Cuba fue colonia o neocolonia durante cuatrocientos cincuenta años de su historia, desde que llegaron los colonizadores europeos hasta el triunfo de la Revolución en 1959. Durante poco menos de sesenta años ha estado liberada, y el pueblo cubano es el dueño de ella y de sí mismo. Cuba solo pudo lograr cambios colosales a favor de las personas, la sociedad y la nación mediante su sistema de socialismo de liberación nacional. En medio de la guerra cultural que se está librando hoy, es necesario que estemos conscientes de que Cuba puede ser recolonizada, pero solamente si nosotros mismos lo permitimos. Y que estemos conscientes de que únicamente podrá ser recolonizada mediante la restauración del capitalismo, que es el sistema de dominación mundial y es la base de todas las formas de colonización.
La naturalización del capitalismo, es decir, que todo parezca natural y no debido a relaciones sociales específicas de dominación y de promoción de comportamientos, motivaciones y sentimientos, es una necesidad fundamental para la implantación de ese sistema. Su éxito no dependerá de una gigantesca conspiración, sino de una progresiva aceptación que se vaya convirtiendo en consenso, y que reúna tanto la resignación como el entusiasmo, los intereses de lucro y poder y las esperanzas de gente común, las iniciativas y la inercia, los sucesos y las nuevas costumbres. No hay que desdeñar la intencionalidad que pueda existir dentro de un proceso de desarme ideológico que está en marcha y que es urgente frenar y revertir, y en la promoción interesada de motivaciones, normas, creencias y valores que corresponden al capitalismo. Pero lo esencial siempre será que esa transformación sea o no sea consentida, aceptada y asumida por grandes núcleos de la población.
Los que trabajamos en el campo cultural estamos conscientes del momento histórico que vivimos, y expresamos esa conciencia al dedicarnos a nuestras prácticas específicas.
La nación cubana se reconoce, ante todo, en su origen revolucionario, y ello es ostensible en su material simbólico. A ese material le toca desempeñar hoy papeles importantes en la defensa de Cuba, ante el gran peligro que se nos viene encima.
(Fragmento de Conferencia en el XI Fórum Teórico Fernando Ortiz, convocado por el Grupo de Investigación y Desarrollo de la Dirección Provincial de Cultura de Matanzas, en la XII Fiesta de los Orígenes. Matanzas, 14 de julio de 2016.) Texto completo en Cubadebate.
¡AY…MISINSONTE!
( 1 ) Ayer Caruso, elsinsonte, que cantaba en mi ciruelo, alzó de repente el vuelo “buscando un nuevo horizonte”. Voló, voló por el monte regando su sinfonía, como yo lo hice un día, así mismo: de repente… y ahora lloro amargamente “lejos de la Patria mía”.
Adalberto Laurencio
Cuba/EUA.
( 2 ) Yo tuve como “Caruso”
allá en Camagüey unloro
que bramaba como untoro
y cantaba el himnoruso.
Me volvió un poetaintruso
y no supe lo quehacía.
Igual que tú me fuiun día
“buscandoun nuevo horizonte”
y sólo encontré a “Caronte”
“lejos dela Patria mía”.
Ramón Espino Valdés
Cuba/México.
5/8/2016.
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Esto se publica en forma masiva para conocimiento total de la población cubana?!! Se discute y se analiza de conjunto de otras exposiciones aparecidas en este y otros medios que nos llegan al exterior.?!!! Si no se conoce y se interioriza, se conocen los riesgos…Seremos colonizados nuevamente y para siempre…!!!
Cada día entiendo menos la lógica de pensamiento si lo comparamos con el proceder de la dirección del país, y de usted que afirma que “Su éxito (el del capitalismo) no dependerá de una gigantesca conspiración, sino de una progresiva aceptación que se vaya convirtiendo en consenso, y que reúna tanto la resignación como el entusiasmo, los intereses de lucro y poder y las esperanzas de gente común, las iniciativas y la inercia, los sucesos y las nuevas costumbres.” No me cabe dudas que usted tiene 100% de razón en su razonamiento, pero es decisión del poder hacer las cosas de otra forma o la tendencia hacia enfrentar económicamente la realidad es mirando para el capitalismo. Filtremos los últimos movimientos empresariales dentro de Cuba y veremos que la administración por empresas extranjeras capitalistas, holdings de capitales privados y otras estructuras típicas de explotación y lucro va tomando cada día más espacio dentro de la deprimida economía Cubana en administración, participación y hasta toma de decisiones. Pretender jugar al capitalismo desde las alturas y a un rígido socialismo restrictivo y poco participativo mostrara al cubano normal que el capitalismo es la forma de lograr prosperidad económica y el socialismo de no disfrutarla. Inclusive a mi entender acaba de ocurrido un hecho impensable hace solo unos meses, una compañía foránea el emporio hotelero suizo Kempinski Hotels que coparticipa en el futuro hotel Manzana de Gómez a través de Bouygues Construction introduce mano de obra foránea para la terminación de una de sus inversiones sin que autoridades cubanas, o la central de trabajadores diga ni pio, recalco no del tipo de alta especialización que quizás sea imposible de encontrar en Cuba, simples plomeros, electricistas, albañiles a los que se les está pagando lo mismo que esa empresa extranjera paga a la corporación militar cubana que contrala la mano de obra, pero que no funcionaba porque el obrero Cubano solo recibe migajas de ese monto de dinero que no les da para vivir decentemente. Le aseguro que si a cualquiera de los obreros cubanos se le pagan 1000 CUC se acaba el invento y trabajan como lo hacemos todos cuando nos vamos del país. No lo he visto a usted o al secretario de la CTC única, o a autoridad política Cubana de ningún nivel intentar al menos explicar que se traen entre mano.
en italiano http://www.cubainformazione.it/?p=17778
Pobre Fernando Ortiz, como lo mitifican!
Como en la película “la invasión de los ladrones de cuerpos”, el enemigo lleva ya más de 50 años colocando en Cuba las semillas de la autodestrucción, con la esperanza de cada día sean más los seres replicantes dispuestos a restaurar el capitalismo y sus crímenes.
Del mismo modo que los nazis fueron capaces de demostrar que era posible derrotar el instinto y apego maternal hacia un bebé provocando el llanto de forma ininterrumpida, hasta provocar una conducta agresiva e incluso el asesinato, ahora se pretende que quienes un día abrazaron la revolución como el resultado de una necesidad sentida, sean los mismos que pugnen por su destrucción como resultado del desarme ideológico provocado por más de 50 años de guerra económica y cultural.
El enemigo siempre tuvo claro que, para rendir el espíritu socialista, era necesario crear condiciones de escasez. Allí donde el estado es capaz de garantizar los recursos básicos a todos los ciudadanos, la competitividad, el individualismo y la acumulación de riqueza no sólo no son conductas adaptativas sino que se convierten en conductas psico y sociopatológicas. La adicción al dinero, el enfrentamiento cotidiano entre las personas por recursos que el factor trabajo hoy puede obtener de forma satisfactoria o la focalización de la propia existencia en el ámbito personal y familiar (como si no existiera una realidad superior y fundamental a nivel comunitario) son fenómenos inconcebibles más allá de un contexto de escasez, incertidumbre y profundas desigualdades. Es en el capitalismo donde todo esto adquiere sentido y se convierte en un valor en alza.
Las condiciones de escasez que acompañaron al periodo especial comprometieron extraordinariamente las funciones del estado como gran proveedor de recursos y justicia social, así como el apego de los ciudadanos a valores que, como la cooperación y la solidaridad, sólo son viables alcanzan a todos según el principio de cada uno según su capacidad y a cada uno según sus necesidades. Culpar al socialismo de que en esta etapa no se cubrieran todas las necesidades de los 11 millones de cubanos sería profundamente injusto, ya que es el único sistema diseñado para garantizar las necesidades y el bienestar. Los recursos eran los que eran y, en todo caso, habría que culpar a quienes actuaron de un modo oportunista (típico del capitalismo) y a la necesidad de preservar la revolución también de los posibles enemigos internos.
Los medios al servicio de la guerra contra el modelo económico de desarrollo socialista que Cuba soberamente ha adopatado a través de su leyes intentan infructuosamente despretigiar nuestro régimen laboral y la laboriosidad y destrezas de nuestros obreros. La contratación de mano de obra foránea esta contemplada en la Ley 118/2014:Ley de la Inversión Extranjera. No es ningún misterio oculto ni tampoco necesita la aprobación de la CTC. En el caso al cual se hace mención, nada más alejado de la realidad que afirmar que se contrató al trabajador foráneo porque “el obrero cubano solo recibe migajas” y por lo tanto su productividad es inferior a la de este contratado.
Remito a los foristas al Artículo 28 de la citada ley.
” Los trabajadores que presten sus servicios en las actividades
correspondientes a las inversiones extranjeras serán, por
lo general, cubanos o extranjeros residentes permanentes en
la República de Cuba. No obstante, los órganos de dirección
y administración de las empresas mixtas o de las empresas de
capital totalmente extranjero, o las partes en los contratos
de asociación económica internacional pueden decidir que
determinados cargos de dirección superior o algunos puestos
de trabajo de carácter técnico se desempeñen por personas no
residentes permanentes en el país, y en esos casos determinar el
régimen laboral a aplicar, así como los derechos y obligaciones
de esos trabajadores. Estas personas no residentes permanentes
en el país que sean contratadas estarán sujetas a las disposiciones
legales de inmigración y extranjería vigentes en la nación.”
En cuanto a los salarios que devenga el trabajador cubano la ley dispone que este “percibirá un salario en pesos cubanos adecuado a
la complejidad y condiciones de trabajo, los pagos por rendimiento
que se pacten. Se establecerá en el país un salario
mínimo que es un concepto diferente a las escalas salariales
que hoy se aplican y que no será el que se pague a estos trabajadores,
sino uno que será siempre superior. ”
Existe una entidad enpleadora que además de regular la contratación de la fuerza de trabajo vela por la garantia de los “derechos que cada trabajador posee en un sistema económico-social como el nuestro, y así evita que el libre albedrío y consideraciones injustas de empresas
extranjeras, alineadas con la economía de mercado, desgarren
los derechos que debe poseer el trabajador en el momento
de indemnizaciones por despido, enfermedad, vacaciones,
estímulos, salario, etc. ” [ Fuente consultada: “La Inversión Extranjera en Cuba, Vivian Abreu Lourdes López y Anilcie Marlen Alejos Garea, Ediciones ONBC, 2015 ]
Como sucede a menudo, de lo que se habla no se habla. El maestro Martínez Heredia previene sobre riesgos que naturalmente existen en la construcción socialista, con una crisis teórica profundísima, con la caída de lo que era llamado “campo socialista” que con sus mas y sus menos fue sostén de esa construcción, con la agresividad del Imperio en América Latina para quebrar las bases de solidaridad entre los pueblos para la Liberación, etc., y lo hace apelando a aquello que es fundamental para explicar el presente y poder hacerse hermano del futuro: la historia, el pasado. Es –como de costumbre- más que interesante su conferencia íntegra, y bueno sería echarle un ojo.
En lugar de eso –y creo que muy concientemente en contra de eso-, se introducen disputas sobre si lo que cobra uno es migaja, o si tal contratación es mala, o… Y no me parece mal que todo eso se discuta, se apruebe o desapruebe. Pero es obvio que lo que se quiere es no discutir lo que plantea el compañero Fernando, porque en el fondo es que no se quiere la conciencia social sino embarullar esa conciencia. Y nada mejor para ello que evitar los ejes, piratearlos, deformarlos, cambiarlos.
Chau
100% de acuerdo querido Carlos.
A mí la frase “proceso de desarme ideológico” me suena a desmerengamiento.
No hay que desdeñar la intencionalidad de ese desarme pero ¿quién está intentando tal desarme? ¿Acaso el pueblo -que ahora este señor llama “grandes núcleos de la población”-, ese pueblo que sólo ha sabido apoyar unánimemente el zigzag ideológico de los devaneos del poder? Nuestra verdad ha sido encarcelada en la doctrina y al final los trabajadores del campo cultural están alarmados porque esa transformación vaya a ser consentida, aceptada y asumida. Pues bien, la probabilidad es altísima, pues para evitar aquello hace falta pensar y la gente cree que pensar daña el cerebro.
El colonialismo está en la mente. Cuando a propósito de nuestra estrella solitaria, decía Fernando Ortiz: “Sí, tuvimos nuestra estrella, nuestra buena estrella, la estrella solitaria, destinada quizás á fulgurar solitariamente en nuestra historia, á no cruzar sus destellos con los de otro ú otros luminares que centellean bajo otros cielos. Pero ya no guía á nuestros cruzados, si es que con cruzados contamos todavía. Ya se ha apagado en nuestras mentes, como si para fijarla é inmovilizarla en aquella bandera que por primera vez flameó el 20 de mayo, libre, acatada y orgullosa, hubiese sido preciso arrancarla de nuestras conciencias”, cuando se lamentaba de ese modo, no se estaba refiriendo a una falla incidental de nuestro carácter, sino a una característica fundamental de nuestra personalidad.
No creo que valga la pena discutir la afirmación de que la bandera flameó orgullosa por primera vez el 20 de Mayo.
Las revoluciones sociales nunca han sobrevivido a sus fundadores porque han borrado el viejo orden social, -portador de toda la herencia cultural de los pueblos- en vez de perfeccionarlo. Los mismos que nada bueno encuentran de nuestra república antes del 59, esperan que en un eventual cambio social en Cuba, al menos se mantengan los logros de la revolución; en eso llevan razón.
La revolución iba bien hasta que se dejó enredar en las doctrinas.
Doctrinas, Mike, no hay en el neoliberalismo?
Sí, estimado Iroel.
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