto último constituía un cambio radical en las posiciones del PSOE, que, en su XVII Congreso de 1976, había proclamado “a la OTAN, de entrada no”.

“En relación con la OTAN, Javier Solana, cercano colaborador de González, quien fue sucesivamente, Ministro de Cultura, portavoz del gobierno y Ministro de Asuntos Exteriores, acumula el vuelco más espectacular. Solana pasó del “a la OTAN de entrada, no”, a ser el secretario general de la Alianza Atlántica durante la agresión a Yugoslavia, por lo cual fue declarado unánimemente por el parlamento ruso, en 1997, “criminal de guerra”. En el año 2006, como alto representante para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, justificó los más de mil vuelos ilegales de la CIA en Europa como parte de la “guerra contra el terrorismo”–asociados a torturas y ejecuciones extrajudiciales- con estas palabras: “Con nuestros aliados norteamericanos compartimos la convicción de que se necesita una acción dura”. Fue Javier Solana el que coordinó en su origen una de las operaciones de propaganda anticubana a las que más recursos ha dedicado el gobierno norteamericano, la revista Encuentro de la cultura cubana; la presidenta de la fundación del mismo nombre, Anabelle Rodríguez, ha relatado en una entrevista cómo Solana la llamó desde su despacho para proponerle el “trabajo”.”

A pesar de quienes se niegan a aprender de ella, la historia es una buena maestra. Tras ver caer en Guatemala al gobierno de Jacobo Árbenz a manos de la CIA, un joven escribió a su madre que “los términos medios no pueden significar otra cosa que la antesala de la traición”, su nombre: Ernesto Che Guevara. 

 

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14 Responses to "Centrismo" y "Tercera vía", ¿sólo etiquetas? Por Iroel Sánchez

  1. Gracias, Iroel, por este excelente artículo con tantas historias, fuentes citadas y otros no menos meritorios criterios sobre “los términos medios”. Seguramente muchos -yo entre ellos- no conocíamos todo esto con tanta amplitud, pero sí que lo intuíamos. Me parece muy válida toda tu información, interpretación y divulgación. Solo me asalta la inquietud de que nuestro pueblo -tú y yo y tantos y tantos más dentro-, así como los pueblos español y portugués, podamos avanzar con nuestras convicciones informadas, en medio de tanto páramo con nuestras ideas en la realidad mundial, sin que ninguno de nosotros se acerque a la traición ni al extremo de creer que no necesitamos crear los vínculos necesarios con muchos, con muchos, aún con el riesgo de equivocarnos, pero sabiendo que con diversos faltantes somos menos en una lucha donde solo siendo muchos podremos ir avanzando. Es que todo es tan complejo, tan duro, tan difícil, que aún condenando a algunos de los actores de “programas” que se alejan de nuestra historia, como ya lo he hecho, siento que en tal gesto solo me he acercado a la condena y me he alejado de esos vínculos tan sutiles que necesariamente, creo, hemos de afrontar como sinónimos de la aceptación por parte de nosotros mismos del desafío que significa para todos la aceptación por nuestro gobierno de la política de Obama.
    Reblogueo tu artículo y mi comentario en mi blog: http://fundaciovivint.blogspot.com/

     
  2. Este artículo le sirve a cualquiera para comprender lo que sucede en estos momentos con este nuevo “constructo”, que de nuevo no tiene nada si nos remontamos más atrás y repasamos la historia de la socialdemocracia alemana; aquella “Crítica al Programa de Gota”, que escribe Marx ante el surgimiento de esa socialdemocracia alemana. Y llega hasta el Che, muy significativo. Nadie puede ya a estas alturas, con lo que se ha dicho y escrito sobre la tal tercera vía, pecar de ingenuidad o desconocimiento. Claro, hay que seguir escribiendo y esclareciendo más y más y más. De manera que no quede un recoveco en Cuba adonde no lleguen estas ideas. Esa es la única garantía, la única certeza, que tenemos para acusar (sin ninguna duda) de contrarrevolucionarios a quienes opten por esta opción.

     
  3. Amigo Andrés Mari, el mundo siempre ha avanzado así como dices, “en medio de tanto páramo con nuestras ideas en la realidad mundial”, y el hombre se ha visto siempre en la necesidad de sacar el grano de la paja. ¿Acaso no era así cuando Carlos Marx escribió su crítica? Si repasa aquellos documentos se dará cuenta de cuántos tropiezos y cuánta gente en contra tenía Carlos Marx en esa etapa. ¿Y Martí? ¿Cuántos no se le oponían, o lo creían incapaz? Fidel tuvo que apartarse de todos aquellos partidos y políticos para que el pueblo le creyera. ¿Puede haber algo más difícil que hacer una revolución en el medio de América, tener a todos los países en contra y lograr al cabo de décadas que te crean y te elogien por tu actitud. Ah, amigo, esa es una de las grandezas de Fidel y de este pueblo. O los convencemos a ellos de la razón o nos convencen ellos a nosotros. Al final los pueblos conocen cuál es la dirección correcta.Saludos… Por cierto, me llevo este artículo para estudiarlo mejor, con más calma.

     
  4. Gracias, Enrique, por tu atención. Creo que nuestras ideas necesitan a muchos más de los que leemos o no y comentamos o no este artículo. Y no bastará con divulgarlo por todas partes como comparto contigo que se haga. Pienso que necesitamos mayor creatividad en nuestras relaciones, tanto entre nosotros mismos como con muchos otros que no participan de nuestros puntos de vista pero que podemos perfectamente acercarnos. Entender lo que ha hecho nuestro gobierno para llevar a Obama a decidir cambiar la política de EEUU hacia Cuba es, según mi parecer, la creatividad que aún muchos no practicamos. No tengo recetas para ese entendimiento: solo tengo impulsos y es lo que apunto para que todos pensemos en ello y nos enriquezcamos en vez de eliminarnos o tranquilizarnos con nuestras convicciones. La lucha a que nos enfrentamos con la nueva situación creada por Trump no nos aleja de la emprendida por su antecesor: ya todo es parte de la misma situación. Es que ya no podemos prescindir de ella y a ella hemos de darnos con la estatura requerida. Quien piense que el país puede volver a la confrontación está pensando hacia un lado de la situación que el propio pueblo cubano, si le insisten en ello, se encargará de situar en esta realidad difícil y llena de amplificaciones a la máxima diversidad que hemos abierto. No hay vuelta atrás, compañeros míos. Como bien dices: “Al final los pueblos conocen cuál es la dirección correcta”. Cuba entera ya la conoce: la que eligió nuestro gobierno al restablecer relaciones con los EEUU, invitar a su presidente al país, permitirle hablar en el Gran Teatro de La Habana y hasta jugar con Pánfilo. Quizás sea este último aspecto el mayor impacto que más debemos atender. Ya está inscrito en nuestra historia como el enorme símbolo de nuestra capacidad para existir.

     
  5. Simpermiso says:

    Brillante, aleccionador y bien documentado artículo, que no puede dejar indiferentes a los lectores cubanos. Como en la película “la invasión de los ladrones de cuerpos”, les dirán que que no vale la pena resistirse y que no hay alternativa. Una simple inyección y, tras el placentero sueño, las vainas capitalistas les transportarán a un mundo sin problemas ni preocupaciones, resultando irrelevante que los invasores sean seres incapaces de amar y de tener sentimientos altruistas. Para ser una película anticomunista, describe a la perfección lo que es el capitalismo y el ultimátum a la civilizada y humanista sociedad cubana, salvo en una cosa, que no sólo no desaparecen las preocupaciones y los problemas bajo el capitalismo, sino que se incrementan exponencialmente, resultado de vivir en una sociedad competitiva e individualista que, por el oro del becerro, es capaz de sacrificar los derechos humanos y a los humanos tantas veces haga falta. No vayan a dormirse. Mantengan la pupila insomne y el párpado bien abierto para que los criminales de guerra, como Javier Solana, y los impostores, como Felipe González, o su tropa mercenaria, no les vayan a dar gato por liebre.

    ¿ Qué deberían pensar ahora los españoles que fueron víctimas de la macroestafa de la reforma política, que votaron cambio para que en España el derecho a la salud, al trabajo, a una vivienda digna, al medio ambiente adecuado, a un sistema tributario justo y progresivo, a la paz y tantas aspiraciones reprimidas durante la dictadura del capital franquista fueran algo más que pura retórica y eligieron para ello a unos impostores, que les prometieron democracia y progreso, pero que no eran otra cosa que agentes mercenarios de la CIA y de la corrupta socialdemocracia, que se adueñaron de siglas históricas, como las del PSOE, y descabalgaron a sus escasos líderes honestos (como Gómez Llorente y Nicolás Redondo)?. ¿Cómo se les podría reparar el daño causado cuando muchos de ellos murieron prematuramente o ya no van a poder hacer realidad sus sueños despues de muchos años de infortunio y engaños? Y ahora resulta que son estos mismos trileros y delincuentes de lesa patria y lesa humanidad los abanderados de la democracia y los derechos humanos en Cuba.

    Podríamos añadir a lo señalado por Iroel que no todos los partidos fueron legalizados en España. La legalización del PCE se materializó cuando los representantes del régimen franquista y de la CIA ya habían negociado con la cúpula carrilista una traición parecida a la protagonizada por la cúpula felipista del PSOE, hasta el punto de que fueron los principales responsables de que no se convirtiera en alternativa de poder en España. En cambio, otros partidos con implantación social y elevada actividad política y sindical, como la Organización Revolucionaria de Trabajadores, no fueron legalizados, bajo absurdos pretextos. El hecho de que existieran dos PSOE, uno renovado (el de Felipe González) y otro histórico (el de Rodolfo Llopis) y que el primero pasara a convertirse en el principal partido de la izquierda y el segundo prácticamente no tuviera representación, teniendo en un principio parecida implantación social, lo que viene a demostrar es el poder de los grandes medios de comunicación burgueses a la hora de promocionar unas siglas, casi neutras en un principio, como podría ser la marca “tercera vía” ahora en Cuba, hasta convertirse en mayoritarias al servicio de la ultraminoritaria oligarquía económica.

     
  6. Perfecto, Iroel, solo la fraternidad nos hará invencibles!
    Otro abrazo

     
  7. vencuba says:

    Reblogueó esto en VenCuba.

     
  8. Raúl Fernández says:

    Felicito este atículo de Iroel. Es un tema sobre el que se debe divulgar y debatir más. Saldrán así a la luz los ejemplos que se ponen aquí más muchos otros en el intento de introducir de contrabando ideas de apariencia revolucionaria. La cantidad de dinero que se emplea, particularmente en Estados Unidos pero también en Europa, para fabricar teorías y publicar estudios de investigación social con conclusiones previamente encomendadas, es descomunal. Estaríamos hablando de cientos de millones de dólares. Es tanto que no faltan voluntarios dispuestos a contratarse. Por eso no es sorprendente que aparezcan contra Cuba tantos artículos, seminarios y pseudo debates, todos dirigidos a erosionar la Revolución, lo que ella significa, su legado histórico, las ideas del socialismo y, muy concretamente, el papel del Estado y del Partido Comunista. Recientemente se publicó en Rebelión un trabajo de aparente corte académico en que se toma por los pelos la fuerte y genuina preocupación de los legisladores cubano ante el peligro de la concentración de la riqueza en el proceso de actualización del modelos socialista. Se esgrime en el texto que dicha preocupación responde a una cuestión de poder político, o sea, al papel del Partido en la sociedad. Opta por ignorar que la preocupación refleje un sentimiento legítimo de la población o de un sector mayoritario de la población por el privilegio económico que entraña tal concentración de la riqueza, por el hecho de que siempre será a costa de la desventaja de la mayoría. Olvida que tal preocupación acompaña al género humano desde que existe la sociedad de clases. Se fabrica en el artículo un falsa dicotomía cuyo blanco es promover una contradicción política entre el papel del Partido en la sociedad y el futuro de Cuba.

     
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