Omar Pérez Salomón
El matrimonio Estefan, radicado en Miami, domina la red de producción de música latina desde esa urbe estadounidense. De ello se beneficia Gloria Estefan, de la mano de su esposo Emilio, que promueve una gama de músicos, con la imprescindible excepción de aquellos que no blasfemen contra la Revolución Cubana.
Por si fuera poco, en 2008 fueron acusados en los medios, de invertir en el tráfico de personas entre Cuba y México, cuando un diario dominicano los relacionó con operaciones ilegales organizadas por la Fundación Nacional Cubano Americana con el Cartel del Golfo, la red de narcotraficantes mexicanos. Junto a su esposo, Gloria abogó por la libertad del terrorista confeso Luis Posada Carriles, con quien participó en una marcha convocada por ella en Miami en marzo de 2010, y confesó en marzo del 2009 haber estado en contacto con la Agencia Central de Inteligencia, CIA.
Por eso llama la atención un despacho de la agencia EFE, fechado en Ciudad de México, el pasado 21 de noviembre, según el cual Gloria Estefan declaró en un encuentro con la prensa que “las autoridades de Cuba no podrán parar la llegada de las nuevas tecnologías a la Isla ni impedir que las redes sociales se desarrollen y ayuden a darle voz a la gente”.
¿Será que Gloria aspira que en Cuba se practiquen los mismos principios de la red de producción musical que controla su marido, donde solo es posible “darle voz a la gente” que le puedan proporcionar un buen dinero y arremetan contra su país de nacimiento?. Si no, pregunten a Manolín, el médico de la salsa, que todavía está esperando que lo llame Emilio Estefan para promocionar sus canciones. La red que manejan los Estefan es, al decir de Manolín, un infierno.
A propósito, el próximo 14 de diciembre cumple dos años de creada la primera red social digital de contenidos cubana, EcuRed, con un carácter enciclopédico, colaborativo y popular. En EcuRed, que consta ya con cerca de 75 mil artículos elaborados por miles de jóvenes que acceden libremente y aportan sus conocimientos, los invito a que lean el artículo Gloria Estefan.
En cuanto a las redes sociales existentes en Internet, no es despreciable el acceso de cubanos desde las universidades, los Joven Club de Computación, y otras instituciones, a pesar de los problemas de infraestructura existentes en el país. Pero Gloria Estefan prefiere reconocer sólo a los mercenarios radicados en la isla, pagados por agencias del gobierno norteamericano que acceden a estas redes con la tecnología y el dinero que les facilita EE.UU.
Si queda alguna duda de cuál es el móvil de la conducta “social” de estas figuras de la contrarrevolución cubana, recuerdo que en abril del año pasado el matrimonio musical organizó una cena en su elegante residencia de Miami Beach, para obtener fondos para el Comité Nacional Demócrata, al que asistieron el Premio Nobel de la guerra Barack Obama y cerca de 100 personas que pagaron 30 400 dólares por pareja. Una bonita y rentable manera de dar voz a la gente de aquí y de allá, ¿no creen?.
Artículos relacionados:
La verdad es que Miami es una ciudad tóxica. Solo un mes me bastó para percibir la angustia, la depresión, la tristeza, el aburrimiento, la mediocridad y la falta de espiritualidad y vida cultural en la que viven sumidos sus habitantes, son como zombis programados para trabajar y consumir, en el más feliz de los casos en Macy´s, los productos que les han prometido como el Santo Grial de la felicidad. Hay capitalismo en este mundo, pero incluso en sociedades igual o hasta más consumistas, sus integrantes se resisten a la obsolescencia programada(y bravo por ese magnífico documental español!!!) y se reservan un tiempo para hacer deportes al aire libre, echarse sobre el césped de un parque público, a besarse o tomar el Sol, a jugar con sus hijos o ver los rayos filtrarse por entre el espléndido follaje…en Miami no, Miami es una ciudad de subdesarrollados con dinero, es una ciudad dominaa por el miedo, sin inicitivas, donde la inmensas mayoría no se mete en política porque no puede, porque la política es un coto de caza privado al que solo acceden personajillos patéticos, con un discurso en el que nadie se reconoce pero que responde al odio y la intolerancia obsoleta de unos vejetes que cada día son menos pero que siguen siendo muy poderosos y a quienes nadie osa contradecir porque con sus cádigos mafiosos pueden hacer realmente MUCHO daño, son prisioneros del miedo, la metira y nadie puede hacer ralmente mucho