Cuba en la Serie del Caribe: Crónica de una muerte deseada

 
 Enrique Ubieta
Logo Serie del CaribeSé que mis palabras se mueven a contracorriente. Que el consenso que existe y se pavonea en los medios conduce hacia otras riberas. Pero los consensos no son verdades, sino construcciones. A veces, expresan realidades; a veces, las producen. Un lento y arduo proceso de construcción ha convencido a muchos de la superioridad del béisbol profesional. Y ese convencimiento –sobre el que pesan mitos, argumentos y deserciones bien remuneradas: toda una estrategia de imposición persuasiva–, nos ha llevado a la debacle de Isla Margarita. La derrota se exhibe ahora como la muy ansiada “prueba” que certifica la inferioridad, algo que los defensores del profesionalismo no consiguieron de manera clara en ninguno de los tres Clásicos. Como se ha dicho, supongo que sin alegría, “al fin podemos apreciar el nivel real del béisbol cubano”.

No estoy de acuerdo con esa frase. Mi posición no pretende que se ignoren deficiencias y carencias actuales  que sin duda afectan a nuestro deporte nacional, desde sus bases hasta el nivel superior. Concuerdo en que el exceso de equipos en la Serie Nacional es incongruente con la cantidad de habitantes del país, e incide en la calidad del espectáculo, en la preparación y la autoexigencia de los mejores. Sobre estos y muchos otros problemas, ya se ha escrito. Quiero por eso referirme a aquellos tópicos que sobrepasan lo estrictamente deportivo, y que sin embargo lo condicionan. Porque la derrota momentánea del amauterismo –que no es la victoria de la profesionalidad, sino del profesionalismo–, es una de las consecuencias naturales de la derrota momentánea del socialismo.

Es poco serio discutir sobre la real o supuesta merma de calidad en los equipos cubanos, si no mencionamos el continuado desangramiento que producen las deserciones (el robo) de peloteros consagrados y de talentos en desarrollo. ¿Alguien ignora las razones por las que el equipo de Cienfuegos, por solo citar un ejemplo, cayó bruscamente en el campeonato nacional de las primeras posiciones al sótano? Con los peloteros que abandonaron el país y que hoy brillan en diferentes organizaciones del béisbol profesional –en su mayoría formados por la escuela cubana de béisbol y algunos de ellos, ex miembros de nuestro equipo nacional, por mucho que quiera atribuírsele a los compradores el haber limado posibles deficiencias– podrían confeccionarse varios equipos de nivel internacional. Nadie dice  que el bloqueo estadounidense obliga a los peloteros cubanos que se insertan en Grandes Ligas a vivir fuera de la Isla. Pero el tema tiene una contraparte: ¿cómo es posible que Yasiel Puig, un prospecto del equipo de Cienfuegos, cause sensación en Grandes Ligas y casi se lleve el título de Novato del Año?, la comparación con el talentoso lanzador de origen cubano que alcanzó esa distinción es intencionada, ya que aquel no se formó como este en Cuba, y mi propósito no es hablar del “talento natural” de los cubanos para la pelota, sino de la escuela nacional que los forma, ¿cómo es que Yoenis Céspedes, ex miembro del equipo Cuba, pudo conquistar el Derby de jonrones en su primer juego de las estrellas en la Gran Carpa?, ¿por qué José Dariel Abreu, el toletero y primera base de los equipos Cuba y Cienfuegos, fue contratado de inicio por la astronómica suma de más de 60 millones de dólares? Mi punto es este: esos desertores demuestran también la calidad de la pelota cubana. Calidad que se extiende a los cubanos que ahora integran equipos mexicanos, boricuas o venezolanos, ex jugadores de series nacionales que nunca clasificaron o sí, para el equipo del país. Entonces, ¿cómo es que, a pesar de esa continua sangría, el equipo Cuba logra recomponerse año tras año?

Las acciones y campañas mediáticas contra el deporte cubano –que son contra el sistema deportivo cubano, lo que significa decir, contra el socialismo cubano– cuando no pueden evitar el avance o el triunfo de los jugadores del patio en eventos profesionales, donde cualquier equipo grande gana o pierde sin complejos, promueve la deserción como recurso desestabilizador. Decía al inicio de esta reflexión que ninguno de los tres Clásicos logró demostrar la inferioridad del béisbol cubano. Recuerdo que en días previos al I Clásico, los medios contrarrevolucionarios auguraban la más rotunda derrota de Cuba y la politizaban. Cubaencuentro, en Internet, afirmaba:

El Clásico Mundial de Béisbol (CMB) dará la posibilidad, de una vez y por todas, de comprobar cuál es el nivel real del béisbol cubano. […] Alejada del mejor béisbol del mundo por casi cinco décadas, Cuba competirá con una presión adicional. El equipo de la Isla no puede darse el lujo de una derrota aparatosa, pues se derrumbaría toda la propaganda montada durante tantos años. El béisbol ha sido el principal baluarte de una política propagandística dirigida a demostrar la superioridad del sistema deportivo cubano. […] 

Algún comentarista llegó a afirmar que si Cuba no llegaba a la discusión de la medalla de oro, se evidenciaría el fracaso del sistema deportivo revolucionario. Era tal el deseo de que el equipo cubano naufragara, que ese mismo sitio web, en un editorial de la redacción, estalló de alegría cuando caímos en el primer juego frente a Puerto Rico, y se apresuró en la organización del entierro:

El marcador, 12 x 2, refleja la derrota más abultada del equipo cubano desde que el régimen de Fidel Castro decidiera darle la espalda al mundo profesional del béisbol. Ha habido que esperar casi cincuenta años, y ha llegado en el primer encuentro contra un rival de envergadura. Un batazo de Bernie Williams en la segunda entrada bastó para dejar atrás los “gloriosos años” en los que la selección nacional barría a conjuntos amateurs de todo el mundo. La realidad es mucho más cruda. Fuera de la burbuja propagandística del castrismo, el equipo nacional se vio desamparado y sin respuesta ante una novena que le arrolló en todos los ámbitos del juego. Tras más de cuatro décadas de politización de la vida cubana en general, y en especial del deporte y del béisbol, se hace muy difícil para los aficionados obviar tras el partido un enfoque desde esta perspectiva. Y lo que acaba de pasar, impensable en un año como 1959, dice mucho de la situación actual del país.

¿Quién politiza qué? El mercado politiza todo lo que toca, a favor del capitalismo por supuesto. La verdadera despolitización del deporte es su no mercantilización. Y bien, cuando se obtuvo el subcampeonato frente a Japón, ningún medio, ni siquiera los nuestros –regañamos a nuestros peloteros por ese segundo lugar– invirtió los términos de la apuesta y exclamó: Cuba ha demostrado tener un sistema deportivo superior. Durante el II Clásico, los vaticinios de la contra fueron más cautelosos. Entonces empezó el largo recuento de las glorias deportivas que tuvo Cuba antes de 1959, para fijar la idea de que los triunfos en la pelota nada debían a la Revolución.

En aquel evento Cuba derrotó de forma convincente a un equipo de México superior a este que ahora acudió a la Serie del Caribe, el mismo que después venció al equipo estadounidense. Pero la apuesta manifiesta en blogs y medios contrarrevolucionarios durante el II Clásico, fue a favor de la deserción de los peloteros. Por otra parte, tanto en el II como en el III Clásico, los organizadores siguieron la táctica de hacer que los campeones y los subcampeones se eliminaran entre sí. Nos alejaban del camino, y nosotros, haciéndoles el juego, aceptábamos la falsa premisa de que el grupo donde competíamos era el más débil. Perdimos el juego decisivo. ¿Cuántas veces Brasil ha sido eliminado en campeonatos mundiales de fútbol? Ninguno de los tres Clásicos, por cierto, ha reivindicado la real calidad del equipo estadounidense,  ¿la prensa de aquel país habló de crisis en el béisbol o sugirió acaso que debían imitarse los métodos cubanos o japoneses? Cuba tuvo en el III Clásico uno de los mejores promedios de carreras limpias permitidas y uno de los mejores promedios ofensivos. Aquel equipo no era este que nos representó en la Serie del Caribe, pero se asemejaba. Los contrarios en esta Serie son inferiores a los del Clásico, ¿qué ha cambiado tanto para concluir que el (en ocasiones) desastroso juego de los cubanos, refleja el verdadero nivel de la pelota en Cuba?

Porque ciertamente, jugamos muy mal. No se trata de perder, que eso es parte del juego. Que algunos peloteros no se tiraran de cabeza en pos de la pelota, aunque no la atraparan, que Borrero no se deslizara en home, cuando de eso dependía el empate –después supimos de una contracción muscular durante la carrera, aunque siempre deseamos ver en los nuestros el extra que los caracteriza–, que se cometieran errores casi infantiles o se pasara mansamente la pelota en juego, para permitir claro que involuntariamente carreras evitables, en fin, que cada jit conectado o boleto concedido por el (o al) adversario, se transformara en carrera, es la consecuencia de jugar mal. Pero, ¿ese es nuestro nivel? Esos mismos peloteros ¿cometen esos errores o se comportan con ese desgano en la Serie Nacional? Los otros podrán ser superiores o no, pero los nuestros no lucieron mal frente a los contrarios, sino frente a sí mismos. No se consiguió el team work que existe en los equipos ganadores, no hubo una preparación adecuada. ¿Se subestimó el evento caribeño? La demostración de la novena que nos representó en la Serie del Caribe –integrado por jugadores claves del equipo nacional–, fue decepcionante, pero no refleja el nivel actual del béisbol cubano como quiere hacerse ver. Los titulares que la prensa trasnacional planificó para el I Clásico Mundial de béisbol, y no pudo publicar, reaparecen triunfales ahora. AFP se recrea en ello: “la decepcionante participación de Cuba en su primera Serie del Caribe en más de medio siglo encendió pasiones este jueves en la prensa, redes sociales y los centros laborales, donde muchos coinciden en que el béisbol cubano vive su peor crisis”.

Una última acotación sobre la Serie del Caribe. Soy aficionado a la pelota y disfruto cualquier evento de calidad. Ya que el mundo ha cambiado y no existen otras opciones fuera del entorno nacional, me alegra el regreso de Cuba a la Serie del Caribe.  Pero el retorno de Cuba a escenarios profesionales no es una victoria, es una momentánea derrota. Es una derrota la conversión de las Olimpiadas en bazares inescrupulosos, en los que todo se vende, se promociona y se compra. Es una derrota –que la Humanidad subsanará algún día– la desaparición del espíritu amateur en el mundo. Escuché a un comentarista alabar el regreso a la Serie del Caribe y apostillar, “de la que nunca debimos haber salido”. ¿Qué significa semejante afirmación?, ¿alguien cree que no hicimos lo correcto al apostar por el amateurismo? Nuestros peloteros, claro que son profesionales, eso lo he dicho en otras ocasiones, y deben ser remunerados en correspondencia con su rendimiento, pero siempre han jugado con espíritu amateur, y eso nos hace superiores. Conservar ese espíritu, en las aguas turbulentas del profesionalismo (término que no equivale a profesionalidad ni a oficio), es un reto que debe afrontar el deporte cubano. Los contrarios cometen errores, algunos igualmente imperdonables para sus aficiones, porque son humanos. Sepamos aprender de los otros sin disminuirnos, sin que la descripción de un juego se convierta en el catálogo de los aciertos del contrario –que suele acompañarse del comentario escueto frente a sus errores–, y el azote y la desconfianza evidente en la fuerza de los propios. Revisemos y reparemos las deficiencias, con la convicción de que el béisbol cubano no es inferior al de nuestros vecinos. (Tomado de La isla desconocida)

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0 Responses to Cuba en la Serie del Caribe: Crónica de una muerte deseada

  1. julio says:

    Concuerdo 100%.
    Me encantó leer este artículo. Mis comentarios con amigos son parecidos, solo que mi dominio de la palabra no es tan amplio. Ahora creo que tengo mejor formado mi criterio al respecto.

     
  2. Excelente artículo, compartó plenamente los criterios aquí expresados, como defensor del deporte socialista, del amateurismo que pone en primer lugar la dignidad del atleta, no podría escribir algo mejor para defenderlo. Nunca el deporte que convierte al hombre en mercancia y lo abandona a su suerte una vez que pierde su valor de uso, podrá superar al deporte que promueve la sana competencia. De lo que se trata esta campaña descalificadora del deporte revolucionario, no es más que parte de la guerra axiológica del capitalismo para imponer sus valores al mundo y derrotar al socialismo en el campo de las ideas.
    Coincido con las opiniones de que hay mucho por hacer, que hay que cambiar muchas cosas en nuestro deporte nacional, males que lastran nuestro desarrollo, es hora de hacerlo ya, pero no podemos perder la perspectiva, nunca el deporte mercantilizado podrá superar al deporte dignificado que promovemos y que es obra de la Revolución, en que escenario se formaron los recien comprados Pito Abreu, Céspedes y compañía, que no pueden vivir en Cuba y jugar en Grandes Ligas porque el bloqueo se los impide y se ven obligados a marchar a un tercer país, inventando trampas legales para poder jugar, se formaron en Cuba revolucionaria y son fruto de nuestra escuela de pelota.
    Nos han robado cientos de talentos en esta guerra por demostrar el “fracaso” de nuestro deporte y el “triunfo” del profesionalismo.
    El camino no es el profesionalismo, el camino es el rigor, la constancia, la actualización, la eliminación de trabas, de prohibiciones, la eliminación del capricho como norma para formar equipos, el fortalecimiento de la profesionalidad de nuestros atletas. Gracias Ubieta

     
  3. Antonio Gonzalez says:

    Yo sigo creyendo en el deporte y el profesionalismo no es
    deporte, eso es negocio y puro negocio.
    Lo ocurrido en Margarita, algo fallo y no se va a acabar el
    mundo por eso ni el béisbol cubano.
    Recuerdo aquellos combates en que un ruso gano en dos
    combates a Stevenson, pero el gran campeon siempre fue
    y sera Teofilo.

     
  4. Omar says:

    Es un buen antidoto este articulo de Ubieta. Toca aristas que han sido obviadas en la mayoria de los analisis.
    Dicho esto, creo que seria mucho mejor si no obviara ciertas cosas. Por otra parte, apuesto a que la mayoria de las criticas salidas del patio son escritas desde el dolor y la preocupacion sincera.

    Omar

     
  5. camarero says:

    no me gusta nada este artículo… nosotros mismos hemos politizado el deporte y lo seguimos haciendo… insistimos una y otra vez en que nos roban atletas para desprestigiar el socialismo y se olvida que el mismo que roba no es el mismo que después utiliza eso contra nuestro sistema como argumento o punta de lanza… el que roba es un mercader que lo mismo está tras un cubano que tras un checo que tras un nigeriano, a esos les importa poco o nada desprestigiar al socialismo o al sistema deportivo cubano, a esos les importa simplemente buscar la gema y ganar dinero de ello… lo logran muchas veces penetrando a través de debilidades que tiene el sistema deportivo cubano que no se ha actualizado ni adaptado al mundo moderno que es en mayoría profesional y es un mercado… el deporte hoy es un negocio y si se quiere insertarse en él con buenos resultados hay que prepararse mejor y buscar nuevas estrategias y no seguir con estructuras y dirigentes anquilosados y decadentes con mente en los inicios de los 90… después que esos mercaderes roban un talento y lo ponen a brillar, entonces vienen detrás aquellos que a costa de esa situación quieren despretigiar nuestro movimiento deportivo y por ende nuestro sistema político… porque nos gusta atacar el profesionalismo pero nos gusta también decir que leinier es el número 1 de américa, por poner un ejemplo… y leinier es el 1 de américa porque se ha desarrollado jugando el campeonato nacional o el campeonato ruso?… quién duda que la calidad deportiva de nuestros boxeadores que hoy están en una serie mundial que “salivea” las mieles del profesionalismo no va a aumentar considerablemente con esa posibilidad de fogueo a la que no podíamos negarnos pero demoramos nada menos que tres años en pensar si sí o si no?… este es un tema que no es tan simple, nosotros mismos hemos politizado el deporte y hemos exaltado también las bondades de un amateurismo que puede competir con los profesionales, estoy seguro que puede porque una cosa es profesionalismo y otra profesionalidad –en eso si estoy de acuerdo con ubieta- pero para eso tiene que adaptarse, tiene que cambiar mentalidades y métodos y para cambiarlos hay que partir de un cuadro objetivo y decir que nuestra pelota no es inferior a la de nuestros vecinos es una mirada que está fuera de contexto… y me voy por arribita, hay muchas cosas con las que no estoy de acuerdo en este análisis de ubieta… por dios!… no, no es inferior… que va!?… pasteles!!!…

     
    • Varios elementos sobre los que te pido meditar:
      1. Lenier existe porque en Cuba hay un sistema que permite que no se pierda un talento, en el ajedrez, en el arte, en la ciencia y en el deporte. Tiene que ver con el acceso universal a la educación. Eso no lo tiene ningún país de nuestro entorno y magnitudes, confrontar luego con el primer nivel es secundario con respecto a eso.
      2. El ajedrez no es el éisbol. El principal escenario del béisbol del mundo es EU, y tiene una política de agresión contra Cuba. Hoy después de los cambios EU obliga a romper con Cuba para jugar allí y los mercaderes se benefician de ello, por eso son enemigos de Cuba.
      3. Todo lo que pasa en Cuba tiene una lectura mediática politizada para objetar el socialismo sino no es noticia

      Decir que no debemos pensar como esos medios quieren que pensemos es lo que intenta Ubieta sin dejar de decir los problemas que tiene nuestro béisbol por culpa de más nadie que nosotros.

       
      • camarero says:

        1. una cosa es el derecho a el deporte para todos, el deporte social, el deporte como sinónimo de bien espiritual, social, físico y otra el competir al más alto nivel… no sirven los mismo preceptos y procederes para ambos objetivos porque son mundos diferentes… muy linda la serie de 16 equipos, muy democrática, muy cubana, muy popular, pero no sirve para hacer de nuestro beisbol un buen beisbol, como dicen los titulares de granma o si no busque porque fue hace poquito: la pelota está buena… está buena? de verdad que está buena?… leinier es sin duda alguna resultado de nuestro sistema deportivo -que yo no sería tan absoluto para decir que no se pierde ningún talento o no tenemos corredores de velocidad desde hace siglos porque no hay talentos, por poner un ejemplo?- pero sin duda su desarrollo y plena potencialidad se debe al jugar como profesional en clubes de españa y rusia independiente de la federación cubana de ajedrez que no le paga ni hospedaje ni pasaje ni le gestiona evento, todo es por sí solo… es verdad, todos los deportes son diferentes… un pelotero cubano puede ahora jugar en dominicana contratado sin pasar por el visto bueno de la federación cubana del deporte y sin jugar en la serie nacional?…

        2. los mercaderes del beisbol no son enemigos políticos de cuba por robarse talentos, esos tipos no miran sistemas políticos, sino dinero y nada más… algunos de ellos han tenido vínculos con la extrema derecha de miami pero no son un brazo de ella como a veces se suele decir, ahí yo veo un error de perspectiva para enfrentarlos y tomar medidas y enmendar camino… si seguimos pensando que son anticubanos ideológicamente pienso vamos mal… esos tipos son scouts y manejan enormes cantidades de dinero y el da lo mismo si un pelotero de calidad es cubano, coreano, mexicano, dominicano o venezolano, lo de ellos es tenerlo a toda costa… hay que caracterizarlos bien para poder buscar mecanismos de enfrentamiento eficientes y la inmensa mayoría actúa sin ningún interés político o ideológico, lo de ellos es buscar el talento deportivo y sobornar hasta obtenerlo y si en los 80 no lo lograban hoy sí lo logran y repito, a mi modo de ver, si seguimos pensando que lo hacen para destruir al sistema deportivo cubano y desprestigiar el socialismo no los estamos caracterizando bien, a la inmensa mayoría eso no les importa, son tipos inescrupulosos que no creen en nada sino en dinero y lo mismo le quitan un pelotero a cuba que se lo quitan a un team de las mayores para ponerlo en japón…

        3. es verdad, pero nosotros no somos ajenos a que todo lo que pasa en cuba tiene una lectura mediática politizada, o sea, esa verdad es también nuestra… no solo “ellos” nosotros también politizamos mediáticamente el deporte… nosotros también somos culpables de eso, nosotros también metemos presión política en nuestros análisis deportivos de causas y azares…

        yo creo que una cosa es el punto de vista de los medios con lo que comparto opinión con ubieta, pero de ahí a decir que nuestra pelota no es peor que la de nuestros vecinos va un largo trecho… analicemos, sí, pero sin globos en el aire… o ya se olvidó que los universitarios cubanos le metieron 5 papas al equipo cuba?… al cuba, no al villa clara… y universitarios, no jugadores profesionales… entonces?…

        y ya que aunque el tema es interesante es para nunca acabar… jajaja, se me siguen quedando cosas por decir del artículo de ubieta pero ya, hasta aquí… saludos iroel…

         
        • 1. Cuando digo “no se pierde ningún talento”me refiero a la educación que hasta 9no grado es obligatoria para todos e incluy la educación física, no al sistema deportivo especializado encargado después de llevarlos al alto rendimiento.
          2. Los mercaderes del béisbol norteamericano se tornan enemigos políticos de Cuba cuando lucran con la estrategia del gobierno de EU contra nospotros
          3. A los medios nuestros no se les puede pedir que no sean políticos, lo que deben es hacerlo con efectividad ideológica y no provocando rechazo.

           
    • julio says:

      “nosotros mismos hemos politizado el deporte y lo seguimos haciendo” ¿Cómo comenzó, por qué se mantiene, quien no lo hace (estoy pensando en el coach de “las grandes” que se atrevió a decir que admira a Fidel)?
      “insistimos una y otra vez en que nos roban atletas…” ¿No es verdad? Y no solo atletas, cuanta cosa buena creamos.
      “el mismo que roba no es el mismo que después utiliza eso contra nuestro sistema como argumento o punta de lanza” La esencia del Capitalismo ¿no es de capital?
      “lo logran muchas veces penetrando a través de debilidades que tiene el sistema deportivo cubano” No creo que estar por encima del dinero sea una debilidad y no estoy diciendo que no haga falta… ¿Acaso propones “adaptarnos” y aprobar las prácticas del profesionalismo? ¿Nos volvernos camaleones, cambiamos de color según convenga? No! …y menos ahora que el imperio capitalista está entrando en la decadencia.
      “el deporte hoy es un negocio y si se quiere insertarse en él…” ¿En qué? ¿En el negocio? Porque en el deporte estamos insertados (en el tercio de países más ganadores) hace muchos años!
      No podemos rendirnos y mucho menos vendernos.
      Yo digo que lo que vimos en la Serie del Caribe no fue ni siquiera la chancleta de lo que el equipo de Villa Clara solo, sin refuerzos, hubiera hecho de jugar como acostumbran. Quizás no hubieran ganado por el alto nivel de la competencia, pero hubieran muerto “con las botas puestas” ¿Por qué jugaron tan mal? ¿Por qué no mostraron el verdadero nivel y la profesionalidad de la pelota cubana? Para averiguarlo y resolverlo están los especialistas en el deporte y los propios deportistas que, por cierto, no son pasteles.

       
      • camarero says:

        telesur no politiza, por poner un solo ejemplo de un canal de televisión diferente al nuestro que puedo ver, porque lo demás a lo que tengo acceso en prensa y televisión, es nacional… y los programas américa deportiva y deportes telesur son excelentes programas de noticias y análisis del deporte sin politizarlo… otros analistas deportivos nacionales no lo politizan pero tampoco aparecen por prensa escrita ni televisión porque sus criterios no gustan y es mejor mantenerlos alejados o ellos mismos así lo prefieren…
        sí, es verdad que nos roban atletas… pero no es el gobierno de los estados unidos, ni el departamento de estado, ni la agencia de seguridad nacional… son los scouts que como dije, lo mismo le roban un pelotero a cuba para ponerlo en los white sox, que se le roban un prospecto a los white sox y se lo venden a la liga japonesa… o sea, ellos no tienen otra ideología que el dinero, no nos roban los atletas por un fin ideológico, lo roban porque buscan ganancia y ya… no porque sea resultado del proceso revolucionario, lo roban porque buscan el talento, así de simple… el día que encuentren a un nigeriano que de jonrones se lo llevan también… ahora, si usted quiere pensar que cada scout está entrenado por la fundación nacional cubano americana, es su opinión… yo pienso que no, que su función no tiene una esencia ideológica y me refiero específicamente a los scouts… ok?… a los que logran el negocio, a los que captan el talento, a esos me refiero…
        del mismo modo que usted, pienso que pensar en un deporte limpio en esencia es necesario para toda sociedad y que el interés deportivo esté por encima del dinero no es una debilidad, claro que no… no me refería a renunciar al amateurismo como solución, pero el concepto de amateurismo no puede ser el mismo de los años 90 porque el mundo es otro y el mundo deportivo es otro y como nuestras estructuras y deportes no se adaptan surgen esas debilidades de las que hablaba…si usted cree que el sistema deportivo cubano no tiene debilidades por las que los scouts logran sus objetivos, ok, es su opinión… yo creo que sí las tenemos y se están aprovechando… todos los deportes no son iguales, todas la federaciones no son iguales y del mismo modo, en deportes con altísima calidad casi no hay deserciones porque se trabaja de otro modo…
        usted cree que cuba va bien en deporte? parece que sí lo cree… le invito a revisar las posiciones en medalleros de los últimos eventos múltiples… cuándo había sucedido que en un año este país no tuviese un campeón mundial en nada, ni en colectivo ni en individual?… y eso sucedió hace pocos años… usted cree que vamos bien en deportes, que estamos bien insertados en el mundo moderno, que nuestro modo de encajar nuestro sistema deportivo en el del mundo moderno es bueno… yo pienso que no, son criterios… yo pienso que algo no va mal cuando repaso los medalleros de las últimas competencias…
        yo dije en algún momento que hay que rendirse o venderse?… usted leyó bien lo que yo escribí?… no pienso que haya que renunciar a un deporte con esencia humanista, pero sería ingenuo el pensar que la esencia humanista nos lleva de por sí a ser mejores en la cancha que los que cobran por la fuerza de sus músculos… si no sabemos analizar el contexto actual y si no se toman medidas al ritmo que cambia el mundo moderno será muy difícil alcanzar resultados… hace un tiempo fidel decía que nos habíamos dormido en los laureles con este tema… pienso que sí, que nos hemos dormido, que se hubiesen podido dar pasos antes en ese sentido… o acaso usted no está de acuerdo con que los premios en metálico en las competencias internacionales sean en un 80 % para el atleta como se estableció hace poco?…
        volviendo a la pelota… usted dice que villa clara sin refuerzos hubiese lucido mejor… eso es especular con algo que no sabemos, podemos inclinarnos hacia un lado o hacia otro, usted decir que sí, yo pensar que no… ramón moré, manager del villa clara, piensa que sí había que haber ido con refuerzos, incluso que con más, pero que fue con esos porque sino tenía que dejar a más villaclareños y el premio era para el equipo campeón… yo, que vivo en santa clara, que estoy viendo pelota en el sandino desde los años 80 y que he disfrutado de todos los campeonatos ganados por villa clara -83, 93,94,95 y 2013- le puedo asegurar que el villa clara original no hubiese hecho mejor papel… ellos eran sencillamente mejores que nosotros, dijo odelín, que tiró tremenda pelota…
        y mi frase de pasteles está referida a la última oración del texto de ubieta: “revisemos y reparemos las deficiencias, con la convicción de que el béisbol cubano no es inferior al de nuestros vecinos”…. o sea, empezar un análisis sobre lo sucedido en la serie del caribe pretendiendo o pensando que nuestro beisbol está al nivel del que vimos en isla margarita por nuestros vecinos, es, a mi modo de ver un análisis condenado al fracaso porque ellos, nos guste o no, juegan mejor… digo, eso pienso yo… si usted cree que nosotros jugamos mejor que ellos y que el villa clara no necesitaba a nadie y que perdimos porque nos pusimos nerviosos, ok, es su criterio…
        yo digo que: ah! no son mejores que nosotros!… ah, no! pasteles!…

         
        • Un detalle: TelSUR es más politizado que toda la televisión cubana junta lo que lo hace con otra factura y otro ritmo y entonces no resulta chocante como cuando lo hace la televisión cubana.
          Su cobertura deportiva es menos politizada que el resto de su programación pero también tiene una intencionalidad cuando habla de los temas de Venezuela que es el gobierno que está detrás del canal.

           
        • julio says:

          TeleSur surgió en un contexto político internacional muy diferente al que existía cuando comenzó el desarrollo del deporte en Cuba, sin embargo, como todo medio, responde a una ideología. Telesur sí politiza, solo que de una manera diferente. Pero ese no es el tema.
          Sería demasiado simple separar a los “scouts” que roban talentos en Cuba de los que lo hacen en otros lugares. Pero esos “scouts” son ladrones que existen gracias a “la ideología del dinero” que es la ideología capitalista y es ingenuo separar lo que hacen de por qué lo hacen… pero tampoco es el tema.
          En la mayoría de los casos no es necesario ser campeón o uno de los medallistas para ser de los mejores. Pienso que en Cuba hay un movimiento deportivo de lo mejor del mundo ( y no digo que sea perfecto o que no haya que mejorarlo) y aunque no tengamos campeones estamos entre los países mejor ubicados del mundo. Por ejemplo, en Londres 2012 ocupamos el lugar 28 ( entre 208 países), pero ocupamos el lugar 12 entre los países que más finalistas tuvieron, a pesar de tener el lugar 30 por cantidad de atletas participantes.
          Entendí que usted piensa que debemos convertirnos en profesionales a la manera de los equipos de la MLB o similares, por eso dije los de “vendernos o rendirnos”; si no es así (y parece que no) retiro lo dicho con relación a su comentario, aunque no como principio general.
          Sigo pensando que el equipo de Villa Clara, Ciego de Ávila, Hoguín, Matanzas u otro hubiera hecho un mejor papel, solo había que jugar pelota como se hace en el patio, con técnica, deseo, garra, combatividad, entrega (no vi eso en el terreno); y no digo que hubieran ganado, si no que hubieran hecho mejor papel. Yo se que es especulación, pero veo como se juega en la serie nacional y vi cómo se jugó en la Serie del Caribe. Tampoco creo que haya que llevar un team Cuba, lo que creo es que había y habrá que jugar pelota y jugarla bien para que, aunque no ganemos, hagamos un mejor papel.
          Ellos (“los vecinos”) jugaron mejor en esta ocasión (o más bien nosotros no jugamos pelota), es cierto, pero repito: ¡No son mejores que nosotros! Ese es un nivel aceptable para nuestros equipos y jugadores.

           
  6. artemiseño says:

    Este debate está interesante. Aprecio que incluso en el caso de que no lo hagan intencionalmente (lo de “robarse” o comprar los talentos para perjudicar “políticamente” a Cuba), de hecho. el propio sistema mercantil capitalista impone una lógica anti socialista. La contradicción entre profesionalismo rentado y amateurismo es básicamente la contradicción entre capitalismo socialismo, o sea entre dinero y conciencia, en eso estoy de acuerdo plenamente con Ubieta Los capitalistas no son malos porque sean personas intencionalmente “malvadas” (no necesariamente) sino porque el mismo sistema obliga a la explotación y tiende a la desigualdad.

     
  7. Sandó says:

    El artículo de Ubieta me parece excelente, su análisis, como siempre, es inteligente, profundo y oportuno. Bien valdría la pena que muchos medios de información difundieran sus consideraciones. Llama la atención que en algunos casos, la presa de nuestro país y sus periodistas, realicen los mismos análisis que hace la gran prensa. Si bien no en sus planteamientos más rancios; sí en sus intenciones hacia el profesionalismo como la solución a las deficiencias que tiene nuestro beisbol.

     
  8. Habanero says:

    Lo mejor que tiene este escrito es que el propio Ubieta sabe que se mueve a contracorriente, con eso lo ha explicado todo, lo único que le faltó incluir es que el consenso no es solo en los medios, es la mayoría de los admiradores del beisbol, evidentemente se nota la superioridad de los equipos profesionales al equipo Cuba ( Villa Clara pero casi equipo Cuba ), en el Clásico no se nota pues ellos van antes de empezar su temporada y evidentemente van sin mucho entrenamiento, sino como es posible que se vean muy superiores estos equipos que los del Clásico, si como bien dice Ubieta son inferiores en calidad y no es nuestro juego como mal dice en este caso Ubieta. Lo bueno que ha tenido siempre este Socialismo es que nos ha enseñado a pensar, hemos estudiado y como bien le dices a Camarero todos obligatoriamente pasamos el noveno grado, por favor Iroel no subestimes nuestra inteligencia ahahhh y por favor no mas política en el deporte, saludos

     
    • Dice “A contracorriente del consenso que existe y se pavonea en los medios”
      ¿Nuestra inteligencia?, ¿cuál? ¿la de los que siguen el consenso mediático? Jajaja, ya tengo el chiste de hoy, gracias.

       
  9. José Marquez González says:

    Curioso, este mismo escrito en cubadebate.cu lo hicieron picadillo, a duras penas tuvo apoyos, por la misma retórica política, sencillmente Ubieta fue desacreditado por completo for los comentaristas, de todas procedencias y formas de pensar por el uso reiterado de una sola idea: la POLITICA.

    Siempre con el cuento imperialista para justificar TODO lo mal hecho… una de las palabras más criticadas fue DESERTOR (¿De cual ejército?) porque ninguno de los que sigue el deporte llama así a los atletas que están en otros países y como ejemplo se citaba a Messi o Ronaldo que nadie les llama desertor por vivir y jugar en otra tierra… Pero Cuba es distinta. El deporte se convierte en un arma polítca, la pena que por esa concepción errónea le han servido a los medios extranjeros (que siempre van por delante de los inmutables medios nacionales) la justificación para hablar de crisis en Cuba… empezando por el deporte….

    Por último, Ubieta, todos los deportistas de alto rendimiento son profesionales, su único trabajo REAL es competir, los únicos amateurs que existen son el resto del pueblo, las personas que el domingo van a jugar a cualquier cosa y el lunes están en su trabajo. Esas nóminas casi fraudulentas, de atletas que jugaban en industriales y cobraban en la Antillana de acero nadie nunca se las ha creído.

     
    • No es nada curioso sino que tiene causas. Que se insulte a Ubieta, no quiere decir que sus argumentos fueron desacreditados.
      ¿Messi o Ronaldo vienen del país bloqueado por el que los contrata?¿Ese país les impide tener relación con su nación de origen para poder ser contratado?
      ¿

       
  10. José Marquez González says:

    Cuando decía desacredita, me refería más a que la gente prefería un análisis deportivo e incluso económico más que político, que es el fuerte de Ubieta… y el tema de la pelota es casi sagrado…
    Tienes razón sobre el bloqueo, en cuanto al tema contratos, peor si ello deciden vivir en otro sitio no hay por qué condenarlos… como hacen todas las instituciones. Sin contar que los Estados Unidos no son el Mundo, hay otros sitios para vivir y competir ayudando de alguna forma a Cuba, que ahora es que se dán los primeros pasos es cierto, pero los que se fueron antes o que no pudieron probar su valía ya el daño está hecho.

     
  11. Jorge Rodríguez Hernández says:

    Importante y reflexivo Ubieta, como es usual en él. Concuerdo con su análisis en la esencia. Es la batalla permanente entre dos modos de vida y de producción. Unos subliminarmente y otros más descarnadamente, cantan la victoria del profesionalismo sobre el amateurismo que no es otra que la del capitalismo sobre el socialismo. Por ese camino, un día nos diran que abandonemos nuestro socialismo y regresemos al capitalismo. El profesionalismo no es el camino, eso lo hemos demostrado en más de una oportunidad. Ubieta señala algunos ejemplos. Hay otros muchos.
    Pero no todo es la sangría de las deserciones. Los países participantes en la Serie del Caribe, tienen muchos más atletas en las mal llamadas Grandes Ligas que Cuba. Sus mejores atletas no estuvieron en la Serie del Caribe, bien porque no les interesó representar a sus naciones o porque sus clubes no se lo permitieron.

    En mi opinión uno de los problemas es que no hemos concentrado la calidad. Es uno de los problemas, hay más pero me refiero a este en particular. No había leído el artículo de Ubiera y había llegado a esta misma conclusión “exceso de equipos en la Serie Nacional es incongruente con la cantidad de habitantes del país”. Las Grandes Ligas tienen 30 equipos y Estados Unidos una población de 313,9 millones de habitantes, es decir un equipo por más de 10 millones de habitantes y adicionalmente tienen más de 240 atletas extranjeros en los 30 equipos. Una información encontrada en internet refiriendose al año 2012, señala: “de los 856 jugadores que figuran en los rosters de 25 hombres de los equipos de las mayores, un total de 203 son nacidos en países de América Latina.

    En deportes, no hay una liga profesional de ninguna nación del mundo que reúna más jugadores latinoamericanos en condición de extranjeros como la Major League Baseball (MLB) de Estados Unidos. De los 203 latinos, 95 provienen de República Dominicana y 66 de Venezuela, seguidos por Puerto Rico (11), Cuba (11), México (9), Panamá (7), Nicaragua (3) y Colombia (1)”.

    Cuba tiene 16 equipos para poco más de 11 millones de habitantes, es decir un equipo por 687500 habitantes y ningún atleta es extranjero, todos son cubanos.
    He seguido nuestro beisbol desde que tengo uso de razón y ha sido el beisbol de la Revolución. Nuestro campeonato revolucionario, si mal no recuerdo comenzó con cuatro equipos, después pasó a seis y hubo una selectiva, tenía un campeonato nacional de segunda categoría y también un campeonato nacional juvenil. Fueron esos años, los que demostraron que Cuba esra prácticaente imbatible a nivel internacional. Japón y otros países visitaban Cuba para foguearse y aprender de nuestro deporte. Cuando se permitió que nuestros equipos se enfrentaran a los profesionales, igualmente ganabamos. Un ejemplo, el tope con los Orioles del Baltimore y los enfrentamientos con equipos profesionales de México y Venezuela, entre otros.
    En mi opinión debemos regresar a esa estructura de manera tal que tanto lanzadores y bateadores tengan que exigirse más. La masividad, a la que no podemos renunciar, es una clave en el desarrollo de nuestro beisbol, la podemos cumplir con una segunda categoría y en el campeonato nacional juvenil. La calidad y la exigencia en una selectiva o con un campeonato de seis equipos. Soy industrialista. Recuerdo que en aquella epoca, ese equipo, tenía uno en el terreno y otro en el banco. El lanzador que se le enfrentaba, conocía que si uno de los regulares era sustituido, el que lo reemplazaba, era tan bueno como el sustituido, no podía confiarse. Lo mismo ocurría con el resto de los equipos. Rodolfo Puente,l tuvo que esperar a que Tony González se retirara, Germán Aguila también a que lo hiciera Trigoura y así por el estilo.

    Para mi la clave, es esa, concentrar la calidad en pocos equipos. El que no rinda ahí, baja a la segunda categoría y el que se destaque en la segunda pasa a la primera y los juveniles, lo mismo, pueden tener su etapa de maduración en ese nivel y después transitar por la segunda categoría y ascender a la primera, sin quemar etapas. Esto exigiría también a los directores y técnicos.

    Hay que pensar tabién en que nuestro deporte nacional no debe elevar su calidad solo para la competencia internacional, lo debe hacer también por respeto a nuetro pueblo, esto último es lo más importante. Si podemos ganar internacionalmente muy bien y también debe ser un objetivo, pero el principal es contar con un campeonato digno de nuestra idiosincracia y nuestra historia y proyecto político. Esto es político, no debemos sentir temor a decirlo. Es parte de nuestra batalla por demostrar que el socialismo es el camino y superior al capitalismo, pero hay que demostralo en todo, en el deporte, en la economia, en la cultura, en todos los aspectos de la vida, no es suficiente con sentirlo y expresarlo, hay que demostrarlo, y seguro estoy que podemos hacerlo, pero hay que cambiar todo lo que debe ser cambiado y sin temor, regresar a lo que funcionó bien y abandonar lo que se ha demostrado que no funciona y lo que funcionó bien fue nuestra estructura de los primeros 30 años de Revolución, no la que existía antes del primero de enero, ni el profesionalismo al que algunos quieren llevarnos apoyados en nuestros errores. Es muy necesario que los que tienen que ocuparse del asunto y dirigen el deporte y el beisbol, lo entiendan y, si no lo hacen, que imiten el ejemplo del Comandante Sergio del Valle, que con toda modestia y altura, cuando entendió que no podía cumplir con las exigencias del momento, no dudo en renunciar a su responsabilidad de Ministro de Salud y dar la posibilidad de que otro, en mejores condiciones, asumiera el reto. Actitudes como esas son las que se necesitan en estos momentos. Aquí lo esencial es la Revolución, el beisbol es también la Revolución, la batalla es dura y desigual pero no hay otro camino que ganarla, admitir la derrota es imperdonable, no sería digno de quienes nos precedieron y entregaron su vida por este proyecto, desde los que se alzaron en aras en 1868 pasando por el que con 12 hombres y siente fusiles solamente confió en la victoria, hasta los que hoy con toda dignidad e hidalguía, resisten su injusto encierro en cárceles de Estados Unidos, sin claudicar ni rendirse.
    Hay mucho más que decir. Esta es solo una arista.

     

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