Ángel Guerra Cabrera
Chile y otros países abogaron en la cumbre Unión Europea(UE)-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños(CELAC) –previa a la de la Celac misma- por conformar una alianza estratégica entre ambas regiones. Pero tal propósito es inviable a menos que la UE cambiara radicalmente su actitud pues mientras más se hunde bajo el peso de la crisis capitalista y de su senectud más insiste en sus aires colonialistas. Lo hemos visto en la conducta de sus transnacionales –y por supuesto las de Estados Unidos- en América Latina y el Caribe, que sólo se detienen ante autoridades que le pongan coto a sus prácticas saqueadoras y depredadoras o bajo la presión de vigorosas protestas sociales. Lo comprobamos con sus intervenciones militares en Afganistán, Irak, Libia, Siria y Malí y lo confirmaron también sus pretensiones en la citada reunión.
La UE recibió un parón de Argentina, apoyada por los países de la Alba, cuando pretendía mantener en la declaración el derecho a la seguridad jurídica sobre las inversiones pero sin mencionar el contrapeso de las regulaciones, prerrogativas inalienable a que pueden recurrir los Estados bajo el amparo del derecho internacional en defensa de sus intereses, como son las nacionalizaciones. Antes y durante la reunión sus voceros mediáticos y académicos entonaron las acostumbradas loas neoliberales a los tratados de libre comercio como si de algo virtuoso y no de la ley del embudo se tratara. La UE ha logrado este tipo de acuerdos con Chile, Perú, Colombia y México y sus jerarcas están “ansiosos”(Van Rompuy dixit) por alcanzarlo con el Mercosur. Ah, pero eso sí, sin comprometerse a levantar los fuertes subsidios a su agricultura. Al respecto, la mandataria argentina Cristina Fernández dijo que un acuerdo con el Mercosur debe tener en cuenta las asimetrías… “una relación donde solamente ganaba uno no puede ser más”, tiene que ser una “donde ganemos ambos” y subrayó la necesidad de tener en cuenta la “incipiente industria de los países emergentes”.
No obstante los desacuerdos, el foro biregional se pronunció a favor de los principios de soberanía, autodeterminación y no uso de la fuerza en las relaciones internacionales, se opuso al bloqueo contra Cuba y consiguió que los europeos aceptaran proporcionar asistencia a los países de Celac –especialmente a los caribeños- en materia de mitigación y adaptación a las consecuencias del cambio climático.
Pero no ya la Unión Europea. Tampoco Estados Unidos, cuya economía está en terapia intensiva, puede imponer su voluntad a los gobiernos de América Latina y el Caribe como acostumbraba hacerlo hasta hace unas décadas. Ello se explica, sobre todo, por los mecanismos de unidad e integración(Alba, Unasur, Mercosur, Petrocaribe) propiciados por los cambios sociales y políticos en nuestra región y también por la pérdida relativa de hegemonía yanqui en un mundo donde han emergido vigorosos los BRICS y avanza sin pausa el multilateralismo. Esos mecanismos y otros existentes anteriormente, como el Caricom, permiten llegar a consensos entre gobiernos diferentes. Entre los más fuertes y los más débiles. Entre neoliberales(más proclives a ceder) y los que defienden el interés nacional y popular. Si los gobiernos derechistas no comprendieran que el disponer de un foro como Celac les otorga mayor capacidad de maniobra e independencia en el incierto mundo en que vivimos no habrían estado de acuerdo en impulsarla.
El mandato presidencial encargado a Cuba(2013-14) por Celac, en sí mismo expresa el enorme cambio político operado en América Latina, un hecho que aunque esperado ha resultado telúrico. En esa misma dirección apuntan el programa de alfabetización y el de lucha contra el hambre acordados en el Plan de Acción de Caracas y ratificados en Santiago, que bajo la presidencia cubana recibirán un renovado impulso. La Declaración de Santiago –hecho muy relevante- declara el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y de interés de la Celac las resoluciones sobre la isla hermana adoptadas por el Comité de Descolonización de Naciones Unidas. Se pronuncia por una solución pacífica en Siria sin intervención extranjera, por la consolidación de nuestra región como zona desnuclearizada y de paz y por la protección al conocimiento tradicional de los pueblos originarios. El Caricom –representado por Haití- quedó incorporado a la troika con la intención de que los pequeños estados del Caribe participen de sus decisiones.
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Muy interesantes analisis, soberano!! Muchas Gracias!! Mientras tanto, bajito, disfruto de Omara Poruondo, Cultura con mayúscula!! Gracias Cuba.
Argentina y Brasil han sido países que tradicionalmente han tenido relaciones económicas muy diversificadas y repartidas entre Europa, Asia y, en menor medida, Estados Unidos, http://www.cei.gov.ar/userfiles/parte1_27.pdf
Cerca del 60% del comercio argentino está repartido entre Europa y Japón. Situación nada parecida a los gobiernos del Alba que tienden a ser monoexportadores y a concentrarse en pocos y puntuales mercados del mundo.
Los gobiernos de Brasil y Argentina necesitan las buenas relaciones comerciales con todos los bloques regionales del mundo, porque la estructura de sus economías domésticas así lo demandan. En los mismos días de la reunión de la Celac, delegaciones de empresarios y tecnócratas de ambos países, bastante neoliberales por cierto, estaban en Davos y en Bruselas negociando acuerdos preferentes.
No hay manera seria, desde un punto de vista analítico de la prensa o académico de la economía y las ciencias sociales, de asimilar a una misma posición la estrategia nacional y global de los gobiernos de Brasil y Argentina y la de los gobiernos del Alba.
Eugenio Diaz la mia es una pregunta muy simple: ¿ por que no hay manera de asimilar de una manera “seria” una estrategia integradora entre economias que pueden ser complementarias TODAS ELLAS, en conjunto y producir intercambios de escala?
Claro que es posible integrar estrategias económicas diversas en una región política e ideológicamente heterogénea como América Latina. Eso es lo que debería hacerse y a eso aspira la Celac. Lo que no me parece serio es que esa diversidad se quiera escamotear dentro de una camisa de fuerza ideológica que busca presentar a gobiernos abiertos al mercado, como el brasileño y el argentino, como partidarios de una posición frente a Europa y Estados Unidos semejante a la de gobiernos con una agenda ideológica diferente como el cubano y el venezolano. Más honesto y más serio -desde el punto de vista periodístico o académico- sería reconocer que frente a las relaciones económicas y políticas con Europa y Estados Unidos hay diferencias entre Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Perú, México o Colombia, por un lado, y Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, por el otro. Ojalá que la Celac sirva para debatir abiertamente esas diferencias de cara a las ciudadanías de cada uno de los países miembros y de cara a la comunidad internacional.
Las diferencias entre los latinoamericanos como Argentina y Brasil y los países del ALBA , no son nada frente a las diferencia entre odos ellos y Europa y Estados Unidos. No escamotees eso, por favor.
Ud no sabe qué significa escamotear. El tema de debate aquí – a partir de la pregunta que me hizo Carlos Solrac- es la integración latinoamericana y las relaciones de los gobiernos de esa naciente comunidad con Europa y Estados Unidos. En este último aspecto, las diferencias entre los miembros de la Celac son notables y el articulista trata de borrarlas. Pero como siempre, Ud. interfiere en el diálogo con el propósito de transferir el debate al otro lado, el de la política de Estados Unidos y Europa hacia América Latina, que es un aspecto de la cuestión, pero no toda la cuestión. Llama la atención que Ud., a diferencia de los miembros de la Celac en Santiago, no pueda debatir las diferencias internas de los gobiernos latinoamericanos, por no hablar de las diferencias internas entre cubanos, sin referir las mismas a Washington o a Bruselas. Curiosa y tozuda manera bipolar y maniquea de entender el mundo.
Tozuda, curiosa y bipolar manera es la tuya de buscar las diferencias entre los latinoamericanos y no entre estos y quienes históricamente los han esquilmado.
Las diferencias no se buscan, son reales, reconocerlas y negociarlas es lo propio del mundo global en que vivimos. Y en el caso que aquí debatimos no son diferencias binarias sino entre tres y hasta cuatro enclaves regionales. El perfil comercial de Brasil y de Argentina está más interrelacionado con Europa y Asia que que el de Uruguay, Chile o Colombia y, la vez, estos últimos no están conectados con Estados Unidos y Canadá como México y Centroamérica. El Pacífico, por su parte, se constituye como un espacio con enormes posibilidades más allá del Pacto Andino. No hay dos Américas Latinas, como dicen algunos, hay más de tres. Eso es parte de lo valioso de la región, la pluralidad, condición indispensable de cualquier democracia, nacional, regional o global.
Puede haber tantas AL como naciones haya en Nuestra América, diversa en su unidad frente a lo que Martí llamó la “América que no es nuestra”. Se vio clarito en la Cumbre de Cartagena de Indias con temas como Las Malvinas o Cuba: De un lado Amárica Latina y el Caribe, del otro EU y Canadá. Más claro, el agua.
¿Y en qué América quedan los más 50 millones de latinoamericanos -casi 60 si se suman los de Canadá- que viven en Estados Unidos y que continuarán aumentando en los próximos años? ¿No son latinoamericanos también los casi dos millones de cubanos que viven en Estados Unidos y que ahora son más libres de regresar a su país, gracias a la nueva Ley Migratoria? ¿No reconocen Ecuador y otros países latinoamericanos a sus emigrantes como parte de la ciudadanía nacional y hasta les conceden derecho a voto y representación en el parlamento?¿Y no incluía José Martí a Estados Unidos dentro de la máxima de Bernardino Rivadavia, “estos países se salvarán”? ¿”Y acaso se libre, del desenfreno y la ambición, por el predominio de lo más puro de su sangre, la América del Norte”?
Mientras gobierne allí el 1% eso no iguala a la América que trata como ciudadanos de segunda a los latinoamericanos.
Qué pobre visión la suya de América Latina y de los inmigrantes latinos -que decidieron la pasada reelección de Obama- en la política de Estados Unidos. Por suerte, el gobierno de Raúl Castro no se guiará por sus opiniones al conducir la Celac ni la política de Cuba hacia la comunidad hispana en los próximos años.
Cambia el guión: Yo no he dado ninguna visión -ni pobre ni rica- de los inmigrantes latinos. Sólo he hablado de cómo los trata EU.
Mi ignorancia no me permite visualizar que estrategia geopolitica es necesario implementar para ceñir dentro de una camisa de fuerza “ideologica” a todos los paises por usted nombrados y tambien separados, segun su peculiar vision de interpretar una serie de antecedentes de relaciones economicas, politicas y “carnales” de unos que se diferenciaban de los otros, y digo diferenciaban porque eso pertenece al pasado ya que en la actualidad esas relaciones cambiaron totalmente, por si usted no se ha dado cuenta los paises europeos ya no existen como tales, lo fueron mientras podian extender su dominacion directa sobre todo el continente latinoamericano, ¿ o acaso usted ignora donde se fundamento la “revolucion industrial”primero en inglaterra y luego en europa, fueron 2000 tn.( dos mil toneladas) de oro que robaron de america y a partir de ese momento siguieron esquilmando estos parajes sin piedad, habiendo aclarado esto le pregunto ¿ con estos antecedentes que nos marcaron a todos los paises latinoamericanos por igual, que permanentemente hasta hoy continuan expoliando las riquezas naturales de este continente con el solo objetivo de acumular un capital que es en lo que basan esa dominacion, le parece que no hay una posicion ideologica comun entre nosotros, por lo menos para no dejarnos robar mas? ademas unos pequeñisimos comentarios mas, 1°) no puede confundir los adjetivos honesto y serio para discutir sobre terminos puramente economicos con los analisis que pueden hacer los academicos, los periodistas en el tratamiento de estos temas, para mi no existen, y 2°) la CELAC sirvio para que los gobiernos latinoamericanos se reunieran y decidieran unirse para detener el expolio que perpetraban tanto ee.uu.como europa.
Le aclaro, tambien que tanto la presidenta de Argentina como la presidenta de Brasil, utilizando distintos terminos pidieron reciprocidad en los temas relacionados con los intercambios comerciales ya que tanto ee.uu como europa por siglos impusieron restricciones comerciales a los productos latinoamericanos que competian con los de su produccion y ahora vinieron a la reunion en Chile para tratar de mantener algun tipo de relacion con latinoamerica debido a que su actividad economica cayo mas de un 30% y pretenden salvar algo de ropa con esta region, que mal que le pese mantiene una posicion digna frente a la actual crisis, que no fue consecuencia de ningun desaguisado latinoamericano sino a la locuro de esos paisitos defendidos por usted que estan obsesionados solo por salvar a su sistema bancario y en consecuencia dejar hundir al resto de la sociedad de sus paises.
La catadfura moral de esos lugares la definio a la perfeccion el ministro de economia japones cuando les pidio a los jubilados japoneses que ” se dejaran morir asi no necesitaban gastar mas dinero en ellos” , por supuesto para seguir manteniendo a todo el corrupto sistema bancario que ocasiono este desastre economico actual, que parece que usted o percibio.
De como comenzada la discusion de cara a las sociedades latinoamericanas.
HE AQUI OTRA POSICION SOBRE LA CELAC, DESDE LA REPUBLICA BOLIVARIANA EN LA PAGINA http://www.debatesocialistadigital.com/index.php/rosa-natalia/1509-el-socialismo-el-gran-ausente-en-la-celac-
Salvando las diferencias del momento histórico, ¿no se unieron países socialistas y capitalistas (sistemas totalmente antagónicos) para defender el mundo (con el mayor provecho de U$A) de la inhumana Alemania nazi?
Como dice Iroel: “Las diferencias entre los latinoamericanos […], no son nada frente a las diferencia entre todos ellos y Europa y Estados Unidos.”
Me pregunto, ¿Cuál es el objetivo de Eugenio Diaz con su crítica directa a Iroel? Él, a travez de La Pupila Insomne, ha demostrado que tiene como premisa la verdad sobre la base de un análisis objetivo y profundo de los temas que trata y en los debates los pupilenses aportan datos importantes que, al menos a mi, me han enseñado muchísimo. Creo interpretar por palabras y hechos de nuestro presidente, que la política del gobierno está basada en la opinión mayoritaria de los ciudadanos del país, para los cual llevamos más de 50 años de aprendizaje, conociendo además nuestra historia parte de la cual nos enorgullece (y digo parte porque durante la seudo-república hubo muchos politiqueros vendidos y plegados al “monstruo, como llamó Martí al Imperio).
Algo que pienso, un organismo de integración que obligue a los miembros a limitarse en su comercio, ideología o desarrollo, está condenado al fracaso y la desintegración. No creo que ni CARICOM, ni ALBA y mucho menos CELAC tengan ese error en su “ADN”, como si lo tiene (¿o tenía?) la OEA y pretendía ALCA. De ser así, deberá ser rectificado antes de que tenga consecuencias. Pero repito, no veo que exista tal error. Todos pudimos conocer, a través de TeleSur (otro logro de integración), algo de los encuentros CELAC-UE y de la Cumbre de la CELAC. Creo que eso hubiera bastado para entender la unidad y la diversidad de “Nuestra América”.
Por cierto, un pelo de lobo que son las diferencias con esa “América” que no es la nuestra se puede ver en este artículo: http://islamiacu.blogspot.com/2013/02/sobre-los-llamados-cubano-americanos.html Me parece interesante y certero.