José Luis Fariñas
Del maestro josé Luis Fariñas, iniciamos hoy la serie “Microoscilaciones”, cuyo primer poema acompañamos de esta acuarela suya con aires de grabado medieval.
Microoscilaciones
Ya es uno
lo exterior con lo interno
vida con muerte
confusos paraíso con infierno.
Francisco de Oraá
Estaban los aires en cada ofrenda,
perdidos, meciéndome la sombra,
desplegando azucares y regresiones,
pequeños caprichos de Korsakoff
que avinagran cualquier lunes,
y estaban, además, matando colibríes a machetazos,
los viejitos de la escalinata;
eran tan horriblemente parecidos
a tres santos bizantinos a caballo
que me detuve a vomitar junto a la escuela
mientras en algún lugar se cocinaba mucho y con azafrán.
Desprotegidos y sin bestia siquiera
los vi reuniendo en sacas de arroz
los cráneos sagrados para un mundo mejor.
Se retiraban tarde a sus sepulcros,
y el dios los dejaba hacer la calle
como probando en peligrosos alambiques
el límite de la resistencia de la luz;
algo los meaba mortalmente
desde el mas allá
cuando salían las estrellas por encima del desastre,
retrayendo un perfume difícil
sobre sus pánicos condecorados,
y el agua negra ayudando
casi como una curandera, a lavarlo todo
hasta la luna de los huesos,
limpiando el semillero abrasivo para otras flores,
para el nevus gregario de tiempos aun peores.
Veo una poesía elitista y de vaivenes confusos, con una carga de pesimismo notorio. De nuestros poetas más discutidos, siempre prefiero a Guillén por encima de Lezama. En su contemporaneidad, el primero siempre fue más diáfano y revolucionario; el segundo prefería embellecer con lexicología exquisita y restar semántica a su compromiso con las mayorías…