Estado, pueblo y medios de comunicación: ¿nos entregamos? Por Iroel Sánchez

 

Hoy Granma me publica este texto que incorpora algunas ideas y datos junto a otros que ya hemos venido compartiendo en el blog sobre el tema de los medios de comunicación. 

El 15 de abril de 2009 el Jefe de la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba escribía en un cable que luego reveló Wikileaks “es improbable que el movimiento tradicional de disidentes reemplace al Gobierno cubano”, añadiendo que “blogueros, músicos y artistas plásticos, no pertenecen a organizaciones de disidentes”,  y  adoptan  “mucho mejor, posiciones rebeldes de gran impacto”.

Pero los nombres escogidos aparecían en la propias revelaciones de Wikileaks y en los reportajes de la agencia Associated Press que vinieron después, se desacreditaba así el nuevo proyecto y se perdía lo más importante para su eficacia: la conexión con la sociedad cubana.

Sacar a alguien de Cuba, prepararlo, asignarle un financiamiento no proveniente directamente del gobierno de EEUU, declarar transparencia en el origen y uso del dinero y proclamar preocupación por asuntos ciudadanos como el derecho a la información y los problemas de la comunidad insuficientemente atendidos por instituciones gubernamentales, organizaciones de masas y la prensa cubana era el procedimiento, pero se necesitaban nombres sin pasado contrarrevolucionario y si estaban conectados con la academia, los medios de comunicación y la naciente comunidad de blogueros cubanos, mejor.

Cuba creó una plataforma nacional gratuita para blogs pero entonces, o tal vez por eso mismo, ya los blogs no interesaban y, oh casualidad, tomaron auge los medios de comunicación privados, recogiendo las inconformidades de nuestra prensa, pagando lo que no pagamos y ocupando los vacíos que dejamos. Y el dinero hace maravillas: Quien en un medio cubano homenajeaba al Che, poco después lo irrespetaba allí donde pagan mejor.

Además, de acuerdo con las nuevas realidades el dinero gubernamental se ramifica y terceriza de manera que es cada vez más difícil saber quién está detrás. El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el 24 de diciembre de 2014 -exactamente una semana después de los acuerdos del 17D entre los gobiernos de Cuba y EEUU- que estaba buscando organizaciones estadounidenses o basadas en el extranjero interesadas en programas que “promuevan los derechos civiles, políticos y laborales en Cuba” para adjudicarles hasta $ 11 millones en subvenciones que van desde $ 500.000 a $ 2 millones cada una, declarando que daría prioridad a las propuestas que “hagan hincapié en el papel de los interlocutores cubanos en el desarrollo y el logro de los objetivos programáticos”. Las actividades a financiar abarcan “capacitaciones, becas de corta duración, o de compromiso”, no en la misión diplomática de Washington en La Habana sino en otros países, incluyendo EEUU.

En el mundo entero la prensa privada es unánime a la hora de juzgar a Cuba y señalarnos el camino que debemos tomar, es unánime cuando se enfrenta como un solo partido político a los procesos progresistas en América Latina y es unánime en coincidir con las estrategias de Estados Unidos en la región pero –vaya paradoja- se nos dice que tenemos que tener prensa privada para ser plurales. Y si preguntas dónde la prensa privada (o peor, la gubernamental que se concentra exclusivamente en nosotros desde medios públicos de EEUU y Europa), defiende a los de abajo, dónde da voz a los sindicalistas y los desempleados, entonces eres extremista. Resulta que el extremo estaría no en la minoría que controla todo eso o en quien le sirve pidiendo “una purga calcinante” de los últimos sesenta años de nuestra historia en el mejor estilo de los “tres días para matar”, sino en quienes lo denuncian.

Así se trate de medios gubernamentales con divisiones especiales dedicadas a la Isla, o de medios privados con gestores instalados al interior del país, la línea editorial que ocupa el centro de la prensa construida desde el exterior para conducir a Cuba al capitalismo es exhibir el éxito del individualismo frente al fracaso de lo colectivo. Pero para nuestros inteligentes consejeros eso no es propaganda.

En su vista panorámica de la autopista del capital no aparecen quienes se arrastran por sus márgenes, pero es más atractiva si junto al triunfador individual -“emprendedor” o emigrado- se colocan en primer plano los baches en el proyecto colectivo. Claro está, sin decir cuántos son fruto de las minas sembradas allí por quienes les pagan a quienes escriben el encargo.

Que se haga a través de la seducción mercantil no lo hace menos propaganda que la indicación explícita. Ya se sabe que para la CIA la “forma de propaganda más efectiva” es aquella en que el individuo actúa en la dirección en que se espera, por razones que cree son las suyas propias. En cuanto al uso de la censura, sobran los testimonios de que allí cuecen habas, pero es cierto que cuando manda el dinero hace menos falta porque como dijo el fundador del neoliberalismo, Milton Friedman: 

“Cuanto más amplio sea el uso del mercado, menor será el número de cuestiones en las que se requieren decisiones expresamente políticas y, por tanto, en las que es necesario alcanzar un acuerdo”. 

Mucho tiene que cambiar nuestra prensa para ser el instrumento de control popular, participación ciudadana y crecimiento espiritual que Cuba necesita y para aprovechar en ella todo el potencial de nuestros jóvenes periodistas y nuestros intelectuales, pero no es con la ayuda interesada de quienes han convertido a Noam Chomsky en un desconocido en su propio país y con su persecución llevaron a la muerte al joven activista por el libre acceso a la información Aaron Swartz que lo lograremos.

¿O es gratuito que en esta estrategia esos medios promotores de la restauración capitalista coincidan con el planteamiento explícito del Presidente Barack Obama en su visita a La Habana oponiendo el pueblo y el estado cubanos, y atacando al Partido Comunista como garantía de ese poder?¿Ha dejado alguna vez el estado revolucionario de luchar en beneficio de los intereses del pueblo cubano?¿No es estatal la política de un medio privado que sirve a la estrategia de un estado extranjero?¿No son precisamente los que se han opuesto históricamente a los intereses de nuestro pueblo los que necesitan, y financian, una prensa hostil a nuestro estado?

Si alguna duda hay de qué lado está cada cual, que se revise qué postura adoptaron unánimemente esos espacios cuando el estado, para proteger la alimentación del pueblo, adoptó medidas para detener la especulación con los precios de los alimentos.

Cómo se relacionan estado, Partido y medios de comunicación en el socialismo para servir mejor al pueblo y vencer en la lucha ideológica frente al capitalismo es una cuestión no resuelta y donde se han cometido no pocos errores en muchas latitudes. Lejos estamos de haber hecho realidad lo planteado por Fidel en 1977 cuando expresó:

“En nuestro concepto, los periódicos y los medios masivos de divulgación pertenecen al pueblo. Y debe existir la más amplia libertad para que el pueblo utilice esos medios en favor de los intereses de la causa, en la crítica dura contra todo lo que esté mal hecho. Creo que mientras más crítica exista dentro del socialismo, eso es lo mejor…”

Pero el estado socialista al que aspiramos, cada vez más democrático y popular, y cuyo diseño discuten ahora mismo cientos de miles de cubanos en total libertad no es el problema, sino que puede ser la única solución para alcanzarlo. El gran periodista argentino Víctor Hugo Morales, que ha sufrido la censura, la persecución y el acoso de los medios privados en su país lo explica con claridad:

“El problema más serio de la democracia es la influencia de los medios de comunicación convertidos en partidos políticos, escudados en la libertad de expresión como un bien que está por arriba de todos los demás. La libertad real es la que está comprometida cuando los medios concentrados asfixian ese ideal. 

“De todas las corporaciones es la más poderosa, porque se ubica al frente de ese ejército que combate al Estado como si este fuese el causante de los males, y no su remedio, o por lo menos, un paliativo dentro de este mundo rendido a los pies del capitalismo. Solo el Estado puede regularlo y adecentar la derrota de las mayorías, porque hace más grande y más profunda la discusión política. 

“Fuera del Estado, para los más vulnerables no hay mundo, no hay dignidad, no hay nada que valga la pena. Y la guerra enmascarada en los valores de la libertad de expresión es impiadosa, constante, cruel y mentirosa. Sin Estado no hay democracia, porque es el que puede arbitrar en la despareja relación de las fuerzas en pugna.”

En esa guerra, donde nos jugamos el destino como Revolución de los humildes por los humildes y para los humildes, no tenemos derecho a entregar las armas de la comunicación a los ricos, por los ricos y para los ricos que son en definitiva quienes ya las controlan en la mayor parte del planeta.

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19 Responses to Estado, pueblo y medios de comunicación: ¿nos entregamos? Por Iroel Sánchez

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  2. Antes de entregarse hay que pensar cuanto costo estar donde se esta y porque el pueblo cubano decidio pagar ese precio en su momento.
    Quizas algunos solo lo vean como una competencia de pin-pon o uno de
    los reality show de moda pero de entrada estan descalificados.
    Un buen antidoto contra riesgos es recordar al simplon de Gorbachov.

     
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  4. Livio Delgado says:

    Iroel la mayor encrucijada a su aspirado y siempre pospuesto socialismo, ahora en su variante Raulista de “próspero y sostenible” como siempre debió ser, es que el capitalismo sigue siendo la forma económicamente hablando más eficiente de desarrollar la economía, en buen Cubano lo decimos “el ojo del amo engorda al caballo”, y seamos honestos los países llamados socialistas con mejores resultados China, Vietnam han ido al desarrollo de variantes económicas capitalistas en su economía para así lograrlo. Cuba no creo tenga otra opción, el estado y aquí me sirvo de separarlo del partido político figurativamente, tiene que solamente servir de contrapeso y acomodo para lograr una sociedad con la mayor justicia social posible. En su pregunta que usted mismo separa en Estado y Pueblo en cuanto a poder sobre los medios de comunicación, Usted y muchos pueden desear y hasta imponer seguir siendo los dueño de los medios de comunicación, pero en esta era digital el pueblo tiene otros medios de comunicación propios al que por el número y la diversidad no existe forma de aplicar control, inclusive en un servicio tan restringido y filtrado como el de Cuba los agujeros son más que evidente y los mismos que escribe en los periódicos oficiales en su blogs personales muestran otros estados de opinion, porque además esa muy restringida capacidad de interconexión donde por ejemplo no existe servicio wifi en aeropuertos es desde ya, una de las barreras que un desarrollo turístico serio tiene que solucionar. Ni usted ni yo creemos en la libertad de prensa, tanto en el capitalismo como en el socialismo la prensa responde, como absolutamente todo, al que este en el poder. Pero recordemos que el marxismo, eso que usted aplica siempre que le conviene, asegura que “el motor de la historia es la lucha de clases, el enfrentamiento de las poblaciones favorecidas por la contradicción contra las deseosas del cambio.”, el socialismo no extingue las clases y el Cubano por cosas de la vida va camino a separarlas cada día más, por ello la lucha de unos para comer y otros para gobernar sigue siendo parte de la tragicomedia Cubana.

     
  5. Simpermiso says:

    Las palabras de Victor Hugo ponen el dedo en la llaga: se ha hecho de la libertad (no sólo de expresión sino en todo los ámbitos) un bien o valor que está por encima de todos los demás. Fuera del Estado, sus leyes y sus servicios universales, lo que adquiere protagonismo es el crimen organizado, para quien cualquier control es un ataque intolerable a la libertad, ya se trate de la libertad de expresión, de la capacidad de autorregulación de los mercados o de la libre iniciativa de los ciudadanos.

    Con el triunfo del neoliberalismo, se ha despojado de legitimidad a los sistemas que se dotaron de un estado social y democrático de derecho y se le está garantizando inmunidad a las organizaciones mafiosas, que siempre vieron en las regulaciones, controles y funciones públicos el obstáculo insalvable a la hora de alcanzar sus objetivos. Es el triunfo de Al Capone y los de su especie, cuyo oportunismo y falta de principios fueron versificados por Milton Friedman y su escuela. No debe ser casualidad que ambos líderes del crimen organizado nacieran en Brooklyn, fueran contemporáneos y ejercieran su magisterio en Chicago. La única diferencia es que, en la sociedad norteamericana de los años 30, a Al Capone se le encarceló en Alcatraz por evasión de impuestos, mientras que en la sociedad norteamericana actual y bajo la influencia de las recetas de Friedman, los que evaden impuestos a los paraisos fiscales, desregulan la economía y organizan crisis financieras (como Goldman Sachs) son los que nombran a los presidentes, congresistas, jueces y directores de los grandes medios de comunicación, fuera y dentro de los Estados Unidos, convirtiendo la economía global en un exitoso sistema de crimen organizado que el famoso mafioso de origen napolitano jamás pudo soñar, lo que da buena cuenta de la extraordinaria capacidad de autosuperación del capitalismo y del futuro que nos aguarda si no somos capaces de cambiar el rumbo.

     
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  7. Omar says:

    A que algo tan atinado y en sintonía con el pueblo, con los pies en la tierra y tan sinceramente revolucionario como el artículo del link q pongo, no lo publican en nuestra gran prensa oficialista: http://www.periodismodebarrio.org/2016/07/14/las-contradicciones-del-periodismo-cubano/

     
    • Me imagino porque es el resultado del algoritmo para crear una prensa oficialista de EEUU en Cuba que se describe en este párrafo:
      “Sacar a alguien de Cuba, prepararlo, asignarle un financiamiento no proveniente directamente del gobierno de EEUU, declarar transparencia en el origen y uso del dinero y proclamar preocupación por asuntos ciudadanos como el derecho a la información y los problemas de la comunidad insuficientemente atendidos por instituciones gubernamentales, organizaciones de masas y la prensa cubana”

       
  8. Dario says:

    Que bueno que se publicó en el Granma, solo que en este campo debemos ponernos las pilas, nada de sin prisa pero sin pausa, necesitamos llevar la iniciativa y no ponernos a la defensa. felicidades para el equipo de Granma por esta publicación. Saludos

     
  9. cubainforma says:

    Cuando la derecha gobierna se olvida de la ‘libertad de los medios’… los casos de teleSur y RT en la Argentina de Macri, nos muestran que los lobos son mas feroces cuando estan disfrazados de ovejas…

     
  10. Pablo says:

    Por que los seguimos llamando “medios de comunicacion” a los que hacen periodismo tradicional,no es realmente que debemos llamarlo “medios de divulgacion” y a una pagina como esta si podemos llamarla medio de comunicacion porque podemos intercambiar diferentes posiciones y discutir ampliamente y libremente, lo que no podemos hacer en los “medios de comunicacion” que llamo tadicionales

     
  11. Alexei says:

    Iroel, lo mejor de tu artículo es que deja claro cuál es el posicionamiento de los que dirigen la prensa oficial cubana. Además, se enriquece el debate en torno al modelo de prensa cubano. No obstante, usted, como tantos otros, evitan identificar que son los rectores de la prensa en Cuba, dígase, Departamento Ideológico del Comité Central del PCC, el principal lastre para que la prensa avance. Esteban Morales recientemente publicó en post donde con gran audacia indicaba la raíz del problema.

    Soy lector de Periodismo de Barrio y más allá de supuestas “sospechas y disidencias” valoro positivamente el trabajo que realizan y las historias que cuentan. Cuántos congresos de la UPEC deben celebrarse para finalmente tener medios de comunicación a la altura de estos tiempos?

    Saludos desde Brasil

     
  12. Rodin donde se piensa says:

    Excelente pieza de lo que siempre hemos criticado, el intrusismo profesional, tantos talentos escribiendo en otros medios, y usted tiene la suerte de emborronar toda una plana.

    ¿de que vives Iroel?, por que si criticas a los peridistas que cobran por escribir, pienso que escribas gratis.

    Gracias antipipadas por la segura censura.

     
    • Gracias por darme la oportunidad de esclarecerte: No critico a ningún periodista que cobra por escribir, critico y demuestro la construcción desde poderes extranjeros de medios para llevar a Cuba al capitalismo. Puedes llegarte al Minsterio de Comunicaciones y preguntar por mi.

      Saludos

       

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