¿Prosperará La Habana? Por Iroel Sánchez

 

Hace algún tiempo publiqué unas preguntas sobre La Habana:

“¿Es casual que sitios como el Parque Lenin o el Coppelia, símbolos de la democratización de la recreación y el acceso de las mayorías al refinamiento, abierto por el proyecto colectivo de la Revolución, languidezcan entre el mal servicio y el deterioro estructural, mientras se asienta la idea de que lo bueno y lo bello son patrimonio exclusivo del pasado prerrevolucionario?¿Por qué cada vez más al Estadio Latinoamericano se le llama en nuestros medios el “Estadium del Cerro”?

“¿Es una Habana para turistas la que va a esperar sus 500 años, reproduciendo las celebraciones con tufo colonial que a diferencia de lo sucedido con el medio milenio de Santiago de Cuba tuvieron lugar en buena parte de las villas fundadas por los españoles?¿O como en Santiago, los barrios hechos por la Revolución y hoy más o menos barbarizados (Camilo Cienfuegos, San Agustín, Alamar, Mulgoba, Reparto Eléctrico…) podrán renovar su (falta de) urbanismo y elevar la calidad de vida de cientos de miles de trabajadores habaneros que nunca han podido sentarse en una paladar?

“¿Será el remozado Capitolio de La Habana vieja forma para una democracia nueva o un casacarón que entre mármoles y bronces, tan caros a las dictaduras y las plutocracias, olvide consagrar el nombre de Jesús Menéndez, el parlamentario negro y obrero que impuso a los yanquis y la burguesía cubana un trato justo para los trabajadores azucareros y por eso lo asesinaron sin que valiera su inmunidad parlamentaria en “el periodo más democrático de la historia contemporánea de Cuba”, según dice el diario español El País bajo la firma de un “historiador” cubano?”

Y vuelvo a ellas porque, afortunadamente, desde hace pocos meses en la capital del país se aprecia el crecimiento de un esfuerzo transformador a favor de las mayorías, renovando espacios públicos -como los mecionados en mis preguntas- accesibles a quienes carecen de recursos para acudir a los centros recreativos que han prosperado al amparo de las nuevas medidas económicas. Se han abierto grandes mercados de productos agrícolas en zonas periféricas de la ciudad, rescatado instalaciones gastronómicas de gestión estatal con precios populares, funcionan fuentes que estuvieron décadas sin echar agua, y otras realizaciones empiezan a tener lugar con los fondos descentralizados recaudados por los municipios. Con esas acciones se puede decir que la ciudad prospera, porque prospera la mayoría de sus pobladores. 

Contenedor de basura en una de las zonas más céntricas de La Habana que un bar ha etiquetado como suyo. Foto del autor

Pero si a ese ese esfuerzo no lo acompaña la participación del pueblo, para crear una cultura de orden ciudadano y urbanidad que parta de un debate popular -tenemos las organizaciones y medios de comunicación para ello- que sirva como difusión y producción de consensos alrededor de las normas que regulan y castigan -si se aplicaran- las no poco frecuentes agresiones a lo común, todo ese empeño será como pedalear  en una bicicleta estática y, por sólo citar un ejemplo, los escombros generados por las inversiones en reparar opulentas mansiones que han adquirido casatenientes y nuevos ricos en los más céntricos municipios de La Habana continuarán llegando impunemente a las esquinas para que el sector estatal -es decir los trabajadores peor remunerados- pague su recogida gratuita sin tomar en cuenta que, como ha explicado la académica británica Emily Morris

“A medida que el sector no estatal se ha desarrollado, se ha vuelto cada vez más claro que las empresas privadas relativamente ineficientes han sido capaces de prosperar dentro de la economía nacional ya que sus costos en pesos cubanos, incluyendo la mano de obra, están infravalorados en la tasa CADECA/CUC que utilizan para sus transacciones. En efecto, el Estado cubano está subsidiando el nuevo sector no estatal a través de la tasa infravalorada de CADECA. Mientras tanto, las empresas estatales tienen que utilizar el tipo de cambio oficial sobrevaluado, una grave desventaja en términos de su competitividad. Una forma de “ilusión monetaria” que significa que las empresas estatales eficientes reportan pérdidas por lo que no pueden obtener capital para la inversión, mientras que los empresarios privados que operan a niveles muy bajos de productividad disfrutan de fuertes subsidios estatales ocultos pero se quejan de impuestos excesivamente altos.”

La economía no estatal tiene mucho que aportar en Cuba pero la ilegalidad, la evasión fiscal, el acaparamiento, la apropiación de lo común y la especulación con productos deficitarios no son los mejores aliados para convencer sobre sus virtudes. Es que lo primero que habría que esclarecer es de qué hablamos cuando utilizamos el verbo prosperar. Si, en los territorios desde el punto de vista económico más “prosperos”, como  Trinidad -donde los negocios se han desarrollado junto al crecimiento de la basura en la calle y la notoria evasión fiscal alcanzó tales  extremos que hace un tiempo la ONAT de Sancti Spíritus debió mudarse hacia allí; Viñales -lugar donde hay que llevar los maestros desde otros municipios y las piscinas privadas intentantan robar el agua escasa en tiempos de sequía-; o en La Habana parte del esfuerzo por abastecer la gastronomía popular, la educación y la salud, drena hacia la gastronomía privada, o con rumbo a los bares que permanecen abiertos hasta las cinco de la mañana, no hasta las tres como está regulado, y esos negocios son favorecidos por los subsidios indirectos de la tasa de cambio de CADECA 25 a 1, las bajas tarifas de agua, gas y electricidad concebidas para el uso doméstico pero utilizadas con fines lucrativos, o el incremento de los desechos sólidos sin pagar nada a cambio como si procedieran de la cocina de un hogar, desarrollo y prosperidad serán patrimonio de unos pocos en detrimento de los más.  

(CubAhora)

 

 

 

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24 Responses to ¿Prosperará La Habana? Por Iroel Sánchez

  1. miluramalho says:

    Reblogueó esto en Miluramalho’s Blogy comentado:
    Today’s Top Top Tweet!

     
  2. Soy del Cerro says:

    Iroel.Estoy de acuerdo con Ud.Como siempre El Pueblo tiene la culpa

     
  3. Carlos Luis says:

    El del Cerro: Hay que ver quién es más pueblo si el pichón de magnate que genera los escombros o quienes lo recogen, ¿el dueño del bar, o los que no pueden pagar lo que cuesta entrar allí?

     
  4. josé guillén says:

    ¿Por qué no denuncian los vecinos afectados, los CDR, la policía cuando patrulla, etc? Si se fuera implacable con las sanciones no sería necesario realizar estos artículos. Con multas por un valor varias veces superior al coste de recogida (parte de las multas podrían emplearse para reparar y limpiar las cuadras), o con sanciones más drásticas, quedaría subsanado el problema. Y si las denuncias fueran públicas y a la vista de todos, quizás se podría conseguir una mayor implicación del colectivo.

     
  5. Ivan.... says:

    CL, todos son el pueblo, hace casi 60 años no hay burgueses en Cuba, el sarcasmo de el del Cerro es válido, todo eso lo generó el gobierno y ahora no saben cómo arreglar el engendro.
    La señora académica británica realmente no conoce la realidad cubana, primero deben solucionar la insolucionable doble moneda y después se puede hablar sobre los infra y sobrevalorados….

     
  6. Bueno pues, a diferencia de “Soy del Cerro”, en esta ocasión, como casi nunca, estoy plenamente de acuerdo con Iroel.

     
  7. Arturo Menéndez says:

    Y yo también de acuerdo con Iroel, contundente su análisis. Vale no solo para La Habana.

     
  8. Salvador says:

    Iván, ¿tú sí conoces la realidad cubana?

     
  9. Un muy necesario artículo. Felicidades Iroel, como siempre… Pero ¿crees de verdad que “desarrollo y prosperidad serán patrimonio de unos pocos en detrimento de los más”. En mi modesta opinión, ni eso habrá si seguimos así, ni siquiera “unos pocos” podrán disfrutar de “progreso y prosperidad”. Todo se seguirá pudriendo y afectará a todos sin excepción. Nos convertiremos en una sociedad disfuncional donde las mafias lo pudrirán todo. Se impone despertar. Pero, repito como en otras ocasiones, despertar todos, hasta el que saca el perro a mear.
    Recuerda, Iroel, este artículo toca solo un gajo del gran árbol de la Revolución.

     
  10. Juan Carlos Corcho Vergara says:

    ´´En La Habana parte del esfuerzo por abastecer la gastronomía popular, la educación y la salud, drena hacia la gastronomía privada´´. Bueno están germinando y con mucho envalentonamiento comportamientos articulados que para el caso es lo mismo que mafiosos, con violencia incluida. Fragmentos del articulo Viva la Revolución:´´ Viendo los procesos de desmerengamiento del socialismo europeo, la pregunta sobre cuándo la protoburguesía emergente toma conciencia de si misma como clase y busca aliarse con la burocracia no ha sido contestada. Preguntas como esa no sólo son importantes como curiosidad académica, son esenciales para abortar amenazas y conjurar peligros a tiempo. Hay que trascender lo descriptivo en los estudios sobre el fracaso del socialismo europeo, en particular el soviético, y ahondar para lograr periodizar, descubrir dinámicas, entender cómo se comporta el tiempo como variable social. Otras muchas preguntas de la misma índole y mirando hacia nosotros mismos esperan respuestas.´´- ¿protoburguesía emergente aliada a la burocracia corrupta?, esta interrogante la respondió nuestra contralora cuando declaro, ´´ que la esencia de tales comportamientos(indisciplinas,ilegalidades y corrupción) radica en la conducta asumida por parte de quienes se asocian para delinquir o faltar a la ética en beneficio propio y de terceros; las fallas en los sistemas de control interno; la inobservancia de los deberes funcionales; y el abuso en el ejercicio del cargo y en la utilización de facultades por parte de los directivos y funcionarios.

     
  11. Tamakun says:

    Jose Guillén dice: ¿Por qué no denuncian los vecinos afectados, los CDR, la policía cuando patrulla, etc?
    Y yo pregunto: ¿Le hacen caso las autoridades a los vecinos e incluso a los CDR cuando denuncian? ¿Hay policía?
    Y yo digo: Hay indisciplina social, PORQUE HAY INDOLENCIA OFICIAL.

     
  12. Juan Carlos Corcho Vergara says:

    En mi comentario anterior hable de violencia cuello blanco, no quiero dar detalles públicos por el momento para no hacer apología y sobredimensionar las repudiables actitudes de algunos cobardes cuellos blancos o cuellos negros que para mí son lo mismo, aunque si se han alertado a las autoridades, sería una ironía muy peligrosa que un revolucionario combativo resulte preso en una cárcel revolucionaria por defenderse de un ataque físico de los ´´articulados´´. No se puede ser ingenuo, los cuellos blancos soviéticos que amanecieron con millones de rublos la borrachera del desmerengamiento del socialismo, ya venían asociados y articulados con la delincuencia común, y también habían seducido y corrompido a mucha gente decente y tal vez revolucionaria, por si solos no lo hubieran logrado, recuerden la desfachatada pero al menos sincera respuesta de los boteros de la Habana a la pregunta de dónde provenía el combustible que misteriosa y súbitamente había subido su precio.

     
  13. Simpermiso says:

    Muy oportunas y valientes tus reflexiones críticas, Iroel. El verbo prosperar no se puede conjugar del mismo modo en el socialismo que en el capitalismo, donde la existencia humana y su imaginario colectivo están al servicio de la ganancia de una minoría privilegiada, confundiendo productividad, crecimiento y consumismo con prosperidad y desarrollo. El socialismo cubano deberá orientar su rumbo hacia la sociedad del ser, del modo más inclusivo posible y respetuoso con los ecosistemas urbanos y no urbanos o acabará pareciéndose cada día más a su mortal y deshumanizado enemigo.

    Conceder cada día más protagonismo a la ganancia privada, a la indisciplina social, al consumismo, a la obsolescencia programada, a las deseconomías, a la socialización de pérdidas y daños ocasionados por los que manejan pesos convertibles, a la privatización de lo público o al ocultamiento de beneficios al fisco y el enriquecimiento patrimonial puede crear la ilusión de que contribuye a homologar a Cuba como nación, pero ello no debería ser en ningún caso motivo de satisfacción, si tenemos en cuenta el modelo de crimen organizado que, desde hace décadas, gobierna la economía, la política y la cultura de la comunidad internacional, bajo las reglas del neoliberalismo. Una cosa es el magnetismo que puede llegar a ejercer el paradigma mediático burgués, en su formulación más totalitaria y goebbelsiana y otra la podredumbre, maldad y decadencia que encierra. Recomiendo encarecidamente la lectura del libro “la doctrina del shock”, de Naomi Klein, brillante activista de los derechos humanos y el ecologismo, que los habaneros pueden comprar en la librería de Obispo, al precio de 20 pesos en moneda nacional. Una cosa es la realidad, sobre la que informa Naomi, y otras las cantinfladas a que nos tiene acostumbrados falsimedia.

    El pueblo cubano que ha soportado tantos sacrificios, que tiene una economía de moneda nacional y que apoya la más digna de las revoluciones merece que las autoridades públicas desarrollen la ingeniería del ocio, que es donde alcanza su plenitud la sociedad del ser, y que se recupere la disciplina social, a través fundamentalmente de la educación y del aprendizaje vicario (en que esas autoridades deben ejercer de modelos) y no tanto de las medidas sancionadoras. En cualquiera de las ciudades de Cuba que conozco (como La Habana o Trinidad) existen multitud de espacios públicos en que sería fácil habilitar áreas deportivas y recreativas de todo tipo, donde la gente podría aprender habilidades de un modo muy gratificante, divertirse de un modo sano y socializarse sin las profundas diferencias de clase y condicionantes del mundo capitalista, en que nos han condenado a un ocio consumista, individualista, competitivo y que a menudo atenta contra nuestra salud y recursos económicos.

    No me parece acertado condenar a los jóvenes a practicar deporte en calles y parques (con las molestias y daños que ello ocasiona) existiendo áreas deportivas en La Habana como el Martí y el Echeverría (y tantas otras que podrían ser habilitadas) o que la pasión por la danza y la música tenga que relegarse a espacios como las discotecas, en que ni el tipo de música, ni los horarios, ni los precios o los molestos estímulos que inducen al consumo de alcohol y otras drogas son los típicos ejemplos de decadencia que han condenado a la juventud capitalista a la evasión más degradante y alienante de la realidad. El “súbeme la radio… y tráeme el alcohol que quita el dolor” (letra de la última canción de Enrique Iglesias), y tantas canciones y modas que contribuyen a la necesaria narcolepsia bajo el capitalismo, son instrumentos de colonización contra los que hay que luchar ofreciendo al pueblo cubano un ocio creativo y enriquecedor en consonancia con una vida familiar y laboral plenamente respetuosa con los derechos humanos. La amplia participación del pueblo cubano en eventos como la feria del libro demuestra que existe una importante demanda de las actividades de ocio y que no tendrían que ser muy costosas las infraestructuras ni los espectáculos apropiados. Saludos.

     
  14. Elio Antonio says:

    Hola:-)

    Coincido nuevamente con Tamakun.

    Por muy difícil que estén las condiciones económicas de un país, los gobiernos deben ser capaces con sus fuerzas para el orden público —porque para eso son—, mantener a raya a los ciudadanos que transgredan los límites de convivencia alcanzados por la civilización. En el caso nuestro, lo que más irrita a la población son las indisciplinas sociales que pululan por doquier: la falta de organización en las colas, las revendederas, la basura arrojada a la vía pública, la música alta, la usura de los comerciantes particulares; es decir, delitos de poca índole que la policía puede resolver hasta con solamente la presencia física del agente del orden público.

    La policía y las instituciones especializadas en controlar no deben necesitar de la cooperación de otros para hacer su trabajo. En el caso de Cuba, si las organizaciones de masas se involucran en la lucha por mantener el orden, mucho mejor; pero esto no debe determinar el trabajo de las anteriores.

    Saludos;-)

     
  15. Livio Delgado says:

    No me gusta opinar de las cosas que no vivo día a día pero dos aclaraciones no estarían de más, Usted se refiere a “los escombros generados por las inversiones en reparar opulentas mansiones que han adquirido casatenientes y nuevos ricos en los más céntricos municipios de La Habana”, fíjese bien Ingeniero, mire a su alrededor “los nuevos ricos” siempre fueron ricos lo que anteriormente se cuidaban más y sobre todo guardaban las formas, los conozco que viviendo en Siboney metían la basura en el carro para botarla en los contenedores del Vedado para no mostrarse. Y la segunda no es correcto económicamente hablado esa idea de la académica británica y que usted posteriormente reafirma, en cuanto a que los negocios privados se benefician de ”los subsidios indirectos de la tasa de cambio de CADECA 25 a 1” o que les encubre su propia ineficiencia, esta dualidad monetaria, cambiaria y de vida lo que si encubre es la propia ineficiencia del sistema económico al que Cuba ha llegado y que el gobierno actual ha sido incapaz de realizar los ajustes pertinentes para solucionarlos, inclusive en la parte más relativamente simple que es el sector estatal y el famoso “día cero” sigue posponiéndose, en vez de intentar expoliar al sector privado emergente con estas ideas es más sano y saludable para el país, luchar porque se amplíen las categorías de trabajo privado, o la inclusión de los profesionales de las ramas de no comprometidas y así aumentar la capacidad real de generar riqueza que el estado después pudiese redistribuir.

     
  16. Salvador says:

    Creo que el amigo Livio Delgado intenta adaptar la realidad a sus estereotipos y prejuicios. Es una pena.

     
  17. miguel angel says:

    se acerca el capitalismo iroel,ya esgta entre nosotros,ya no sera la revolucion de los humildes y para los humildes,sino la de los cuentapropistas y peloteros desertores y traidores que muchos quieren que nos representen,pero los principios eticos deben estar por delante.fuera traidores y desertores.arriba el pensamiento de fidel,que sentia asco por los renegados.

     
  18. George Frazer says:

    Hola a todos,
    Comparto las matrices del muy bueno y justo análisis de Iroel. Parte del reto es quizá el imperativo de “democratizar” la prosperidad. Ello implicaría que las nuevas inversiones privadas no sean patrimonio exclusivo de los que tienen más. La fuente de este financiamiento es muchas veces familiar pero pudiera venir de cualquier parte. Tener acceso a fuentes de financiamiento para pequeñas acciones sería una vía para multiplicar los actores de este cambio, es decir más cubanos entrando en el camino de la prosperidad.
    Muchas gracias!
    George!

     
  19. Alejandro says:

    La mejoría de la calidad de vida de nuestros trabajadores no se alcanzará jamás a través de las “inversiones privadas” que vendrían de “cualquier parte”. El discurso y fantasía pequeño-burguesa obamista “remix”.

     
  20. Rodolfo Crespo says:

    Le voy a dar mi impresión de la Habana ya que la menciona en su post.
    1. Es con diferencia la ciudad más cutre de Cuba, la más sucia; y ya ni compararla con poblaciones del interior como Vertientes, por ejemplo.
    2. La única posibilidad que tienen sus habitantes de arreglarla es que (y esto es solo válido para las zonas céntricas al núcleo turístico, no a las barriadas más insalubres donde ningún extranjero invertiría nada, es que el gobierno les permita vender su casa a extranjeros, y que estos inviertan en arreglar esa casa, con ese dinero, el nacional cubano puede comprar otra o fabricar otra en otro lugar en buenas condiciones, en fin nueva. Repito, esto es válido sólo para las zonas céntricas, las demás la solución es muy pero muy escasa. Y una acotación al respecto: en una casa de hospedaje de la Vieja Habana, alguien me dijo, la solución es la inversión extranjera para arreglar los edificios; muy ingenua porque ¿con qué dinero los vecinos van a pagar ese edificio remodelado?, ¿y puede pagarlo el gobierno?, ya sabe que no puede, sino ya la bella Habana estuviera arreglada. Como dice el compañero Fernando Martínez Heredia “el socialismo economicista no podrá darle una salida socialista y eficaz a la situación actual”, donde la magia del mercado está tratando de suplantar a la magia de la planificación, por cuanto que el mercado en líneas generales (y esto debe quedar claro para todos los cubanos) no resultará un instrumento de bienestar económico más eficaz para Cuba de lo que ha sido la planificación, puesto que las principales dificultades económicas de la mayor Isla caribeña han provenido, aún provienen y previsiblemente aún provendrán, no de sus mecanismos económicos internos, sino de su posición estructural en la economía capitalista mundial, como parte integrante de su vasta y extensa área periférica, y no exonero Sr Sánchez a algún error que han cometido los planificadores cubanos y que usted conoce seguro más que yo.
    3. Esta solución TAMPOCO ES LA SOLUCIÓN, porque el gobierno cubano dice ser comunista, aunque aplica una política liberal ya en muchos aspectos (no olvide que el nombre dice muy poco, el chino es un Partido Comunista, y gobierna el país que salvó al capitalismo de su muerte en 2008 y es la segunda potencia capitalista del mundo) para poder conservar la legitimidad, cosa que hacen todos los gobiernos, no puede permitir que la zona de Centro Habana (cercana al Capitolio Nacional ) y Habana Vieja sea copada por extranjeros, porque entonces la población, que no tiene otra sin embargo, retira la legitimidad.
    4. ¿Cuál es entonces la solución?. Complicada Sr Sánchez, muy complicada, usted lo sabe, pero es otro sistema socio-económico que supere al capitalismo, que nadie aún lo ha logrado, ni siquiera las grandes revoluciones del siglo XX que todas en definitiva han buscado, han exigido y han querido insertarse en ese sistema mundial que es capitalista. Cada vez que un país el sistema mundial lo bloqueó, sea Cuba, Iraq, Irán etc, todos han luchado en la ONU y en cuanto foro ha existido y se les ha permitido por volverse a integrar al mismo, porque no ha existido otro sistema que el sistema-mundo capitalista. Cuba vivió los primeros 30 años de su Revolución, casi fuera del sistema mundial capitalista, por eso los cubanos cuando hablas con ellos, añoran, idealizan tanto esa etapa y anhelan tanto su vuelta que se fue para no volver (mientras el sistema mundial siga siendo capitalista), una etapa que fue para ellos (para usted mismo seguro Sr Sánchez) tan buena precisamente porque estaban alejados, aunque parcialmente, pero alejados en fin del sistema-mundo capitalista donde gobierna la polarizadora ley del valor. No hay que ver sin más las noticias de lo que los BOTEROS de la Habana hacen para ver lo que es el capitalismo, y si se detiene a leer los comentarios de Cubadebate (algunos exceden los 600 comentarios de foristas) verá que hasta los boteros o sus portavoces en el sitio Cubadebate tienen razón: los boteros buscan rentabilidad, no son un gremio filantrópico, la filantropía en el capitalismo no puede existir Sr Sánchez, a riesgo de que el sistema te elimine.
    Termino poniéndole esta cita del libro del amigo y compañero profesor alicantino José María Tortosa Blasco, que ha visitado Cuba me ha dicho sobre este tema final.
    A usted un saludo y un buen día.
    “1) Las partes del sistema favorecen la supervivencia del sistema total. Los países ‘socialistas’ son, efectivamente, diferentes de los ‘capitalistas’ (liberales), pero esa diferencia no es otra que su adaptación al sistema y su colaboración en su supervivencia. ‘Un Estado que posee colectivamente todos los medios de producción es meramente una empresa capitalista colectiva mientras siga participando –como tales Estados, de hecho, están obligados a seguir haciéndolo- en el mercado del world-system capitalista’.
    2) El sistema es contradictorio y, por tanto, en su funcionamiento ‘normal’ produce y reproduce fuerzas antisistémicas. Los países ‘socialistas’ pueden ser tales, pero hay que reconocer que es imposible alcanzar el socialismo a escala nacional. Lo máximo que pueden ser es sociedades que muestren valores que serán los dominantes en el futuro ya que ‘vivimos en los primeros estadios de la transición del capitalismo al socialismo’. Pero nada más.
    3) El world-system está formado por fuerzas que constantemente lo reproducen y, al mismo tiempo, por fuerzas que dificultan su preservación. Ambas fuerzas no son eternas: lo que hoy reproduce, mañana puede ser estéril; lo que hoy se opone, mañana puede ser sustituido por algo distinto.”
    Disculpad la extensión, si desea no lo publique, es más bien para su visión personal, y una vez más desde el máximo respeto al pueblo cubano al que visito a menudo, quiero y donde tengo muchos amigos y compañeros.
    Rodolfo Crespo

     
  21. Alejandro says:

    Saludos Sr. Crespo. Veo que uno de los pilares de su análisis es la teoría sistema-mundo de Wallerstein sobre la que ha escrito recientemente un trabajo en Alainet.
    Le dejo este trabajo del economista Claudio Katz donde se hace un examen crítico de esa teoría.
    La Teoría de la Dependencia y el Sistema-Mundo, en
    http://katz.lahaine.org/b2-img/LATEORADELADEPENDENCIAYELSISTEMAMUNDO.pdf

     
  22. Rodolfo Crespo says:

    Gracias Alejandro, conocía el artículo del compañero Claudio Katz, he estudiado la Teoría de la dependencia y también la “perspectiva de sistemas-mundo”, guardan relación, estrecha pudiéramos decir, la primera ha sido fuente de la segunda, una de sus formidables fuentes teóricas.

     

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