Fariñas: Como el montañoso corazón de Poe

José Luis Fariñas

Fariñas, La tempestad, pastel, 2010

El poeta y artista plástico José Luis Fariñas vuelve a hacernos el honor de regalarnos sus obras para los visitantes de La pupila insomne.

            El estanque

Siempre estuvo la trinchera
con su oruga de epencéfalo
dejándonos fatigas y aceites de conjuro
en bisecciones reunidas
como aborto de caballería.

Germinamos pisando la fauna extraña
que devuelve la sien al espejismo.

¡Renuncia y veras lo nunca visto!

La legión iridiscente no rebasó los Cárpatos,
y mucho menos la loma de Chaple,
era acaso la mejor parte del esferocristal
tramado en octubre por la estrategia maestra que ya sangraba mal,
cosas a la deriva que desmarejaban el sueño,
cosas que no llegarán nunca porque en realidad ni respiraban
y nunca emprendieron el viaje.
Lo que importa es el plancton errante
levitando de frio porque se le quemó la sopa de hígado
en medio del tifón.
Mejor que un idiota lunisolar
escribo tu nombre con tinta fósil, Pelikan,
en el reverso de los prólogos,
para forjar de nuevo la sed de recompensa
y el escarceo de otras avanzadas.
Pero hay quien ni conoce su dolor,
como si no existieran ni los tigres ni el diluvio
para poder toser mas fuerte dentro de las tumbas,
entre las adormideras y los crucifijos
del charco en que levantan su hongo fácil;
y no lo digo yo, calladamente lo dicen ellos mismos,
lo dice la dama del perrito
y también las otras concreciones del cinabrio;
lo dicen los magos sin cabeza en todos los idiomas,
fosfatadamente hasta el infrarrojo;
lo susurran casi, pero con violencia,
con la nitidez de una bala en la nuca.
Desde la intemperie de sus vísceras
lo sueltan a bolina como un canto de ballenas,
como el montañoso corazón de Poe
que desde su rama finge dormir
pero jamás reposa.

• Todas las contribuciones de José Luis Fariñas en La pupila insomne