Sara Rosenberg
(Dilema doméstico es un cuento de Carlson Mc Cullers que narra cómo un marido llega a casa y encuentra a su esposa borracha y a los niños desamparados, pero no es capaz de cambiar la situación y lo acepta. Algo así pasa también en la política, en la micro-política de las clases medias coloniales de Europa.)
Ya nadie duda de que los bancos y las grandes corporaciones financiero-militares son quienes gobiernan en Europa y Estados Unidos. Y gobiernan con una crueldad digna de avezados usureros. A pesar del voto de las mayorías en contra de las políticas mafiosas de robo de los derechos sociales y políticos, los bancos tienen el poder y lo que llaman democracia es una dictadura financiera y de mercado implacable. El caso griego ha servido para demostrar una vez más que no bastan los votos en contra porque no hay mecanismos dentro del sistema que permitan controlar o desobedecer las órdenes de la Cosa Nostra del capital financiero.
La mafia exige aceptar prestamos para pagar nuevos prestamos y continuar saqueando a través de leyes y dispositivos que hacen que la deuda siga creciendo y ahogando a los pueblos.
Nuestra memoria latinoamericana no olvida que las políticas del liberalismo se impusieron a sangre y fuego. Golpes militares, bombardeos, invasiones, masacres y gobiernos dictatoriales garantizaron en el siglo XX y parte del XXI la aplicación de los mandatos del Fondo Monetario Internacional. La deuda creció y la gran empresa formó parte del aparato criminal que asoló el continente para saquear y entregar nuestra soberanía a Estados Unidos.
Sin embargo, el mismo saqueo e idéntico plan criminal hoy no necesita del golpe militar sino que se ejercita a través de guerras económicas apoyadas por los mismos sectores que antes apoyaron los genocidios y que operan a través de seudo partidos que son funcionales a la banca extranjera, una red mafiosa que dice defender la “democracia” y la “libertad de expresión”. Un ejemplo esperpéntico han sido los viajes de Felipe González a Venezuela para defender a la mafia caprílica que nos ha dejado muchos muertos y heridos y mucho dolor, o también los viajes de senadores que en España votan leyes represivas, corrompen, roban y van a dar lecciones de democracia a países soberanos como Venezuela. Un esperpento que demuestra que el capital financiero no tiene fronteras ni geográficas ni éticas.
Las intensas luchas antiimperialistas de America Latina han puesto una barrera al saqueo y están demostrando cómo se recarga y se resignifica la palabra democracia, cuando hablamos de democracias participativas y de estados capaces de defender los derechos del pueblo.
Sin embargo, en Europa la dictadura de mercado se impuso apelando a esa extraña conciencia de que la felicidad estaba en un anaquel de supermercado. Se cantaba la gloria del gran rey consumo. La catedral fueron el banco y el crédito. Aparecieron una serie de “costumbres” que hacían que las tarjetas plásticas y el dinero fluyera. El silencio acompañó a la ingeniería financiera que hoy hace que cualquier servicio supuestamente público –luz, gas, teléfono-exija tener una cuenta en el banco y que hasta el salario deba ser depositado en esa cuenta. La pretendida modernidad llegó como si de pronto el mal llamado progreso y estado del bienestar fueran posible con el capitalismo.
Quizás sería bueno preguntarnos cómo opera el colonialismo, no sólo sobre la ideología y la vida en las antiguas colonias que se independizaron, sino cómo opera al interior de las potencias coloniales. La Europa colonizada por el gran capital financiero ha perdido su soberanía pero mantiene el viejo discurso, una narrativa que le impide desarrollar la lucha y buscar una organización diferente capaz de plantarse ante el sistema del capitalismo depredador. En ese espejo roto surge y crece el peligroso discurso de la derecha más recalcitrante y xenófoba.
La situación colonial, la dependencia de Estados Unidos y de Alemania, ha transformado a España en un país que sirve de gran base militar a la OTAN; el gobierno ha cedido el territorio de la base militar de Morón a los Estado Unidos de manera permanente. Las fuerzas militares y el gasto se triplican. En octubre será el país anfitrión de las más grandes maniobras militares de la OTAN, desde el final de la segunda guerra mundial. Es un país endeudado, con una industria de servicios, un país dependiente de la voluntad de los grandes monopolios financieros y militares. Tal como decíamos en los 80, entrar al euro significó entrar a la OTAN y fue entonces cuando esta pesadilla empezó a desarrollarse sustentada en la ideología del consumo ilimitado. Fueron los espejitos al revés, espejitos rotos que ya han perdido todo su brillo por la consumación del despojo a las grandes mayorías y la concentración de la riqueza cada vez menos manos. Manos de la banca y de la industria militar.
Mientras en América se libran hoy batallas importantes contra la mafia financiera, gracias a que el pueblo es cada día más conciente y está más decidido a enfrentar a los señores de la guerra y la usura, en Europa se viven tiempo difíciles en los que si bien alguna gente sabe que sólo la lucha del pueblo salvará al pueblo, las mayorías todavía confían en esa ilusión estéril de que es posible controlar a los bancos y a los gobiernos de turno mediante una democracia que de democracia sólo tiene el nombre. Aquí impera la ley mordaza, la ley de desahucios, la ley del robo de guante blanco y el camino por delante es largo. Esperemos que lo que ha sucedido en Grecia ayude a despertar de esta pesadilla, porque si los votos no se respaldan con la organización y la lucha, son devorados una y otra vez por la mafiocracia.
Al mismo tiempo y como corolario de este horror, y en el mes del aniversario del último genocidio provocado por Israel en Gaza, Netanyahu no sólo no se ha suicidado como dijo que haría si se llegaba a un acuerdo con Irán, sino que ha enviado a su ministro de defensa para pactar con el gobierno griego nuevas agresiones. El verano será largo y habrá que andar con paso firme, el que se necesita para entender que dentro del capitalismo no hay democracia que valga.
Y termino con una cita de una excelente conferencia de Boaventura Souza de Santos:
“Democracias suspendidas y gobernadas por virreyes de Goldman Sachs y donde el robo de los salarios y las pensiones son una vivencia diaria de los ciudadanos y donde los ciudadanos se suicidan más que nunca(…) Esta Europa que después de cinco siglos no tiene nada que enseñar, pero lo trágico es que no pueda aprender del resto del mundo, el colonialismo la ha incapacitado para aprender…”
Julio 2015.
Reblogueó esto en O LADO ESCURO DA LUA.
De que nos habla la Sra. Rosenberg, la vieja Europa, esta en caida, si, los capitales financieros mueven el mundo, si, en America se lucha contra el capital, no, Brasil, Argentina, Mexico, Venezuela, son tan corruptos que da pena mirarlos, los judios van bien, gracias, el verano sera largo, vacaciones, ahora, eso que dentro deal capitalismo, no hay democracia que valga…equivocado…el capitalismo funciona como sistema economico en cualquier sistema poitico…Democracia, Comunismo, Fascismo, etc…Corea del Norte, esta dando los primeros pasos, hacia el capitalismo, segun lei hace unos dias, Cuba, esta haciendo reformas capitalistas, aunque Iroel lo niegue…entonces, para arreglar el mundo, no hace falta ser antimperialista, solo tener vocacion de martir.
El mundo según Tony, jajaja