Washington y La Habana: “Chenche por chenche y Guanajay por tierra”

 
Edmundo García      

Me he dado cuenta que hay temas donde usando comparaciones y analogías me hago entender mejor. Por eso les propongo que imaginen que en un país determinado, digamos Pakistán, con una ciudad muy antinorteamericana como Karachi, la CIA ha logrado conseguir información buena de que células terroristas tienen planes de ataques contra EEUU y que de hecho ya se están produciendo. Entonces decide, en legítima defensa, enviar jóvenes oficiales a penetrar esos grupos y neutralizar sus ataques. ¿Criticaría usted que la CIA entregara a sus agentes esa misión, cuando le consta todo un historial de atentados y sabotajes realizados por dichos grupos contra EEUU? Sería difícil cuestionarle a “La Compañía” el deber de intentar esas infiltraciones, si se trata de la paz y la soberanía de los Estados Unidos.

Imagine ahora, por seguir con el ejemplo, que el Presidente de Estados Unidos recibe información detallada de la CIA y la comparta con el Presidente del referido país para que neutralice lo que allí está sucediendo. Pues eso fue lo que hizo Cuba: entregar información recabada por sus cinco luchadores antiterroristas al FBI, el cual se comprometió a neutralizar los actos terroristas financiados por la Fundación Nacional Cubano Americana, a través de Luis Posada Carriles. Pero esa promesa se hizo agua y utilizaron dicha información para perseguir a quienes, arriesgando su propia vida en Miami, la habían conseguido. Eso lo sabe perfectamente el procurador Eric Holder, Secretario de Justicia, por entonces Subsecretario bajo las órdenes de Janet Reno.

Ahora volvamos a la hipotética situación propuesta. Resulta que aquellos jóvenes se ven juzgados por un tribunal donde los propios miembros eran fotografiados e intimidados por el comportamiento de la prensa a lo largo del proceso. Como resultado del mismo hubo monstruosas condenas, incluyendo dobles cadenas perpetuas.

¿Cómo reaccionaría Estados Unidos ante situación semejante? ¿Cómo reaccionaría la prensa norteamericana, qué mensaje mandaría el presidente de turno al presidente del país que hubiese hecho algo así? Y para colmo, unos años después, tres jueces de la onceava Corte de Apelaciones Atlanta desestiman por las características de la sede el juicio que se había celebrado aquí en Miami. El juicio más largo en toda la historia de Estados Unidos; tan largo, que no sabemos aun todos los cabildeos por las condenas que alcanzaron a hacer los Congresistas del sur de la Florida con la fiscalía, el FBI y el poder judicial. Algún día nos enteraremos. La decisión tomada por la onceava Corte de Apelaciones de Atlanta, con el Fiscal General bushista Alberto González en funciones, fue revertida contra todo pronóstico. Y también de forma inusual en el sistema judicial de los Estados Unidos, fueron convocados todos los jueces en banca para conseguir la anulación del resultado de dicha corte.

¿Qué haría el gobierno de los Estados Unidos y la opinión pública internacional si eso hubiera ocurrido con sus cinco hipotéticos luchadores antiterroristas, prisioneros en la ciudad de Karachi? Les pido que piensen en esto. Como también les pido que piensen en este otro comparativo. Supongan que varios aviones despegan de un país extranjero y sobrevuelan sin permiso Washington DC. ¿Creen ustedes que Estados Unidos enviaría 24 comunicaciones advirtiendo al país correspondiente para que detenga esas incursiones ilegales? Yo personalmente pienso que no; creo que no habría tales advertencias y que a la primera ocasión los F 16 derribarían los aviones transgresores. Después de haber consumado el derribo, es que le pedirían una explicación al país que les dejó operar en sus pistas.

Se trata, repito, del envío de 24 comunicaciones por distintas vías a la máxima instancia del gobierno norteamericano. Incluyendo una llevada personalmente por Bill Richardson al Presidente Clinton, advirtiéndole sobre las violaciones de las avionetas. Richardson se comprometió con el propio Comandante Fidel Castro a explicar esta situación al Presidente norteamericano y tratar de convencerlo de que era una situación que no debía seguir produciéndose. ¿Y qué hicieron con estas quejas? Absolutamente nada. Se mantuvo el  permisivismo y la tolerancia con quienes en Miami realizan esas provocaciones contra Cuba.

Los abogados de los cinco héroes de la República de Cuba no han cesado de solicitar a las autoridades norteamericanas las imágenes de satélite que demostrarían fehacientemente si el derribo se produjo en aguas internacionales o en aguas territoriales de Cuba. Autoridades internacionales también han solicitado esas imágenes. Pero Estados Unidos se niega a proveerlas y prefiere basar sus argumentos en el testimonio del capitán de un crucero con conflictos de intereses en el caso, dada su cercanía a grupos y familias anticastristas de Miami.

Documentales y videos muestran imágenes de la Sra. Silvia Iriondo y José Basulto sosteniendo un diálogo emocionado dentro de la cabina de una de las avionetas, frente a la que aparecen con gran visibilidad edificios emblemáticos de La Habana como el Focsa y el Hotel Riviera. Muy cerca de la Plaza de la Revolución, donde se encuentran importantes oficinas del Consejo de Estado, el Comité Central y ministerios como el de Comunicaciones, Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Interior. Esas también son pruebas de los objetivos provocadores de esos vuelos.

Llevo años pidiéndoles a los medios de Miami con acceso a José Basulto y a los familiares de los pilotos derribados, que les pregunten a estos por qué no aceptan reunirse con Basulto bajo un mismo techo, ni siquiera en los aniversarios de los incidentes. Yo creo tener una respuesta, y es que consideran que fue Basulto quien realmente llevó a sus hijos a la muerte tratando de buscar una confrontación entre Cuba y los Estados Unidos. En mi opinión dicha confrontación no escaló a mayores porque Clinton y las autoridades norteamericanas sabían que se les había avisado muchas veces. Como también creo que las imágenes de satélite mostrarían que los sucesos se produjeron en aguas nacionales de Cuba.  

Estados Unidos y Cuba tienen muchas diferencias; hoy enfrentan una muy específica relacionada con las condenas que en ambos países cumplen el contratista Alan Gross y los luchadores antiterroristas cubanos. Aunque los casos sean diferentes, la solución podría encontrarse en una verdadera reciprocidad. Para decirlo claramente: “Chenche por chenche y Guanajay por tierra”. Si el gobierno norteamericano no entiende, cualquier cubano le podría traducir la frase.

Artículos relacionados:

This entry was posted in Sin categoría and tagged , , , , , , , , , . Bookmark the permalink.

One Response to Washington y La Habana: “Chenche por chenche y Guanajay por tierra”

  1. MDF says:

    Crónicas de Spainlandia:

    Si muchos son los que a estas alturas aceptan el gran parecido de este expolio económico con el de la Gran Depresión del siglo XX, aún son pocos los que no se han percatado de la gran similitud entre las respectivas situaciones políticas. Tanto el fascismo como el nazismo aprovecharon la extensa desilusión generada en las clases medias por unas izquierdas que se mostraron incapaces de implementar una alternativa real, con las masas detrás, para frenar el robo creciente y suicida perpetrado por las entonces clases dominantes. ¡Qué ardan las avenidas! no era en tales tiempos, ni lo es ahora, una estrategia de finalidad revolucionaria, era y es simplemente una desesperante necesidad de las clases sociales medias y basales. El equivalente a un nicho evolutivo darwiniano que si una especia deja libre otra lo ocupará. Y si las izquierdas lo abandonan, si no satisfacen tal reclamación, lamentablemente otros, ya sin antorchas ni Führer pero con la misma carencia de escrúpulos, volverán y lo harán. No se olvide que el nazismo fue un electo y particular keynesiano: extrajo al alemán de la depresión y la miseria, le otorgó el pleno empleo, le permitió disfrutar de la vivienda… Que ello se alimentara de la vecina sangre y territorio, de la reinstauración de una esclavitud asesina, de la detención preventiva de millones de nuevos parias, de su traslado y aniquilación en una industria diseñada para el exterminio… fueron para ese alemán sólo un “daño colateral” ante el cual debía taparse oídos y nariz y vendarse los ojos. ¡Volverán!.

    ¡Y ya están volviendo!. Incapaces de reaccionar en esa calle que por historia es nuestra y no de ellos, con la boca abierta más allá de nuestras posibilidades biológicas, veremos como a la “matanza de Badajoz”, a la cruenta “represión de la bahía de Cádiz”, a los civiles asesinados en la “carretera de la muerte de Málaga a Almería” y a un largo, largísimo, etcétera se les niega la condición de crímenes contra la humanidad alegando, para justificar la infamia, que la ley penal no puede aplicarse con carácter retroactivo y olvidando, también para justificar la infamia, que al no prescribir jamás tales delitos, pues nadie legítimamente puede hablar en nombre de la humanidad, toda institución jurídica ostenta la ineludible obligación de perseguirlos “in saecula saeculorum”. Es más, y terriblemente más, negando esa aplicación retroactiva al delito de genocidio estarán declarando nulos por vía “de facto” los mismos “Juicios de Núremberg”, y absolviendo “post mortem” a todo condenado en ellos por esos horrendos crímenes. Los implacables asesinos de 5.934.000 judíos (1.500.000 con menos de 12 años), de 3.500.000 soviéticos prisioneros de guerra, de 1.900.000 polacos, de 1.670.000 eslavos, de 1.500.000 gitanos, de 500.000 minusválidos (más 300.000 esterilizados), de 200.000 masones, de 15.000 homosexuales (más cientos castrados por orden judicial), de 5.000 testigos de Jehová, de… serán “de facto” declarados “inocentes”. ¿Qué haremos las izquierdas cuando semejante aberración de lo Justo vea la luz?. ¿Seguiremos anclados a un sillón y al sueldo de un Parlamento que ya hace tiempo dejó de representar a este pueblo?. ¿Seguiremos anclados a un “bla, bla, bla…” y a un “que me voy a la calle”, poniendo el pie en la acera para después volver a retirarlo, salmodiando incesantemente una estrategia que ya hace tiempo todos vemos asimismo como inútil?. ¿Seguiremos convocando movilizaciones atomizadas que por así serlo y por ser dirigidas bajo el indiscutible y cobarde lema del “peace and love” garanticen más cadáveres que victorias y servir mejor al opresor que al oprimido?. ¿Seguiremos…?

    Pulsar “Entrar” en:

    http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm

     

Responder a MDF Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>