Hollande y el futuro de la Socialdemocracia

 
Frida Modak

Francois Hollande, nuevo presidente de Francia

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas se jugaba bastante más que las carreras políticas del socialista Francois Hollande y el derechista Nicolás Sarkozy.

Los resultados de estos comicios van a incidir en el camino que se siga para salir de la crisis económico-financiera en que está sumida Europa, lo que a su vez influirá en el camino que el viejo continente debe diseñar para superar esta situación.

No cabe esperar un cambio profundo todavía, aunque ya se han formulado fuertes críticas a lo actuado por la canciller alemana Angela Merkel, con el respaldo de su colega francés Sarkozy, ambos representantes de la derecha europea.

Hollande desempeñó varios cargos en los primeros años de gobierno del presidente Francois Mitterrand y en noviembre de 1997 fue elegido Primer Secretario del Partido Socialista francés. A partir de ahí llega en 1999 a una vicepresidencia de la Internacional Socialista y fue diputado al parlamento europeo y al francés.

En los comicios presidenciales pasados Segolene Royal, entonces su pareja formal, fue la candidata socialista a la primera magistratura, derrotando a Dominique Strauss Khan, pero a su vez ella perdió la elección frente a Nicolás Sarkozy.

Sarkozy ocupó distintos cargos en los gobiernos de derecha que antecedieron al suyo, como los ministerios de Economía e Interior. Es un personaje controvertido dentro y fuera de su país.

Sumó a Francia en la guerra contra Libia, si bien antes había invitado y recibido con los honores del caso al gobernante libio Moammar Gaddafi, oportunidad en la que se concretó un negocio petrolero.

Durante la guerra contra Libia uno de los hijos de Gaddafi reveló que su país le había proporcionado a Sarkozy varios millones de dólares para financiar su campaña electoral y le demandó que los devolviera ya que se los habían dado en señal de amistad.

Paralelamente Sarkozy ha establecido una relación muy estrecha con la canciller alemana Angela Merkel y ambos han impulsado políticas económicas que están siendo fuertemente cuestionadas .

El entorno europeo

Las medidas puestas en práctica para hacer frente a la crisis europea tienen dos protagonistas principales, la canciller alemana y el saliente presidente francés.Y aunque se aprobaron por unanimidad, ahora son objeto de fuertes críticas.

Hollande ha expresado que tiene la intención de renegociar el pacto sobre disciplina presupuestaria, para incluir otras disposiciones que reactiven la economía y el empleo y afirmó que “habrá un cambio de orientación de la construcción europea”.

También anticipó que si ganaba la segunda ronda electoral “renegociaré el tratado, Merkel lo sabe y si se me da la responsabilidad mi primer desplazamiento será a Alemania para transmitirle el voto de los franceses para una Europa distinta”.

Merkel, a su vez, dijo que prepara una “agenda de crecimiento” para Europa y que está dispuesta a darle un rol mayor al Banco Europeo de Inversiones en las medidas destinadas a superar la crisis.

Las razones de Merkel son obvias, la situación europea ha llegado a un punto en que se teme una ruptura entre los países europeos del norte y del sur, según lo declaró el presidente del Parlamento Europeo Martín Schultz, alemán y social demócrata.

Schultz no confía en los organismos económico-financieros estadunidenses y advierte que si se produce esa ruptura “podría desmoronarse la Unión Europea y la zona euro” y aboga por soluciones comunes.

Las pruebas de que las políticas que impulsaron con mayor entusiasmo Merkel y Sarkozy no han tenido éxito, están a la vista y se expresaron con fuerza en la celebración del 1º de Mayo.

En Italia ya se había señalado que el país tiene ahora tres veces más chozas y casas rodantes que hace tres años. En el año 2001 las familias que vivían en esas condiciones eran 23 mil 336 y ahora son 71 mil 101.

Los suicidios también han aumentado en Italia y las mujeres cuyos maridos se han suicidado integran un grupo llamado “las viudas de blanco” y habían resuelto desfilar el día del trabajo.

Pero las protestas son en toda Europa porque los sueldos son bajos y el desempleo aumenta en la misma medida en que se aplican las políticas de austeridad, lo que está siendo utilizado por los sectores de la extrema derecha europea para ganar adeptos.

Paralelamente, la canciller alemana busca la forma de darle lo que algunos analistas han denominado”un sutil cambio de tono” a sus planteamientos, considerando el cambio de gobierno en Francia, pero que también podría alcanzar a su propio país y a ella misma.

De Mitterrand a Hollande

El Partido Socialista francés sólo ha ocupado la presidencia de la república una vez, cuando Francois Mitterrand fue elegido para ese cargo el año 1981 y reelegido en 1988, completando sus dos mandatos en 1995.

Fue el cuarto presidente de la Quinta República y Francois Hollande, que fue el jefe de la campaña de Mitterrand, será el segundo y se estima que su triunfo podría influir en los acontecimientos políticos de otros países europeos.

Hay que recordar que cuando Mitterrand llegó a la presidencia en Francia,el socialismo europeo o socialdemocracia, vivía un momento de auge a nivel mundial. La Internacional Socialista se expandía por todos los continentes y era mirada con desconfianza y combatida por Estados Unidos.

Los gobiernos de ese signo se imponían en otros países europeos y también en América Latina y Africa, así como después en países que habían sido parte de la colapsada Unión Soviética.

Integrados en la Internacional Socialista, ésta se convirtió en un organismo al que Estados Unidos le declaró la guerra políticamente hablando, si bien hay algunos episodios que han tenido múltiples interpretaciones.

Los personajes clave de la expansión de esta organización fueron el Canciller alemán Willy Brandt, el Canciller austríaco Bruno Kreiski y el Primer Ministro sueco Olof Palme. Los conocidos “Diálogos” entre ellos sirvieron de base a la organización internacional, que no está relacionada con aquellas vinculadas a la Unión Soviética.

Los partidos que la integran empezaron a ganar elecciones en todos los continentes, en especial en los países que se liberaban de regímenes dictatoriales impuestos por el intervensionismo estadounidense.

La muerte de Brandt a raíz de un cáncer, y el asesinato de Palme fueron dos elementos que debilitaron a esta organización, junto a las políticas económicas puestas en práctica por los organismos internacionales.

Pero hoy, cuando ese modelo está en crisis, surgen nuevas expectativas. Se especula con una victoria de los socialdemócratas alemanes en las próximas elecciones y el triunfo de Hollande en Francia es señalado como un punto de partida. (Tomado de Alai)

- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.

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4 Responses to Hollande y el futuro de la Socialdemocracia

  1. Saludos todos los compañeros y camaradas: Estamos de pláceme, el candidato del partido Socialista; HOLLANDE, sin duda alguna es el comienzo de una revolución entre los pueblos explotados de Europa. Holland se enfrentó a la fascista presidenta de Alemania, Merkel, sería un nuevo convenio: Holland le indica lo siguiente: “El convenio fue Sarkosy no conmigo, por cuanto tenemos que revisar un nuevo convenio”. Lo tiene planificado el presidente socialista es acabar con el FMI, subir los intereses a los ricos, los bancos y traer la justicia social al pueblo francés. Muy pronto veremos como los demás países de la eurozona seguirán las huellas del admirador de Hugo Chávez Frías, no tenemos duda sobre los futuras acciones que se convertirán en hechos inrrefutables para la grave crisis de Europa. Solidaridad con HOLLAND, la salud de nuestro gran hombre Chávez, que en estos momentos históricos es un icono que no tiene sustitución, en otras palabras el gran líder es INSUSTITUIBLE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

     
  2. domezzzz says:

    Lo más significativo como hecho, es la derrota de SarkoNO. E indirectamente, golpe para Merkel….

    Pero para el día siguiente, piano piano….
    Francia, sigue siendo imperialista. Hollande, un candidato que por ahora, funge otra cara distinta que Sarkono…. y por ahora, eso es todo lo que se ve.
    En principio, esperemos a ver que pasa con la siguiente entrega de premios Nobel….
    También, que pasa con los bombarderos galos que hasta ayer nomás, andaban volando por África “lanzando muerte”, como método de “liberar libios”…de la vida…
    Y también, qué pasa con los falsos periodistas-militares que Francia, mandó contra Siria para entrenar y dirigir terroristas…. Dichos planes ¿terminados o solo es un descanso?
    Ante anteriores debacles europeas de su capitalismo, los tercermundistas, ya vimos quienes pagaron con muertos, riqueza y miseria, los “planes marshall” de rescate europeo…
    Hollande, es solo un hombre mas, en medio de la maquinaria asesina francesa….como Obama en eeuu….
    Y también, en esa otra historieta, ya vimos lo que pasó y pasa….
    Los gendarmes con premios Nobel …. ¡¡genocidan a los demás!!!
    Y el capitalismo central, no claudica por las propias…. ¡¡claudica a los demás!!!

    Es que, ya vi esta película…
    NO existen las “elecciones que traen el paraíso y la liberación del mundo”….
    Y los hiper ricos, cuando se la ven venir, no se retiran….mas bien, toman un pequeñísimo respiro, y luego, sus tanques, comienzan a pisar…
    Simplemente, veamos como los ahora denominados “ocuppy” -antes, eran manifestantes-, mueren y son apaleados, como en el “mayo del 68″. Y encima, el occidental que use celular ocupando y manifestando, automáticamente, es declarado terrorista….la revolución de colores de los ipod, solo bien vista para los demás….

    Ante “luces encandiladoras”, me quedo con lo que dicen los cubanos: “ni un tantico así….”

     
  3. domezzzz says:

    Y comenzó la movida….

    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=149311
    Empieza la venganza de los oligarcas contra los electores
    Carlos Enrique Bajo
    Público

    La rabia con la que los mercados financieros han acogido los resultados electorales en Francia y Grecia se ha hecho patente nada más abrir las bolsas, en la mañana siguiente a esos dos veredictos de las urnas contra la mortífera austeridad a ultranza impuesta por Merkozy para salvar a la banca a costa de los contribuyentes. El inmediato desplome en un 8% de los valores griegos era previsible, tras el caos parlamentario provocado por la reacción de los votantes a las implacables imposiciones de la UE, el FMI y el Banco Mundial, que han paralizado la economía del país y sumido a la población en una penuria tercermundista. Pero el castigo contra los franceses por haber votado socialista –ampliado a todos los europeos con la caída del valor del euro a su nivel más bajo en tres meses y la brusca subida de las primas de riesgo de los países mediterráneos– no tiene lógica alguna, cuando la victoria de Hollande estaba prevista por todos los sondeos desde hace meses y debería haber sido descontada de antemano por los inversores.

    Lo que se está ahora produciendo es una auténtica venganza de la oligarquía financiera (esa que ha aumentado su capital en Europa en otros dos billones de euros, según cálculos de Eurostat, durante esta crisis de recortes sociales y laborales) contra los que se han atrevido a votar a favor de alternativas políticas al neoliberalismo imperante. Porque ninguna de las medidas económicas anunciadas por Hollande en su campaña es auténticamente radical, por mucho que llamen la atención las subidas de impuestos a los millonarios y las entidades bancarias; ni van a afectar seriamente al sector financiero, pues se estima que sólo le supondrá la pérdida de una décima parte de sus beneficios.

    Lo que de verdad tiene airados a los magnates de la banca es la sugerencia, lanzada por el ya presidente electo de Francia en las postrimerías de su campaña electoral, de que el Banco Central Europeo (BCE) debe conceder préstamos directamente a los gobiernos, en vez de entregar cientos de miles de millones de euros a los bancos al 1% de interés para que a continuación estos se los presten a cada Estado con intereses del 5%, 6% o más (en el caso de Grecia, su bono a diez años alcanzó ayer la descomunal tasa del 23,25%), para obtener pingües beneficios (en ocasiones, rayanos con la usura) a costa de los erarios públicos. Hace poco, un alto directivo bancario de la City londinense me justificó esa práctica ruinosa para las arcas del Estado alegando que ésa ha sido la manera de camuflar un rescate masivo de la banca europea (arruinada por sus propios excesos en el casino bursátil), subterfugio que ha permitido inyectar en las entidades financieras más de un billón de euros (casi el equivalente al PIB de España) procedentes de los impuestos de los contribuyentes.

    Esa astronómica cantidad de dinero público facilitado, vía BCE, a los bancos europeos nunca es reconocida por nuestros gobernantes, cuando alegan que el rescate bancario (en España, 115.000 millones de euros del Estado) se limita a avales, créditos y compra de activos. Es sangrante que el mismo día en que comienza a trabajar el nuevo presidente socialista francés, Rajoy admita por fin que está dispuesto a inyectar en la banca los miles de millones que aduce que no existen para Sanidad, Educación, Seguridad Social, investigación… y que sea el grupo Bankia dirigido por el gurú económico del PP, Rodrigo Rato, el que primero vaya a beneficiarse de ese colosal trasvase de los fondos que se niegan a jubilados, enfermos, maestros, funcionarios, científicos…

    En el terreno político, lo peor del resultado electoral francés para la derecha es que se va a poner de manifiesto la profunda falsedad, el tremendo engaño, de su discurso a favor de la austeridad como única salida de la crisis; de la mentira mil veces repetida, hasta lograr que muchos trabajadores se la crean, de que la izquierda es responsable de la crisis y del desempleo por haber despilfarrado los fondos públicos; de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. ¿Quiénes? ¿Los mileuristas, los parados, los pensionistas…? Es insultante para todos ellos, porque los que sostienen esa tesis saben perfectamente que es falsa, que la crisis fue la que disparó la deuda pública y el déficit presupuestario, no al revés, y que esta Gran Recesión que padecemos fue provocada por los excesos de los potentados a los que ahora se sigue enriqueciendo quitándoles a los trabajadores sus escasos ingresos y sus duramente conquistados derechos sociales.

    Y lo más inadmisible de todo esto es que, además, esa imposición de austeridad mayúscula no hace más que agravar esa misma crisis, precipitando a la economía en un abismo de parálisis que genera aún mayores pérdidas en un círculo vicioso que amenaza con arruinar a las sociedades más prósperas del planeta. Como sostiene el premio Nobel de Economía Paul Krugman en su último libro (¡Acabad ya con esta crisis!) “…políticos y funcionarios públicos de primer orden (…) han elegido olvidar las lecciones de la historia y las conclusiones de varias generaciones de grandes analistas económicos; y en lugar de este conocimiento, obtenido con tanto empeño, han optado por prejuicios ideológicos y políticamente convenientes”.

    Krugman subraya que nuestros gobernantes “han hecho caso omiso por completo de la máxima esencial de Keynes: ‘el auge, y no la depresión, es la hora de la austeridad’. Es hora de que el Gobierno gaste más, y no menos”. No sólo eso, digo yo, sino que los mismos que hoy recortan los gastos sociales y las inversiones estatales, cuando son más necesarias que nunca, fueron los que impulsaron proyectos públicos faraónicos y permitieron el enriquecimiento ilícito de sus amigos durante los años de bonanza, como se comprueba con sólo dirigir la vista hacia Valencia. O hacia Grecia, donde hoy pretende volver a gobernar la misma derecha de Nueva Democracia que causó la catástrofe económica del país al falsificar las cuentas del Estado y despilfarrar los recursos públicos.

    Y, para mayor escarnio, ese partido se proclama ganador, tras perder un 15% de los votos y quedarse con menos del 19% de los sufragios emitidos, porque el sistema electoral griego (diseñado para dar el poder absoluto a los ya poderosos) le regala 50 escaños (casi un 17% del total de diputados) para que pueda tener más del doble de parlamentarios que el izquierdista Syriza, al que sólo ha superado en dos puntos porcentuales. Con semejantes perversiones de la democracia, en su propia cuna, a nadie puede extrañar que la ciudadanía se rebele contra los políticos, como se pondrá de manifiesto este próximo fin de semana 12M-15M en un millar de ciudades del planeta, donde la ciudadanía reclamará no ser gobernada por malhechores.

    Ahí radica el verdadero temor de los mercados: que el pueblo se subleve contra su tiranía. Y es por eso que su venganza va a ser, sin duda, terrible.

     
  4. Hay que ir con cautela, aunque Hollande plantea una serie de medidas justas, forma parte del socialismo europeo, y fue partícipe en el gobierno de mitterand, también es bueno saber que aunque tenga ls mejores intenciones, tiene que jugar al ajedréz con una derecha que aunque debilitada, todavía da poderosos zarpasos. Y más cuando esa derecha controla la mayoría del capital y los principales medios de comunicación, y que las ideas del nuevo presidente francés entran en contradicción nada más y nada menos que con angela merkel, la representante de la locomotora económica europea.

     

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