Crimea y la irresponsabilidad occidental

 
Santiago Pérez

europecountriesmapen2_bbdd216bLa crisis actual en Ucrania es considerada la más grave desde el fin de la guerra fría. Se anticipan escenarios  preocupantes para el desarrollo y evolución  del  sistema internacional, dada la magnitud de los actores involucrados y las medidas y contramedidas que se están barajando.

En caso de aprobarse el referéndum en Crimea el 16  de marzo para su  adhesión a la Federación de Rusia, las potencias occidentales han amenazado con congelar activos rusos en bancos occidentales, prohibir visas a figuras importantes del país y tratar de aislarlo en los foros políticos internacionales.

A la movilización general de las fuerzas armadas ucranianas, ya en curso, se le añadiría el incremento perspectivo de efectivos de la OTAN en el mar Negro y en los países Bálticos. Hasta ahora  ya han sido canceladas las negociaciones para la adhesión de Rusia a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y se interrumpieron  los preparativos de la Cumbre del G-8 que debía tener lugar en Sochi en junio de este año. Es muy posible que si se produce finalmente  la incorporación de Crimea a la Federación de Rusia, la escalada de sanciones se intensifique. Es lo que han declarado los principales líderes de EEUU, Alemania, Francia, Gran Bretaña, la OTAN.

Los rusos probablemente respondan imponiendo similares sanciones  a las que les impongan; quizás confiscando activos de las compañías occidentales en su país, dejando de pagar deudas a bancos norteamericanos y europeos, deshaciéndose de bonos del tesoro de EEUU y/o buscando monedas alternativas para sus operaciones comerciales con China, la India, Irán, otros países asiáticos, Medio Oriente, América Latina.

En la esfera militar, donde Rusia es más fuerte que en otras áreas,  hay que esperar medidas de respuesta, que pueden ir desde la no autorización de las inspecciones a la ejecución de los tratados de limitación de armamentos ya firmados, hasta movilizaciones adicionales de efectivos y tropas en este y otros teatros de operaciones. Pueden peligrar esfuerzos comunes ruso-norteamericanos para buscar salidas negociadas al conflicto sirio e iraní. Tal vez Moscú interrumpa la cooperación con la OTAN para el empleo de la llamada ruta Norte como vía  de tránsito para el suministro a las tropas  de la OTAN que permanecen en Afganistán y que deben retirarse este año.  Debe incrementarse la inestabilidad en las regiones prorrusas del este y sur de Ucrania.

Otro escenario es que prevalezca  la cordura y se logre determinada negociación entre las partes, lo que evitaría la escalada que se avizora. Si se diera este hipotético escenario, no obstante, ya los eventos transcurridos en estos tres meses van a dejar su huella en las perspectivas de evolución de los acontecimientos.

En primer lugar, va estar más claro aún, pase lo que pase, que EEUU sigue aplicando a Rusia la misma política  instaurada después del fin de la guerra fría, y que ha estado, está y estará dirigida a lograr el debilitamiento del Estado ruso en la arena internacional (cualquiera que sea el signo ideológico de sus gobernantes), y reducir su perfil de potencia  independiente. De ser posible, incluso, se desearía una fragmentación de la propia Rusia. Para ello continuará en marcha la carrera armamentista, el despliegue del escudo antimisil, la labor subversiva en el espacio postsoviético y en la propia Rusia. Las relaciones de estos dos actores seguirán siendo sumamente complicadas, lo que irradiará tensión en el escenario mundial.

Por otro lado, dada la debilidad y sumisión del nuevo gobierno ucraniano, incluyendo el que emerja después de los comicios del 25 de mayo, se espera que Kiev reanude el pedido de entrada de Ucrania a la OTAN,como en su momento hizo el Presidente prooccidental VíctorYushenko, lo que, si se lleva a efecto, generará otra espiral de tensión geopolítica en el futuro.

EE.UU ha aprovechado esta coyuntura para enviar el mensaje de que no acepta “plácidamente” la emergencia de potencias que cuestionen su postura de “primero entre iguales” en la geopolítica mundial. Ha sido un pase de cuenta al Presidente Putin por su postura independiente en la crisis siria, en el tema de Irán, en la concesión de asilo a Snowden, y en muchos otros puntos.Este enfrentamiento con Rusia es también una estocada a los BRICs y una advertencia a los poderes emergentes, actuales, y del futuro, de las consecuencias que tendría un comportamiento independiente. Habría que ver la reacción de estos actores emergentes ante el desplante presente y perspectivo de los norteamericanos.

De paso, la acción yanqui en Ucrania ha sido un golpe también a sus aliados europeos, los cuales, una vez más, van a tener que pagar las mayores sumas por el rescate a Ucrania, y cuya economía (la de la Unión Europea, para no hablar de la de Ucrania) puede salir mucho más perjudicada que la estadounidense, dada su mayor imbricación con la economía rusa.

Como resultado de esta crisis, probablemente Washington logre fortalecer aún más a la OTAN  como instrumento de su dominio en Europa y en el mundo, en tanto que se ha revitalizado la “amenaza rusa”, tema especialmente sensible para los países de Europa del Este miembros de la OTAN.

Finalmente, el complejo militar industrial y el establishment de la seguridad nacional van a estar satisfechos con el auge que va a desarrollar la carrera armamentista y el incremento de la tensión internacional en cualquiera de los futuros escenarios.

Por otro lado, el supuesto éxito de la operación subversiva para derrocar al Presidente Yanukóvich debe envalentonar a los hacedores de política de EEUU y de la OTAN para ensayar acciones de este tipo en países que resistan sus designios imperiales. Venezuela es el caso típico, pero podrían aparecer muchos otros. El 2014, año por demás de elecciones de medio término en EEUU, depara un incremento de la tensión internacional y un incremento del peligro que emana desde Washington y de Bruselas.

*Investigador del Centro de Investigaciones sobre Política Internacional (CIPI)

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0 Responses to Crimea y la irresponsabilidad occidental

  1. Es de marzo, fue un lapsus del autor

     
  2. Livio Delgado says:

    Hace unos meses el pueblo de las Malvinas o Falkland Islands para los de habla inglesa, un archipiélago reclamado por Argentina como suyo y aducen fue colonizado por Inglaterra siglos atrás, pues hicieron un referéndum sus pobladores sobre su interés de permanecer como territorio Británica de ultramar o pasar a ser territorio Argentino, los resultados fueron 99.87 el SI es decir mantener el status actual y un 0.17 NO es decir formar parte del territorio Argentino, a este proceso de consulta siempre el bloque latinoamericano lo ha rechazado como ilegitimo y lo han señalado como “ nuevo capítulo de agresión que viola las normas del Derecho Internacional, toda vez que el principio de Autodeterminación de los Pueblos, invocado por Reino Unido, solo se aplica para naciones constituidas y no en casos de territorios en disputa o reclamación.”. Ahora tenemos prácticamente el mismo esquema de política internacional de validar o no el principio de autodeterminación, pero aplicado por Rusia a un territorio colonizado y ocupado siglos atrás también, pero la izquierda en este caso si ven como valido el referéndum y el derecho de autodeterminación de sus pueblos, alguno de los súper especialistas de política internacional de la izquierda me podría explicar esta dicotomía de su apreciación en política internacional. Al menos seamos consecuentes con nosotros mismos.

     
    • A cuántos kilómetros está Malvinas de Inglaterra y a cuámtos Crimea dde Rusia?

       
      • Livio Delgado says:

        Iroel desgraciadamente tu y yo sabemos que no es un problema de Km de distancia, estamos hablando de procesos de colonización e intereses económicos en juego por siglos, en ambos casos son territorios ocupados por potencias mundiales y en el caso de Rusia hoy intenta recuperar un territorio clave para sus intereses geopolíticos de metrópolis dentro de un mundo que comienza nuevamente a ser en algo bipolar, Las Malvinas por ser un territorio bien aislado inclusive de la Argentina, siempre ha tenido más bajo perfil su reclamación y la guerra fue completamente circunstancial con el momento histórico del país reconocido por los propios políticos argentinos, Pero esa zona central del continente euroasiático en los últimos 2 siglos ha tenido cuanto mínimo 6 diferentes divisiones nacionales, ya existe un artículo en la web donde explica la historia de esa zona partiendo de los mapas de diferentes momentos históricos de los últimos 200 años, Personalmente para mí de aceptar como valido un referendo sobre soberanía tendríamos que ver ambos procesos como iguales. El detalle de ver ambas consultas populares de diferente ángulo es asumir otro proceso de colonización pero este de la mentalidad del individuo.

         
    • Gilberto Arias says:

      Y por que el referendum en Kosovo para EEUU y la UE fue legal y lo de Crimea no?

       
  3. artemiseño says:

    Les dejo este “manifiesto ucraniano” traducido del ruso.
    En sin dudas una enseñanza del futuro deseable que también diseñan para Cuba
    y de la manipulación mediática para desunir a los pueblos

    Carta abierta de Andrei Avramenko, un residente de Jarkov, Ucrania
    16.Mar.2014
    ¿Qué nos repiten nuestros jefes todos los días? Que hace 23 años que somos independientes y libres. No somos esclavos, no somos ganado, somos casi europeos. ¿No es lo más maravilloso que nos pueda pasar? Nos deshicimos de todas las ataduras que puedan existir. Nos liberamos de los tiranos sanguinarios y de la historia sangrienta. De todo lo que nos unía a “ellos.”
    En nuestro país desde hace mucho tiempo, casi un cuarto de siglo, se respira tal aire de Libertad, Igualdad, Fraternidad, como no lo hay en ningún otro lugar. ¿Acaso no es así? ¿No deberíamos estar orgullosos de ello constantemente? ¿No es eso lo que queríamos y no es eso lo que hemos buscado todos estos años?
    ¿No es eso lo que escuchamos en la televisión y el Internet cada minuto?
    ¡Estamos dispuestos a dar nuestras vidas por esa libertad!
    Este es nuestro mayor valor. Por encima no hay mas nada.
    No hay nada más importante en este mundo que nuestra independencia. Manos fuera de Ucrania. Y así sucesivamente…
    ¿Y de quién somos independientes? ¿Como país, como pueblo? Piensen solo un minuto … ¿Quién tiene el poder? ¿el pueblo? ¿o los oligarcas?
    ¿Quiénes se enriquecieron en todos estos años? ¿El pueblo o ellos?, esos guardianes del pueblo que gritan por nuestra unidad y nuestra libertad, cuyos canales y sitios web nos lo repiten cada minuto.
    ¿Por qué los presidentes que hemos elegido, que nos prometieron tanto en cada ocasión..?. ¿y por qué en todo este tiempo no hemos recibido nada?, solo esta “libertad” e “independencia” por la que ahora estaríamos preparados a morir luchando contra un vecino malvado y traicionero?
    Cada uno de nosotros debe más de 3,000 dólares. ¡Todos, incluyendo a los bebés! Esa es nuestra deuda a todo el mundo: $ 140,000,000,000. ¿Dónde está el dinero? ¡No existe! Pero la deuda sí. Y usted y yo y todos los miembros de nuestras familias tiene que pagar por eso.
    Esa es nuestra “independencia”. ¿Puede un endeudado ser independiente, como nos repiten todo el tiempo?
    ¿Es ese justamente nuestro principal valor? ¿pagar las deudas? Y, por cierto, este valor aumenta cada año.
    ¿Y a quién ha servido todos estos años, ese, nuestro principal valor: “la independencia”? ¿Al poder, a los políticos, a los oligarcas? Bajo el pretexto de las elecciones, nos vimos obligados a elegir a los políticos estridentes de turno. Que una y otra vez nos prometieron prosperidad. Y una y otra vez no fue así. Más bien la prosperidad ocurrió en los poderosos, los políticos y los oligarcas. Y esta vez, ¿crees que tendremos mejor suerte?
    ¿Así que pudiera ser que para los oligarcas el principal valor sea justamente esa “independencia”? La no dependencia del pueblo. La libertad para robar, asaltar, la libertad para mentir y para provocar el enfrentamiento entre nosotros.
    Todo lo que nos rodea, lo que construyeron nuestros padres, les pertenece. Ellos usurparon todo, ¡hipnotizándonos con palabras sobre libertad, democracia e independencia! Obtienen créditos, construyen castillos, villas y yates. Tienen cuentas en el extranjero, y sus hijos ingresan en las universidades más prestigiosas y caras en Occidente. ¡Y nosotros pagamos eso!
    Y si tú dudas del valor de esa “independencia”, entonces usted es un traidor, que se vendió a Moscú y a Putin personalmente.
    ¿No es así?
    Quizá en los últimos años lo que nos hemos convertido es en independientes y libres de nuestra historia, de nuestra lengua, de nuestras raíces y antepasados.
    Nos obligaron a abandonar nuestras hazañas, grandes hazañas y logros de nuestro pueblo. De nuestra Gran Nación.
    De alguna manera, ahora nuestros héroes son los mismos que nuestros ancestros aplastaron en la misma Gran Guerra Patria. ¿Cómo es que estamos derribando sus monumentos, los monumentos a nuestros antepasados, padres y abuelos? Esa es nuestra memoria. ¿A quién le es tan necesaria su destrucción?
    Y nosotros de nuevo como unos subnormales nos subimos a las barricadas. Y gritamos, que al fin esta vez sí viviremos como en un cuento de hadas. ¿Cuántas veces nos ha pasado? ¿Qué clase de círculo vicioso es ese? ¿Qué fantasma?
    Nos deshicimos de un gobierno corrupto, una vez más, la enésima vez. Y otra vez el fantasma de la esperanza, como un espejismo hace señas, susurra desde las esquinas, que en esta ocasión, sin duda, seremos prósperos y todos caerán muertos de envidia.
    Hemos perdido en estos años, más de 6 millones de nuestros ciudadanos. ¡Es una cifra imposible! En tiempos de paz. Es cerca de la pérdida total de población civil, de la URSS, durante la guerra más terrible en la historia humana. ¡Y los hemos perdido en paz, en independencia y en democracia!
    ¿Qué hemos logrado en 23 años, de esta libertad embriagadora? ¿De qué podemos estar orgullosos?
    ¿De que nuestras mujeres cuiden a ancianas en el extranjero y trabajen en burdeles? ¿De que nuestros hombres compitan con los polacos por el derecho a cosechar fresas en Portugal o con los moldavos en poner azulejos en Rusia? ¿De que no tenemos un ejército normal que pueda protegernos, y que ahora no hay ni siquiera policía? ¿Y de que nuestros niños estén listos para pelearse con nuestros propios hijos y padres de la policía especial?
    Solo nos resta seguir estando orgullosos de que somos ucranianos. ¿Y es esta nuestra razón única de orgullo?
    ¿Por qué estamos tratando de encubrir a los traidores, y convertirlos en héroes? ¿Dónde están nuestros verdaderos héroes, conocidos por todo el mundo? ¿Dónde está nuestro Shakespeare, Einstein, Gagarin? ¿Al menos alguien que nos puede dar ideales, esperanza y fe?
    Tómese un minuto y siéntase en silencio. Trate de pensar en dónde está todo lo que teníamos ¿Por qué abandonamos nuestras victorias? ¿Por qué nos rascamos las llagas de la hambruna y nos quedamos sentados gruñendo? ¿Cómo puede eso inspirar a crear y construir algo bajo esa ideología?
    ¡Pero espera! ¡Es que fuimos nosotros quienes lanzamos el primer satélite! Fuimos nosotros quienes derrotamos a Napoleón, a Hitler, a los turcos y los suecos y a un montón de otras naciones y tribus que invadieron nuestra tierra!
    ¡Fuimos nosotros quienes creamos el país más grande y vasto en la historia de la humanidad! Fuimos nosotros quienes creamos centrales nucleares y bombas! Era a nosotros a quien hasta hace poco nos respetaba y temía el mundo entero! ¿Dónde estamos ahora? ¿Dónde? ¿Por qué nos hemos negado a ser un gran pueblo, y asumimos el destino de los ofendidos? Quién nos robó nuestra historia y nuestras victorias? ¿Rusia? ¿Los moscovitas?
    Nosotros mismos nos hicimos eso. Nosotros mismos abandonamos nuestra memoria, nuestros antepasados, nuestras hazañas. Y comenzamos a creer en nuevos falsos ídolos y héroes. Pequeños e insignificantes en comparación con lo que teníamos ayer. ¿Es posible comparar Gagarin a [Stepan] Bandera?
    Por Kiev van muchachos furiosos con máscaras y palos. Una parte del pueblo quema viva a la otra. Se disparan unos a otros. ¿Cómo permitimos que eso sucediera? Estamos creyendo nuevamente en una revolución, en nuevas promesas.
    ¿Por qué llegamos a ser tan miserables, constantemente gritando que somos independientes y libres? Nos robaron el pasado, y ahora nos roban los restos del futuro. Enseñamos a nuestros hijos con falsos libros una historia falsa. ¿Cómo pudo pasar eso con nosotros? ¿Qué pasó?

    Envidio a los rusos, envidio a esos “Katsap” y “moscovitas”
    Les envidio sus Juegos Olímpicos y su ejército, tengo muchos amigos, tengo parientes en Rusia. Y puedo ver cómo cambian y crecen. Ellos confían en su Presidente. Ellos confían en su ejército. Están orgullosos de su gran historia, de sus logros y victorias.
    Y es que esa también es nuestra historia compartida… y también las victorias y los logros. Aún ayer lo era. Ellos se reconciliaron consigo mismo. Escupieron sobre el idolatrado Occidente. Y marchan adelante y se desarrollan, a pesar de lo que digan en nuestros televisores y foros. Y entiendo que los que estamos perdiendo somos nosotros y no ellos. Somos más cada vez más débiles y ellos más fuertes.
    Y aunque gritemos más alto “¡Gloria a Ucrania!” ya no lo cambiará.
    Hace poco tiempo, cuando la guerra en Chechenia hablábamos maliciosamente.
    Ahora los chechenos no son menos que los mismos rusos. Están listos a luchar por el resurgimiento de su gran país, del que forman parte. Y ahora hasta nos asustan con batallones chechenos. ¿Cómo sucedió esto?
    Se mataban entre ellos ayer. La razón es simple: los chechenos fueron capaces de recordar que ellos también eran rusos, y que eran parte de un Gran País y de un Gran Pueblo.
    Nos regodeamos cuando suceden en Rusia actos de terrorismo y desastres. ¡Y ellos lo superan una y otra vez, y se hacen más fuertes! ¡A pesar de que todo el mundo esté contra ellos!
    Se caen y se levantan de nuevo. Se ponen de pie y sonríen. Sólo se les escapa la sangre, a través de los dientes apretados.
    Y nosotros gritamos que son esclavos. Que pronto se vendrán abajo, que el petróleo caerá, que la OTAN atacará, y sobre ellos caerá el castigo de turno. ¡Pero es que ellos somos nosotros mismos! Escupimos en nuestro propio reflejo. En sí mismos.
    Tenemos que recordar sin falta que somos una sola entidad. Y cuando lo empecemos a entender y a darnos cuenta, sobrevendrá aquel sentimiento, que existió en nuestros antepasados. El sentimiento de la fuerza interior, de la esperanza, de la fe y el orgullo por el hecho de que también somos rusos.
    Y no importa quiénes fueron nuestros antepasados: ucranianos, tártaros, hebreos, buriatos o uzbekos. No importa nuestra fe religiosa: católica, ortodoxa, musulmana o judía. No es lo principal. ¡La clave es que nosotros somos de Rusia! Y nosotros somos parte de un gran pueblo y de un gran país.

    Sí, en nuestro gran país y gran nación todavía hay problemas. ¡Pero si recordamos que nosotros somos rusos, todo cambiará para siempre! Y a eso le temen todos.
    Le temen a que lo recordemos y estemos juntos de nuevo.
    Y por eso, esta red tejida de mentiras, de falsedad por todos lados. Apoyan toda esa ira y ese odio, aquí y en Rusia. No nos dejan despertar. Y si no recordamos lo que somos, entonces no despertaremos nunca.

    Acerca de la situación actual, la ocupación y más.
    ¿Quiénes son los que gritan más fuerte que tenemos que proteger “nuestra” independencia, unidad y libertad? Los mismos funcionarios, oligarcas y diputados. Le tienen terror a tener que responder por todo lo que ha sucedido en los últimos años con nuestra patria.
    ¿Tal vez no sea esto una ocupación? ¿Tal vez sea la liberación? Son los nuestros los que vienen, cuando casi no quedaba ninguna esperanza, cuando casi nos dimos por vencidos.
    Y tenemos que estar unidos y destruir a todos esos políticos mentirosos, oligarcas, alcaldes y funcionarios que echando espuma por la boca gritan para que vayamos a morir! Morir por sus villas, yates y castillos, por sus cuentas en los bancos, por su libertad de robar y su “independencia” de no responder por sus acciones.
    Entiendo que este manifiesto lo sacarán de Internet. Habrá miles de comentarios desagradables, me gritarán que soy un traidor, un vendido a Putin, un katsap, cambia casaca y Moscovita. No me importa. Yo sé que conmigo está la verdad.
    Yo soy un patriota de Ucrania, un verdadero patriota, y ahora se define el destino de mi pueblo y mi Ucrania.
    Nosotros, o recordamos quienes somos, o simplemente desaparecemos.
    Yo amo a mi pueblo ucraniano, mis ancestros y mi cultura.
    ¡Soy de Ucrania, pero más que eso soy ruso!

     
  4. Vicente Carvajal Iglesias says:

    Yo pregunto lo mismo….¿Por qué el referéndum de Kosovo, impulsado por USA y la OTAN, tendría más validez que el de Crimea? ¿No es más del 80% de la población de etnia e idioma ruso?

     

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