Lo que Obama debe saber sobre Chávez

 
Iroel Sánchez
El presidente Hugo Chávez entrega a Barack Obama el libro Las venas abiertas de América Latina en Trinidad y Tobago. Parece que Obama no lo ha leído.

El presidente Hugo Chávez entrega a Barack Obama el libro Las venas abiertas de América Latina en Trinidad y Tobago. Parece que Obama no lo ha leído.

La muerte del presidente venezolano Hugo Chávez ha concitado profundas muestras de dolor en su pueblo, líderes de muchos países y de las más diversas posiciones ideológicas han expresado su conmoción por el desenlace fatal  de su salud luego de un largo batallar contra la enfermedad.

En América Latina todos han señalado admiración y respeto hacia el líder bolivariano. Alguien tan alejado de compartir sus ideas, como el presidente chileno Sebastián Piñera, expresó: “Sin duda que teníamos diferencias, pero siempre supe apreciar la fuerza y el compromiso con la que el presidente Chávez luchaba por sus ideas. Quiero decir que él fue un hombre profundamente comprometido con la integración de América Latina”.

La prensa que mintió sistemáticamente sobre él, su obra y su país, y que trató de convertir su salud en materia para la desestabilización de Venezuela, no ha tenido la decencia de detenerse ante su muerte para ofender su memoria, insultar sus políticas y sobre todo fomentar la división y confusión entre el pueblo venezolano y sus líderes.

¿Por qué?

Basta mirar catorce años atrás, cuando el 2 de febrero de 1999 tomó posesión como Presidente de Venezuela, para comprenderlo. Un pueblo desencantado con los políticos tradicionales, mil veces engañado, empobrecido en un país riquísimo, lo había elegido para cambiar su suerte. Chávez cambió el destino de millones de venezolanos, no con políticas “populistas”, como gusta decir la prensa internacional, sino con transformaciones sociales profundas. Soluciones para el acceso de todos a servicios básicos como la salud, la educación, la alimentación y la vivienda, base de un “estado de bienestar” que ahora mismo es barrido en Europa, fueron implementadas por él en la tierra de Bolívar. Sus triunfos elección tras elección, derrotando la alianza de los medios de comunicación, la oligarquía nacional que lucraba con la riqueza petrolera -ahora al servicio de las mayorías- y el gobierno de Estados Unidos, prueban que empoderó a las bases sociales del proceso que encabezó más allá de las coyunturas. Será muy difícil arrebatar a los pobres de Venezuela lo que él les demostró que les pertenece.

Cuando llegó al poder, Estados Unidos seducía a los líderes latinoamericanos con el ALCA, un proyecto de anexión económica que él descarriló para siempre. En el orden internacional, el líder bolivariano convirtió a Venezuela en el motor de la integración latinoamericana, pospuesta durante siglos, junto a Fidel fundó la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), fue decisivo en la creación de la Comunidad de Estados de Latinoamérica (CELAC) y de la UNASUR, además de refundar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Su papel en la Cumbre de Copenhague sobre Cambio Climático fue decisivo para evitar la imposición desde el Norte de una rendición de los gobiernos del Tercer Mundo en este tema que sería catastrófica para el futuro de la humanidad.

Chávez dio voz a los pueblos en cuanto foro internacional  intervino, como Fidel, convirtió en derechos para muchos en el mundo lo que quedaba en promesas siempre incumplidas, por eso es tan querido y, a la vez, tan odiado. Por eso el gobierno de Estados Unidos ha hecho lo indecible por derrocarlo, como demuestran los documentos recientemente revelados por Wikileaks.

“A medida que Venezuela inicia un nuevo capítulo de su historia, Estados Unidos permanece comprometido con políticas que promueven los principios democráticos, el imperio de la ley y el respeto por los derechos humanos”, ha dicho el presidente estadounidense Barack Obama a propósito del fallecimiento del líder venezolano, ignorando que el “nuevo capítulo” lo inició Chávez cuando el 4 de febrero de 1992 insurreccionó contra las oligarquías que Washington impuso al frente de nuestros países. El jefe de los asesinatos con drones, el mantenedor del antidemocrático bloqueo a Cuba, el violador  de leyes que mantuvo años en prisión sin juicio a Bradley Manning, debería saber que la historia no volverá atrás. En Latinoamérica, en gran medida gracias a lo que hizo Hugo Chávez, ya no importa tanto lo que en Washington se diga. (Publicado en CubAhora)

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11 Responses to Lo que Obama debe saber sobre Chávez

  1. verbiclara says:

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  2. Ivan says:

    Lo primero que debería saber Obama es qué pinta un negro en la casa blanca. Mientras no sepa responder a esta cuestión, no podemos esperar que se centre en exquisiteces como las que tú planteas y para las que no fue contratado. El Circo Americano no elije a sus payasos para que conozcan la verdad de las cosas ni para que impartan justicia sino para que se ajusten al guión en todo momento con la coherencia de Cantinflas y las buenas intenciones de Al Capone. Estados Unidos es el imperio de la mentira y del terror. Si existiera una verdadera democracia en esa nación, hoy a Obama le habrían colocado la camisa de fuerza e internado en un manicomio por sus declaraciones tan desconectadas de la realidad venezolana. Pero el hecho de que todos los medios se hayan hecho eco apostillando el “amén” cristiano pone de manifiesto la maquinaria infernal en que se apoya el terrorismo informativo de la superpotencia mundial, solo superada por la maquinaria no menos infernal de su terrorismo militar. Uno y otro son la explicación del injusto orden mundial. Si en el caso cubano siguen empeñados en convencer al mundo de que el verdadero bloqueo es el autobloqueo y que la nación que más viola los derechos en el mundo, que más saquea los recursos y convierte las democracias en plutocracias no tiene otras intenciones que garantizar en la isla los derechos humanos, la prosperidad económica y la democracia, cualquiera puede imaginar los perversos propósitos en el caso Venezolano, donde las buenas relaciones existentes con los gobiernos burgueses turnistas de los tiempos de Carlos Andrés Pérez y del Caracazo proporcionan una valiosa pista sobre la clase de democracia que el enemigo norteño desea para la que siempre fué una de sus más valiosas repúblicas bananeras. Los éxitos electorales repetidos de Hugo Chávez han logrado frustrar los perversos propósitos de la tiranía imperial durante los últimos años en Venezuela y en América Latina. Confiemos ahora que su memoria, junto con la de El Ché y Bolivar, iluminen en todo momento la senda que debe seguir América Latina en pro de su segunda independencia, de su unidad y de su máxima prosperidad. Y que los consejos de Fidel Castro a todos los líderes bolivarianos sigan siendo tan oportunos y valiosos en tan difícil transitar.

     
    • Carlos Leon says:

      Yo no lo entiendo comentarista Ivan. El enemigo es el enemigo, en realidad no se puede pedir que el enemigo diga cosas en linea con lo que le pasa a “su enemigo”. Un enemigo esta en guerra constante contra uno y uno contra el, entonces ¿Como buscar logica en lo que dice EL MAXIMO REPRESENTANTE DEL ENEMIGO?!!
      Luche por derrocarlo y no le pida NADA!! el es EL ENEMIGO!

       
  3. PARDO RAFAEL says:

    La campaña mediática a escala mundial de los EE.UU contra Hugo Chávez, secundada por los estados lacayos del imperialismo americano, no podrá hacer mella en la mente de la clase obrera y de todos aquellos que luchan por un mundo mejor. ¡Qué sus seres queridos y el pueblo venezolano reciban todo mi respeto!

     
  4. Juan Bautista says:

    Obama, como cualquier gringo, no se entera o no le interesa enterarse. Para ese premiado los principios democráticos, el imperio de la ley y el respeto por los derechos humanos no es más que aquel viejo dicho de “hacer lo que yo diga y no lo que yo haga”. El y los usa en general no son los más adecuados para hablar de esos temas. Excepto en el supuesto de que para él y para ellos todo esa palabrería se resuma en comprar (para manipular) entidades, y gobiernos para que sirvan a sus intereses; esto es, indignidad pura. ¡Viva Chávez!

     
  5. Eugenio Diaz says:

    Las declaraciones de Obama están mal, pero peor están las de Nicolás Maduro, ayer, cuando acusó a “Estados Unidos de haber inoculado el cáncer a Chávez”. El cáncer no se puede inocular. Quien lo logre tiene la cura. Una acusación así, sin pruebas, desacredita a quien la lanza.

     

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