El desajuste de la Ley de Ajuste

 
Jesús Arboleya Cervera

ley_ajuste_cubanoEn declaraciones a la prensa, los congresistas cubanoamericanos Ileana Ros-Lehtinen y Joe García acaban de expresar dos posiciones radicalmente distintas respecto a la Ley de Ajuste Cubano.

Aprobada en 1966, esta ley establece que las personas de origen cubano que ingresen a Estados Unidos después del primero de enero de 1959, pueden obtener la residencia legal al año de estancia en mismo, lo que les permite transitar el proceso hacia la ciudadanía mucho más rápido que el resto de los inmigrantes.

Según García, primer cubanoamericano demócrata electo como congresista en Miami, la Ley de Ajuste ha sido el “milagro” que ha permitido a los inmigrantes cubanos integrarse “casi inmediatamente” a la sociedad estadounidense, por lo que apoya decididamente su mantenimiento. Por su parte, la republicana Ros-Lethinen, asumiendo la misma posición ya planteada por otros representantes de su partido, propone eliminar de sus beneficios a todos aquellos que decidan visitar su patria de origen.

“No se puede afirmar que uno puede ser considerado perseguido por razones políticas en Cuba y, al mismo tiempo, regresar de visita”, dice con razón Ros-Lethinen. Solo que en vez de reconocer la evidencia de que tal persecución no existe, aspira a que el mito se imponga, mediante medidas coercitivas.

Creo que ni la propia congresista puede dar crédito a la legitimidad de esta propuesta y aunque todo puede ocurrir en la política norteamericana hacia Cuba, lo más probable es que, más que a su reforma, este debate conduzca a su eliminación, lo que sirve igual a los intereses de la extrema derecha, cuyo verdadero objetivo es demorar el acceso de los nuevos inmigrantes a la política local y así restar fuerza potencial a un sector del electorado que ha demostrado rechazarlos mayoritariamente.

Aunque con un pasado que lo vincula a la Fundación Nacional Cubano Americana y siendo también parte de la maquinaria que controla la vida política del enclave cubanoamericano, García se nos presenta con una posición distinta a la extrema derecha tradicional y en ello radica lo novedoso de su mensaje, sin importar que para justificarse recurra al manido argumento de que lo motiva el hecho de que no ha cambiado “la situación en Cuba”.

No se trata solo de que sea un demócrata, otros políticos cubanoamericanos lo han sido con idéntico discurso republicano, sino porque ganó defendiendo la agenda de flexibilizar los contactos de los emigrados y sus descendientes con la sociedad cubana y parece lo suficientemente inteligente para comprender el anacronismo de posiciones que no tienen sustento en la realidad y se contradicen con las tendencias que seguramente predominarán en el futuro político de la comunidad cubanoamericana. Al menos, debemos darle el beneficio de la duda a Joe García cuando nos dice: “he madurado, ha pasado mucho tiempo y he aprendido”.

La paradoja es que, por otras razones y con otros propósitos, finalmente la extrema derecha cubanoamericana venga a coincidir con el gobierno cubano en la crítica a una ley, que desde su origen mostró una intención política que trasciende el problema migratorio y, por su contenido y funciones, no tenga paralelo en la historia de Estados Unidos.

A ello se agrega que, con fines desestabilizadores de la sociedad cubana, ha sido un estímulo a la emigración ilegal, toda vez que han podido acogerse a ella los que ingresan al territorio estadounidense por esta vía, lo que se contradice con las normas migratorias de ese país, incluso con el propio texto de la Ley de Ajuste, que exige calificar según las mismas.

Quizá ninguna otra construcción mediática ha sido tan eficaz para justificar la beligerancia contra Cuba, como esta supuesta naturaleza de “perseguidos políticos” que se achaca a la emigración cubana. De aquí que la extrema derecha comprenda que se viene abajo todo el andamiaje que sustenta sus posiciones, cuando se comprueba que pueden viajar libremente para reunirse con familiares y amigos, invertir en pequeños negocios, incluso, por qué no, “tomar mojitos y bailar rumba” en el país de sus supuestos perseguidores. Oportunidades que, por demás, se facilitan aún más como resultado de las reformas migratorias recientemente aprobadas en Cuba.

Al desmoronarse por su propio peso la capacidad de manipulación política que convirtió en “exiliados políticos” a los que evidentemente no lo son y Estados Unidos, en su propio beneficio, asuma una postura responsable frente al ingreso ilegal e incontrolado de inmigrantes procedentes de Cuba, no veo razones para que el  gobierno cubano se sienta amenazado por la existencia de una ley, cuyo  supuesto objetivo es brindar facilidades para el asentamiento de las personas que arriben legalmente a ese país y, en tal sentido, hasta pudiera servir de patrón para una política migratoria más compasiva hacia todos los inmigrantes.

García tiene razón cuando pronostica que será difícil defender el mantenimiento de la Ley de Ajuste Cubano, no solo por existir algunos “que actúan contra su propia gente”, como ha planteado, sino porque debido a las transformaciones de la comunidad cubanoamericana y la propia sociedad cubana, ya no es funcional a los fines subversivos que la originaron. De resultas, el debate sobre la Ley de Ajuste constituye solo un botón de muestra de todo lo que atañe a la política hacia Cuba.

Recientemente, en un evento académico celebrado en Cuba con la participación de varios estudiosos norteamericanos, una interrogante recurrente fue “lo que pierde Estados Unidos no teniendo relaciones normales con Cuba” y de este análisis surgió una gran lista de oportunidades, desde las posibilidades de negocios hasta el control del narcotráfico.

Quise, sin embargo, hacer la pregunta al revés y discutir “lo que ha ganado Estados Unidos no teniendo relaciones normales con Cuba”. Desde mi punto de vista, no ha sido una política insensata que ha desconocido los intereses hegemónicos de Washington, como piensan algunos, sino que, además de crear innumerables dificultades al proceso revolucionario, durante años logró aislar a Cuba del resto del continente y establecer los límites del dominio norteamericano en el área.

Evidentemente, aunque no alcanzó el objetivo final de destruir a la Revolución cubana, le convino en su momento, el problema es que tal política ya no es sustentable por razones que escapan de su control y lo mismo ocurre con la política migratoria hacia Cuba.

El dilema para la extrema derecha cubanoamericana no se limita, por tanto, a intentar cambiar las reglas del juego modificando una ley que ya no sirve a sus intereses, sino preocuparse hasta que punto sus posiciones ya no son convenientes a la política norteamericana y toda esta discusión no es más que expresión de su propia decadencia.

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11 Responses to El desajuste de la Ley de Ajuste

  1. davidwences says:

    Disculpe, pero supongo que cuando habla de “exiliados políticos que evidentemente no lo son”, parece una generalización injusta. Habrá muchos que efectivamente lo fueron, sobre todo, está claro en el pasado.

     
  2. Eugenio Diaz says:

    Todos aquellos emigrantes cubanos que fueron catalogados legalmente de “desertores” y que fueron sancionados de diversas maneras por abandonar el país -incluido el castigo de no poder regresar a Cuba en cinco años, aplicado hasta el año pasado en muchos casos-, que perdieron propiedades y fueron acusados jurídica o ideológicamente de “contrarrevolucionarios”, “traidores” y “terroristas”, deben ser considerados “exiliados políticos”. No hay manera de entender a ese tipo de emigrante. Es cierto que son una minoría dentro de los 2 millones y medio, pero sí existen y son, fácil, varios miles.

     
    • Fernando says:

      Traidor es quien ejercitó o aplaudió el terrorismo contra su país de origen que costó más de 3000 vidas de cubanos.

       
  3. Antonio Urquiza says:

    Pienso que hay que pensar mas en terminos de nacion y menos en adecuar politicas hacia la emigracion como respuesta a politicas de EU hacia Cuba. La nacion cubana existe y existira con o sin compresion de EU. Los politicos cubanoamericanos en el Congreso de EU son, por definicion, americanos, no cubanos, ya sean de derecha, de centro o moderados. El ala derecha de la emigracion es anexionista y anticubana, y en muchos sentidos batistiana en cuanto a proyecciones y espiritu. Esa tendencia extremista esta condenada a desaparecer, principalmente porque a la larga sus posiciones entran en contradiccion con los intereses del pueblo americano y hasta de los mismos intereses politicos del gobierno americano. Sus posiciones son tan irracionales que hacen imposible una politica cuerda hacia Cuba, y hay muchos politicos en ambos partidos que se percatan de ello. Pero es imposible mantener a la nacion indefinidamente dividida. Hay que establecer normas legales claras y que abran el camino para que los cubanos emigrados sean tratados como lo que son: cubanos. Hay normas legales que se mantienen en el limbo de la indefinicion y por tanto del tratamiento caprichoso o coyuntural. La ley cubana no provee la posibilidad de la doble ciudadania, aunque en la practica se aplica. Ese es un punto clave. Si se aplica en consecuencia ya no son cubanos los que adoptan otra ciudadania, sea americana o de cualquier otra denominacion. En ese caso los que tengan otra ciudadania diferente a la cubana deberian ser tratados como cualquier otro extranjero a los efectos de negocios y derechos relacionados con los ciudadanos cubanos. Y si se acaba aceptando legalmente la doble ciudadania, pues entonces hay que darle los mismos derechos de los cubanos, incluyendo el derecho a usufructuar la tierra o tener cualquier otro negocio legalmente. Lo que se va haciendo cada dia menos comprensible es la politica de tratarlos segun la ley de la conveniencia, segun las circunstancias. Hay muchos cubanos en el extranjero que son mucho mas cubanos que Yoani Sanchez o el Coco Farinas, incluso si tienen doble ciudadania. Una nacion pequena tiene que coecionarse sobre bases serias si quiere sobrevivir como nacion, y dentro de la nacion caben muchos, desde catolicos hasta nanigos, menos los que quieren vender la nacion al anexionismo. Se puede ser capitalista y ser patriotico, no hay que ser comunista para ser cubano, si no que lo digan las cenizas de todos aquellos que cayeron luchando contra la tirania. Se puede ser residente cubano con ciudadania cubana y con todos los derechos a salud, educacion, etc., y vivir con el alma, la pluma, la mente y hasta el salrio fuera de Cuba. Hay un monton de cosas desde el punto de vista practico que pueden adecuarse legalmente. Ya algunas se han adecuado, pero faltan muchas. La masa mayoritaria de la emigracion son trabajadores o trabajadores por cuenta propia, no grandes capitalistas. En esa masa de emigrantes hay de todo respecto a ideologia y a ideas politicas. Si la derecha cubanoamericana, o cubanoespanola, o cubano-la-que sea le cierra las puertas y trata de intimidarla con amenazas estupidas de los tiempos de la guerra fria, lo unico cuerdo es que el pais le abra las puertas, en primer lugar porque son cubanos. Es una mala politica tratarlos como a enemigos cuando no lo son. Muchos entuertos se podrian evitar con una simple lista de quienes son los indeseables. En la practica todos los paises la tienen de una u otra manera. Pero si fue posible que Menoyo terminara sus dias en Cuba, como se le puede negar la entrada a mucha gente que nunca tiro ni un salibazo contra el pais? Si McNamara pudo visitar Cuba para discutir asuntos academicos de la Crisis de Octubre, por que un simple cubano que piense distinto no puede entrar al pais? Ninguna de estas cosas depende de lo que haga o deje de hacer el gobierno americano, y en fin de cuentas Cuba lleva medio siglo a contrapelo de la politica o los deseos de los gobiernos americanos. Un capitalista es un capitalista, sea ruso, chino, americano, brasileno, o cubano(del patio o emigrado). La gente hace negocios no por patriotismo sino por dinero, en Cuba o en cualquier otra parte. Y se puede ser respetuoso de las leyes aunque se hagan negocios, lo mismo que se puede ser un transfuga con un carnet de partido en el bolsillo, o ser un pederasta con vestimenta de cura. La emigracion cubana con dinero o sin dinero ha pasado un curso de entrenamiento de 50 anos en todos los sectores de la industria, de la agricultura y de los servicios y puede ser tan util al pais como cualquier otro inversionista. En la practica muchos cubanos ya han empezado a invertir en Cuba mediante familiares y amigos, en condiciones legales precarias porque no se les reconoce de derecho. Eso se presta para muchas cosas y se debe regular legalmente reconociendole los derechos como cubanos que son. Un pais se hace de muchos poquitos y aunque el pais navegara en un mar de petroleo la nacion estaria siempre incompleta si no cabemos todos en ella. Por supuesto, ademas de derechos tambien tienen que haber deberes, que deben ser fijados por la ley. “Con todos y para el bien de todos”. “Patria es humanidad”, “pero la raiz ha de ser nuestra”. No hace falta mencionar al autor porque hasta los pioneros pueden adivinafr quien es.

     
  4. Este es un problema complicado.
    Nadie puede determinar quién se merece ser cubano y quién no, como pretenden hacer los comunistas: Yoani no, Edmundo sí.
    En el caso extremo en que algunos exiliados estén equivocados y siendo la Patria como la madre, ¿quién dice que aquellos no son queridos por esta?
    El que nunca se puso un uniforme de miliciano, ni accedió a ser miembro del PCC, ni votaba en las elecciones, ni era cederista, ni se guardaba sus opiniones acerca de lo que hoy se consideran errores, pero era buen trabajador y ciudadano, se merecía vivir como un paria?
    ¿Qué sentido tiene expulsar de su trabajo a un hombre en un país donde hay un sólo empleador?
    El que tuvo que salir de Cuba porque de todo nuevo trabajo era expulsado por orientaciones de los compañeritos del Side Car, ¿es exiliado económico o político?
    La única explicación para que USA no tenga relaciones normales con Cuba y sí las tenga con Viet Nam y China es la calidad humana de los come candela del exilio, que viven del negocio del anticastrismo.
    El levantamiento del bloqueo es la bala de plata para todos nuestros males. Yo particularmente pienso que daría al traste con el actual gobierno cubano en cuestión de semanas. Si así no fuera y Cuba se convirtiera en una pequeña China, pues vale también.
    No soy de los que piensan que “el oprimido pueblo de Cuba sufre bajo las garras del comunismo”. Más bien al contrario creo que el paternalismo del estado allí ha hecho lo mismo que el Welfare para los negros en USA y los portorriqueños en Borinquen.
    Se aplica lo que contestaba Ferrara a los que querían hacer de Cuba una Suecia; ¿de dónde sacamos los suecos?

     
    • Mike:
      El interés de EU por contralar Cuba es anterior al surdimiento del comunismo como doctrina y, por supuesto, a anterior a la Revolución cubana.
      YS conspiró y conspira con el gobierno de EU contra la independencia de Cuba, lo prueban hasta documentos de los propios funcionarios estadounidenses, mientras Edmundo defiende la independencia de Cuba en territorio de EU.
      EU es el que ha condenado al pueblo cubano a vivir como una paria por romper la relación de dependencia que quiso imponerle históricamente.
      Si el bloqueo es bala de plata para el gobierno cubano ,¿por qué no lo quitan? Orestes Ferrara fue secretario de estado
      y embajador en Washington del proyanqui tirano Machado, lógico que no confiara en los cubanos.

       
  5. Eugenio Diaz says:

    ¿Yoani conspira con Estados Unidos contra la independencia de Cuba? ¿Con Estados Unidos? Supongo que querrá decir con el gobierno de Estados Unidos, en este caso, con el gobierno de Barack Obama. Esto es una acusación muy seria que debería demostrarse. Si no puede demostrarse es una calumnia ¿Dónde ha dicho Yoani que no quiere que Cuba sea independiente y dónde está la evidencia de que conspira para ese fin con el gobierno de Barack Obama?

     
  6. Eugenio T. says:

    Considero que es necesario esclarecer por quien corresponda, pues no lo he visto en ningún lado, lo que es ciudadanía y residencia, que por supuesto no es lo mismo y los que hablan las confunden. También hay que exponer que obligaciones y derechos presenta cada una en nuestro país y exponer nuestras particularidades que no son de la Revolución y según tengo entendido viene de la constituyente de 1902 donde no se reconoce la doble ciudadanía y no se prevé la votación de los ciudadanos no residentes. Creo que son temas que hay que abordarlos con un enfoque histórico y actualizarlos según corresponde. Sería muy interesante que se publicara sobre esto, permitiría que no se expongan criterios errados.

     
    • admin says:

      Gracias, Eugenio. Le haré llegar tu observación a los compañeros del Centro de Estudios de Migraciones Internacionales de la Universidad de la Habana. Abrazos

       
  7. yoel says:

    yo pienso desde un punto de vista mas abierto acercandome a la frase popular no hay mal que dure cien anos ni cuerpo que lo resista ,estas mentiras repetitivas de los medios de comunicacion articulados con la derecha de miami de que en cuba hay perseguidos politicos y quieren calificar a muchos o la mayoria de los inmiigrantes cubanos de exiliados se acabo hace mucho tiempo, pero cada negocio tiene que ser defendido por sus accionistas en este caso ellos tratan de defender esa gran mentira la cual le proporciona sus ingresos pero la realidad la sabe hasta un nene de 10 abriles usted va a cuba ahora y pregunta quien es yohani sanches el coco farina y mas de un 95 % de la poblacion no los conoce o sea ni de nombre esas gentes defienden sus propios CUC no les interesa nada solo ganar dinero yo soy un joven cubano y claro que no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que venian sucediendo en el pais pero al menos en mi postura el cambio ha sido radical en la forma de ver a cuba en estos momentos quedan algunas cosas que deben ser reformadas o eliminadas pero de que esta gente no tienen argumentos ahora no tienen,desde mi punto de vista el gobierno cubano tiene la batuta en el problema de la ley de ajsute cubano c ualquier cosa le viene bien si la mantienen mas cubanos llegaran por distintas vias a los EUA por diferentes vias se hacen residentes votan en contra de los batistianos y como no son perseguidos politicos regresan a cuba y ayudan a construir un nuevo pais, si la quitan sera una batalla politica ganada historicamente y denunciada por cuba en todos los escenarios mundiales con el consiguiente echo de que el govierno de los EU tenga que pensar cuando va a dejar que sus ciudadanos muy mal llamados libres puedan viajar a cuba y ver con sus propios ojos lo que los cubanos americanos de la extrema derecha le han querido hacer ver de la realidad cubana .

     

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